La conmovedora carta que las hijas de George W. Bush les escribieron a Sasha y Malia Obama
13/01/2017 - 16:41:20
En 2009, cuando las hijas de Barack y Michelle Obama llegaban a la Casa Blanca �Sasha ten�a 7 a�os, Malia ten�a 10�, las hijas mellizas del presidente saliente les escribieron una carta.
Es costumbre que el mandatario deje unas l�neas confidenciales a su sucesor, en particular cuando tienen buenas relaciones.
Pero las hijas de George W. Bush, que ten�an 27 a�os, escribieron su carta propia para las ni�as que ve�an muy peque�itas para pasar por la experiencia que ellas hab�an pasado.
As� Jenna y Barbara les dieron algunos consejos �rodearse de amigos de verdad, tener mascotas, nunca olvidar qui�n es realmente su padre� y ahora, cuando las Obama dejan la Casa Blanca, decidieron compartir con ellas otras palabras, sobre c�mo vivir luego de ocho a�os de Washington DC.
La revista Time public� la carta que las hijas de Bush �ahora de 35 a�os, Jenna Bush Hager corresponsal del programa Today de NBC y Barbara cofundadora y directora de Global Health Corps, una organizaci�n sin fines de lucro por la salud en el mundo� les escribieron ocho a�os despu�s de aquel texto.
"Las hemos visto transformarse, con gracia y desenvoltura, de ni�as a impresionantes j�venes mujeres �escribieron�.
Y a lo largo de todo eso se tuvieron la una a la otra. Igual que nosotras. Ahora est�n a punto de unirse a otro club extra�o, el de los ex primeros hijos, un puesto que ustedes no buscaron y que viene sin orientaciones. Pero tienen tanto que esperar. Van a escribir las historias de sus vidas, m�s all� de la sombra de sus padres famosos, y sin embargo, siempre llevar�n con ustedes las experiencias de los ocho a�os pasados".
Como se�al� Katie Mettler en su art�culo en The Washington Post, los estadounidenses "tienen una rara fascinaci�n con la idea de las primeras hijas", al punto que el tema se ha tratado en pel�culas y series populares. "Y durante el �ltimo cuarto de siglo, s�lo han tenido primeras hijas en la Casa Blanca: Chelsea Clinton, las mellizas Bush, Malia y Sasha Obama".
Si bien para las hijas y nietas de presidentes (su abuelo, George H. W. Bush, sucedi� a Ronald Reagan) las dificultades de su papel tomaron la forma de problemas en la universidad, que ya estaban cursando, para las de Obama hubo momentos tambi�n dif�ciles, como el ataque a la vulnerabilidad propia de la edad que les hizo Elizabeth Lauten, directora de comunicaci�n del representante republicano Steve Fincher: "Queridas Sasha y Malia, comprendo que est�n en esos a�os horribles de la adolescencia, pero son parte de la primera familia, traten de mostrar un poco de clase", escribi� en Twitter la mujer, que debi� renunciar por eso. "V�stanse como si merecieran respeto, no un lugar en un bar".
Jenna Bush, que las defendi� en ese momento, ha mantenido una relaci�n de protecci�n con las hijas de Obama. Y ahora, junto con su hermana, ha tratado tambi�n de facilitarles, con lo que aprendi� en su propio camino, el cambio de vida que les espera. "Han vivido la presi�n incre�ble de la Casa Blanca. Han escuchado cr�ticas �speras de sus padres, hechas por personas que nunca los conocieron. Apoyaron a sus padres queridos mientras los reduc�an a titulares de noticias. Sus padres, que las pusieron por delante de todo y no s�lo les mostraron sino que les dieron el mundo. Como siempre, ellos las estar�n apoyando mientras comienzan su siguiente cap�tulo. Y tambi�n nosotras lo haremos".
Infobae reproduce aqu� la carta de las hijas de Bush para Sasha y Malia Obama:
"Malia y Sasha, hace ocho a�os en un d�a fr�o de noviembre las recibimos en las escalinatas de la Casa Blanca. Vimos tanto la luz como el recelo en sus ojos, que miraban su nueva casa. Dejamos temprano nuestros trabajos en Baltimore y Nueva York para viajar a Washington y mostrarles el lugar. Para mostrarles el Dormitorio Lincoln, y los dormitorios que alguna vez fueron nuestros; para presentarles a todas las personas �los floristas, los encargados, los mayordomos� que se dedican a hacer de esta casa hist�rica un hogar. Nosotras cuatro deambulamos por los salones majestuosos de la casa a la que no ten�an otra opci�n que mudarse. Cuando se deslizaron por el pasamanos del solarium, tal como nosotras hab�amos hecho a los ocho a�os y de nuevo a los 20, en busca de nuestra juventud, la alegr�a y la risa de ustedes nos resultaron contagiosas.
