Martes 23 de abril 2024 Contacto

Acoso y machismo: por qué me sometí a una operación de reducción de pecho




21/07/2017 - 14:37:05
INFOABE.- Para m�, antes el verano implicaba tener que aguantar a alg�n tipo grit�ndome, "�Joder, vaya tetorras!" mientras cruzaba la calle. La escena se repet�a casi siempre: yo lo ignoraba y �l me llamaba zorra, simplemente porque, los d�as de mucho calor, me apetec�a ponerme un top ajustado. Era siempre igual. Todos los veranos. Hasta que, despu�s de diez a�os llevando sujetadores de copa D, decid� someterme al bistur� para retirar parte de mis voluminosos pechos.

Este tipo de cirug�a se realiza con mucha menos frecuencia que la de aumento de pecho. Seg�n la Sociedad Internacional de Cirug�a Est�tica y Pl�stica, en 2015, 1.300.000 mujeres de todo el mundo se sometieron a una operaci�n para ponerse implantes de silicona, cifra que hace que esta sea la intervenci�n m�s frecuente a nivel mundial. El n�mero de reducciones de pecho ese mismo a�o, en cambio, fue de 423.000.

Yo era plana como una tabla hasta los 16 a�os. Alcanc� la pubertad tarde y, hasta entonces, nunca hab�a tenido la necesidad de llevar sujetador. Los chicos se burlaban de mi falta de pechos, pero no me importaba, a m� me gustaban as�. Como los de las modelos, pensaba. Pero un d�a empezaron a crecer a un ritmo vertiginoso, un proceso bastante doloroso. En tres meses sub� tres tallas de copa. No puedo decir que fuera algo inesperado, porque todas las mujeres de mi familia tienen pechos grandes, un rasgo que es hereditario como el color de los ojos o el pelo. En cualquier caso, nunca ha sido motivo de orgullo en mi familia como lo es, por ejemplo, para las Kardashian.

De hecho, tener tetas de Kardashian cuando no eres una de ellas no es tan genial como puede parecer. Es m�s: incluso la propia Kim confes� una vez haber sufrido complejo de tetas grandes de adolescente. "Recuerdo llorar en la ba�era. Luego cog�a una toalla, la mojaba con agua muy caliente, me la pon�a sobre el pecho y rezaba: "�por favor, que no crezcan m�s! �Me siento avergonzada!"", dijo en una entrevista para Shape en 2010.

Un pecho grande puede pesar cerca de 1,5 kilos. Es como llevar un mel�n atado al cuerpo a todas horas y al final la espalda acusa todo ese peso. Por eso en mi pa�s, Francia, la seguridad social cubre las reducciones de pecho cuando estos superan los 300 gramos de peso cada uno. En el Reino Unido, por ejemplo, el Servicio Nacional de Salud tambi�n cubre la intervenci�n en los casos en que las mujeres sufran dolor de espalda, de cuello e irritaci�n de la piel.

Tener pechos grandes puede ser molesto, pero las reacciones de la gente al verlos pueden resultar incluso peores. A un mont�n de hombres y mujeres les parece normal mirar con descaro a mujeres con pechos grandes, hacer comentarios al respecto. Y no hablo solo de desconocidos insolentes, sino de gente cercana a ti. Una vez, en una fiesta, un amigo se acerc� a m� por detr�s y le pareci� "gracioso" sorprenderme agarr�ndome las tetas como si fueran de propiedad p�blica. La gracia me cost� un ron con cola y a �l el precio de una camisa nueva.

"Mis peores experiencias las viv� en el instituto", me explica Manon, de 26 a�os, quien en octubre pas� de una 36E a una copa B. "Los chicos a esa edad son insoportables". S� muy bien de lo que habla: cuando era jovencita, se dedicaban a quitarme el sujetador y a pas�rselo de mano en mano como si fuera una pelota. A veces incluso me manoseaban, como si fuera un objeto que alguien hubiera llevado all� para exhibirlo y toquetearlo. Me sent�a fatal, pero a nadie parec�a escandalizarle. En ese momento no nos d�bamos cuenta de la gravedad del asunto, de que aquello era simple y llanamente acoso sexual.

