5 inventos bélicos aterradores de Leonardo da Vinci
13/02/2016 - 09:15:44
El problema con ser erudito, particularmente si se es tan productivo como Leonardo da Vinci, es que algunas de tus obras le pueden hacer sombra a las otras.
Da Vinci es globalmente conocido por sus magn�ficas obras de arte, desde la Mona Lisa hasta La �ltima cena, pero �l tambi�n dedic� gran parte de su vida a imaginar m�quinas como su versi�n precoz de un helic�ptero con alas que bat�an evocando a un �guila.
Sin embargo, sus exquisitos dibujos de armas pertenecen a una vida pol�tica diferente.
Pero, �te has puesto a ver de cerca sus inventos para empresas militares?
Quiz�s no: uno tiende a asociar al gran hombre del Renacimiento con belleza y ciencia, no con la guerra.
Las armas son pavorosas: desde catapultas gigantes hasta m�quinas con m�ltiples ca�ones que disparan casi simult�neamente.
No obstante, "eran muy importantes para �l", le dijo a la BBC el curador de la exposici�n "La mec�nica de la genialidad" del Museo de Ciencia de Londres, Claudio Giorgione.
"Cuando se mud� a Mil�n en 1482 �l sab�a que si lograba conseguir un buen contrato como ingeniero militar para el duque, tendr�a un salario que le dar�a la oportunidad de continuar dedic�ndose a todos sus otros intereses personales", explic�.
"Es por eso trat� de dise�ar muchas armas y muchas fortificaciones, aunque no le gustaba la guerra".
Para Giorgione, "es un tema interesante de considerar, pues la investigaci�n es independiente de la moral. Da Vinci era siempre curioso, estaba todo el tiempo estudiando y haciendo actividades distintas".
�C�mo debemos, entonces, entender a Leonardo da Vinci?
"Para entender a Da Vinci debemos seguir su proceso creativo, en el que lo primero que hac�a era fijarse en la naturaleza. Y tambi�n tratar de conectar su obra a la de sus contempor�neos", opina el curador de "La mec�nica de la genialidad".
"No se le debe tratar como un genio aislado, sino recordar que era as� porque pod�a aprender de todo y de todos los que lo rodeaban".
Veh�culo blindado
A este artilugio se le considera como el precursor de los tanques modernos.
Se supon�a que pod�a moverse en todas las direcciones, pero ten�a un defecto importante: las manivelas para que lo hiciera iban en direcciones opuestas, de manera que era imposible mover el aparato hacia adelante.
Hay expertos que piensan que un detalle as� dif�cilmente habr�a sido pasado por alto por Da Vinci, y sospechan que quiz�s sabote� su propio dise�o para que nunca fuera construido, pues en el fondo era un pacifista.
Equipado con una gran cantidad de armas, estaba dise�ado para intimidar al enemigo, y su cobertura protectora estaba reforzada con placas de metal.
Estaba equipado con una amenazante y enorme guada�a que se operaba con un mecanismo basado en engranajes para elevarla y bajarla.
De cierta forma era el equivalente mar�timo del ariete -esa viga pesada y reforzada con una pieza de metal en la punta-, que se usaba antiguamente para derrivar puertas o murallas.
Sus dibujos son tan precisos y preciosos que a uno se le puede escapar el horror que est�n representando.
Pero si te fijas bien, notar�s que nuevamente, el arma es la guada�a, varias de ellas, pero esta vez en tierra firme, girando y cortando a su paso los cuerpos de hombres, mujeres y caballos.
Consciente de que el temor que las armas pod�an infundir en los enemigos era tan importante como el da�o que pod�an causar, Da Vinci cre� este arco gigante.
El tama�o era tambi�n un intento de aumentar el rango del misil, que no era una flecha, sino m�s bien una roca o una bomba.
Sus v�vaces dibujos de variaciones sobre este tema tambi�n indican que la idea subyacente era aterrorizar a los enemigos para que huyeran en vez de atacar.
En este boceto se ven bolas de ca�on explosivas disparadas por grandes morteros.
Las bolas de ca��n consist�an en unas conchas redondas, colocadas alrededor de separadores de hierro y cosidas dentro de una cubierta flexible.
Tras ser disparados, los proyectiles explotaban dispersando grandes cantidades de polvo y humo, y estallaban en fragmentos.
Y, como vemos en este �ltimo dibujo, la manufactura de los ca�ones mismos tambi�n le llam� la atenci�n, pero esta vez m�s bien como artista.