Gusanos en el cerebro: el peligro de comerse esas carnitas dudosas
01/08/2017 - 14:59:47
INFOBAE.- Tras a�os de debilitantes dolores de cabeza y de una reciente par�lisis que dio como resultado una racha de diagn�sticos err�neos, un esc�ner revel� en 2010 que en el tejido cerebral de Gloria hab�a una infecci�n parasitaria. Esto significaba que tendr�a que someterse a cirug�a cerebral.
La taenia solium, m�s conocida como tenia porcina, es un par�sito terrible. Estos diminutos horrores siempre en busca de nutrientes utilizan unos ap�ndices parecidos a guada�as para abrirse camino hasta el cerebro de los seres humanos. Una vez all�, crean quistes en la materia gris del mismo modo en que un gusano de jard�n cava t�neles en una manzana.
La neurocisticercosis �la enfermedad provocada por la tenia porcina� es la principal causa de epilepsias y ataques convulsivos en todo el mundo. En pa�ses subdesarrollados de Asia, �frica y Latinoam�rica, pueblos enteros muestran s�ntomas de la enfermedad. Puede que nunca hayas o�do hablar de ella, y eso se debe a que nunca hab�a sido un problema en los pa�ses desarrollados� hasta ahora.
Seg�n un reciente estudio de los Centros para el Control y Prevenci�n de Enfermedades (CDC), la neurocisticercosis es un problema al alza en Estados Unidos, donde a 1.900 personas se les diagnostica par�sitos cerebrales cada a�o. Sea por la raz�n que sea, la mayor�a de casos en el sur de California se dan entre los inmigrantes pobres latinos.
As� es m�s o menos c�mo funciona la cosa: vas con un amigo a comer una cosita en un cami�n de tacos y �l se pide unas carnitas indigeribles, que por desgracia resultan contener larvas de tenia porcina que no tardan en establecer residencia en sus intestinos. Al menos una de estas larvas tiene probabilidades de convertirse en una monstruosa tenia de seis metros de longitud. Esta tenia produce huevos, de los cuales miles pasan por el ano de su anfitri�n a diario.
Tu colega no se lava las manos despu�s de defecar, y la siguiente vez que te ve te da una amistosa palmada en el rostro, como los colegas hacen a veces, y en el proceso te roza los labios. Los huevos, mucho m�s peque�os que las larvas, entran en tu boca, incuban, y las diminutas tenias acaban encontrando un camino hasta tu cerebro.
�Felicidades! Has contra�do par�sitos cerebrales.
A menudo, la gente que cruza fronteras, como la mano de obra inmigrante, son portadores, sin saberlo, de la tenia porcina, que viaja en su interior. Es dif�cil diagnosticar una infecci�n de tenia ya que la mayor�a de las v�ctimas ni siquiera sabe que tiene par�sitos culebreando dentro de sus cuerpos, dijo Patricia Wilkins, investigadora de los CDC.
Las tenias han desarrollado un misterioso mecanismo qu�mico para evitar que el sistema inmunol�gico humano las ataque mientras viven en tu cerebro. Los cient�ficos siguen sin saber c�mo funciona exactamente. A�n m�s horrible es que la gente que ha contra�do par�sitos cerebrales puede vivir durante d�cadas sin presentar el menor s�ntoma de neurocisticercosis. Es al morir estos industriosos bichejos cuando se presentan las complicaciones.
"Mientras est� vivo es un problema, pero cuando empieza a morir, el problema se convierte en algo grave", explica Dickson Despommier, profesor de microbiolog�a retirado. Las larvas que fallecen en el interior del cerebro se calcifican, y es entonces cuando el sistema inmunol�gico empieza a atacar. Si no son tratadas, las larvas calcificadas pueden provocar tumefacci�n cerebral, que a menudo conduce a la epilepsia, entre otros s�ntomas.
Los principales s�ntomas de la neurocisticercosis �dolores de cabeza debilitantes y espasmos cr�nicos� reciben habitualmente un diagn�stico err�neo. Gloria dijo que, a finales de los "80s, se quej� de migra�as tan severas que le provocaban v�mitos y p�rdida de conciencia. Le prescribieron Tylenol. Llev� la tenia dentro de ella otros 20 a�os antes de saber de su existencia.
La historia de Gloria es t�pica en el campo de la infecci�n de neurocisticercosis, dice Darvin Scott Smith, jefe de la secci�n de enfermedades infecciosas en el Redwood City Kaiser Hospital.
Muchos m�dicos no est�n al tanto de la neurocisticercosis o de sus s�ntomas, lo cual significa que a menudo pasa sin ser diagnosticada. El lado positivo de todo esto es que, si se detecta a tiempo, la enfermedad puede tratarse e incluso prevenirse, y tratamientos como el albendazol y ciertos esteroides son relativamente asequibles. Sin embargo, si los gusanos siguen sin detectarse hasta el momento de su muerte, el �nico modo de retirar sus restos es una costosa e invasiva intervenci�n cerebral.
El n�mero de casos de neurocisticercosis se ha mantenido relativamente constante desde 2001, cuando se registraron alrededor de 400 hospitalizaciones en California. Wilkins dice que, aunque no se puede negar que la enfermedad ya no est� confinada a los pa�ses del tercer mundo, el estado de California no ha dado una respuesta firme al problema debido a que la escasez de presupuesto hace imposible investigar a fondo cada alimento que llega a una comunidad. Los responsables de salud p�blica deben decidir a qu� enfermedades se van a destinar la mayor�a de recursos. Hasta la fecha, y a pesar de su naturaleza extremadamente contagiosa, la neurocisticercosis no se encuentra en lo alto de la lista.
S�lo cinco �Nueva York, California, Texas, Oreg�n e Illinois� hacen seguimiento de la enfermedad, e incluso as� los datos son inconsistentes. En consecuencia, no se conoce mucho acerca de los brotes de tenia porcina en Estados Unidos, o de los mismos par�sitos. Los cient�ficos consideran un misterio buena parte de su ciclo vital. En una propuesta hecha en 2000 por la Organizaci�n Mundial de la Salud (OMS), los m�dicos urgieron a la comunidad internacional a investigar y hacer seguimiento de la neurocisticercosis. Argumentaban que la enfermedad pod�a ser erradicada, y que era necesario tener unas estad�sticas precisas para estudiar su progresi�n. La petici�n, hasta ahora, no he tenido mucho �xito.
A comienzos de enero, el Dr. Smith celebraba su cumplea�os en la sala de operaciones del Kaiser Hospital, observando la intervenci�n en el cerebro de Gloria. Los cirujanos, tras haber afeitado el cabello de la mujer, abrieron una parte de su cr�neo y con gran cautela procedieron a retirar la dura capa exterior del cerebro. Horas m�s tarde Smith observ� c�mo un neurocirujano extra�a la larva de tenia calcificada de la cabeza de Gloria.
Como la mayor�a de pacientes, ella jam�s hab�a o�do hablar de gusanos cerebrales antes de que se los detectaran. Sigue sin estar segura de qui�n le infect�. Podr�a tratarse de un desconocido o de alguno de sus seres queridos. Nunca lo averiguar�. Su familia se neg� a hacerse pruebas. Son altas las probabilidades de que el anfitri�n siga sin haber sido diagnosticado y extendiendo la enfermedad entre aquellos con los que se cruza. Miles de huevos cada vez.
