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Accidente, suicidio o asesinato: las horas finales de Marilyn Monroe, a 55 años de su muerte




05/08/2017 - 10:15:41
INFOBAE.- Si Norma Jeane Mortenson (Marilyn Monroe) viviera, tendr�a hoy 91 a�os. Ser�a, como aquella Norma Desmond del inolvidable film El ocaso de una vida (1950, Gloria Swanson, William Holden, direcci�n de Billy Wilder), un viejo fantasma recluido en una vieja mansi�n: para una estrella, algo peor que la muerte.

Pero se fue a los 36, en la madrugada del 5 de agosto de 1962, desnuda y rodeada de misterio (�accidente, suicidio, asesinato?), y todav�a en su trono de reina: el mayor sex symbol del siglo XX.

Pero ese t�tulo, su arrasadora belleza, sus treinta de pel�culas entre 1947 �ignota partiquina� y 1962 (Something�gotta give, inconclusa), fueron diamantes de un largo y fat�dico collar. Porque la Marilyn explosiva, aquella de "�qu� me pongo para dormir?: s�lo dos gotas de Chanel n�mero cinco", o "�C�mo hago el amor?: con un whisky antes y un cigarrillo despu�s"� era tambi�n neur�tica, insegura, ciclot�mica, insomne, adicta a los barbit�ricos, solitaria, y rogando ser admirada m�s por su inteligencia que por su belleza. Una batalla perdida�

En cada amor�o de las decenas que tuvo quiso encontrar el definitivo. Fracaso absoluto. Lo mismo que en sus tres matrimonios: apenas a sus 16 a�os con el marinero James Dougherty; con el s�per astro del be�sbol Joe Di Maggio, que la am� pero enfermo de celos, y con el c�lebre dramaturgo Arthur Miller, para quien fue s�lo un trofeo: el intelectual que conquist� a la m�s deseada�

A pesar de todo, pudo elegir aferrarse al cine y su famosa frase "No me importa el dinero� �S�lo quiero ser maravillosa!" Pero en una bifurcaci�n del sendero, err� la decisi�n. Y empez� la ca�da�

Febrero de 1962. Patricia Kennedy, hermana de John y de Robert y mujer del actor brit�nico Peter Lawford, organiza una cena privada, y aparece Marilyn, supuestamente invitada por Lawford. John, mujeriego impenitente, la invita a un viaje que har� sin Jackie, su mujer. Se convierten en amantes. No hay pruebas, pero en la Casa Blanca es un secreto a voces que Marilyn llega a sus encuentros con John por un pasadizo secreto� Un juego tan peligroso, que el presidente se la entrega a su hermano Robert (Bob). Seg�n versiones, Marilyn estall� ante una amiga: "�Me pasaron de uno a otro! �Me usaron! �Me siento un pedazo de carne!".


Y la furia abre la puerta de la venganza. Seg�n algunos investigadores de la muerte de Marilyn (todav�a rodeada por la niebla del misterio), ella le dijo a varios amigos que ten�a informaciones pol�ticas "muy peligrosas" para los dos hermanos. Algunos bi�grafos conjeturan que se trataba de secretos de la Cuba de Fidel, y otros, que ten�an que ver con el capomafia Sam Giancana, que ayud� a John a llegar a la presidencia.

Venganza que bien pudo comenzar en la noche del s�bado 19 de mayo del 62 en el Madison Square Garden, Nueva York, cena por el cumplea�os n�mero 45 de John Kennedy. Porque Marilyn lleg� envuelta en un vestido color carne tan ce�ido al cuerpo� que lo cosieron por detr�s una vez puesto. Tom� el micr�fono, y cant� el legendario "Happy Birthday mister President" con una sensualidad que permit�a adivinar, aun sin forzar mucho la imaginaci�n, la relaci�n clandestina entre ellos�

En este punto, la verdad jam�s aclarada sobre la muerte de Marilyn entra en un torbellino de delirios que pueden ser certezas, y viceversa. En su libro sobre el tema, los periodistas Richard Buskin y Jay Margolis niegan el factor "exceso de barbit�ricos" y juegan un naipe m�s fuerte: aseguran que fue asesinada por orden de Robert Kennedy poco despu�s de que ella lo amenazara con llamar a rueda de prensa y revelar su amor�o con ambos: nada menos que el Presidente y el Fiscal General de los Estados Unidos.

Ni al m�s brillante de los guionistas de Hollywood se le hubiera ocurrido esa bomba at�mica de alcoba�

Pero Buskin�Margolis van m�s all� en su libro. Dicen que Robert y Peter, su cu�ado, le ordenaron al psiquiatra de Marilyn �un personaje muy sospechoso, por cierto� que le aplicara una inyecci�n letal, y que el Servicio Secreto se encargar�a de disfrazar la escena para que pareciera un suicidio.