Han hecho tanto en ocho a�os. Han visto tanto. Estuvieron ante las puertas de la celda de Robben Island donde Nelson Mandela estuvo preso durante d�cadas en Sud�frica. Viajaron a Liberia y a Marruecos con su mam� para hablar con otras ni�as sobre la importancia de la educaci�n, ni�as que se vieron en ustedes, que se vieron en sus padres, que vieron qui�nes podr�an llegar a ser si segu�an estudiando y aprendiendo. Y asistieron a comidas de Estado, recorrieron parques nacionales, conocieron a l�deres internacionales y se rieron de las bromas de su pap� durante el perd�n anual del pavo para Acci�n de Gracias, mientras segu�an siendo ni�as, iban a la escuela y hac�an amigos. Las hemos visto transformarse, con gracia y desenvoltura, de ni�as a impresionantes j�venes mujeres.
Y a lo largo de todo eso se tuvieron la una a la otra. Igual que nosotras.
Ahora est�n a punto de unirse a otro club extra�o, el de los ex primeros hijos, un puesto que ustedes no buscaron y que viene sin orientaciones. Pero tienen tanto que esperar. Van a escribir las historias de sus vidas, m�s all� de la sombra de sus padres famosos, y sin embargo siempre llevar�n con ustedes las experiencias de los ocho a�os pasados.
Nunca olviden a la gente maravillosa que trabaja en la Casa Blanca. En la asunci�n de nuestro abuelo, cuando ten�amos siete a�os, nos recibi� Nancy, la florista de la Casa Blanca, que nos escolt� fuera del fr�o. Nos ayud� a hacer bouquets coloridos de flores de invierno para la cabecera de la cama de nuestros abuelos. Veinte a�os m�s tarde, Nancy arregl� las flores para la boda de Jenna. Quieran a su propia Nancy. Nostras nos mantuvimos en contacto con nuestro Servicio Secreto. Fueron parte de nuestro crecimiento: estuvieron ah� para nuestras primeras citas, nuestros primeros d�as e incluso para un compromiso y una luna de miel. Sabemos que no fue siempre f�cil �ustedes dos y nosotras dos fuimos adolescentes a las que segu�an hombres con morrales� pero ellos pusieron sus vidas en suspenso por nosotras.
Disfruten de la universidad. Como lo sabe casi todo el mundo, nosotras lo hicimos. Y ustedes ya no tendr�n el peso del mundo sobre sus hombros. Exploren sus pasiones. Descubran qui�nes son. Cometan errores: se les permite hacerlo. Sigan rode�ndose de amigos leales que las conozcan, las adoren y las protejan con fiereza. Aquellos que las juzgan no las manas, y sus voces no deber�an pesarles. En cambio, lo que importa son sus propios corazones.
Tomen todo lo que han visto, la gente a la que han conocido, las lecciones que han aprendido y dejen que esa ayuda las gu�e a realizar cambios positivos. No tenemos dudas de que lo har�n. Viajar con nuestros padres nos ense�� m�s de lo que cualquier clase podr�a haber hecho. Nos abri� los ojos a nuevas personas y a nuevas culturas e ideas. Conocimos obreros en Michigan, maestros en California, m�dicos que curaban gente en la frontera birmana, ni�os que hac�an fila en las calles polvorientas de Kampala para ver al presidente estadounidense y ni�os con VIH que esperaban para recibir las mediaciones antirretrovirales que salvar�an sus vidas. Una ni�a que llevaba puesto su vestido lavanda m�s fino parec�a joven, pero no lo era. Era peque�a porque estaba enferma. Su mam� reconoci� que no llegar�a a vivir para ver que la medicaci�n funcionara, pero sus hermanos y hermanas s�. Luego de conocer a esta ni�a, Barbara regres� a la universidad y cambi� su especialidad, y el rumbo de su vida.
Han vivido la presi�n incre�ble de la Casa Blanca. Han escuchado cr�ticas �speras de sus padres, hechas por personas que nunca los conocieron. Apoyaron a sus padres queridos mientras los reduc�an a titulares de noticias. Sus padres, que las pusieron por delante de todo y no s�lo les mostraron sino que les dieron el mundo. Como siempre, ellos las estar�n apoyando mientras comienzan su siguiente cap�tulo. Y tambi�n nosotras lo haremos.
INFOBAE
http://www.infobae.com/america/eeuu/2017/01/13/la-conmovedora-carta-que-las-hijas-de-george-w-bush-les-escribieron-a-sasha-y-malia-obama/
