Tengo más de 30 años, juego Pokémon Go todos los días y no me avergüenzo
25/07/2016 - 14:30:38
BBC.- Tengo 32 a�os, dos libros publicados, trabajo como periodista multimedia en BBC Mundo, soy boliviano, vivo en Estados Unidos y juego Pok�mon Go todos los d�as.
�Confesi�n de un problema? �Reconocimiento de una adicci�n? Es posible.
Sin embargo no me averg�enza en absoluto.
De hecho, lo primero que hice cuando atrap� a Charmander fue subir a Twitter la foto del amiguito de la cola flameante frente al balc�n de mi apartamento.
Fue un momento, aunque suene dif�cil de entender, emocionante.
Algunas de las historias m�s extremas y divertidas de Pok�mon Go
Hace mucho tiempo que no esperaba tanto un juego como lo hice con Pok�mon Go.
Lo aguardaba desde la primera vez que vi el video promocional que anunciaba su lanzamiento hace m�s de un a�o.
All� se ve como cientos de "maestros" derrotan a un Mewtwo en Times Square de Nueva York.
Todo lo que necesitas saber de Pok�mon Go si quieres entender por qu� est� causando tanto revuelo
La idea de convertir mis caminatas diarias al trabajo en una cruzada para atrapar a criaturas que conozco hace m�s de 15 a�os me encant�.
La abrumadora cantidad de jugadores, las escalofriantes cifras de las transacciones en la bolsa de Tokio y las im�genes de "maestros" colapsando espacios p�blicos desde Los �ngeles hasta Sidney sugieren que no soy el �nico al que le gust� la idea.
5 cifras espectaculares que reflejan el �xito de Pok�mon Go
Se me ocurren algunos motivos.
De vuelta al pasado
Antes de escribir este art�culo volv� a ver la primera pel�cula de Pok�mon de 1999 para refrescar la memoria.
La historia es mala, predecible, con un final forzado y tiene muchos momentos innecesarios.
Casi igual a como recuerdo las primeras temporadas de la serie animada para televisi�n: la misma estrategia narrativa en cada cap�tulo y chistes repetidos una y otra vez.
Pikachu salvaba la jornada con una poderosa descarga el�ctrica y los villanos del Equipo Rocket terminaban volando por los aires.
La verdad es que los videojuegos, aunque mejores que sus correlatos para el cine y la televisi�n, tampoco eran algo fuera de serie.
A t�tulo personal, creo que Pok�mon se encuentra un pelda�o por debajo de los t�tulos consagrados de Nintendo, como The Legend of Zelda o Super Mario Bros.
Pero no por eso deja de ser un �xito rotundo en ventas.
�Qu� es la realidad aumentada y qu� otras aplicaciones tiene m�s all� de Pok�mon Go?
Es m�s, todav�a recuerdo que la primera vez que gan� algo de dinero lo gast� todo en el cartucho de Pok�mon Stadium para Nintendo 64.
No eran t�tulos que esper�bamos con ansias, pero de una u otra manera se colaban en nuestras colecciones de videojuegos para consolas y dispositivos port�tiles.
Y bajo esa din�mica pasaron m�s de 15 a�os.
Por eso nunca nos olvidamos de Pikachu, Charizard, Bulbasaur y Squirtle, el que ahora es m�s conocido entre los j�venes como "la tortuga de los memes".
Lo que faltaba
Adem�s del concepto tradicional de capturar y evolucionar a tus criaturas, de la franquicia Pok�mon se desprendieron videojuegos en los que deb�as tomar fotos, hablar con Pikachu desde un micr�fono especial o resolver puzzles.
Sin embargo, la idea central de esos juegos siempre me supo incompleta.
Hasta que apareci� Pok�mon Go, que no por nada en menos de una semana se convirti� en la aplicaci�n m�s exitosa de la historia.
Pok�mon Go completaba la idea que empez� con el primer videojuego (de horribles gr�ficos) para Game Boy lanzado en 1996.
Gracias a la tecnolog�a conocida como realidad aumentada, al fin sientes que protagonizas el juego.
Al menos eso me pas� cuando vi a Charmander parado junto a mi sof�.
Esa noche, cuando me di cuenta que el juego ya estaba disponible en Estados Unidos, yo estaba por acostarme a dormir.
Las ganas de jugarlo hicieron que me vistiera de nuevo para probarlo caminando un par de cuadras.
En el camino me encontr� un Rattata.
Al d�a siguiente comenc� a cruzarme con otros "maestros" en las calles.
La primera vez fue una sorpresa, ahora es lo m�s normal del mundo.
Desde que comenc� a jugar Pok�mon Go salgo de mi apartamento rumbo al trabajo entre 20 y 30 minutos antes de lo usual.
As� tengo el tiempo suficiente para capturar algunos pokemones y detenerme en las pokeparadas para conseguir m�s pokebolas y huevos.
El intenso verano de Miami hace m�s duras las caminatas, pero lo tomo como parte del desaf�o.
Despu�s de Pok�mon Go
Cuando cierras la aplicaci�n en tu tel�fono m�vil, todo lo bueno y lo malo que hay en el mundo sigue ah�.
Nunca cre� que los videojuegos sean una forma de escapar de la realidad y tampoco lo creo ahora con Pok�mon Go.
Son un pasatiempo como tantos otros.
Un d�a despu�s del lanzamiento del juego en Estados Unidos sucedi� el tiroteo en Dallas en el que murieron cinco polic�as y el atacante.
La siguiente semana asesinaron a otros tres agentes en Luisiana.
Y ocurri� el terrible atentado en Niza, Francia, los ataques en Alemania, el intento de golpe en Turqu�a y la explosi�n en Kabul que mat� a m�s de 80 personas.
Podr�amos seguir enumerando, pero con lo mencionado basta para entender que tenemos gigantes problemas ante nuestras narices.
En un mundo tan jodido, buscar pokemones en las calles puede parecer insensible y ego�sta.
Pero, bajo esa l�gica, lo primero que deber�amos hacer es suspender las olimpiadas de Rio de Janeiro, clausurar la Navidad hasta nuevo aviso y dejar de hacer el amor.
Nada de eso deber�a tener cabida en un mundo en el que de a poco triunfan el miedo y el odio.
Por fortuna todav�a no nos rendimos ante eso y nos aferramos a esa vieja idea de que la vida puede ser m�s que una sumatoria de lamentos.
Tambi�n estoy consciente de que al ser parte de esta avalancha de "maestros Pok�mon" colaboro en hacer m�s rica a gente que hace rato es millonaria.
Pasa lo mismo cuando voy al cine, pongo m�sica en mi apartamento o enciendo la computadora port�til.
Me gustan los videojuegos desde que tengo memoria, al igual que leer y jugar f�tbol.
No creo que Pok�mon Go me haga mejor o peor persona, ni tampoco que cambiar� mi vida o que me permitir� conocer a mi futura esposa.
Pero s� me permite romper con esa din�mica de angustias y temores que se impone a escala global (y caminar algunos kil�metros extra semanalmente).
Lo que nos distorsiona como personas es asumir cada vez con m�s naturalidad tiroteos en las calles, feminicidios en todas partes, atentados con bombas y camiones, o migrantes muriendo en su intento por huir de las guerras.
Ah� est�n la insensibilidad y el ego�smo, no en aspirar a derrotar a Mewtwo en Times Square junto a cientos de personas.
Por ahora, la persona con la que salgo toma mi nuevo pasatiempo con humor.
Ojal� no cambie de opini�n.