De la bomba atómica a las puertas automáticas: las predicciones acertadas en la ciencia ficción de H.G. Wells
26/09/2016 - 11:04:15
BBC.- El viajero de "La m�quina del tiempo" es "una de esas personas demasiado inteligentes para ser engre�das" y descubre las claves de la 4� dimensi�n -el tiempo-. Con su m�quina, viaja al a�o 802.701.
Una buena historia de ciencia ficci�n puede transportarnos a lugares extra�os, forzarnos a considerar lo que significa ser humano o presentarnos una nueva e incre�ble tecnolog�a.
Pero �cu�ntos de los inventos fant�sticos y tecnolog�as transformadoras de esas historias llegan a convertirse en realidad?
Uno de los m�s conocidos autores de ciencia ficci�n, HG Wells, quien naci� hace 150 a�os, hizo much�simas predicciones.
Y aunque todav�a estamos esperando "La m�quina del tiempo" prometida en la novela de ese nombre de 1895, muchas otras ya son historia real.
La Segunda Guerra Mundial
Esta quiz�s no te la esperabas de un autor de ciencia ficci�n.
Sin embargo, en 1933, seis a�os antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, Wells previ� el estallido de una larga guerra en Europa oriental que arrastrar�a a otras naciones en su libro "Esquema de los tiempos futuros".
Wells, no fue el �nico en predecir un conflicto global durante los vol�tiles a�os 30.
Pero sus descripciones de los bombardeos y el temor a los ataques con gas tambi�n fueron confirmados por la realidad.
Las armas nucleares
Aunque Robert Cromie fue el primero en imaginarse la energ�a at�mica y la bomba, en "The crack of doom" (1895), Wells acu�� el t�rmino "bomba at�mica" en "El mundo se libera" (1914), en el que se�al� que pod�an explotar continuamente usando el poder de la radioactividad.
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Image caption Wells acu�� el t�rmino "bomba at�mica".
El f�sico Leo Szilard le dio el cr�dito HG Wells por la idea de la reacci�n en cadena nuclear que desarroll� en 1933.
M�s tarde, Szilard trabaj� en el proyecto Manhattan que produjo la bomba at�mica.
Wells tambi�n anticip� el problema de la proliferaci�n, advirtiendo que un gobierno global era la �nica manera de impedir que las naciones se destruyeran entre ellas con armas nucleares.
Adem�s, predijo conflictos biol�gicos en "La guerra de los mundos".
La llegada a la luna
"Los primeros hombres en la Luna", el t�tulo de su novela de 1901, lo dice todo.
Quiz�s no es cierto que el sat�lite de la Tierra est� habitado por una civilizaci�n subterr�nea de Selenitas, pero la aventura lunar de Mr. Bedford y Dr. Cavor anticip� el alunizaje de Apollo 11 en 1969.
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Image caption Edwin Aldrin fue uno de los primeros hombres en la luna.
Como era t�pico en las novelas de Wells, los protagonistas eran aficionados ingleses, no los acad�micos estadounidenses de la ciencia ficci�n moderna.
Pero, bueno, el escritor vivi� en una �poca en la que Reino Unido era imperio.
Ingenier�a gen�tica
Los monstruosos experimentos del doctor en "La isla del doctor Moreau" (1896), que inclu�an vivisecciones y la creaci�n de h�bridos de animales y humanos, se prestan a ser interpretados como una cr�tica dist�pica a algunos aspectos de la ciencia gen�tica moderna.
Pero embriones de h�bridos interespecies conocidos como "quimeras" hoy en d�a son rutinariamente creados para la investigaci�n m�dica.
S�lo que ahora se hace en laboratorios en vez de en mesas de operaciones.
El rayo l�ser
Tambi�n parte de "La guerra de los mundos", esta tecnolog�a aparece en manos de las hordas de marcianos que aterrizan en un barrio londinense.
Tra�an con ellos un arsenal de armas futuristas y entre las m�s devastadoras estaba el Heat-Ray (rayo de calor), que disparaba rayos de energ�a tan poderosa que prend�a fuego en la piel e incineraba edificios.
Las armas l�ser son ya una realidad, y fueron un elemento central del plan "Guerra de las Galaxias" del expresidente de Estados Unidos Ronald Reagan para derribar misiles nucleares en el espacio.
Las puertas autom�ticas
En "Cuando el dormido despierte" de 1899, est� la primera descripci�n de una puerta autom�tica.
Aunque la de Wells se enrolla hacia arriba, como las de algunos garajes, en lugar de desplazarse a los lados como las que abundan en la actualidad.
�C�mo pueden los autores predecir lo que est� por venir?
Es cierto que todav�a estamos esperando los autos voladores y que visiones como la de los viajes interplanetarios de Wells o el futuro imaginado por Isaac Asimov en "C�rculo vicioso" (1941) -que nos pon�a viviendo y trabajando en Mercurio en 2015- siguen siendo fantas�a.
Sin embargo ha habido alg�n progreso: llegamos a la Luna, nuestras sondas espaciales viajan cada vez m�s lejos y hay seres humanos que viven en �rbita en la Estaci�n Espacial Internacional.
Adem�s, la industria del turismo espacial suborbital podr�a dentro de poco llevar a millonarios m�s cerca de las estrellas.
As� que hasta los viajes que parec�an imposibles en la �poca de Wells, en la que el auto y la electricidad eran todav�a tecnolog�as sorprendentes, no resultaron ser sue�os tan desatinados.
Eso se debe a que la ciencia ficci�n es quiz�s m�s acerca del presente que del futuro.
Es una herramienta que le permite a los escritores explorar temas de la actualidad social y medioambiental.
Y cuando la historia de un autor est� anclada en la realidad, puede imaginar c�mo podr�a desarrollarse y si al final va a ser para mejor o peor.
Adem�s, algo de conocimientos sobre los avances tecnol�gicos y la experimentaci�n cient�fica tambi�n puede proporcionar una base real�stica a ideas estramb�ticas.
Y las tecnolog�as incre�bles que aparecen las historias de ciencia ficci�n frecuentemente tambi�n inspiran a gente a crearlas.
Un buen ejemplo de ello es el del ingeniero y autor Robert A. Heinlein, qui�n predijo el advenimiento de varios artilugios, como el tel�fono celular (que aparece en su novela de 1953 "Cita en la eternidad").
Otro, la novela "Neuromante" (1984), de William Gibson, que tuvo una gran influencia en varias generaciones de programadores inform�ticos.
En ella habla del ciberespacio, un entorno virtual en el que la gente se pod�a sumergir, conocer a otros, trabajar, comprar cosas.
Otro ejemplo de como si bien algunas de las ideas de la ciencia ficci�n quiz�s siempre siguen siendo fantas�a, mucho de lo que hemos le�do, con el tiempo, se ha convertido en algo familiar.
