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¿Jesús era cristiano? ¿Se llevaban bien sus discípulos?: Cinco mitos sobre el cristianismo




04/12/2016 - 11:56:48
ACTUALIDAD.- �Qu� Biblia usaban los primeros cristianos? �Se ocultaban en catacumbas? �Por qu� San Pedro fue crucificado boca abajo?
Si usted vive en Am�rica o Europa, gran parte de la sociedad en la que vive ha sido influida desde su fundaci�n por el cristianismo. Jesucristo no fue el �nico mes�as que fue ejecutado por los romanos. Si se cre� una religi�n con su nombre que con los siglos alcanz� tanta relevancia fue gracias a la obra que realizaron sus seguidores desde el principio de nuestra era.

Sin embargo, la mayor parte de lo que conocemos sobre los primeros cristianos se origin� en periodos posteriores y no se corresponde necesariamente con la verdad, asegura la escritora y te�loga Candida Moss en su art�culo para The Daily Beast.
1. No eran cristianos
San Juan Cris�stomo


Jes�s y sus disc�pulos eran jud�os- su escritura era hebrea, sus rituales religiosos eran jud�os, incluso el concepto de Mes�as es puramente jud�o.

Es cierto que en el Evangelio de Juan, un texto escrito no antes de alrededor del a�o 90 d.C., Jes�s dice algunas cosas bastante desagradables sobre los jud�os. Y es verdad que Pablo disuad�a a los conversos gentiles de cumplir con todas las demandas de la ley jud�a, incluida la circuncisi�n. Pero ni Pablo ni cualquier otro disc�pulo usaron nunca la palabra "cristiano" para describir a los seguidores de Jes�s.

Los Hechos de los Ap�stoles nos cuentan que esta palabra se us� por primera vez en Antioqu�a (ciudad que se encuentra en la actual Turqu�a) en los a�os sesenta del primer siglo de nuestra era. Sin embargo, una creciente cantidad de historiadores sostiene que el quinto libro del Nuevo Testamento no fue escrito antes del a�o 115. De hecho, ninguno de los evangelios ni de las ep�stolas escritas en la segunda mitad del siglo I usan la palabra "cristiano" en absoluto.

El cisma entre jud�os y cristianos fue un proceso que se produjo a lo largo de cientos de a�os. Incluso en el siglo V, Juan Cris�stomo, arzobispo de Antioqu�a, se quej� de que los cristianos no dejaban de acudir a las sinagogas.
2. No estaban de acuerdo los unos con los otros
Si alguien visita Roma hoy en d�a, podr�a ver numerosas iglesias dedicadas a Pedro y Pablo, con esculturas de los ap�stoles uno al lado del otro como si fueran amigos, pero en realidad tuvieron bastante desavenencias. En su Ep�stola a los g�latas, Pablo cuenta que describi� a Pedro como un hip�crita por negarse a comer junto a unos gentiles mientras estaban con Santiago y otros ap�stoles.

Tambi�n parece que hubo desacuerdos entre Pablo y otros ap�stoles sobre los requerimientos religiosos que deb�an cumplir los conversos gentiles y sobre el grado de fraternizaci�n permitido entre conversos gentiles y jud�os. Ese fue un momento inc�modo, que el autor de los Hechos de los Ap�stoles trat� de borrar.

Las diferencias no se acabaron ah�. A lo largo de la historia cristiana, en particular, en los primeros cuatro siglos, hubo acalorados debates sobre temas como la vida despu�s de la muerte, el papel de las mujeres, la pr�ctica del bautismo o la fecha de la Pascua.
3. No ten�an biblias cristianas
Biblia hebrea con targum en arameo, manuscrito del siglo XI. Presenta el texto del Libro del �xodo (12:25-31) en caracteres hebreos
Biblia hebrea con targum en arameo, manuscrito del siglo XI. Presenta el texto del Libro del �xodo (12:25-31) en caracteres hebreos

Al principio, la �nica escritura cristiana fue la biblia hebrea. Se tard� casi un siglo desde la muerte de Jes�s en escribir todos los libros incluidos en nuestro moderno Nuevo Testamento. A�n m�s se tard� en conseguir que libros ganaran prestigio y que fueran finalmente agrupados y establecidos como can�nicos.

