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Chicas y chicos en vivo para cumplir tus deseos: la millonaria y polémica industria del sexo con cámaras web en Rumania que tiene una su




10/08/2017 - 15:42:02
BBC.- Es el sector de mayor crecimiento en la industria pornogr�fica.

En Rumania, miles de mujeres trabajan como "cam-girls" o "chicas en c�mara" desde estudios o desde sus hogares.

Se trata de un mercado que funciona 24 horas al d�a los siete d�as de la semana y la mayor�a de los clientes que se conectan online est�n en Am�rica del Norte y Europa Occidental.

En el coraz�n de Bucarest, en la acera junto a un alto edificio de apartamentos, un grupo de mujeres j�venes fuma, conversa y se r�e. Es una escena com�n en cualquier ciudad. Pero es de ma�ana y estas j�venes llevan maquillajes elaborados, tacones extra altos y atuendos reveladores, muy diferentes a los vestidos veraniegos de otras personas que pasan por el lugar.

Dentro del edificio, Studio 20 ocupa los primeros dos pisos. Cuarenta habitaciones dan a corredores impecables, cubiertos de im�genes de mujeres glamorosas y no muy cubiertas.

Si la puerta de un cuarto est� cerrada, significa que una mujer all� dentro est� interactuando con un cliente internacional a trav�s de una c�mara web. Y mientras est� sola en la habitaci�n, todo es legal.

En este mundo de relaciones virtuales y cibersexo, a las mujeres en frente de la c�mara se les llama "modelos" y a los hombres que las miran se les denomina "miembros".


Lana trabaja en el cuarto n�mero 8. La habitaci�n tiene una gran cama circular con almohadones y hay un armario con algunos de sus atuendos.

"Generalmente uso vestidos, lencer�a o ropa de cuero", dice.

En un rinc�n del cuarto hay una enorme pantalla de TV, una costosa c�mara detr�s y luces profesionales.

Muchos pares de ojos pueden estar observando en vivo a Lana a trav�s de sitios para adultos en internet. Pero la joven s�lo gana dinero si un cliente pide una sesi�n privada.


Lana trabaja ocho horas al d�a y gana un promedio de US$4.700 al mes, 10 veces el salario de promedio de Rumania.

Como empleador de Lana, Studio 20 tambi�n gana cerca de US$4.700 al mes gracias a sus sesiones privadas.

Y en la cima de esta pir�mide est� LiveJasmin, el sitio online que hace streaming del contenido de Studio 20 y es responsable de recolectar los pagos con tarjeta de cr�dito de los clientes.

LiveJasmin obtiene por mes m�s de US$9.400 por las sesiones de Lana.

Este sitio online tiene entre 35 y 40 millones de usuarios diarios. En cada momento hay cerca de 2.000 modelos conectadas.

No es dif�cil entender c�mo la industria del sexo con c�maras web gener� seg�n estimaciones entre US$2.000 y US$3.000 millones en 2016.

Lana se gradu� en la universidad y trabaj� en el sector inmobiliario hasta que Rumania cay� en recesi�n tras la crisis econ�mica del 2008. Fue entonces que decidi� ser una "chica en vivo". El recuerdo de su primer d�a frente a la c�mara nunca se le ha borrado.

"Estaba sola en el cuarto, pero sent�a que hab�a cientos de personas a mi alrededor. No pod�a seguir el ritmo de todas las cosas que me dec�an y me ped�an. Fue un verdadero shock".

"Pero luego aprend� a ser m�s perceptiva, a distinguir qui�n era un cliente dispuesto a pagar y a no perder el tiempo".

�Qu� sucede durante una sesi�n privada a trav�s de una c�mara web?

"La mayor parte es simplemente conversaci�n. Tambi�n hago juego de roles y una parte menor incluye desnudez y masturbaci�n", se�al� Lana.

A veces los clientes tratan de empujarla a hacer "cosas que no quiere", pero en general es Lana quien dirige el show.

"Depende de ti como mujer llevar la batuta y eso te empodera".

Lo importante es hacer que un cliente que paga permanezca online la mayor cantidad de minutos posible.

"Durante unos 10 minutes puedes jugar a ser sexy y adorable, pero luego m�s vale que tengas algo de que hablar o el cliente se ir�", se�ala Andra Chirnogeanu, directora de relaciones p�blicas de Studio 20.

La empresa emplea a entrenadores, un psic�logo y una profesora de ingl�s. La mayor�a de los clientes est�n en Am�rica del Norte y en Europa, y es esencial que las chicas puedan comunicarse con ellos.

Pero la profesora de ingl�s, Andrea, cumple una funci�n que va mucho m�s all� de las habilidades ling��sticas.

"Les ense�o sobre fetichismo y obsesiones sexuales y por qu� las personas tienen esas fijaciones. Estudiamos Freud y mucha psicolog�a. Y tambi�n un libro de gestos, porque las mujeres deben ser sensuales, inteligentes y hermosas".


La geograf�a tambi�n es importante para que las j�venes hablen con sus clientes sobre el lugar en que viven.

"Y tambi�n para que puedan conversar sobre sitios ex�ticos", agrega Andrea. "�ste no es s�lo un negocio de sexo, como piensan muchos. Las modelos deben poder conversar con sus clientes como si se tratara de una relaci�n normal online. Si hablan de muchos temas la sesi�n es mucho m�s agradable para ambos".

Studio 20 es la mayor franquicia de estudios de este tipo en el mundo. Tiene nueve sucursales en Rumania, incluyendo una que emplea "chicos en vivo" para el mercado gay.

Sus otras sucursales est�n en Cali, en Colombia, en Budapest (Hungr�a) y en Los �ngeles (EE.UU.).


No todas las modelos trabajan en estudios.

