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Uruguay hace historia: tras meses de producción estatal, empieza a vender en farmacias su propia marihuana




09/07/2017 - 13:11:25
Infobae.- Mientras conversa con un cliente que entr� a comprar papelillos para fumar, Lucas L�pez (25) abre un caj�n del mostrador de su tienda y en un gesto mec�nico y naturalmente discreto saca una bolsa peque�a. Del otro lado del pl�stico transparente brillan con luminiscencia verde unas 10 � 15 flores de la planta de cannabis. La conversaci�n entre los hombres no se corta por alg�n tipo de estupor. No hay algo que temer ni raz�n por la que escandalizarse. A nadie le llama la atenci�n la escena, ni siquiera cuando el perfume a jard�n c�trico, como llegado de alg�n bosque ex�tico, invade el ambiente. Mientras cobra y despide al comprador, Lucas pica uno de los cogollos que cultiv� en el balc�n de su apartamento y arma un porro que, en minutos, estar� fumando en la vereda de la avenida 18 de Julio, la calle m�s importante de Uruguay.

Un joven, en una pausa de su d�a laboral, consumiendo marihuana a plena luz del d�a, en pleno centro de Montevideo, aqu� no despierta la condena de nadie. Los movimientos cotidianos de cualquier avenida no se alteran. Dos mujeres con sus perros conversan mientras los animales se olfatean. Un taxista frena para que un hombre de negocios se suba a su auto. Un polic�a camina atento a todo, menos al porro. Lucas podr�a saludar al agente amablemente sin riesgos de ir preso. Fumar no es aqu� m�s indecente que gastarle una broma al polic�a por la derrota de su equipo de f�tbol. A diferencia de lo que sucede en la mayor�a de las naciones del planeta, en este pa�s tener y fumar marihuana es una acci�n amparada por la ley.

Es as� que, fiel a su tradici�n vanguardista en cuesti�n de derechos individuales, a tres a�os y medio de sancionada la legalizaci�n de la producci�n, el autocultivo y el consumo de cannabis, Uruguay dar� estos d�as otro paso hist�rico en la lucha contra el narcotr�fico: ofrecer� en las farmacias dos variedades de marihuana que cualquier residente podr� comprar, sin necesidad de presentar una receta ni dar su identidad y mucho menos ir a buscar al dealer.

Para combatir lo que el ex presidente uruguayo Jos� "Pepe" Mujica llam� "el monopolio de mafiosos", este peque�o pa�s del sur americano, el primero en abolir la esclavitud, y que ya legaliz� el aborto, la prostituci�n y la adopci�n de hijos en matrimonios del mismo sexo, empezar� a vender marihuana producida y regulada por el propio Estado.

La ley, sancionada en diciembre de 2013, tambi�n permite el cultivo hogare�o o la conformaci�n de clubes cann�bicos, espacios donde el cultivo es colectivo y requiere de una membres�a y discreci�n. Es un nuevo paradigma en la pol�tica de drogas universal; una forma progresista y liberal de combatir el crimen urbano y una acci�n novedosa en materia de salud p�blica (aunque en lo que respecta a farmacias la oferta de cannabis para uso medicinal sigue pendiente).

El Gobierno mantiene en secreto la fecha exacta en que comenzar� la venta en farmacias (lo va a anunciar en conferencia de prensa), pero se estima que ser� el 19 de julio, un d�a despu�s de la celebraci�n del 187� aniversario de la Constituci�n nacional. En febrero pasado, durante una visita a Alemania, el presidente Tabar� V�zquez anunci� que la tercera etapa de la ley se pondr�a en marcha a mitad de a�o. Diego Olivera, titular de la Junta Nacional de Drogas, confirm� a Infobae que ya tienen aseguradas 16 farmacias de todo el pa�s y "posiblemente" cierren en estas horas con otras 20.

Todav�a no trascendi� qu� farmacias que vendar�n marihuana. "El d�a previo a la salida a la venta se va a informar cu�les son y d�nde est�n", aclara Alejandro Antalich, presidente del Centro de Farmacias de Uruguay, que nuclea 300 locales. El proceso de naturalizaci�n del cannabis tiene sus restricciones. No cualquiera podr� comprar la marihuana en las farmacias. Para hacerlo es obligatorio ser residente del pa�s y haberse registrado en el Correo como "adquirente", ante el Instituto de Regulaci�n y Control del Cannabis (Ircca). A dos meses de abierta la inscripci�n, ya hay 4.617 personas habilitadas a retirar hasta 10 gramos por semana, tal como dicta la ley.

