Falta un año, Río 2016 acelera
05/08/2015 - 07:08:25
LA RAZON.- Comparados con la tortuosa gestaci�n del Mundial de f�tbol 2014, los preparativos de los Juegos de R�o 2016 destacan por una calma relativa en un pa�s que tiene, definitivamente, motivos mayores de preocupaci�n. El �ltimo a�o, sacudido por la onda expansiva del caso Petrobras, ha sido el m�s agitado de la reciente vida pol�tica brasile�a. Adem�s, la econom�a perder� un 1,5% en 2015; el desempleo ha trepado al 7% y la inflaci�n al 9%.
La corrupci�n domina los peri�dicos y los efectos de la recesi�n se notan ya en las calles. En medio de todo, la organizaci�n parece haber dado la vuelta al fuerte pesimismo de hace solo 15 meses, beneficiada por el �xito operativo in extremis del Mundial. El tono del Comit� Ol�mpico Internacional (COI) es diferente al del pasado y miembros que en 2014 describieron el camino a R�o 2016 como �la situaci�n m�s cr�tica en las �ltimas d�cadas� hablan ahora de �gran progreso� y �satisfacci�n�.
A un a�o de su inauguraci�n, los Juegos Ol�mpicos siguen sin despertar entusiasmo masivo en la cidade maravilhosa (como pas� ya con el Mundial), pero no han suscitado revueltas similares a las de 2013. Y ello pese a la desconfianza generalizada que provocan los grandes fastos, avivada por la imagen de algunos estadios mundialistas que costaron cientos de millones de d�lares y se han convertido ya en elefantes blancos, sin apenas utilidad.
El relativo desinter�s popular no es compartido por la presidenta, Dilma Rousseff, que ha prometido unos juegos �perfectos� y ejerce desde hace algunos meses un control estrecho sobre su preparaci�n: �Nunca se sabe ahora en qu� reuni�n va a aparecer�, bromea un miembro del Comit� organizador. Rousseff, que arrastra una tasa de aprobaci�n exigua (el 7,7%), �sabe que no tiene grandes logros para mostrar durante su presidencia y se va a volcar con los Juegos�, refrenda en privado un miembro del partido gobernante. Los Juegos siguen sin despertar un entusiasmo masivo, pero no han suscitado revueltas como en 2013.
El marat�n de obras presenta algunos retrasos, pero nadie duda ya sobre la celebraci�n de los Juegos. El tr�fico de R�o sigue sufriendo intensamente por la construcci�n del metro y las obras del Parque Ol�mpico Deodoro siguen necesitando tres turnos para evitar una cat�strofe en principio descartada, pero algunas instalaciones son ya una realidad. La Villa Ol�mpica de Barra de Tijuca, que alojar� a 18.000 atletas en 3.600 apartamentos, est� concluida ya al 85%. Se han comenzado incluso a vender las viviendas para uso posterior a los Juegos: fueron construidos con financiaci�n privada, como la mayor�a de las obras (el alcalde Eduardo Paes presume de que son los Juegos �m�s baratos de la historia�).
La Autoridad P�blica Ol�mpica, que coordina a las diferentes administraciones no ofrece todav�a una cifra sobre el porcentaje de obra terminada y actualizar� el documento sobre el progreso de las instalaciones a fines de agosto. Por ahora, su presidente, Marcelo Pedroso, se�ala a este peri�dico que �todas las obras ol�mpicas avanzan de forma adecuada, dentro de los plazos para garantizar tanto la realizaci�n de los 44 eventos de prueba como de los propios Juegos Ol�mpicos�.
Las cr�ticas fundamentales a las gran cita no han provenido �nicamente de las molestias urbanas por las obras o del crecimiento de un 35% (hasta 13.000 millones de d�lares) en el presupuesto global de los Juegos. Una ha sido la construcci�n de instalaciones deportivas nuevas en detrimento de recintos construidos para los Juegos Panamericanos de 2007 y que, en su momento, reun�an �est�ndares ol�mpicos� (como el centro acu�tico Mar�a Lenk). Conocida es tambi�n la resistencia al pol�mico campo de golf y al desalojo de Vila Aut�dromo, la comunidad pobre contigua al Parque Ol�mpico.
Una huella m�s positiva del fragor constructivo en la excapital del Imperio portugu�s son las nuevas l�neas de transporte (tren ligero, buses con carril propio y metro) que ser�n el �legado fundamental de los Juegos�, como suele repetir el alcalde. Paes, que podr�a presentarse a la presidencia del pa�s en 2018, sigue rezando para que los coletazos del caso Petrobras no da�en a los Juegos: en junio la polic�a arrest�, por ejemplo, al presidente de la constructora m�s grande del pa�s, Odebrecht, encargada del Parque Ol�mpico. Hasta ahora, pese a las repercusiones econ�micas de las investigaciones, no ha habido parones rese�ables en las obras.
El Comit� Organizador trata de ir caldeando el ambiente con la llamada a los voluntarios, la popularizaci�n de las mascotas (clave para el merchandising) o la antorcha ol�mpica, presentada por la propia Rousseff. Todav�a no ha tenido mucho �xito, pero si el Ayuntamiento logra que se decreten 16 d�as festivos durante la competici�n (para evitar el colapso circulatorio), la simpat�a carioca y sus fabulosos paisajes redondear�n una fiesta deportiva memorable.
Los datos
Autoridad
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anticip� que estos Juegos ser�n �perfectos� y por ello se trabaja con tiempo en lo que es la organizaci�n.
Molestia
Hay enojo en la gente porque se decidi� construir nuevas instalaciones deportivas por el detrimento que tienen otras de los Panamericanos de 2007.
Ambiente
El Comit� Organizador trata de cambiar el ambiente en la poblaci�n con el llamado de voluntarios o la popularizaci�n de la mascota.
