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La irritante tendencia de los restaurantes sin espacio entre mesas Por Tom Sietseman




08/07/2017 - 13:08:49
INFOBAE.- Hace algunos inviernos, Meagan Foster y su novio de aquel entonces intentaban pasar un buen rato en el Tabard Inn de Washington. Pero cuando ella atin� a pasar entre medio de las mesas, empez� a golpear todo lo que hab�a a su paso: las velas, el agua, los cubiertos� Y rompi� a llorar.

El incidente no le traumatiz� de por vida ya que, despu�s, ella se cas� con ese acompa�ante en el Dupont Circle. Ahora, siempre se que vuelven se aseguran de evitar los sillones y las mesas.

Pero ese lugar no es el �nico donde los comensales deben hacer bailes de ballet o contorsionismo para disfrutar de una cena fuera de casa. Para acceder a algunas de las mesas m�s apretadas uno tiene que entrar de lado, a menos que sea un frijol, y normalmente invades el espacio de la persona que tienes al lado.

Como en las l�neas a�reas, parece que los restaurantes est�n recortando espacio con tal de que puedan entrar m�s clientes, en una �poca donde hombres y mujeres pesan entre once y trece kilos m�s que en 1960. Aqu�l que patent� el Knee Defender (Protector de rodillas), un gadget que evita que los asientos de los aviones puedan reclinarse, tambi�n podr�a inventar su equivalente para los restaurantes m�s estrechos porque seguramente m�s de uno lo compre. Una encuesta realizada por Zagat, realizada hace dos a�os, revel� que el hecho de que un restaurante estuviera muy lleno era algo que se valoraba justo por detr�s del servicio, el ruido y los precios.


La mesa para dos promedio suele medir 60�76 cm., seg�n explica Stephani Robson, una conferencista de la Escuela de Administraci�n Hotelera de la Universidad de Cornell (Nueva York) especializada en la psicolog�a del dise�o en los restaurantes. No existe ning�n est�ndar en la distancia entre las mesas, pero Robson considera que unos 40 cm. son el m�nimo aceptable para las mesas que est�n m�s apretadas. "Tus clientes te lo agradecer�n", asegura.

En 2009, Robson realiz� un estudio en el restaurante neoyorkino, Public del SOHO y se�al� que los comensales pasaban menos tiempo y gastaban menos dinero en aquellos lugares donde los asientos estaban m�s juntos. Aquellos clientes que ten�an unos 30 cm. de separaci�n entre las mesas estaban un tiempo promedio de 110 minutos y gastaban USD 0.73 por minuto. Aquellos que ten�an una separaci�n de 15 cm. de separaci�n estaban 102 minutos y gastaban USD 0.66 por minuto. La investigaci�n no exploraba el impacto econ�mico que eso supon�a pero Robson est� convencida de que "en un restaurante con gran demanda, el objetivo principal es que las mesas cambien r�pidamente. As� que poniendo las mesas juntas se cumple el cometido".

El arquitecto Herb Heiserman asegura que hoy en d�a los dise�adores se encuentran con dos retos: due�os de restaurantes ansiosos por maximizar el espacio y comensales que quieren disfrutar de m�s espacio, o tal vez no.
"No todo el mundo busca una zona privada. Para algunos los restaurantes es una extensi�n de su familia y no les importa estar pegados unos a otros", dice Heiserman, que ahora dirige Streetsense, dedicada a la construcci�n de restaurantes.

En el dise�o inteligente, las banquetas que existen en los restaurantes ofrecen gran flexibilidad ya que permiten poner varias mesas juntas o separarlas para acomodar varios grupos. Para aquellos que buscan privacidad, ambas opciones son aceptables ya que las mesas act�an de separador entre los otros comensales. El uso de objetos, como l�mparas y otros accesorios, tambi�n servir�an para diferenciar el territorio de los distintos clientes.

"Nuestro objetivo n�mero uno es crear un ambiente ameno y divertido", asegura Jeffrey Lefcourt, fundador y director de The Smith en Washington, un lugar donde las mesas est�n tan apretadas que uno es capaz de comer del plato del otro. Afirma que lo hacen como un potenciador social y parece que la f�rmula funciona porque los comensales han enviado un mont�n de fotograf�as en el lugar comiendo con extra�os que luego se han convertido en amigos.

En el otro lado est�n aquellos restaurantes con mucho espacio que, en la mayor�a de casos, son restaurantes de lujo. Por ejemplo en el majestuoso restaurante Plume, en el Hotel Jefferson de Washington, sus mesas tienen una separaci�n de hasta un metro y medio. "Los comensales quieren relajarse y no escuchar la conversaci�n de la persona de al lado", afirma su director Sean Mulligan. Sin embargo, la privacidad tiene un coste: la cuenta tiene de media unos USD 150 por persona

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