"La verdad que estamos muy contentos con esta medida. Evita que muchos j�venes tengan que ir a comprarle porro a los narcos. Adem�s creo que la ley abri� la cabeza a mucha gente, sobre todo los mayores", sonr�e Lucas. Las estimaciones oficiales marcan que el negocio de la marihuana clandestina (la mayor�a llega de Paraguay) representa 30 millones de d�lares anuales. Pero el valor del gramo en farmacias ser� de 1,3 d�lar (mucho menos que lo que cuesta el prensado paraguayo en el mercado negro) y se vender� en peque�os envases met�licos que contienen inscripciones con advertencias como "no conducir", "no apto para embarazadas", "no ni�os" y un texto con precauciones y sugerencias para el uso responsable. El propio Tabar� V�zquez remarc� meses atr�s: El l�der frenteamplista, m�dico, aclar� aquella vez: "No hay que consumir drogas, ni marihuana ni ninguna droga. No hay que fumar ni tabaco, ni marihuana ni ninguna droga".

Pero en Uruguay se respeta la Constituci�n, que exime de la autoridad de los jueces "las acciones privadas de las personas que de ning�n modo atacan el orden p�blico ni perjudican a un tercero". A los compradores s�lo se les va a pedir que se identifiquen con la huella dactilar, que registraron al momento de anotarse, y un software ir� guardando la data de cu�nto cannabis compra cada consumidor (al llegar a los 40 gramos por mes se bloquea la venta) y el stock que tiene cada farmacia. La identidad de los consumidores es secreta y s�lo se podr� acceder a esa informaci�n mediante un pedido judicial.

Paula Mussio tiene 33 a�os, es ingeniera en alimentos, se dedica a la microbiolog�a y consume cannabis hace a�os. Tuvo plantas de marihuana en su casa pero desde que se mud�, meses atr�s, no tiene espacio ni tiempo para cuidar sus propios cultivos. Por eso apenas el Gobierno anunci� que abr�a el registro se anot�. "Hace muchos a�os que venimos pidiendo que se active y de cierto modo quer�a formar parte de esto en alguno de los eslabones. Poder comprar cannabis de un modo seguro en la farmacia de la esquina de tu casa es una opci�n que hay que usar", comenta. Y, a pesar de que critica al Estado por la demora en la implementaci�n y la escasa cantidad de farmacias incluidas hasta el momento, enumera las ventajas: "Pod�s comprar poca cantidad en gramos, el precio es bastante accesible, sab�s la calidad de lo que compr�s, estar� estandarizado, y bueno, despu�s cada uno valorar� el contenido de THC".

Encuestas oficiales de 2014 indican que en Uruguay -donde viven 3,4 millones de habitantes aproximadamente- consumen marihuana para uso "recreativo" 160 mil personas, de las cuales 105 mil son usuarios ocasionales. El resto es considerado usuario habitual (al menos una vez por semana). El primer grupo insume unas 2 toneladas y el segundo, 32. Es mucho dinero que, de seguir prohibido su cultivo y consumo, ir�a a parar al mundo narco.

Por eso la legislaci�n es integral. Adem�s de anotarse para comprar en farmacias, los residentes uruguayos pueden hacerlo tambi�n como autocultivadores (hay 6.974 ingresados al sistema que pueden tener hasta seis plantas hembras por ciclo de cultivo) o como socios de alguno de los 63 clubes cann�bicos habilitados hasta el momento (que hoy nuclean a unos 3.oo0 socios en total).

Uno de los problemas iniciales que se le presenta al gobierno es el de la cantidad que produce. Desde la localidad de Libertad, donde est�n ubicados los cultivos (custodiados por las fuerzas militares, frente a una c�rcel que d�cadas atr�s fue modelo de reinserci�n social), saldr�n en los pr�ximos d�as camiones cargados con la primera cosecha: apenas 400 kilos de cannabis (menos de lo que transporta en un solo viaje una avioneta narco desde Paraguay) para repartirse en las farmacias; es decir que habr�, al menos al principio, 8 gramos para cada usuario habilitado.

"Es un plan piloto y es importante que comience para ver c�mo funcionan las tres modalidades a la vez: autocultivo, clubes y farmacias. Seguramente incrementen r�pido la producci�n", considera el soci�logo Mart�n Collazo, integrante de Monitor Cannabis, un equipo que depende de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la Rep�blica, dedicado a estudiar la regulaci�n estatal. Adem�s, se espera que la semana siguiente al lanzamiento de la venta en farmacias ya est� lista una segunda partida de 400 kilos.