Muchas veces o�a a alg�n tipo detr�s de m� decir que ten�a �un buen par� y luego enumerar las cosas que me har�a

Hace seis meses, Stephanie se someti� a una reducci�n de pecho. Me explica que fue precisamente el acoso sexual lo que la llev� a sentirse asqueada de su propio cuerpo. "No me gusta que los hombres me miren; ni siquiera hoy d�a", me cuenta. "No quiero complacer a los hombres con mi aspecto porque ellos no me complacen a m�". Manon sopes� la decisi�n durante cinco a�os hasta que finalmente se someti� a la operaci�n. "Es agotador; al final te pasa factura. Todo se vuelve insoportable".

"Muchas veces o�a a alg�n tipo detr�s de m� decir que ten�a "un buen par" y luego enumerar las cosas que me har�a", explica Manon. "Hay tipos que no se lo piensan y gesticulan una cubana en plena calle".

Tambi�n me di cuenta de que, en la cama, hay hombres a los que solo les interesan tus tetas y se olvidan del resto de tu cuerpo: la boca, la espalda o incluso el cl�toris. No es que sea una puritana, pero si un hombre se pasa una hora chup�ndome el pez�n ,al final me hace sentir como una madre amamantando a su hijo, en el mejor de los casos, o como una vaca en el peor. Y como comprender�s, no es una sensaci�n muy excitante.

Luego hay tipos que, ante la visi�n de un par de pechos generosos durante el sexo, optan por ignorarlos por completo. Eso tambi�n resulta frustrante, sobre todo cuando tienes unos pechos dif�ciles de ignorar.

En el trabajo tampoco mejora demasiado la cosa. Manon recuerda un d�a en que lleg� al trabajo y se le salt� un bot�n de la camisa al quitarse el abrigo, dejando su talla E a la vista de todos, especialmente "de un tipo insufrible que llevaba meses ech�ndome miradas de baboso".

"Al final, yo opt� por vestirme de forma m�s discreta", explica Leonie, de 35 a�os y empleada en una empresa del sector privado. Cambi� las blusas entalladas por blusas anchas y camisetas holgadas hasta que se oper�. "Un d�a un compa�ero me dijo que ten�a que trabajar mucho m�s que yo porque �l no ten�a las tetas grandes", recuerda.

Los amigos pueden llegar a tener tan poco tacto con este tema como los compa�eros de trabajo. Manon recuerda que sus amigos le dijeron que comet�a una estupidez someti�ndose a una operaci�n de reducci�n de pecho. "Me dec�an que tener las tetas grandes era genial, tanto para satisfacer a los hombres como para amamantar", explica. Un argumento que parte del supuesto de que el objetivo de Manon es satisfacer a los hombres, de que a todos los hombres les gustan los pechos grandes y de que quiere tener hijos y amamantarlos. Pero aunque quisiera, una reducci�n de pechos no es impedimento para dar de mamar a un futuro hijo.

Las mujeres con las que he hablado del tema no se arrepienten de su decisi�n. "A m� me cambi� la vida", afirma Johanna. "Ahora puedo volver a llevar bikini y desvestirme delante de mi pareja sin sentirme inc�moda". Stephanie es la �nica que ha quedado un poco decepcionada. Pidi� que le redujeran la talla a una copa B, pero por alguna raz�n ha terminado teniendo una D. "Sigo acomplejada. Creo que mi cirujano se rigi� por los est�ndares de belleza actuales y no prioriz� mi bienestar ni lo que le ped�. Ahora tengo que esperar dos a�os para volver a operarme".

Yo dud� mucho antes de decidirme a operarme. Me causaba ansiedad la idea de que alguien te arranque una parte de la zona m�s sensible del cuerpo y, adem�s, los hospitales me dan pavor. No me atra�a demasiado el hecho de tener que pasarte tres horas tumbada en una mesa de quir�fano, con anestesia general y expuesta a sufrir lesiones en el tejido del pez�n. Por otro lado, muchas mujeres de mi entorno me dec�a que estaba loca, que ellas so�aban con tener tetas como las m�as. Las ignor�. En enero de 2016, tres d�as despu�s de mi 26� cumplea�os, me hice una reducci�n de pecho. Hoy sigo convencida de que es una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Ahora mis pechos han dejado de ser una carga para m�.

Estimados lectores: recuerden que estas noticias las pueden encontrar en nuestro Canal de Whastapp al momento de su publicación.

Sigue el canal de Hoybolivia.com en WhatsApp:
whatsapp.com/channel/0029Va8B7PQ3GJOyC41B2Q1a

Noticias Recientes de Virales

Copyright © Hoybolivia.com Reservados. 2000- 2024