Emol.- Con los or�genes mismos de la religi�n, comenz� en propiedad la pr�ctica de expulsi�n de demonios y esp�ritus malignos, que habitan, seg�n los entendidos, en personas, lugares y cosas. Jes�s, en los Evangelios, de hecho, les da poder en su nombre a sus disc�pulos para que �expulsen demonios� de las personas pose�das por el maligno, dando lugar a los primeros exorcismos, que podr�an ser definidos como el conjunto de f�rmulas y ritos que se practican para expulsar un esp�ritu maligno, especialmente el demonio, del cuerpo de una persona o de un lugar.

Seg�n el ritual cat�lico, s�lo algunos sacerdotes y obispos pueden realizar exorcismos, los que s�lo pueden realizarse en casos muy particulares, despu�s que se cumplan una serie de requisitos (xenoglosia, hacer presentes cosas distantes o escondidas, fuerza f�sica desmesurada, aversi�n a los objetos sagrados por parte del afectado, etc.) para acreditar que existe efectivamente una �infestatio� o posesi�n diab�lica.

Sin embargo, en el siglo XX y XXI algunos exorcistas autodidactas, curanderos ignorantes y supersticiosos o personas ignorantes o con sus facultades mentales perturbadas llevaron a cabo escalofriantes rituales religiosos de exorcismo malogrado, los que se convirtieron en cruentos delitos que acabaron, al cabo, con la vida de los supuestos afectados, menores de edad en su mayor�a. Estos son algunos de los casos m�s recordados:

Charity Miranda Martin: Esta joven de 17 a�os sufri� durante varios meses un mal bastante propio de algunos adolescentes: una profunda depresi�n. Sin embargo, seg�n Vivian Miranda, su madre, la adolescente hab�a perdido la voluntad de vivir por �nica y exclusiva obra del diablo. Convencida de esto, Vivian decidi� que deb�a expulsar al demonio que atormentaba a su hija. Con la ayuda de las dos hermanas de Charity, Serena y Elizabeth, la mujer someti� a la joven durante 7 horas continuas, a una especie de �exorcismo casero�.

Sobre el final de la ceremonia, su madre tuvo una especie de revelaci�n: anunci� a las hermanas que el demonio no abandonar�a el cuerpo de Charity sino hasta asfixiarla. Entre las tres mujeres inmovilizaron, entonces, a la muchacha, intentando ahogarla con una almohada. Como ello no result�, fue su propia madre la que se encarg� de asfixiarla con una bolsa de pl�stico. Despu�s de la �ceremonia�, con la joven ya muerta, las tres mujeres se agarraron de las manos mientras rezaban, le�an versos de la Biblia y escuchaban a Frank Sinatra, uno de los cantantes favoritos del abuelo de la familia, quien hab�a muerto unos pocos d�as antes despu�s de batallar contra una larga enfermedad. Todas estaban dichosas, pues, seg�n ellas y pese a la muerte de la muchacha, hab�an ganado una importante batalla contra el mal.

Amora Bain Carson: En este ins�lito y cruel caso de exorcismo, el maligno parece que no posey� a la v�ctima, Amora Bain Carson, una inocente beb� de 13 meses, sino que a quienes lo practicaron. Jessica Carson, la madre biol�gica de Amora, manten�a una relaci�n sentimental con Blaine Keith Milam, un patibulario sujeto que convenci� a la mujer que su peque�a hija estaba pose�da por el demonio. La pareja intent� convencer a un cura que realizara un exorcismo, pero luego que �ste se negara, decidieron practicarlo ellos mismos, aunque con t�cnicas bastantes menos ortodoxas.

En el a�o 2008, finalmente, la peque�a Amora result� asesinada tras recibir 24 mordidas, m�ltiples golpes en el cr�neo y contusiones en todo el cuerpo. Seg�n la justicia, la peque�a muri� por el impacto de un golpe de martillo, propinado por la pareja de su madre, sospechoso adem�s de haberla violado previamente.

Terrance Cottrell Jr: Este ni�o fue diagnosticado con autismo a la edad de dos a�os, pero seg�n las autoridades de la iglesia apost�lica a la cual iba su madre, su extra�o comportamiento se deb�a en realidad a una posesi�n demon�aca. Cuando el ni�o cumpli� 8 a�os, su progenitora, Patricia Cooper, comenz� a llevarlo al templo religioso para que el ministro y un grupo de ac�litos le realizaran unas sesiones de rezos, con la esperanza de que Terrance fuese un ni�o normal. Estas sesiones, con el paso de las semanas, se fueron convirtiendo en una especie de exorcismo.