Simbiosys e International Cannabis Corporation son las dos empresas uruguayas que obtvieron la licencia para producir cannabis para consumo "recreativo" a pedido del Estado, en la que invierten importantes capitalistas del rubro de la tecnolog�a y de la agricultura, respectivamente. Ambas compa��as comenzaron a cultivar en febrero de 2016. Cada una recibi� 2.000 plantines nacidos de semillas tra�das de un banco gen�tico espa�ol. "Si la producci�n inicial es de 400 kilos es un desastre, nosotros pusimos un invernadero para tener 170 kilos por mes y llegar a las 2 toneladas anuales que pidi� el Gobierno", protesta Fernando Saicha, un cultivador argentino que fund� Symbiosis y sali� de la empresa a fines del a�o pasado. Sobre estas diferencias, como tampoco sobre qu� tipo de cannabis van a consumir los uruguayos y cu�nto THC contiene, el gobierno todav�a no respondi�.

Acostumbrada a medidas liberales la sociedad uruguaya parece aceptar sin prejuicios la decisi�n del Estado. Entre 2010 y 2012 el debate p�blico previo a la sanci�n de la ley fue determinante. Mujica y el resto de los funcionarios hicieron hincapi� en el objetivo del Estado. Si bien el consumo no est� penado en Uruguay desde 1974, al no ser legal la compra se propici� el negocio ilegal. "Hay m�s de 100 mil personas, la mayor�a muchachos, que espor�dicamente consumen alg�n porro de marihuana por ac� o por all�. Y est�n atr�s de la aventura de comprarle algo al narcotr�fico, por aqu� o por all�, porque todo este mundo es clandestino aunque el hedor se suele ver y sentir por muchas partes. El consumo est� a la vuelta de la esquina y ha originado un mercado clandestino que, por la clandestinidad, tiene sus feroces reglas", defendi� el proyecto Mujica en aquel momento, como refleja el libro "El Camino. C�mo se regul� el cannabis en Uruguay". "Hay que combatir el narcotr�fico y sacarles el mercado", remarc� cuando apareci� la iniciativa el entonces ministro de Defensa Eleuterio Fern�ndez Huidobro.

En 2014, una encuesta privada a 968 personas reflej� que entre "la venta en farmacias con calidad controlada por el Estado" y "comprarla a la mafia de las drogas", el 78% de los consultados eligi� la primera opci�n. Sin embargo, algunos sectores pol�ticos se oponen todav�a al proyecto. El diputado y ex titular de la comisi�n de Adicciones Alvaro Dastugue (el primer pastor de la Iglesia Pentecostal en llegar al Parlamento) no oculta su disconformidad con la medida. "Tengo una postura muy contraria a la ley porque entiendo que ha logrado promocionar el consumo de marihuana y bajar la percepci�n del riesgo en adolescentes. Tenemos en aulas muchos j�venes bajo el efecto del consumo de marihuana. La noci�n de que es legal es que no hay problema", comenta el diputado del Partido Nacional, quien recientemente se mostr� contrario al matrimonio homosexual y el aborto y le asegur� a Infobae que, si en alg�n momento gobernara su partido, �l buscar� derogar todas esas leyes, incluida la de marihuana: "La ley naci� para disminuir la inseguridad y con el objetivo o la motivaci�n de que se iba a reducir el narcotr�fico. Hasta ahora sucedi� todo lo contrario; el consumo aument� y nuestro pa�s vive una ola de inseguridad insoportable".

"El objetivo social a�n no se puede evaluar. El 60% de los usuarios sigue vinculado a redes narco directa o indirectamente", explica Collazo, pero tambi�n remarca que "la curva de crecimiento de consumo baj�" mientras que en los pa�ses donde es ilegal "creci� entre 1 y 2 puntos porcentuales".

"Para nosotros la marihuana sigue siendo una sustancia de riesgo as� que queremos controlar lo m�s efectivamente posible el consumo", repite Julio Calzada, uno de los creadores de la ley, quien estima que con esta legislaci�n, a�n sin la venta en farmacias, el negocio narco ya se qued� sin 12 mil potenciales clientes.

Seg�n un estudio de Monitor Cannabis, la Polic�a registra una disminuci�n de la venta de marihuana clandestina en las zonas donde hay m�s autocultivadores y clubes cann�bicos, que son los barrios m�s acomodados de Montevideo. Sin embargo, en las zonas vulnerables se increment� la violencia entre bandas y se mantienen las bocas de expendio de drogas il�citas. "Esa es la flojera que le critico a este gobierno, tenemos que abastecer a esas zonas y 400 kilos es una gota en el mar", remarc� la m�dica Raquel Peyraube, que trabaja hace 30 a�os con la problem�tica de drogas y es una de las impulsoras conceptuales de la nueva ley, como asesora del Estado.