La versi�n oficial de la causa de muerte dice: "Sobredosis de Nembutal": un barbit�rico entonces de moda entre la colonia de Hollywood. Pero el tanat�logo Thomas Noguchi, encargado de la autopsia de Marilyn, neg� la ausencia de esa droga en el est�mago, "que estaba casi totalmente vac�o", escribi� en su informe.

Pero pronto lleg� la contrapartida. Donald Spoto, autor de una de las m�s respetadas biograf�a de Marilyn, se afinca en las im�genes del film inconcluso y archivado Something�s Gotta Give (expresi�n que significa "algo tiene que ceder, o mejor, alguna buena tiene que darse"). Seg�n �l, en esas tomas se nota ya devastaci�n del cuerpo, sometido por a�os a los excesos de alcohol y de pastillas para dormir.

Y m�s patetismo suma al misterio el crudo informe de Alan Abbot y Ron Hast, los dos empleados funerarios que prepararon el cuerpo de Marilyn �en la morgue, el cad�ver n�mero 81828�, veteranos del tramo final de varias estrellas: "Apenas la reconocimos. Su cuerpo desnudo se ve�a descuidado y envejecido. El cuello estaba hinchado y amoratado. No se hab�a depilado en semanas. No ten�a puestos sus dientes postizos (Nota: en una autopsia se sacan. El error fue no reponerlos para el sepelio). Parec�a tener m�s edad que la real".

Ya en 1960 las drogas y el alcohol empezaron su demoledor trabajo. Ese a�o, mientras filmaba Vidas rebeldes en el desierto de Nevada, con gui�n de Arthur Miller escrito para ella, nada menos que con Clark Gable y Montgomery Clift como protagonistas, y dirigida por John Huston, luc�a deca�da, llegaba tarde al rodaje, no se concentraba, y viv�a a pastillas y whisky. Tanto, que antes de terminar el film fue internada de urgencia en un hospital de Los �ngeles. Algunos diarios titularon "�Marilyn cerca de la muerte?, pero sali� diez d�as despu�s y volvi� a la filmaci�n, aunque "parec�a una sombra", seg�n sus compa�eros.

En 1962, su �ltimo a�o de vida, empez� a filmar Somethings�Gotta to Give en las peores condiciones: fr�gil, insegura, con constantes sinusitis y bronquitis. Interrumpi� el rodaje para ir a Nueva York (el famoso cumplea�os 45 de Kennedy, el vestido, la canci�n�), y esa actitud le cost� un duro enfrentamiento con el estudio: 20th Century Fox, que confiaba en salvar con ese film sus agotadas arcas despu�s del desmesurado costo de Cleopatra. Adem�s, film� tomas completamente desnuda en la piscina, y las fotos se publicaron en la revista Life. Una filtraci�n que justific�, provocativa: "Quise sacar a Elizabeth Taylor de las tapas". Fue despedida, pero Dean Martin, protagonista, exigi� su vuelta. Y as� fue. Pero el film qued� inconcluso y fue archivado�

�ltimos d�as. Tres semanas antes de la noche final, en una entrevista de Life, dice: "S�, muchas veces llego tarde a mi trabajo. Pero �xito, felicidad, puntualidad� no son m�s que clish�s norteamericanos� A veces llego tarde porque estoy preparando una escena, y a veces porque preparo demasiadas� No soy una m�quina� Trabajo en una forma de arte, no en una f�brica� Como dije alguna vez��s�lo quiero ser maravillosa!"

Marilyn viv�a desde poco tiempo atr�s en una casa de estilo mexicano: n�mero 12305 de Fifth Helena Drive, Brentwood, oste de Los �ngeles.
La noche de su muerte, seg�n un vecino, "lleg� una ambulancia, estacion� cerca de la casa, estuvo all� cinco horas, y de pronto baj� un grupo de m�dicos o enfermeros (todos vest�an guardapolvos), y entr�". Alrededor de la misma hora, las cinco de la ma�ana, el sargento de polic�a Jack Clemons, que veinte minutos antes hab�a atendido un llamado de Eunice Murray, la asistente de Marilyn, tambi�n lleg� a la casa, y m�s tarde dijo: "Seg�n todos los indicios, sospech� que se trataba de un asesinato".

La casa donde muri� Marilyn en Los Angeles, hoy en Google maps.

Precisiones. La habitaci�n estaba impecable y prolija. Extra�o, ya que Marilyn era muy desordenada. No se encontraron barbit�ricos, pastillas o similares. Estaba completamente desnuda, de costado, cubierta por una s�bana, con las manos ca�das hacia abajo, cerca del tel�fono. Pero al parecer, el cuerpo fue movido, ya que el rigor mortis y otros signos se�alaban que hab�a muerto de espaldas, boca arriba. La lavadora estaba encendida. Las s�banas hab�an sido cambiadas. Antes de que llegara la polic�a, Eunice Murray limpi� la habitaci�n a fondo. El cuerpo ten�a moretones y se�ales de golpes. El diario personal, guardado en una caja bajo llave, y la agenda telef�nica, desaparecieron�
Sin duda, la escena de la muerte fue alterada.

