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15 años después de la masacre, exhumarán cadáveres sin identificar en Bojayá, Colombia




02/05/2017 - 10:47:19
El Espectador.- Este martes se cumplen 15 a�os de la masacre de Bojay� (Choc�). En 2002 un cilindro bomba, lanzado por miembros del bloque 58 de las Farc, cay� en la iglesia en donde se refugiaban los ciudadanos quienes trataban de escapar de los enfrentamientos entre esta guerrilla y los paramilitares. La tragedia dej� al menos 79 muertos, 110 heridos y 1.744 familias desplazadas.

La conmemoraci�n de este a�o tiene una connotaci�n especial, pues ser� la primera vez que se honra la masacre de Bojay� tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc.

Destacando la resiliencia de los habitantes de Bojay� ante esta tragedia, el director de la Unidad para las V�ctimas, Alan Jara, explic� que �Aunque es imposible reparar lo irreparable, la materializaci�n de la paz en los territorios flagelados por la violencia es el �nico camino para pasar la p�gina del dolor que dej� el conflicto armado, pero sin olvidar el pasado�.

El Estado prepara una serie de actos conmemorativos en el municipio, el que m�s sobresale es la exhumaci�n de cad�veres enterrados en fosas comunes de Bojay�. Con esto se busca realizar la identificaci�n y el recuento definitivo del n�mero de v�ctimas.

La identificaci�n de los cad�veres se realizar� por medio de un extenso trabajo forense de recopilaci�n de ADN con los familiares de las v�ctimas mortales.

En 2015, cuando todav�a no se firmaba el acuerdo de paz, las Farc reconocieron su parte en la responsabilidad en la masacre de Bojoy� y lamentaron la traged�a.

"Episodios desgarradores como los ocurridos en esta comunidad y en los que tenemos parte de responsabilidad no pueden volver a repetirse. Nosotros tambi�n hemos llorado con honradez por la muerte inocente de quienes esperaban misericordia, por los hombres y mujeres, ancianos y ancianas, ni�as y ni�os... Hace 13 a�os pesa en nuestros hombros el dolor desgarrador que afecta a todos ustedes", dijo hace dos a�os Pastor Alape, miembro del secretariado de las Farc, con voz quebrada por la emoci�n.

13 a�os despu�s, Farc lloran por masacre de Bojay�

As� lo admiti� el jefe guerrillero Pastor Alape, a quien dos veces se le quebr� la voz en pleno acto de reconocimiento de responsabilidad por el cilindro bomba que le quit� la vida a 79 personas que se refugiaban de la guerra en una iglesia.

Al cinto no lleva fusil, sino la funda de las gafas que usa de manera permanente para menguar sus problemas oculares y sin las cuales le habr�a sido imposible leer el documento de cuatro p�ginas que en pleno rayo de sol ofreci� como homenaje a las v�ctimas de Bojay�. La barba negra con la que aparece rese�ado en los documentos de inteligencia se torn� hace mucho tiempo blanca, en parte por el peso de los a�os, en parte por la carga de la guerra. De sus discursos desafiantes del pasado no hay se�a.

Pastor Alape ahora habla de paz. Bueno, siempre lo ha hecho, pero ya no con la arrogancia de las Farc de hace 15 a�os, esas que embelesadas con la capacidad militar de entonces cre�an que se tomar�an el poder por las armas y decretar�an la reconciliaci�n y la equidad nacional. Su discurso, el de las Farc (que desde hace tres a�os negocian un acuerdo de paz con el gobierno) y el de Alape, han cambiado mucho.

Alape, el de la boina negra que fue jefe del frente Atanasio Girardot (el que absorbi� al Guadalupe Salcedo), del frente Juan de la Cruz Varela y del frente Magdalena Medio, ahora act�a m�s como el F�lix Antonio Mu�oz de los a�os 80, un activista pol�tico natural de Puerto Berr�o, Antioquia, al que tiempo despu�s la vida llevar�a a guerrillero de alto rango. Tan alto, que se convertir�a en negociador de paz en Cuba.