Nacida en Montevideo y formada en Argentina, ya en 1987, cuando Uruguay acababa de recuperar la democracia Peyraube, que aclara que no fuma, recetaba marihuana a los usuarios para que cuando fueran v�ctimas de las razzias policiales los comisarios la llamaran a ella. Entonces aparec�a la m�dica y le explicaba a las fuerzas policiales que el uso que le daban esos chicos era terap�utico. "Me odiaban los polic�as", r�e ahora, en su departamento del barrio Punta Carretas. Su prestigio en relaci�n a la tem�tica de legalizaci�n de drogas actualmente es global. La semana pr�xima dar� una charla en Colombia, la siguiente en Buenos Aires y luego viajar� invitada a Sud�frica a presenciar un juicio contra consumidores de cannabis. Aunque no esconde cr�ticas a la forma de implementaci�n y al tiempo que el Gobierno demor� en instalar la venta en farmacias, Peyraube defiende la legalizaci�n y argumenta contra la postura del diputado Dastugue. "Todo lo que el prohibicionista dice que va a pasar en un r�gimen de regulaci�n, ya pasa con la prohibici�n. Que consumen los menores, ya consumen. Que se inician en edades cada vez m�s tempranas, hoy est�n en 12 � 13 a�os. �De qu� estamos hablando? Todo eso ocurri� en r�gimen de prohibici�n, de ausencia del Estado en las pol�ticas p�blicas", expresa con �nfasis.

La cultura cann�bica es cada vez m�s aceptada en Uruguay. Los negocios como el de Lucas venden desde remeras alusivas a la legalizaci�n a ropa interior con el estampado de la hojita de la planta milenaria, una marca de yerba mate lanz� meses atr�s su variedad cann�bica, se editan libros sobre la tem�tica y las tiendas que venden insumos de consumo y cultivo, conocidas como grow shops, siguen abriendo y ya son cerca de 30 s�lo en Montevideo. Lucas L�pez, adem�s de tener su propio negocio desde hace casi dos a�os, fuma con su pap� Mario y le hace tinturas a su mam� para dolores reum�ticos. La naturalizaci�n del consumo se extiende entre las familias.

Mario Silva, un vendedor ambulante que trabaja sobre la avenida 18 de Julio hace 30 a�os, hace poco agreg� a su puesto de callejero de venta de baratijas, insumos para fumar cannabis. "S�, se vende, funciona bien, ac� se acepta todo, somos un pa�s libre", r�e el hombre de 54 a�os, que recuerda que cuando era joven "ten�amos que fumar marihuana escondidos porque nos pod�an meter presos y dar una paliza".

Uruguay no quiere convertirse en un sitio de turismo cann�bico. Pero atraviesa una fervorosa fase de liberaci�n de prejuicios, al punto que meses atr�s abri� el primer Museo de Cannabis del pa�s, a cargo de Eduardo Blasina, ingeniero agr�nomo y ex integrante de la empresa Symbiosis. "Al museo llegan de todas las partes del mundo y hay que explicarles que no vendemos. Sin embargo, en el patio siempre hay gente fumando. Es una etapa de libertad muy linda", resume Fernando, el gu�a del museo, donde se exhiben todos los productos que pueden salir derivados del cannabis: desde cuerdas hasta alimentos.

"Este a�o fue el boom de las flores de los balcones. En abril, cuando reci�n hab�a sido la cosecha, se sent�a el perfume de la flor en las calles", dice Lucas para graficar esta nueva �poca, y con una exageraci�n rom�ntica, agrega: "Es el aroma de la libertad".

Mussio agradece vivir un momento que ella considera hist�rico: "La ley es una se�al muy relevante con respecto al cambio de visiones y paradigmas en las pol�ticas de drogas. Que se empiecen a discutir salidas alternativas al prohibicionismo es muy necesario y estoy orgullosa de que mi pa�s sea el que innova".

Para Peyrabue, la legalizaci�n y, sobre todo la venta en farmacias, es una decisi�n que apunta a mejorar la salud no s�lo f�sica sino tambi�n moral de un pa�s. Lo explica sin rodeos: "La ilegalidad promueve la corrupci�n. Por lo tanto ni por razones pol�ticas, ni econ�micas, ni de derechos, ni de salud conviene mantenerse en r�gimen de ilegalidad. En lo personal si tengo consumo de sustancias de riesgo, aspiro a que sea controlada por los gobiernos y no por las mafias".

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