Por qué sigue siendo difícil determinar cuándo estamos muertos
12/06/2017 - 13:00:35
BBC.- �Sufrir muerte cerebral es estar lo suficientemente muerto?
Con esa pregunta lleg� esta semana el profesor Giuseppe Citerio, experto en anestesia y cuidados intensivos de la Universidad Milano Bicocca de Italia, al congreso Euroanestesia en Ginebra.
Su intenci�n era instar a otros expertos internacionales a acordar definitivamente cu�ndo una persona ya no est� viva.
�Te sorprende?
A muchos se nos viene a la cabeza la pregunta: "�Pero, entonces los doctores no saben cu�ndo nos morimos?".
Y luego nos vienen a la mente decenas, quiz�s cientos, de escenas de TV y del cine en las que ocurre una tragedia, la gente se amontona alrededor de la v�ctima, algunos lloran, los param�dicos se abren paso, el m�s guapo busca el pulso en el cuerpo tendido y, tres segundos despu�s, le hace una se�al discreta al personaje m�s calmado indic�ndole que ya no hay nada que hacer.
�O se referir�n a quienes mueren en el hospital? (A esos tambi�n los hemos visto en TV, conectados a m�quinas que cuando todo deja de estar bien pasan de bip, bip, bip a biiiiiiiiiiiiip).
Pues resulta que diferentes culturas en el mundo definen la muerte de manera distinta.
Y aunque la medicina moderna cuenta desde hace 40 a�os con el concepto de la muerte bajo criterios neurol�gicos -la cerebral o encef�lica-, seg�n le explic� Citerio al diario brit�nico The Independent, a�n hay mucha controversia respecto a c�mo determinarla.
"Al menos en Occidente, hay un amplio consenso de que la muerte humana es en �ltima instancia la muerte del cerebro, pero contin�a el debate sobre la manera de demostrar la cesaci�n de las funciones cerebrales para satisfacer la definici�n".
Enterrados vivos
As� que, aunque lo �nico que tenemos seguro en la vida es la muerte, no siempre estamos seguros de que lleg�.
Cu�ndo ocurre y los criterios operacionales para confirmarlo ha sido por mucho tiempo un tema problem�tico.
Para el m�dico Paulus Zachias, s�lo la putrefacci�n diferenciaba al vivo del muerto, seg�n escribi� en 1600.
Curiosamente, hasta el siglo XX, cuando por falta de conocimientos los doctores estaban mal equipados para hacer pruebas precisas para determinar la muerte, el momento en el que un individuo era considerado muerto era simple y no hab�a desacuerdo.
Entre el siglo XVIII y el XX una persona era declarada muerta cuando su coraz�n dejaba de palpitar y sus pulmones, de funcionar.
A eso se le conoce como la muerte por criterio cardiopulmonar.
Uno de los problemas eran las pruebas: en el siglo XIX se determinaba la muerte poniendo espejos, velas o plumas frente a la nariz o hasta sumergiendo la cabeza al agua para detectar burbujas.
Debido al uso de m�todos que ahora nos parecen algo folcl�ricos, se daban instancias de entierros prematuros.
El miedo a ser enterrado vivo era -y sigue siendo- uno de los m�s aterradores.
Durante los siglos XVIII y XIX, cuando esos miedos eran mejor fundados, fueron patentados un gran n�mero de mecanismos que le permit�an al ocupante avisar que hab�a recuperado la consciencia.
En los diarios, aparec�an historias como �sta, el el brit�nico Sunday Times, 1838.
"Un espantoso caso de entierro prematuro ocurri� hace poco. La v�ctima, un hombre en la flor de la vida. Cuando el sepulturero oy� un ruido que ven�a de su ata�d tras haberle echado unas pocas palas de tierra, se fue, aterrorizado, en busca de ayuda.
A su regreso, la multitud que se hab�a reunido alrededor de la tumba insisti� en que se abriera el ata�d. Tan pronto retiraron las primeras tablas, se comprob� sin lugar a dudas que el ocupante hab�a sido enterrado vivo. Su rostro estaba contra�do por la agon�a que hab�a sufrido. Un m�dico, que estaba en el lugar, le abri� una vena, pero la sangre no fluy�. La v�ctima estaba fuera del alcance del arte".
M�s tarde, se empez� a usar el estetoscopio, as� como la palpaci�n del pulso, la secci�n de arterias, la observaci�n de livideces y la depresi�n ocular.
Una nueva muerte
Cuando finalmente las pruebas para determinar si la gente hab�a muerto se volvieron m�s sofisticadas y los criterios fueron establecidos, se dispar� un debate a otro nivel.
El miedo a ser enterrado vivo fue reemplazado por el temor a la animaci�n suspendida regulada por sistemas de sost�n de vida.
En las �ltimas d�cadas del siglo XX, la noci�n de la muerte cerebral fue introducida.
Aunque parece m�s clara "puede ser legalmente definida en cada pa�s de dos maneras distintas: bas�ndose en "todo" el cerebro o el criterio del tronco del enc�falo", explica Citerio.
El tronco del enc�falo, tronco cerebral o tallo cerebral es la principal ruta de comunicaci�n entre el cerebro anterior, la m�dula espinal y los nervios perif�ricos.
La ausencia de sus reflejos, incluyendo la capacidad de respirar, a menudo se usa para determinar si un paciente ha muerto.
Pero en algunos pa�ses, como en Italia, los doctores tienen que hacer esc�neres del cerebro para detectar si a�n hay alguna actividad el�ctrica en otra parte del cerebro antes de declarar la muerte.
Y ha habido casos en los que se ha comprobado que eso ocurre: los esc�neres que se le hicieron a pacientes declarados cl�nicamente muertos en un departamento de cuidados intensivos en Canad� mostraron que sus cerebros hab�an seguido trabajando, mostrando una actividad similar a la del sue�o profundo, durante m�s de 10 minutos.
�Estaban vivos todav�a? �Una prueba de vida despu�s de la muerte? �O sencillamente la electricidad se tarda m�s en apagarse?
En opini�n de Citerio, la muerte del tronco del enc�falo significa la muerte, pues �ste es responsable de la respiraci�n, la circulaci�n de la sangre y la consciencia.
Otros sin embargo apuntan que, por su naturaleza, la muerte no se presta a ser definida por una sola disciplina: hay que considerar otras como la metaf�sica, la sociolog�a, teolog�a adem�s de la medicina.