Sandy Bell, quien obtuvo dos t�tulos universitarios, conversa con sus clientes desde su casa, como muchas otras j�venes en Rumania. Sandy gana cerca de US$120 al d�a con sus sesiones, que complementan su salario como dise�adora de interiores.

Una de las ventajas de trabajar desde casa y tratar directamente con las compa��as que hacen hosting online o alojamiento web es la independencia. Otra es que las j�venes se quedan con un porcentaje mayor de lo que pagan sus clientes.

"La mayor�a de mis clientes son tipos normales y agradables", dijo Sandy.

"Muchos miembros buscan amor. Quieren sentir conexi�n. Algunos te piden que los llames por su nombre de pila. O que les hables mientras bailas o haces strip tease. Yo soy muy honesta con ellos. Saben que tengo un novio y que jam�s tendremos sexo en el mundo real".

Sandy vive con su pareja en un apartamento a las afueras de Bucarest. �l sabe a qu� se dedica su novia, pero los padres de Sandy no tienen idea. Es com�n en esta industria que las chicas e incluso los due�os de los estudios oculten a qu� se dedican.

Las j�venes que hablaron con la BBC s�lo se identificaron por su nombre de fantas�a o su nombre de pila.

A diferencia de muchas mujeres en la industria del sexo, Sandy Bell no teme por su seguridad.

"�Qu� podr�a hacerme un cliente? Si es grosero o se pasa de la l�nea simplemente lo desconecto con un clic. Puedo hablar con el administrador del sitio y pedirle que proh�ba su direcci�n en la red. Estos hombres est�n a miles de kkil�metros de m�, ninguno puede tocarme. Yo trabajo sola. Lo que hago no tiene nada que ver con la prostituci�n".

�Es Sandy Bell una v�ctima? Ella dice que no, aunque feministas como Irina Ilisei se�alan que se trata de un problema m�s complejo de lo que parece.

"�Hacen una elecci�n estas j�venes? �O acaban en esta industria porque pueden ser manipuladas psicol�gicamente o no tienen estabilidad econ�mica? Probablemente se trata de una combinaci�n de los dos elementos".

Ilisei cree que dos factores ayudan a entender qu� lleva a las j�venes a convertirse en "chicas en vivo". Por un lado, Rumania tiene un alto �ndice de embarazo adolescente. Por otro, el 30% de los graduados universitarios no consigue empleo.
Image caption Irina Ilisei cree que las mujeres acaban trabajando como "chicas en vivo" porque no tienen otras opciones laborales.

La industria de las c�maras web tambi�n hace todo lo posible por atraer mujeres j�venes.

"Hay anuncios en los campus de las universidades", dijo Ilisei.

"Las estudiantes reciben mensajes directos en Facebook con ofertas de trabajo. Los estudios se presentan como verdaderas empresas y hablan de entrenamiento, habilidades y empoderamiento. Incluso les ofrecen bonos si convencen a sus amigas a hacer lo mismo".

En el caso de Lana, las sesiones online le han permitido ganar suficiente dinero para educar a su hija.

La joven asegura que invertir� el resto de sus ganancias y dejar� el negocio en dos a�os.

Pero otras mujeres no pueden tomar decisiones con la misma libertad de Lana. Oana se siente afortunada de haber "escapado" de la industria del sexo.

Cuando era menor, a los 16 a�os, se enamor� y su novio la persuadi� a hacer sesiones online.

"Me dijo que s�lo deb�a conversar. Pero �l estaba conmigo en el cuarto y lo que hicimos all� fue pornograf�a".
Image caption "Hay chicas que siguen pensando que s�lo estar�n frente a una c�mara y ganar�n mucho dinero. Pero todo lo que sucede en esas sesiones afecta tu mente. El pr�ximo paso es la prostituci�n", advirti� Oana.

Es ilegal en Rumania que un hombre y una mujer aparezcan juntos en una de estas sesiones de c�mara web, pero es dif�cil controlar si la ley se cumple.

Oana acab� trabajando como prostituta en Alemania hasta que junt� el coraje para volver a Bucarest y comenzar una nueva vida.

Ahora hace trabajo de prevenci�n y conversa con j�venes sobre su propia experiencia para mostrarles los peligros de la industria del sexo online.

"Hay chicas que siguen pensando que s�lo estar�n frente a una c�mara y ganar�n mucho dinero. Pero todo lo que sucede en esas sesiones afecta tu mente. El pr�ximo paso es la prostituci�n. Ahora me doy cuenta de ello".

Lana no est� de acuerdo.

"En este negocio vendes tu cerebro, no tu cuerpo", dice.
Image caption "�Qu� podr�a hacerme un cliente? Estos hombres est�n a miles de km de m�, ninguno puede tocarme", dice Sandy Bell.

"Yo lo veo como una actuaci�n, como un show. Pero �ste no es un trabajo para cualquiera. Muchas chicas lo dejan despu�s de semanas o d�as porque sienten que venden su cuerpo. Lo importante es tu actitud mental. Yo tengo mis l�mites y realmente no me siento explotada".

Andra Chirnogeanu, la directora de relaciones p�blicas de Studio 20, tambi�n rechaza la idea de que las sesiones online sean peligrosas o da�inas desde el punto de vista psicol�gico.

"Lo que s� es psicol�gicamente da�ino es estar 12 horas en una oficina trabajando por un salario m�nimo", se�al�.

Pero el hecho de que muchas de las modelos eligen ocultar a qu� se dedican es revelador.

Si Lana y Sandy Bell tuvieran un empleo bien pago usando sus estudios universitarios, �elegir�an desvestirse para clientes en Fr�ncfort, Londres y Nueva York?

Las fotos de Lorenzo Maccotta forman parte de su serie premiada sobre la industria del sexo con c�maras web en Rumania.

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