Cómo una semilla sudamericana está ayudando a salvar al elefante africano
01/04/2017 - 15:08:43
BBC.- Onno Heerma van Voss bromea que nunca tuvo la intenci�n de ser un conservacionista, sin embargo est� ayudando a salvar al elefante africano.
Un gran n�mero de estos animales salvajes est� desapareciendo: se estima que unos 100 son asesinados por cazadores furtivos cada d�a para obtener sus colmillos, ante la creciente demanda de marfil.
Ahora solo quedan unos 415.000 elefantes africanos en todo el continente, de los cerca de cinco millones que hab�a hace un siglo, seg�n una campa�a global del grupo WWF (antes conocido como el World Wide Fund for Nature -el Fondo Mundial para la Naturaleza-).
�Cu�n inteligentes son los elefantes?
El pr�spero negocio de fabricar papel con esti�rcol de elefante
Aunque la venta mundial de marfil nuevo se prohibi� en 1989, los animales a�n son cazados para alimentar el comercio ilegal que es promovido por la continua demanda en China.
�Qu� est� haciendo Heerma van Voss, un holand�s de 48 a�os, para proteger a los elefantes africanos? Vende semillas.
Si, suena raro, pero es que estas no son cualquier semilla, son unas muy especiales que vienen de Am�rica del Sur y se llaman tagua.
Son las semillas blanquecinas de seis especies de palmeras. Pueden alcanzar los 9 cent�metros de altura y cuando se secan son realmente duras.
Y al igual que el marfil, la tagua puede ser pulida y tallada, y convertida en esculturas ornamentales o joyas.
Desde su base en Quito, la capital de Ecuador, la empresa de Heerma van Voss, Naya Nayon, ha estado exportando tagua desde hace 16 a�os y afirma que las ventas explotan.
Exporta a 70 pa�ses incluyendo a China, Jap�n y Singapur, ahora que la tagua se est� haciendo m�s popular como alternativa al marfil.
Y con la promesa de China de poner fin al comercio interno de colmillos de elefante para fin de a�o, Heerma van Voss espera que la demanda aumente m�s que nunca.
Planta de elefante
El uso de la tagua como sustituto del marfil no es nuevo. Las exportaciones de la semilla a Europa comenzaron en el siglo XIX, en un intento por suplir la demanda de materiales parecidos al marfil.
La tagua se us� para producir art�culos como botones, piezas de ajedrez y decorativos mangos de bastones.
De hecho, el nombre cient�fico de las seis especies de palmera que producen la tagua es Phytelephas, que significa planta de elefante, un gui�o a las semejanzas entre la semilla y el marfil.
C�mo un elefante persigui� a Arnold Schwarzenegger en Sud�frica
Sin embargo, en el alg�n momento la tagua cay� en el olvido. A tal punto que Heerma van Voss no hab�a escuchado hablar de ella cuando lleg� a Ecuador en 2000.
Como le gust� el pa�s decidi� quedarse y abri� su negocio, Naya Nayon, con la intenci�n de fabricar y exportar muebles de madera.
Pero un a�o despu�s recibi� un llamado.
�A comienzos de 2001 una brit�nica basada en Francia me contact� para preguntarme si pod�a conseguirle estatuillas de tagua hechas a mano�, recuerda.
�Es importante escuchar a tus clientes para hacer que una empresa funcione. As� que lo hice y me empez� a gustar la tagua y de a poco fue despegando�, cuenta.
�Siempre bromeo que soy un ecologista a la fuerza pero realmente me gusta este producto�.
Heerma van Voss ahora genera unos US$200.000 al a�o por la venta de tagua, que le compra a campesinos.
�l y sus cuatros empleados secan y trozan las semillas para que est�n listas para convertirse en joyas.
Francia es su principal mercado.
En el mercado
La tagua trozada se vende por lo general a US$30 el kilo, mientras que la semilla cruda se vende a US$6 el kilo.
Como comparaci�n, un kilo de marfil puede valer hasta US$1.000 en China.
Aunque Heerma van Voss se prepara para un gran salto en la demanda china, la tagua se enfrenta a dos dificultades en ese pa�s.
La primera es que incluso la semilla de tagua m�s larga es m�s corta que un colmillo de elefante promedio, lo cual limita el tama�o de los objetos que se pueden hacer a partir de ese material.
Y la segunda es que la tagua no es tan exclusiva como el marfil.
Hongxiang Huang, un periodista y activista antimarfil chino, explica: �A medida que la gente se hace m�s rica quiere comprar art�culos de lujo, y el marfil es una de las tantas cosas que desean. Esto es lo que ocurre en China�.
Un reemplazo prehist�rico
Para los compradores que buscan una alternativa al marfil de elefante que siga proviniendo de un mam�fero pero que venga de una fuente �tica, hay una soluci�n, que est� debajo de la helada tundra siberiana, en el noreste de Rusia.
Puede sonar bizarro, pero en esa zona es com�n encontrar colmillos de mamut que murieron hace decenas de miles de a�os.
No hay cifras oficiales, pero se estima que cada a�o se encuentran unas 60 toneladas de marfil de mamut.
Este material se vendi� en promedio a US$350 el kilo en 2014, seg�n la organizaci�n ben�fica Save the Elephants (Salvemos a los elefantes).
Esto representa un tercio del precio del marfil de elefante. Pero los colmillos de mamut gigante en buenas condiciones pueden valer mucho m�s.
John Frederick Walker, un experto en marfil, afirma: �Los maestros escultores prefieren el marfil de elefante porque el marfil fresco es m�s f�cil de tallar�.
�Pero lo cierto es que se pueden hacer cosas maravillosas a partir del marfil de mamut�.
No obstante, dado que la tagua es mucho m�s f�cil de conseguir que el marfil de mamut, y considerablemente m�s barata, son estas semillas sudamericanas las que m�s est�n usando los joyeros, y no los colmillos siberianos.
Joyer�a
Marion Andron es copropietaria de la joyer�a francesa Nodova, que vendi� joyas de tagua por m�s de US$320.000 el a�o pasado.
Andron, de 27 a�os, viaja a Ecuador dos veces al a�o para supervisar la producci�n de tagua, que est� a cargo de siete mujeres locales que forman parte de una cooperativa.
Mientras que los mercados m�s grandes de Nodova son Francia y el Reino Unido, tambi�n le vende a negocios por toda Asia.
Y seg�n Andron, la inminente prohibici�n de venta de marfil en China ofrece una enorme oportunidad.
�Creo que la tagua ha ayudado a reducir la demanda de marfil de origen animal y realmente, con toda la atenci�n medi�tica, no creo que hoy en d�a haya alguien que no sepa sobre la matanza de elefantes�, afirma.
