Los mejores y peores sistemas de votación en América Latina
30/08/2015 - 11:13:49
Infobae.- Decidir cu�l es el mejor sistema electoral es imposible. C�mo definir si es preferible una f�rmula de representaci�n que le d� m�s lugar a las minor�as, pero dificulte los acuerdos; o una que permita una estabilidad mayor, aunque al precio de obturar el cambio. Son cosas muy dependientes de las ideolog�as y de las opiniones.
Pero hay un aspecto de los sistemas electorales que s� se puede evaluar de forma categ�rica: el grado de �xito para garantizar la transparencia y la pureza del sufragio. �En qu� medida el ciudadano puede elegir libremente, y con la tranquilidad de saber que los resultados finales expresar�n su voluntad?
Boletas �nicas
En casi toda Am�rica Latina, al igual que en las democracias m�s consolidadas del mundo, se vota a trav�s de un sistema de boleta �nica. Cada papeleta, que es dise�ada, impresa y distribuida por el Estado, incluye a los postulantes de todos los partidos que se presentan. El elector tiene que marcar su preferencia con una cruz.
�sa es la caracter�stica esencial que comparten todos los pa�ses que utilizan este mecanismo. Pero hay diferencias.
No todos resuelven de la misma manera las elecciones cuando el mismo d�a se eligen distintos cargos (presidente, diputados y senadores, por ejemplo). En algunos casos, hay una boleta por cada categor�a. En otros, se vuelca todo en un mismo papel.
Otra distinci�n es c�mo definir el orden en el que se presentan los postulantes. En principio, hay tres alternativas: por sorteo, seg�n la cantidad de votos obtenidos en la elecci�n anterior, o de acuerdo a la antig�edad de cada fuerza pol�tica.
Un caso especialmente interesante para analizar en profundidad es el de Chile. Reconocido por ser una de las democracias m�s estables de la regi�n, su sistema de votaci�n probablemente sea el m�s transparente, junto con el de Costa Rica.
"La boleta en Chile siempre ha sido �nica. La dise�a el Estado, y se usa una papeleta distinta para cada cargo. Lo mismo en los comicios municipales, los alcaldes van en una y los concejales en otra", explica el cientista pol�tico chileno Kenneth Bunker, profesor de la London School of Economics and Political Science, consultado por Infobae.
"Todo depende del Servicio Electoral (Servel) -contin�a-, que es el que organismo que pone las reglas de c�mo se van a llevar a cabo las elecciones, las organiza y reparte los materiales. Es independiente del Poder Ejecutivo, y su presidente lo elige el Senado. Chile tiene una de las instituciones m�s s�lidas, y no solamente en t�rminos de elecciones. Nunca hay un partido que denuncie corrupci�n en los comicios, y no hay acarreo de votantes, ni clientelismo. Ayuda tener partidos pol�ticos que vienen de larga data".
Pero Chile es una excepci�n en Am�rica Latina, una regi�n hist�ricamente caracterizada por la falta de transparencia en las elecciones.
"La desconfianza que existe en Am�rica Latina proviene de un aspecto real e hist�rico: en muchos pa�ses existi� y a�n existe una desafortunada tradici�n de trampas en las elecciones. Es el caso de M�xico. Durante muchos a�os estuvieron acusadas de fraude por la oposici�n, y hab�a buenas razones para ello. Pero no es el �nico ejemplo", dice a Infobae el polit�logo mexicano Jos� Reynoso, consejero del Instituto Electoral y de Participaci�n Ciudadana de Jalisco.
En un intento por vencer esa pesada tradici�n, desde el comienzo de la transici�n democr�tica, y de la mano del viraje de un modelo de partido �nico a uno multipartidista, el Estado mexicano hizo sucesivas reformas e invirti� muchos recursos para purificar el voto.
"En M�xico es el Estado el que otorga las boletas. Cuando hay elecciones simult�neas, las papeletas y las urnas de cada categor�a se distinguen por colores. La boleta de diputados, por ejemplo, lleva el nombre de cada candidato uninominal, en orden de antig�edad de fundaci�n del partido. La lista completa de diputados que se eligen por representaci�n proporcional (en M�xico hay un sistema de representaci�n mixto), se encuentra en el reverso de la hoja", cuenta Reynoso.
La implementaci�n de estas herramientas electorales y el mejoramiento de los controles no fueron suficientes para erradicar completamente la desconfianza y las irregularidades. Pero permitieron un avance importante.