En 1985, Eunice fue entrevistada por el ejecutivo de la CBS Ted Landreth y el periodista Anthony Summers para el documental Say Goodbye to the President. La mujer cont� por en�sima vez la historia� pero de pronto, luego de terminada la grabaci�n, dijo, enojada: "�A mi edad tengo que seguir tapando todo esto?". Y cont� que ese d�a, en la casa, estuvo Robert Kennedy, que el psiquiatra Greenson lleg� cuando Marilyn todav�a estaba viva, y pidi� una ambulancia�, y cerr� el relato de modo m�s que sugestivo: "Los dos discutieron muy fuerte, y la situaci�n se puso tan dif�cil que los guardaespaldas de Kennedy tuvieron que protegerlo".


Pero Norman Jeffries, yerno de Eunice, narr� otra versi�n: "El 4 de agosto estuve trabajando en la casa. Era s�bado, y llegu� temprano para seguir reparando el suelo de la cocina. El estado de Marilyn era alarmante. Parec�a terriblemente enferma, no s�lo en el sentido f�sico, y pens� que algo en su vida iba muy mal� Imagin� que hab�a tomado muchas pastillas, o que estaba muerta de miedo. Nunca antes la vi as� Entre las tres y las cuatro de la tarde llegaron Robert Kennedy y Peter Lawford, y �ste nos orden� a Eunice y a m� que fu�ramos al supermercado a comprar una Coca Cola. Volvimos una hora despu�s. Marilyn ten�a un ataque de furia. Pat Newcomb, su secretaria y agente de prensa, no logr� tranquilizarla. Entonces Eunice llam� por tel�fono al psiquiatra� Marilyn la hab�a despedido, pero Greenson le pidi� que esa noche se quedara. El psiquiatra se fue, Eunice y yo nos quedamos viendo televisi�n, Marilyn segu�a en su cuarto, y a eso de las nueve y media de la noche volvi� Robert Kennedy con dos hombres, y nos dijo que nos fu�ramos. Lo dijo claro y fuerte: no tuvimos opci�n. Pero no dejamos el barrio: nos refugiamos en la casa de un vecino".

El detective privado Fred Otash, entrevistado en 1985 por la periodista de ABC Sylvia Chase para un programa sobre la muerte de Marilyn que no lleg� a emitirse (dato no menor�), declar� que por encargo del jefe del sindicato de camioneros Jimmy Hoffa, que se la ten�a jurada a los Kennedy, y especialmente a Robert, fueron instalados micr�fonos en la casa de Lawford y de Marilyn. Hubo grabaciones de ella y Robert haciendo el amor, pero tambi�n una, el mismo d�a de su muerte, que registr� una feroz pelea� Se o�an golpes, gritos, y finalmente un portazo. Esa noche, Lawford, borracho, trastornado y muy nervioso, vino a mi casa, me dijo que Marilyn estaba muerta, y que ten�a que hacer desaparecer cualquier prueba que pudiera inculpar a Robert, porque hab�an tenido una discusi�n muy violenta".

En un informe del FBI sobre la muerte de Marilyn figura este p�rrafo: "Se llega a la conclusi�n de que el ama de llaves Eunice Murray y la secretaria personal y agente de prensa Pat Newcomb colaboraron en el plan para incitarla al suicidio. Pat fue recompensada por su cooperaci�n: la nombraron asistente de George Stevens Jr., director del United States Information Agency".

En febrero de 1963, Pat se mud� a Washington D.C. y trabaj� como enlace entre Hollywood y el Estado� a las �rdenes de los Kennedy.
Una ex mujer de Dean Martin, amiga de Pat, desliz�: "Pat fue demasiado lejos. Estaba muy enamorada de Bobby (Robert). Nunca pudo superarlo. Si alguien quiere saber qu� pas� con Marilyn� es Pat".

Y en este loco caleidoscopio, a sus 78 a�os, el oficial retirado de la CIA Norman Hodges confes� que "entre agosto de 1959 y marzo de 1972, por orden superior de la Casa Blanca, asesin� a 37 personas que pod�an ser peligrosas para la seguridad nacional, incluyendo a la actriz y modelo Marilyn Monroe".

Pasaron 55 a�os. Marilyn est� sepultada en un nicho del Pierce Brothers Westwood Village Memorial Park Cemetery, Los �ngeles. La recuerda una sobria placa en el frente del nicho: Marilyn Monroe � 1926�1962.
�Accidente, suicidio, asesinato, conspiraci�n, verdades, mentiras, dudas, secretos, misterios?
Jam�s se sabr�.
Es mejor recordarla plena, a pura risa en sus labios de furioso rojo, y con su cuerpo de eterna, infinita sex symbol.
Y con la simple o no tan simple definici�n de Truman Capote en el final de su cuento de non fiction T� con Marilyn.
La larga charla sucedi� en la terraza de Truman.
Al irse, Marilyn le pregunt�:
��Qu� soy, c�mo me recordar�n?
�Como una bella ni�a.

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