Unas 700 personas lo vieron el pasado 6 de diciembre llegar hasta Bojay� para pedir perd�n por la masacre desatada el 2 de mayo de 2002, cuando la guerrilla lanz� un cilindro bomba que acab� con la vida de 79 personas que se refugiaban en una iglesia de los combates entre guerrilla y paramilitares. 48 de las v�ctimas eran ni�os.

Lleg� con otros cinco guerrilleros sin armas y todos se mostraron compungidos al comprobar que el dolor de los lugare�os sigue vivo, que el amor por las v�ctimas de la tragedia no se acaba y que el humilde pueblo no baja la cabeza pese a que le toc� vivir todas las tragedias juntas. Desde el hist�rico abandono estatal, hasta la violencia desatada por los paramilitares y guerrilleros.

Alape guard� silencio mientras le toc� el turno de hablar y recorri� con su mirada las vetustas casas de la zona, el remedo de cancha de baloncesto en el que alguna vez sonrieron los ni�os y la maleza circundante en aquello que alguna ve fue caser�o y que hoy las comunidades locales quieren que sea declarado como monumento a la memoria en Choc�.

Ya entrada la tarde y tras presenciar una obra teatral que recreaba los horrores vividos en Bojay�, Alape se dirigi� a los padres, hermanos e hijos de aquellas personas a las que el cilindro bomba de las Farc les quit� la vida hace 13 a�os. Cuatro minutos y 28 segundos dur� su intervenci�n, en la que se esforz� por darle el estricto valor a cada una de sus palabras. Y se mostr� profundamente respetuoso con los chocoanos al "solicitarles que acepten nuestra disposici�n para rendir tributo y honrar la memoria de las v�ctimas que ha producido este largo conflicto".

"Episodios desgarradores como los ocurridos en esta comunidad y en los que tenemos parte de responsabilidad no pueden volver a repetirse. Nosotros tambi�n hemos llorado con honradez por la muerte inocente de quienes esperaban misericordia, por los hombres y mujeres, ancianos y ancianas, ni�as y ni�os... Hace 13 a�os pesa en nuestros hombros el dolor desgarrador que afecta a todos ustedes", dijo Alape con voz quebrada por la emoci�n.

Habr�, por supuesto, voces que asuman con incredulidad sus palabras, pero quienes le escucharon en Bojay� quieren creer que el discurso era sincero. No porque sean incautos o desconozcan las atrocidades la guerrilla. Las saben mejor que cualquier otro colombiano. Las padecieron. Las sufren a�n. Lo que pasa es que la gente del Choc� es gente buena. Tanto, que en medio de su infinito dolor est� dispuesta a escuchar en sus tierras a aquellos que tanto dolor sembraron.

Alape continu�: "Sabemos que las palabras no reparan lo irreparable, no devuelven las personas que perecieron y tampoco borran en sufrimiento causado. Sufrimiento que se refleja en los rostros de todos ustedes, por quienes ojal� alg�n d�a seamos perdonados".

Las pausas en su relato no pod�an menos que mantener viva la atenci�n de la gente y nadie le interrumpi�, porque cada quien sent�a quebrada su propia voz.

El alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, tambi�n reconoci� la responsabilidad del Estado, que ha sido condenado dos veces por su inacci�n en una masacre anunciada.

Anunciada como tantas otras de las que ocurrieron en la pa�s. Porque si el acto de perd�n de las Farc en Bojay� result� doloroso y hasta sensibiliz� a los jefes de la guerrilla que lo perpetraron, es mucho m�s doloroso saber que ese fue apenas el primero de muchos y que el pa�s est� lleno de lugares humildes que siguen esperando no s�lo una disculpa, sino una explicaci�n sobre la violencia sembrada en ellos. Y una garant�a de que aquellas atrocidades no se repetir�n.

La tarea apenas comienza.

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