Urnas electr�nicas
"La urna electr�nica existe s�lo en Brasil y en Venezuela, aunque se realizaron pruebas en Ecuador, Per� y Panam�. Hay una discusi�n sobre si es mejor. En Chile nunca se evalu� porque estamos muy acostumbrados a la boleta �nica, y por qu� la vamos a cambiar, si est� funcionando bien", dice Bunker.
Lo que generalmente se denomina boleta electr�nica es en realidad una urna, ya que la caracter�stica es que se elimina el papel, y el sufragio se emite y se guarda en la m�quina. Con estas caracter�sticas es, por el momento, algo poco difundido.
El ejemplo exitoso es, sin dudas, Brasil. Consciente de las dificultades que supone votar en un pa�s con m�s de 140 millones de electores y una enorme extensi�n territorial, la clase pol�tica brasile�a lleg� a la conclusi�n de que el voto electr�nico pod�a mejorar sustantivamente la transparencia de los sufragios.
Los comicios de 2014 mostraron que estaban en lo cierto. A s�lo tres horas del cierre ya se hab�a escrutado el 98% de las mesas y se pudo anunciar el triunfo de Dilma Rousseff. La confianza de la dirigencia en el sistema es tal que A�cio Neves, que perdi� por apenas tres puntos, reconoci� su derrota sin dudarlo.
Pero hay que entender que esto no es una consecuencia exclusiva del m�todo de votaci�n, ni tampoco es fruto de la casualidad o de una medida improvisada que sali� bien. Es el resultado de una pol�tica de Estado planificada y sostenida desde hace casi dos d�cadas, que se apoya tambi�n en tribunales electorales independientes y de alto componente t�cnico, que garantizan un control efectivo de los procedimientos.
La ausencia de estos elementos cruciales para toda democracia -pol�ticas de largo plazo e instituciones aut�nomas y eficientes- es lo que explica el fracaso de la urna electr�nica en Venezuela, que est� lejos de haber llevado certidumbre a los procesos electorales.
"El voto electr�nico como tal funciona bien, pero no puede resolver todos los problemas. Por ejemplo, hay denuncias de que el registro electoral est� inflado con personas que no deber�an tener derecho a votar. Adem�s, muchas veces la oposici�n no tiene control sobre las mesas de votaci�n, porque no han llegado sus testigos, o no los han dejado llegar", explica Jos� Enrique Molina, profesor de ciencia pol�tica de la Universidad de Zulia, Venezuela, consultado por Infobae.
"Para que funcione mejor, ser�a necesario incluir el derecho de la oposici�n a revisar los cuadernos de votaci�n, para ver si las firmas que figuran son las que corresponden. Tambi�n habr�a que garantizar un registro electoral actualizado y revisado", agrega.
La prueba m�s clara de la falta de confiabilidad del sistema es que en los comicios presidenciales de 2013, en los que Nicol�s Maduro se impuso a Henrique Capriles por menos de dos puntos de ventaja, la coalici�n opositora no reconoci� el triunfo oficialista por las enormes irregularidades que hubo. Por dar s�lo un ejemplo, en 39 mesas el actual mandatario obtuvo el 100% de los votos, y en otras 243 consigui� entre 95 y 99%, algo que no se condice con una elecci�n tan pareja.
"Si un solo partido tiene el control del sistema electoral, como pasa en Venezuela, la desconfianza de la oposici�n aumenta, y la transparencia es menor. El sistema electoral tiene que ser independiente, o tener un control multipartidista, como en Brasil", dice Molina.
Argentina y las boletas m�ltiples
"Dentro de las distintas opciones hay consenso en que la boleta m�ltiple es la peor. Despu�s viene la urna electr�nica. Luego, la boleta �nica. Y la mejor parecer�a ser la boleta �nica electr�nica, como se est� implementando en Argentina en la Ciudad de Buenos Aires y en la provincia de Salta", afirma el polit�logo chileno.
"La boleta m�ltiple tiene un mont�n de problemas con respecto a la transparencia. Facilita el clientelismo y el acarreo de personas, que son llevadas a votar con la papeleta del partido, para que directamente la inserten en la urna. Eso no pasa con la boleta �nica electr�nica. Es m�s f�cil de usar y de instalar por parte del Estado. Tiene un sistema de doble chequeo, donde no solamente se imprime el voto en un papel, sino que tambi�n hay un chip", agrega.
Pero m�s all� de las experiencias locales mencionadas, y de otras provincias como C�rdoba y Santa Fe, que aplican la boleta �nica, Argentina es uno de los pocos pa�ses del mundo en los que se vota con un sistema de boletas m�ltiples a nivel nacional. A contramano de lo que ocurre en la regi�n, son los partidos los que se encargan de dise�arlas, imprimirlas y repartirlas.