Mientras que muchos de los libros del Nuevo Testamento empezaron a ganar relevancia en el siglo II, no fue hasta 367 d.C. que se form� la lista definitiva de libros que corresponde con la colecci�n que se usa en nuestros d�as.

Antes de esa fecha, la gente contaba con c�nones diversos, que variaban mucho en su extensi�n. Se le�an libros que no son can�nicos en la actualidad, como historias de los disc�pulos y de m�rtires, o incluso rollos de la Tor�.
4. Nunca se ocultaron en catacumbas
Catacumbas de Domitila

Hay una creencia popular de que los primeros cristianos se escond�an en las catacumbas para escapar de las persecuciones. Es cierto que los cristianos a veces se reun�an en sepulcros para homenajear a los muertos en comidas especiales, pero se trataba de una costumbre que adaptaron de los rituales funerarios paganos romanos. Es posible que en esas ocasiones pudieran celebrabar tambi�n la Eucarist�a en peque�os grupos o contar cuentos sobre el cristiano que hab�a partido.

Sin embargo, se ha demostrado como falso que se escondieran en catacumbas o que usaran el s�mbolo del pez como una se�al en clave de su presencia il�cita all�. Si los cristianos hubieran intentado esconderse en las catacumbas, habr�an sido descubiertos f�cilmente, asegura la autora.

Esta leyenda es muy posterior, se debe a los primeros gu�as tur�sticos de Roma. En el momento que algo antiguo quedaba asociado con el cristianismo, se volv�a m�s valioso y m�s interesante para los visitantes. Contar historias espeluznantes acerca de los cristianos que se escond�an en las catacumbas las convirti� en una atracci�n tur�stica a�n m�s fascinante.
5. Pedro no fue crucificado boca abajo porque fuera humilde
La Crucifixi�n de Pedro, de Caravaggio, lo representa con la cabeza hacia abajo, de acuerdo con la tradici�n
La Crucifixi�n de Pedro, de Caravaggio, lo representa con la cabeza hacia abajo, de acuerdo con la tradici�n

Si hay una historia de un martirio que todos los cristianos conocen es la del ap�stol Pedro. Se dice que �l mismo pidi� que le crucificaran boca abajo porque era tan modesto que no quer�a ser ejecutado de la misma manera que Jes�s.

Esta historia no es solo parte del Catecismo, sino que se recuerda en pel�culas como "Quo Vadis" en la que el emperador romano Ner�n persigue a los cristianos, que estaba utilizado como chivos expiatorios para culparlos del Gran incendio de Roma.

Sin embargo, las descripciones m�s tempranas de la muerte de Pedro presentan una versi�n bien diferente. Conforme a Los Hechos de Pedro, uno de los primeros libros ap�crifos, las autoridades de Roma persiguieron a Pedro porque hab�a convencido a las concubinas de varios hombres prominentes de Roma para que se abstuvieran de hacerles favores sexuales.

En cuanto a su crucifixi�n, insisti� en que se realizara de esta manera recordando el pecado de Ad�n y Eva que, seg�n �l, puso el bien y el mal al rev�s. Lo quiso hacer as� para simbolizar el estado degradado del mundo.

El mito sobre el Pedro que no quiso ser crucificado de la misma forma que Jes�s no aparici� hasta el siglo IV, m�s de 200 a�os despu�s de su muerte.

La te�loga se�ala que no hay nada malo en que los mitos cristianos sobre el martirio de los ap�stoles no se apoyen en fuentes tempranas hist�ricas, ya que se trata de f�bulas morales y no de informes de testigos.

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