La marcha cosecha solidaridad
26/04/2016 - 06:11:07
PAGINA SIETE.- Alas 12:10, con el sol en su punto m�s alto, la Caravana de la Esperanza lleg� al multifuncional de la Ceja, punto lim�trofe entre El Alto y la sede de Gobierno. Como al pie del abismo, la marcha se detuvo ante la hoyada justo cuando una voz instruy�: "treinta minutos de descanso antes de entrar a La Paz. �Renta o muerte!�.
En medio de aplausos, la caravana de personas con discapacidad -que parti� de Cochabamba el 21 de marzo en demanda de un bono mensual de 500 bolivianos- ingres� a La Paz por el camino viejo que une dos ciudades. En su descenso, estudiantes, enfermeras, gremialistas, caseras de los mercados y la ciudadan�a en general sali� a recibirlos con el coraz�n abierto.
"�Gobierno incapaz/ ya estamos en La Paz!�, gritan cientos de marchistas a una sola voz antes de emprender rumbo al centro de la urbe pace�a. La adrenalina sube y se desliza por el camino serpenteante que circunda el cr�ter gigante en el que se erige la ciudad.
Los primeros metros, entre pajonales y pavimento, se llenan del olor dulz�n, a almizcle e incienso, de un sahumerio cercano que se ofrece a la Pachamama y que arrastra el viento. Por la pendiente cada vez m�s pronunciada, como v�bora multicolor la caravana avanza.
�Discas unidos /jam�s ser�n vencidos! Se alientan de rato en rato mientras aumentan la velocidad de su paso. "Una curva m�s�, animan los voluntarios a los que se desplazan en sillas de rueda.
El camino, hasta hace pocos minutos amplio, se torna angosto y se pierde entre edificaciones de ladrillo descubierto. A su sombra se dan los primeros encuentros. Piezas de pan y vasos de agua pasan de mano en mano.
"�Dios los bendiga, Dios est� con ustedes!�, grita alguien con la voz ronca desde un tercer piso en La Portada. All�, en lo alto, un pa�uelo blanco se agita en�rgicamente sin pausa. Bajo esa misma ventana, los aplausos se multiplican. Los apretones de mano forman cadenas y los abrazos tratan de dar descanso a los 35 d�as de caminata que pesan en el cuerpo y tambi�n en el alma.
�No corran, esperen!, gritan cerca a la Kollasuyo al ver la calle llena de baches en los que las sillas se atascan y las muletas se desequilibran. Al mirar atr�s, los casi 500 discapacitados que partieron de la Ceja ya son m�s de mil.
En el descanso frente al Cementerio General casi nadie habla, prefieren corear los estribillos que los acompa�aron a lo largo del �ltimo mes. Con el mismo silencio, las vendedoras de flores se acercan con claveles blancos que reparten entre abrazos y susurros ininteligibles. M�s de una vez, siguen los llantos ahogados.
De los mercados salen las caseritas. "Ya falta poco�, les dicen mientras reparten frutas, dulces y agua. "�Vamos, hay que continuar!�, les insisten replicando las voces de los ni�os que desde las rejas del colegio barrial sacan sus peque�as manos y gritan: "Fuerza compa�eros, La Paz los saluda�.
Mientras m�s se acercan al centro de la ciudad, el apoyo y la caravana crecen. Cerca de la avenida Buenos Aires, t�neles de personas impiden el paso; sin embargo, las farmacias del sector se dan modos para instalar botellones de agua y repartir "aunque sea un sorbo a los hermanos cansados�.
En la avenida Montes, el �ltimo trecho de la marcha, una guardia de ni�os los espera. Presurosos corren con bolsas preparadas con peque�os refrigerios, una sonrisa y un "bienvenido�.
A pocos pasos, formadas en dos l�neas perfectas, con mandiles pulcros y un mo�o alto en cabeza, enfermeras los esperan. Con una mano saludan agitando pa�uelos blancos y con la otra cargan su malet�n de primeros auxilios con el que se suman a la columna de ayuda, que ya es grande.
"Somos del Instituto Se�or de Mayo. Hemos venido a recibir y apoyar a las personas con discapacidad. Estamos preparadas con todos los implementos para hacer las curaciones necesarias y tomar los signos vitales que nos digan cu�l es la condici�n en la que est�n llegando. Pero sobre todo a dar la atenci�n que requieren y que es labor de una enfermera�, explica Elena Guti�rrez y opina que la petici�n que traen los marchistas es "totalmente justa�.
En las calles del centro pace�o, la gente se detiene para saludarlos y compartir por un momento su demanda.
"Es muy triste que hayan tenido que venir hasta ac� caminando. Lo que piden es justo�, dice Amparo Camargo frente a la bas�lica San Francisco.
Al ver la construcci�n de piedra, la caravana avanza con los brazos en alto. Sin poder controlarlo, cientos de rostros se quiebran en una mueca que deja fluir el llanto entre sonrisas.
"Hemos llegado. Ya estamos en La Paz�, dice a los periodistas el presidente de la Confederaci�n Boliviana de Personas con Discapacidad, David Cayo. Gira la cabeza y ve la enorme columna que le sigue y las otras dos que custodian su ingreso. "El cari�o de la gente es inmenso (...) es la emoci�n m�s grande. Ya estamos en La Paz�, repite antes de que se quiebre su voz.
Ayuda necesaria
Comida Son necesarios productos secos, enlatados y nutritivos debido a que en el mes de camino no recibieron una alimentaci�n adecuada.
Medicamentos Son de prioridad los medicamentos anticonvulsivos para las personas con discapacidad que son parte de la caravana. Tambi�n son necesarios antibi�ticos para las infecciones urinarias y respiratorias, adem�s de ung�entos para los dolores articulares y musculares.
Insumos Por las bajas temperaturas de la ciudad de La Paz, se requiere ropa abrigada, frazadas, colchones y zapatos para ni�os y adultos.
http://www.paginasiete.bo/especial01/2016/4/26/marcha-cosecha-solidaridad-94521.html