El mecanismo favorece el arrastre partidario, porque cuando se eligen al mismo tiempo distintos cargos, cada uno de los candidatos o lista de candidatos de un mismo partido va en distintas papeletas, pero todas est�n unidas. Con lo cual, es uno de los instrumentos que m�s dificulta el voto cruzado, ya que, si el elector desea votar al presidente de una fuerza y a los diputados de otra, est� obligado a buscar ambas boletas en el cuarto oscuro, tomar una tijera y recortarlas.
"Que los partidos sean los que entregan las boletas est� muy asociado a los modelos de fines del siglo XIX, cuando el voto era p�blico y estaba todo organizado para el fraude y la coerci�n. El problema en Argentina tiene que ver con la administraci�n electoral. Por un lado, le da una participaci�n predominante al Ministerio del Interior, lo que se ha mostrado inconveniente en muchas partes, y por otro, tiene un aspecto muy descentralizado, porque las papeletas corresponden a cada partido", dice, en di�logo con Infobae, Gabriel Negretto, licenciado en derecho por la Universidad de Buenos Aires, Argentina, y profesor de Estudios Pol�ticos en el CIDE, M�xico.
"Si se deja a los partidos el reparto y la supervisi�n de sus boletas -contin�a-, se presta para la trampa. Esta cosa de que falten papeletas de un partido porque se las roban es algo muy primitivo. Es una aberraci�n que est� ocurriendo en 2015".
Estos problemas se agravan a escala local, principalmente en provincias poco desarrolladas econ�micamente, que cuentan con gobiernos corruptos y autoritarios, que se mantienen durante d�cadas en el poder. All�, los desequilibrios con la oposici�n se vuelven demasiado grandes.
"Si el Gobierno provincial no tiene l�mites, inaugura obras cuando quiere, hace anuncios sin restricciones y financia indirectamente a sus candidatos, obviamente que se crea una desventaja. Es algo que est� ocurriendo y no se discute. Por eso ganan y ganan una vez que llegan al poder", dice Negretto.
El caso de M�xico, con todos los problemas que ha tenido y todav�a tiene, puede ser de gran utilidad para Argentina. "M�xico no es un ejemplo de muchas cosas, pero s� de reforma electoral -afirma Negretto. Se cre� el Instituto Federal Electoral y los respectivos institutos locales, que son los que se encargan de la entrega de boletas. Es absolutamente independiente del gobierno y se nombra con mayor�as calificadas en el Congreso. Despu�s lo reemplaz� el Instituto Nacional Electoral, que tiene facultades para intervenir sobre las sedes locales, que estaban muy controlados por los gobernadores".
Mucho m�s que papeletas
"En t�rminos generales, los pa�ses donde hay menor conflictividad en torno a los procesos electorales son los que tienen mayor calidad democr�tica. Son los casos de Chile, Costa Rica y Uruguay, los m�s reconocidos en los diferentes estudios. �se ser�a el principal factor, y es independiente de que el voto sea electr�nico o manual", dice Molina.
Sin perder de vista lo mucho que pueden ayudar los buenos instrumentos electorales, todos los especialistas coinciden en que termina siendo algo secundario frente a la calidad institucional de los pa�ses. Cuando un sistema pol�tico est� compuesto por partidos fuertes que saben convivir entre s� a pesar de las diferencias, y que, por convicci�n o por conveniencia, deciden respetar las normas, todo se hace m�s sencillo. Por el contrario, cuando lo que prima es la anomia y la transgresi�n, los actores pol�ticos s�lo piensan en sacar ventaja a toda costa. As�, ning�n mecanismo de votaci�n, por m�s refinado que sea, puede tener �xito.
Eso explica que Argentina y Uruguay, los �nicos dos Estados que mantienen un sistema indudablemente arcaico y problem�tico como el de boletas m�ltiples, tengan resultados tan dis�miles. Es cierto que el �ltimo sufre menos los efectos nocivos de este m�todo porque es peque�o y tiene pocos electores. Pero lo determinante sigue siendo su cultura pol�tica de equilibrio y apego a la norma.
"A veces se cree que por pasar de la boleta m�ltiple a la �nica electr�nica la transparencia va a mejorar autom�ticamente. Pero s�lo son instrumentos. No son suficientes para acabar con la corrupci�n, el clientelismo y el caudillismo, que est�n dentro de la cultura. Son cambios que se producen a largo plazo. Mejorar los instrumentos es apenas dar un paso entre muchos otros que se deben dar", concluye Bunker.
Por: Dario Mizrahi dmizrahi@infobae.com
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