Llorenti reclama que Mesa omita obra crucial de Morales en su último libro
14/03/2017 - 11:29:35
La Paz,(ABI).- El embajador de Bolivia ante la Organizaci�n de Naciones Unidas (NNUU), Sacha Llorenti, ha reprochado al historiador y pol�tico Carlos Mesa una serie de omisiones, algunas de ellas clave para entender en toda su extensi�n el proceso boliviano en marcha signado por la figura del presidente Evo Morales, en su libro de reciente publicaci�n Bolivia 1982-2006, democracia.
En un art�culo de opini�n publicado el domingo por el diario La Raz�n, Llorenti hace notar que Mesa, que presidi� Bolivia en el lapso 2003-2005, pasa por alto, por ejemplo, los logros decisivos de la administraci�n Morales.
"Cabe subrayar que en el contrapunto entre pasado y presente que aparece en todos sus cap�tulos, muchos temas que son claros �xitos de la gesti�n iniciada en 2006 no aparecen siquiera mencionados", refiere en su art�culo Entre urnas y silencios.
El plenipotenciario boliviano ante NNUU se extra�a que Mesa no mencione, por ejemplo, "el proceso de industrializaci�n de los recursos naturales; la pol�tica de Estado sobre el mar; la exitosa pol�tica exterior; las reformas para garantizar la presencia de mujeres en escenarios de decisi�n; los recursos econ�micos recuperados en la lucha contra la corrupci�n".
Lo mismo, "que se haya construido un modelo econ�mico que no s�lo aproveche el alza en el precio internacional del petr�leo, sino que haya podido resistir a los embates de la ca�da del mismo, manteniendo un crecimiento econ�mico r�cord en la regi�n".
Extra�a, asimismo, que Mesa pase de largo "los extraordinarios avances en la reducci�n de la desigualdad" y que otorgue, igual consideraci�n, al producto de la decisi�n org�nica de los movimientos sociales, como sujeto hist�rico y sost�n del liderazgo de Morales y su peso espec�fico en la pol�tica criolla para alcanzar la Presidencia de Bolivia.
En el trabajo de 177 p�ginas de Mesa "se minimiza el rol de los movimientos sociales", reclama Llorenti.
"No se intenta siquiera hacer una reconstrucci�n de la historia de lo que ahora es el Movimiento Al Socialismo (partido de Morales). He ah� la grave ausencia en este trabajo. Evo Morales no aparece, como dice Mesa, "mont�ndose en caballo ajeno" como tampoco en 1997 llega "al Parlamento como parte de una coalici�n de izquierda que simplemente le sirvi� de plataforma"", critica Llorenti.
Ignorar la decisi�n de "la Confederaci�n Sindical �nica de Trabajadores Campesinos de Bolivia, la por entonces Federaci�n de Mujeres Campesinas de Bolivia-Bartolina Sisa y la, en esa �poca denominada Confederaci�n de Colonizadores de Bolivia", de construir el instrumento de pol�tica "para pasar de la lucha sindical a la lucha electoral", es, seg�n Llorenti, no honrar la verdad hist�rica o, por lo menos, "sesgar" un elemento decisivo de an�lisis.
Llorenti deplora que en su escrito, Mesa, que asigna a Morales poco menos que un agudo olfato de oportunismo para llegar a la Presidencia en 2006, con el 54% de los votos, haya olvidado que la entonces Corte Nacional Electoral sembrara de piedras el camino de la homologaci�n a las siglas que postul� Morales y su movimiento pol�tico antes de 2002, en que debi� terciar en las elecciones de ese a�o con los credenciales del Movimiento Al Socialismo que ya estaba inscrito.
Llorenti reniega, asimismo, que Mesa mencione en las orillas del predicamento, las medidas implantadas por el primer gobierno de Gonzalo S�nchez de Lozada, entre 1993 y 1997, entre ellas la Participaci�n Popular, la Reforma Educativa, la Ley INRA, el Bono Solidario para ancianos, producto de la Capitalizaci�n, seguros populares, la reforma parcial de la Constituci�n, la d�cimo sexta a la vigente desde 1967, adem�s de la Reforma de Pensiones y, m�s a�n, que incluya a Morales como tributario de ellas.
"Evo Morales y el actual proceso de cambio no son tributarios del neoliberalismo, surgen producto de la acumulaci�n hist�rica de las luchas sociales; de la insatisfacci�n de necesidades b�sicas; de un Estado que, como se�ala Gunder Frank, se basaba en la relaci�n de dependencia y subordinaci�n a las metr�polis de Europa y Estados Unidos".
Y menos, escribe Llorenti, como fruto de "una clase pol�tica incapaz de implementar un proyecto nacional aut�nomo ni de articular una conciencia propia; interesada en mantenerse en el poder (v�a golpe, v�a elecciones) garantizando que s�lo el comercio extranjero saque ventajas de nuestros recursos".
El Embajador echa de menos, asimismo, que en el an�lisis de Mesa no se asigne valor a la obra del magistrado Eduardo Rodr�guez Veltz�, que presidi� la transici�n m�s dif�cil de la historia boliviana reciente.
"Tambi�n son notorios los silencios relacionados con la presidencia de Eduardo Rodr�guez. Se intenta relativizar la coherencia mantenida en la pol�tica sobre el mar, y no se hace menci�n a la promulgaci�n de decenas de decretos que materializaron la puesta en ejecuci�n de la Ley de Hidrocarburos, la creaci�n y funcionamiento del Consejo Nacional Preauton�mico y Preconstituyente o su aporte en la titulaci�n de tierras", adem�s del salom�nico reparto de esca�os en el Legislativo, que puso en riesgo la celebraci�n de las elecciones de 2005, hace notar Llorenti.
Con similar talante, se pregunta por qu�, en el libro recent�simo de Mesa, no figuren las masacres de Amayapampa y Capasirca, durante el primer gobierno de S�nchez de Lozada y el papel que desempe�� el Fondo Monetario Internacional en la segunda administraci�n frustrada (2002-3) del dirigente ultraliberal.
"Llama la atenci�n que no se haya hecho ninguna menci�n a la masacre de Capasirca y Amayapampa durante el primer gobierno de Gonzalo S�nchez de Lozada o al rol de Fondo Monetario Internacional (FMI) en los sucesos de 12 y 13 de febrero de 2003, o a la quema de recibos de los gastos reservados en la gesti�n de Mesa", se�ala.
Por �ltimo que, en la descripci�n de las etapas hist�ricas de Bolivia, antes y despu�s de 1825, descienda lo prehisp�nico como prehist�rico y que exagere la extensi�n que del cato de coca, homologado por Morales en 2007 como cultivo tradicional en el Chapare.
Las cr�ticas de Llorenti se registraron mientras el gobierno de Morales deploraba las cr�ticas de Mesa a la justicia que conden�, en primera instancia, al exprefecto de Pando a 15 a�os de c�rcel por la matanza de 13 campesinos amaz�nicos y estudiantes por paramilitares en la localidad de Porvenir, en setiembre de 2008.