En el a�o 2003, Ray Hemphill, el ministro de la iglesia, trat� de liberar al ni�o autista del demonio que supuestamente estaba en su interior coloc�ndose sobre su pecho mientras hac�a el ritual. Durante las oraciones, el peque�o Terrance dej� de respirar por la presi�n que ejerc�a el peso de Hemphill en su peque�a caja tor�cica. Hemphill fue arrestado por la polic�a y condenado por la justicia, aunque s�lo purg� una pena de dos a�os y medio en prisi�n por asesinar al ni�o.

Anneliese Michel: Este caso de exorcismo frustrado, que inspirar�a la pel�cula �El exorcismo de Emily Rose�, es uno de los m�s famosos de la historia. Esta joven alemana, cuando ten�a 16 a�os, comenz� a sufrir fuertes espasmos y temblores, por lo que fue diagnosticada con epilepsia. A los 20 a�os la muchacha asegur�, sin embargo, que eran los demonios los que causaban sus ataques y los que la obligaban a realizar algunos actos horrendos (se rasgaba la ropa, se golpeaba contra los muebles y las paredes, destrozaba crucifijos, rosarios y pinturas de Jes�s, com�a ara�as, moscas y carb�n, beb�a su propia orina y realizaba algunos actos de automutilaci�n), por lo que les solicit� que la sometieran a un exorcismo.

En 1975, el obispo de W�rzbrug, Josep Stang, despu�s de revisar algunas pruebas, autoriz� la realizaci�n de un exorcismo, que abarc� desde septiembre de 1975 hasta mediados de 1976. El 30 de junio de 1976 ser�a el �ltimo d�a del exorcismo: una delgada Anneliese, que ya sufr�a de neumon�a y una fiebre muy alta, necesit� de ayuda externa para que la movieran. Lo �ltimo que les dijo a sus exorcistas fue: �Rueguen por el perd�n�, y a su madre: �Mam�, tengo miedo�. Anneliese Michel, despu�s de a�os de agon�a y sin que nadie pudiera ayudarla, morir�a al d�a siguiente. La justicia alemana abrir�a una investigaci�n de forma inmediata. Los resultados forenses fueron concluyentes: Anneliese hab�a muerto de hambre. Los padres de Anneliese Michel, al igual que los exorcistas, fueron encontrados culpables por la justicia de asesinato por negligencia y por omitir dar primeros auxilios. Todos fueron sentenciados a 6 meses de c�rcel y libertad condicional. La Conferencia Episcopal Alemana, tiempo despu�s, declarar�a que Anneliese Michel realmente no estaba pose�da.

Irina Cornici: Esta monja de 23 a�os, quien seg�n algunas compa�eras de claustro estaba pose�da por el demonio, falleci� de hambre en el a�o 2005, luego que fuera encadenada a una cruz de un remoto convento ubicado en el pueblo de Tanacu, en el noroeste de Rumania.

El exorcismo hab�a sido practicado por Daniel Petru Corogeanu, un sacerdote de 31 a�os, quien posteriormente ser�a acusado de homicidio, por lo que fue condenado a 14 a�os de prisi�n. Las cuatro monjas que lo ayudaron en la �ceremonia�, en tanto, fueron condenadas a entre 5 y 8 a�os de c�rcel. La Iglesia ortodoxa de Rumania, despu�s de conocer este caso y excomulgar a los cinco involucrados, calific� el caso de �abominable� y prometi� reformas, como la inclusi�n de pruebas psicol�gicas para aquellos que quisieran entrar en los monasterios.

Rosa Fern�ndez Gonz�lvez: La superstici�n, la ignorancia y la locura de las personas, a veces, puede desatar verdaderas atrocidades, como este impactante caso que remeci� la cr�nica roja de los diarios espa�oles en 1990. Esta ni�a de 11 a�os, natural de la localidad espa�ola de Almansa (un pueblo rico en curanderos y espiritistas), fue sometida el 18 de septiembre de ese a�o a un espantoso ritual de exorcismo por su propia madre, Rosa Gonz�lvez, una sanadora que se ganaba la vida imponiendo las manos, y dos curanderas, las hermanas Mar�a y Mercedes Rodr�guez, quienes supuestamente quer�an sacarle al demonio que ten�a dentro, pues, seg�n ellas, la ni�a �estaba embarazada del diablo�.

Las tres mujeres, luego de encerrar a la ni�a en una pieza, destrozaron los muebles, se revolcaron por el suelo y caminaron descalzas sobre clavos y cristales. Mientras las dos hermanas sosten�an a la ni�a, su madre le introdujo su mano en la vagina, arranc�ndole los ovarios y parte de los intestinos. La ni�a, que sufri� un tormento que seguramente ninguna narraci�n podr�a evocar, falleci� por la p�rdida masiva de sangre. Las tres mujeres que hab�an provocado su muerte fueron posteriormente detenidas por la justicia, aunque despu�s ser�an absueltas y derivadas a un hospital psiqui�trico para enfermos mentales.

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