Mokèle-mbèmbé: el mítico monstruo milenario que se esconde en los lagos de África
21/02/2017 - 07:52:09
BBC.- En un monstruo que viv�a en un lago llam� la atenci�n de Herman Regusters, un ingeniero aeroespacial del Laboratorio de Propulsi�n a Chorro (JPL, por sus siglas en ingl�s) de la NASA.
La criatura se llamaba Mok�le-mb�mb� y era una especie de monstruo prehist�rico.
Dec�an que se parec�a mucho a un saur�podo, un dinosaurio de cuello largo.
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Pero Regusters ten�a la corazonada de que todav�a exist�a, as� que decidi� viajar a una parte de �frica -que hoy pertenece a la Rep�blica del Congo- en busca de la bestia.
Con unas pocas an�cdotas
Tras intentar sin �xito que su jefe en el Departamento de Defensa de Estados Unidos le financiara la aventura, argumentando que podr�a crear mapas de la regi�n, Regusters se pag� el viaje con ayuda de algunas donaciones privadas.
Su esposa Kia lo acompa��, junto a un equipo de lugare�os, hacia el remoto lago T�l�.
Pero, al igual que muchos otros, el explorador estadounidense regres� con apenas unas pocas an�cdotas que comparti� en charlas e informes escritos.
Dijo que hab�a presenciado varios avistamientos, pero no ten�a fotos o videos. De hecho, asegur� que una vez lo vio todo el equipo "excepto el fot�grafo".
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El viaje no fue f�cil. Los exploradores fueron acosados por abejas, caminaron a trav�s de ci�nagas, soportaron d�as calurosos y noches h�medas y fr�as, y sobrevivieron a juegos de caza locales.
Y, pese a todo, segu�an decididos a encontrar al monstruo.
Trozos de la historia
Las referencias de Occidente a Mok�le-mb�mb� datan de principios del siglo XX.
Los visitantes alemanes y franceses de la regi�n contaron cuentos que escuchaban de la gente del lugar sobre un gran monstruo que viv�a en el bosque.
En algunas era descomunal -com�a elefantes- y en otras no era mucho m�s grande que un hipop�tamo. Algunas dec�an que ten�a cabeza de serpiente, otras que ten�a joroba.
Pero no hab�a pruebas documentadas de su existencia. Las pel�culas fotogr�ficas eran destruidas, los dibujos quemados y los archivos sonoros estaban llenos de ruido.
Y esa es tal vez la raz�n detr�s de la perdurable fascinaci�n hacia Mok�le-mb�mb�.
Se dice que vive en una parte tan remota e inh�spita del mundo que algunos todav�a se aferran a la posibilidad de que siga vivo.
�Est�n en lo cierto?
La respuesta, seg�n Paul Barret, un paleont�logo en el Museo de Historia Natural de Londres, es un rotundo "no".
No hay manera de que una criatura de ese tipo pueda existir todav�a sin el conocimiento de los humanos.
"No tenemos evidencia en el registro f�sil de los �ltimos 66 millones de a�os de nada que se parezca a un saur�podo en el mundo", explica.
Dejando a un lado los dinosaurios, es dif�cil que un animal muy grande que habite en tierras o en lagos pueda esconderse en la jungla africana.
Hace al menos medio siglo que los seres humanos no descubren una criatura que pese m�s que una tonelada, dice Barrett.
"Los grandes animales necesitan grandes poblaciones para subsistir, adem�s de grandes extensiones geogr�ficas para colmar sus necesidades alimentarias".
La idea de que uno o dos animales gigantes se escondan en el lago T�l� no tiene sentido.
Darren Naish, un escritor cient�fico y paleont�logo, est� de acuerdo.
�Dinosaurios en �frica?
Algunos criptozo�logos que creen en la existencia de Mok�le-mb�mb� dice que las criaturas prehist�ricas podr�an persistir en �frica porque est� "inalterada".
Pero, seg�n Naish, este punto de vista es err�neo.
La flora y fauna del continente ha atravesado muchos tipos de cambios, antes y despu�s de los dinosaurios.
"Incluso las lluvias forestales crecieron y disminuyeron sustancialmente con el paso de los a�os", dice Naish.
"Son fen�menos j�venes a nivel geol�gico, y eso destruye la idea de que uno pueda esperar esas reliquias en �frica".
Pero �es posible que algunas de las historias que contaron a los exploradores est�n relacionadas con otras criaturas grandes que habitan en la zona?
Tal vez, dice Naish.
Hay quien cree que una especie extinta de rinoceronte sol�a vivir cerca del lago T�l�.
Algunos de estos animales pudieron haber sido confundidos por Mok�le-mb�mb�, a�ade Naish.
Hipop�tamos, cocodrilos, tortugas gigantes, elefantes nadadores e incluso troncos flotando en el agua con formas extra�as pudieron haber sido malinterpretados.
Puede que no exista, pero no est� solo...
Tal vez lo m�s inquietante es que no es algo inusual.
Adem�s de Mok�le-mb�mb� y del m�tico monstruo del lago Ness en Escocia (conocido como "Nessie"), hay historias similares en todo el mundo.
Se supone que hay un "Bessie" en el lago Erie (en Am�rica del Norte), un "Tessie" en el lago Tahoe (en California), un "Bownessie" en Inglaterra y un "Kussie" en Jap�n.
Barrett dice que algunas viejas historias podr�an ser los vestigios de las advertencias de los padres para evitar que sus hijos se ahogaran.
No tenemos evidencia en el registro f�sil de los �ltimos 66 millones de a�os de nada que se parezca a un saur�podo en el mundo"
Paul Barret, paleont�logo
Ciertos descubrimientos de f�siles pudieron haber inspirado mitos sobre su origen, dice Martin Sander, un autor de varios art�culos sobre saur�podos de la Universidad de Bonn, en Alemania.
Por ejemplo, dice Sander, las piedras-serpiente de Inglaterra, unos f�siles con cabezas de serpientes que fueron talladas por humanos y que se asemejan a reptiles en forma de espiral.
En cuanto a las historias sobre Mok�le-mb�mb�, la era en la que fueron contadas pudo ser un factor clave, dice Naish.
A principios del siglo XX, hab�a una locura por encontrar dinosaurios que era "m�s grande que Jurassic Park".
Es m�s, Sander se�ala que varias referencias provienen de un comerciante de animales muy conocido llamado Carl Hagenbeck quien contaba historias que hab�a escuchado sobre Mok�le-mb�mb�.
Tambi�n exist�a la creencia de que los monstruos habitan en lagos y pantanos.
Es el tipo de vida que la gente piensa que ten�an los saur�podos hace cien a�os, pero ahora sabemos que viv�an en tierra firme.
El hecho de que perduren esas viejas especulaciones en el mito de Mok�le-mb�mb� es otro motivo para dudar de su existencia.
Pero, pese a todo, los mitos son muy valiosos, dice Barrett.
Cualquier expedici�n hacia lo desconocido tiene el potencial de descubrir cosas interesantes e inesperadas.