Por qué el extraordinario invento de la electricidad fue tan decepcionante hace un siglo
24/07/2017 - 09:02:16
BBC.- Para los inversionistas de Boo.com, Webvan e eToys, el estallido de la burbuja .com fue un shock.
Empresas como estas lograron recaudar mucho dinero bajo la promesa de que la World Wide Web lo cambiar�a todo.
Luego, en 2000, los mercados burs�tiles colapsaron.
Algunos economistas hab�an mostrado escepticismo desde hac�a tiempo sobre las ventajas de las computadoras.
En 1987 no ten�as la red, pero ya aparec�an hojas de c�lculo y bases de datos en todos los trabajos.
El experto por excelencia en crecimiento econ�mico, el estadounidense Robert Solow, se�al�: "Puedes ver la era de la computaci�n en todos lados, excepto en las estad�sticas de producci�n".
No es f�cil cuantificar el impacto econ�mico general de una innovaci�n, pero la mejor manera de medirlo es a trav�s de algo llamado Productividad Total de los Factores (PTF).
Cuando la PTF crece, significa que la econom�a est� aprovechando mejor sus insumos como la maquinaria, la labor humana y la educaci�n.
En los "80, cuando Robert Solow escrib�a esa frase, la PTF crec�a al ritmo m�s lento en d�cadas. Incluso m�s que durante la Gran Depresi�n.
La tecnolog�a parec�a estar en auge, pero la productividad estaba pr�cticamente estancada.
Los economistas lo llamaron "la paradoja de la productividad".
Para que tengan una pista, rebobinen cien a�os.
Otra incre�ble nueva tecnolog�a estaba resultando decepcionante: la electricidad.
Lo que quiz�s no sab�as de la electricidad
�Por qu� unos pa�ses usan electricidad de 110v y otros de 220v? �Y cu�l es mejor?
Algunas corporaciones estaban invirtiendo en generadores el�ctricos y motores e instal�ndolos en las oficinas.
Sin embargo, no se vio un aumento en la productividad.
El potencial de la electricidad parec�a claro.
Thomas Edison y Joseph Swan hab�an inventado por separado bombillas de luz a finales de la d�cada de 1870.
C�mo la bombilla el�ctrica desat� una revoluci�n cient�fica y se volvi� una pesadilla para Einstein
En 1881 Edison construy� centrales de generaci�n el�ctrica en Pearl Street en Manhattan (EE.UU.), y en Holborn, Londres (Reino Unido).
Las cosas se movieron r�pido: para el a�o siguiente ya estaba vendiendo electricidad como una mercanc�a.
Un a�o despu�s los primeros motores el�ctricos se empezaron a usar para movilizar m�quinas manufactureras.
Y sin embargo, para 1900 menos del 5% de la energ�a mec�nica en las f�bricas de EE.UU. proven�a de motores el�ctricos.
La vasta mayor�a de las f�bricas segu�a en la era del vapor.
Una f�brica potenciada a vapor debe haber sido algo incre�ble de ver.
La energ�a mec�nica proven�a de un solo enorme motor a vapor.
Todo estaba conectado a un eje de transmisi�n central que corr�a a lo largo de la f�brica, al cual se adicionaban todas las m�quinas que deb�an funcionar.
A veces ese eje se conectaba con m�quinas en un segundo piso o en otro edificio.
Todo el sistema estaba continuamente lubricado y rodeado por un costoso mecanismo antiincendios.
Si una sola m�quina de la f�brica ten�a que usarse hab�a que alimentar el fuego a carb�n.
Todo se mov�a continuamente y siempre estaba el riesgo de que una manga o un cord�n quedara enganchado en la m�quina y arrastrara a alg�n trabajador.
Algunos due�os de f�bricas hicieron el experimento de reemplazar los motores a vapor con uno el�ctrico, trayendo energ�a limpia y moderna desde alguna cercana central el�ctrica.
Pero luego de una inversi�n tan grande sol�an estar decepcionados con los beneficios.
Y no era solo que la gente segu�a apegada a sus viejos motores a vapor. Segu�an instalando nuevos.
Hasta 1910 muchos empresarios optaron por el viejo y conocido motor a vapor por sobre el nuevo sistema el�ctrico.
La respuesta es que para aprovechar las ventajas de la electricidad los empresarios ten�an que empezar a pensar de manera diferente.
Por supuesto que pod�an usar un motor el�ctrico de la misma forma que usaban el viejo a vapor, encajaba perfecto en el sistema.
Pero los motores el�ctricos pod�an hacer mucho m�s.
