La población de Bangui sale a las calles sin miedo para recibir al Papa
29/11/2015 - 12:56:48
ABC.es.- Las calles de Bangui, donde la poblaci�n ha circulado con miedo desde hace dos meses, desbordaron esta ma�ana con la alegr�a de cientos de miles de personas que aplaud�an felices al Papa a lo largo de todo el trayecto desde el aeropuerto al centro de la ciudad.
Debido a que los primeros cuatro kil�metros en el extrarradio son muy polvorientos -sobre todo cuando la caravana levanta un polvo rojizo que se pega a todo-, Francisco los recorri� en un peque�o autom�vil. Pero despu�s subi� al �papam�vil� descubierto para recorrer los cinco restantes.
Quienes le ve�an pod�an sentirse privilegiados, pues casi un mill�n de personas �la quinta parte de la poblaci�n de la Rep�blica Centroafricana (RCA)- viven como refugiados debido a la violencia interna. Algo m�s de la mitad son musulmanes que escapan de la violencia de la milicia anti-Balaka. El resto son cristianos que han huido de la milicia Seleka.
A su llegada al aeropuerto, el Papa pudo ver el poblado de tiendas miserables donde viven o vienen a dormir cada noche unas 25.000 personas de Bangui, para estar protegidas por los soldados franceses.
En los �ltimos dos meses, entre las dos milicias han asesinado a casi un centenar de personas desarmadas en la capital, y han incendiado m�s de trescientas casas en rachas de violencia err�tica e imprevisible.
Este domingo de sol radiante es el primer d�a de fiesta en la Rep�blica Centroafricana desde que el desastre de la violencia se abati� sobre el pa�s hace dos a�os. Est�n no solo contentos, sino orgullosos, pues el Papa inaugurar� esta tarde en la catedral el A�o Santo de la Misericordia, adelant�ndolo en la RCA respecto a la apertura de la puerta santa en Roma el pr�ximo 8 de diciembre para el resto del mundo.
Francisco ha venido a verles, incluso contra la voluntad del gobierno franc�s, que consideraba imposible mantener su seguridad en este pa�s destrozado. Y le est�n recibiendo como a un h�roe.
La presencia de blindados de Naciones Unidas y de �cascos azules� cada pocos metros era muy llamativa, pero lo que m�s impresionaba a la comitiva en todo el trayecto desde el aeropuerto al palacio presidencial era la alegr�a de los ciudadanos, muchos de ellos con sus mejores trajes y vestidos, a ambos lados de la carreta.
En su entusiasmo, los centroafricanos aplaud�an y vitoreaban incluso a las primeras furgonetas de la comitiva, las de los periodistas que acompa�an al Papa. Fueron kil�metros y kil�metros de responder a saludos para agradecer la bienvenida. En algunos momentos, el vocer�o era casi m�s fuerte que el de los estadios. El agitar de banderas alegraba todav�a m�s la escena.
En su discurso, pronunciado ante la Jefe del Estado de Transici�n, Catherine Samba Panza, antigua alcaldesa de Bangui y la primera mujer que ocupa la presidencia, el Papa Francisco pidi� �la b�squeda de la paz y la reconciliaci�n�.
�Una nueva etapa�
El mandato de la presidenta es llevar a cabo las elecciones, que se celebrar�n por fin el pr�ximo 27 de diciembre, despu�s de varios retrasos debidos a que todo el territorio nacional est� repartido entre la milicia nominalmente musulmana Seleka y la animista-cristiana anti-Balaka, mientras que la capital sufre de modo intermitente rachas de violencia.
En unas palabras conmovedoras, Catherine Samba-Panza agradeci� al Papa su �lecci�n de coraje� viniendo a la RCA a pesar del riesgo, y a�adi� que �ha sido una victoria de la fe sobre el termo�.
Le agradeci� su �compasi�n por un pueblo atenazado por el odio y el esp�ritu de venganza, desgarrado por conflictos interminables�. Los culpables mayores y menores son muchos, y la presidenta a�adi�: �En nombre de las autoridades y de todos los que han provocado esta bajada a los infiernos, yo confieso el mal cometido aqu� y pido perd�n desde lo mas profundo de mi coraz�n�.
�Una nueva etapa en su historia�
En su primera intervenci�n en p�blico, el Santo Padre se dirig�a al gobierno en funciones, cuya operatividad es pr�cticamente nula, pero tambi�n a los responsables de Naciones Unidas, cuyos 11.500 �cascos azules� garantizan al menos el orden en Bangui, y a los embajadores. Entre ellos destaca el de Francia ya que su misi�n Sangaris, formada por 900 soldados, mantiene abierto el aeropuerto de la capital y protegidas las embajadas occidentales.
Francisco les asegur� desear con todas sus fuerzas �que las diferentes consultas electorales de las pr�ximas semanas permitan al pa�s emprender seriamente una nueva etapa de su historia�.
Al terminar el encuentro, el Papa visit� un campo de refugiados para saludar a cuatro mil de ellos, como representantes del mill�n de compatriotas que viven en esa situaci�n. La mayor�a eran mujeres, y hab�a casi medio millar de chiquillos. Los ni�os cantaban, los adultos aplaud�an. Mucha gente lloraba a l�grima viva.
Francisco bes� a ni�os, ancianos y enfermos. Se le notaba a gusto y parec�a no tener prisa. El lugar era un poco ca�tico, pero los refugiados manten�an la compostura con gran dignidad, sin agobiarle.
Hablando sin papeles -en italiano, con traducci�n sucesiva de cada p�rrafo al sango- el Papa les invit� a �hacer todo por la paz, sabiendo que no es posible hacer la paz sin la tolerancia y sin el perd�n�. No es f�cil, para quien ha tenido que escapar de su casa, perdonar a sus agresores, pero el Papa se lo pidi�, a�adiendo que los centroafricanos deben amarse �sin diferencia de etnias o de religiones�.
Distintas confesiones
Su programa de esta tarde incluye �antes de la apertura de la puerta santa en la catedral- un encuentro con los l�deres protestantes en la Facultad de Teolog�a Evang�lica de Bangui. La poblaci�n de la RCA est� formada por un 35 por ciento de animistas, un 25 por ciento de cat�licos, otro 25 por ciento de evang�licos y un 15 por ciento de musulmanes.
Los l�deres de las tres principales confesiones -el arzobispo de Bangui, Diedonn� Nzapalainga; el presidente del Consejo Isl�mico, Oumar Kobine Layama; y el presidente de la Alianza Evang�lica, Nicol�s Guerekoyame-Gbangou, llevan dos a�os viajando juntos a los lugares que pueden visitar en la RCA y a muchos otros pa�ses, para llamar al abandono de la violencia y aclarar que esta no es una guerra religiosa.
De hecho, la poblaci�n musulmana ayuda a refugiados cristianos y viceversa. El l�der isl�mico ha vivido meses refugiado en la residencia del arzobispo, mientras que el l�der evang�lico salv� la vida gracias a que se fue de casa poco antes de que llegaran a matarle e incendiar su vivienda.
Los cristianos del barrio de Lakouanga ayudaron a reconstruir la mezquita de los musulmanes, destruida por los anti-Balaka el pasado mes de mayo. En octubre, los anti-Balaka, la destruyeron de nuevo.
El resultado es que la amistad entre cristianos y musulmanes decentes se refuerza. Francisco conoce ese fen�meno, y ha venido a Bangui para impulsarlo.
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