La electricidad permit�a que la energ�a fuera llevada exactamente adonde era necesaria.
Los peque�os motores a vapor eran muy ineficientes pero los peque�os motores el�ctricos funcionaban perfecto.
As� que una f�brica pod�a tener varios motores m�s chicos, cada uno alimentando un peque�o eje de transmisi�n.
La energ�a ya no era transmitida desde una gran m�quina que giraba sino a trav�s de cables.
Una f�brica alimentada a vapor ten�a que ser lo suficientemente robusta como para poder contener a un gigantesco eje de transmisi�n.
En cambio, una que funcionara con electricidad pod�a ser espaciosa y liviana.
La electricidad permit�a ya no tener que organizar todo en la f�brica siguiendo la l�gica del eje de transmisi�n, sino que se empez� a seguir la l�gica de la l�nea de producci�n.
En las viejas f�bricas, que eran densas y oscuras, el motor a vapor marcaba el ritmo de trabajo.
En las nuevas f�bricas, m�s expandidas y luminosas, eran los trabajadores quienes marcaban el ritmo de producci�n.
Estas f�bricas pod�an ser m�s limpias y seguras, y m�s eficientes, porque las m�quinas solo se encend�an cuando hab�a que usarlas.
Ten�as que cambiar todo: la arquitectura, el proceso de producci�n.
Y debido a que los trabajadores ten�an m�s autonom�a y flexibilidad, incluso ten�as que cambiar la forma en que eran contratados, entrenados y pagados.
Es comprensible entender por qu� los due�os de las f�bricas vacilaron.
Es l�gico que no quisieran deshacerse de su capital existente.
Pero quiz�s tambi�n simplemente les cost� pensar en un nuevo mundo en el que todo deb�a adaptarse a la nueva tecnolog�a.
Al final el cambio ocurri�. Era inevitable.
La red el�ctrica se hizo m�s barata y m�s fiable.
Los trabajadores estadounidenses se tornaron m�s caros gracias a una serie de leyes nuevas que limitaron la inmigraci�n procedente de la Europa en guerra.
Los salarios ascendieron y contratar a trabajadores se torn� m�s un asunto de calidad que de cantidad.
Y a medida que m�s due�os de f�bricas empezaron a comprender c�mo aprovechar mejor el motor el�ctrico, comenzaron a circular nuevas ideas sobre c�mo producir.
Para 1920 la productividad manufacturera estadounidense hab�a crecido como nunca antes (y como nunca despu�s).
Quiz�s pienses que ese salto para adelante se deba a la aparici�n de nueva tecnolog�a, pero no.
El historiador econ�mico Paul David lo atribuye, en reglas generales, al hecho de que los fabricantes finalmente lograron entender c�mo usar una tecnolog�a que ya ten�a casi medio siglo.
Les tard� como 50 a�os encontrar la forma de cambiar su arquitectura, su log�stica y su personal para aprovechar las ventajas del motor el�ctrico.
Todo esto pone en contexto el comentario de Robert Solow con respecto a c�mo la era de la computaci�n se ve�a en todos lados en 1980, pero no ten�a efectos sobre la producci�n.
Reci�n en el a�o 2000, unos 50 a�os despu�s de que se empezara a usar el primer programa de computaci�n, empez� a subir la productividad.
Dos economistas, Eric Brynjolfsson y Lorin Hitt, publicaron una investigaci�n que mostraba que muchas empresas que hab�an invertido en computadoras no hab�an obtenido beneficios, mientras que otras hab�an logrado enormes recompensas.
Lo que explicaba la diferencia era si la compa��a hab�a estado dispuesta a reorganizarse para aprovechar las ventajas que ofrec�an las computadoras.
Eso muchas veces implicaba descentralizarse, tercerizar, reestructurar la cadena de suministros y ofrecer m�s opciones a los clientes.
No pod�as simplemente seguir usando tu viejo sistema y agregarle computadoras, ten�as que hacer las cosas de otra forma.
E internet es a�n m�s joven. Ten�a apenas una d�cada de existencia cuando explot� la burbuja .com.
Cuando el generador el�ctrico era tan viejo como lo es hoy la red, muchos due�os de f�bricas segu�an apegados al vapor.
Los cambios grandes reci�n comenzaban a verse.
La cosa que tiene una tecnolog�a revolucionaria es que cambia todo, �por eso la llamamos revolucionaria!
Y cambiar todo lleva tiempo, imaginaci�n y coraje. Y a veces simplemente much�simo trabajo.
