¿Y si la ropa de bebés se agrandara al mismo ritmo que los hijos crecen?
19/08/2017 - 09:44:17
INFOBAE.- En 2003 Vigga Svensson dej� su carrera de presentadora televisiva en Copenhagen y cre� con su esposo, Peter, una compa��a de moda infantil sustentable, Katvig. Descubri� entonces el lado oscuro de la moda: s�lo el 20% de las prendas se vuelven a usar o se reciclan. "La falta de derechos de los trabajadores, las toneladas de qu�micos da�inos y la explotaci�n de recursos escasos son las reglas m�s que las excepciones", explic� en redes sociales el origen de la idea que le ha valido premios: alquiler de ropa de ni�os.
"Lo hab�amos entendido todo mal", argument�: no bastaba con producir de manera ecol�gica si no se consume de manera ecol�gica tambi�n. As� que pensaron en crear un sistema nuevo de uso de la indumentaria: dado que los ni�os crecen y la ropa no, la ropa deb�a buscar al ni�o del talle adecuado.
"Hace poco escuch� que uno de los negocios que crece m�s r�pido en los Estados Unidos son los guardamuebles. �Qu� manera perfecta de formular nuestro patr�n de consumo moderno", escribi� en su p�gina de internet. "La gente simplemente no tiene lugar suficiente para todas las cosas que compra".
En su opini�n, la industria de la indumentaria est� fuera de control "Las marcas de moda lanzan hasta 12 colecciones nuevas por a�o en un intento desesperado por atraer constantemente al cliente. Y el resultado es un consumo m�s aterrador que la pel�cula de terror m�s horrorosa".
Los estadounidenses compran un 400% m�s de ropa que hace 20 a�os; en el Reino Unido, el 30% de la ropa no sale de los roperos; los daneses j�venes tienden a comprar ropa nueva en lugar de lavar la sucia. Esos datos que destac� ilustran que la industria de la moda se beneficia de ser r�pida, barata y transigente con respecto a la calidad. "Queremos cambiar eso", argument�.
Aunque Katvig fue exitosa y obtuvo premios internacionales como empresa pionera en sustentabilidad, los Svensson se sent�an frustrados porque sus productos verdes se vend�an en un mercado que no lo era y ten�a un destino nada verde. Seg�n estudios brit�nicos y estadounidenses "la gente usa su ropa apenas un pu�ado de veces �a veces, s�lo seis� antes de que las tiren o las dejen de usar", escribi� Vigga.
"En buena medida esto sucede porque comprar ropa nueva es muy barato. Y cuando se trata de ropa de ni�os, es a�n peor ya que inclusive cuando se quiere ser un consumidor responsable, uno se ve forzado a ser parte de la loca carrera del consumo como padre, porque el hijo crece pero su ropa no".
Su modelo se sostiene en dos pilares: la ropa sustentable, de dise�o y de alta calidad, y la suscripci�n al servicio circular. "No se desperdician recursos naturales ni dinero de los consumidores", agreg�.
El alquiler de ropa reduce el impacto ecol�gico en m�s de un 80% en general, con un detalle del 90% menos de consumo de agua, un 72% de consumo de algod�n y un 53% menos de emisiones de carbono en comparaci�n con la compra de ropa.
Vigga cre� una caja en la que se acomodan ropas ecol�gicas para ni�os, que se va actualizando a medida que los ni�os crecen: los padres env�an las ropas de regreso y reciben otras de talla m�s grande. Una caja de entre 16 y 20 prendas cuesta USD 55 por mes. Las prendas se usan, en lugar de diez veces, m�s de 100 veces manteniendo todav�a su estado perfecto.
Cada prenda tiene un chip para registrar su uso, y al regresarla se la inspecciona, se la repara repara si es necesario, y se alistan en la lavander�a ecol�gica. Luego se las ordena por talla y se las acomoda en nuevas cajas. Vigga tambi�n ofrece el mismo servicio con ropa para embarazadas, con el mismo criterio: "las barrigas crecen y la ropa no".
En total Vigga tiene 20.000 piezas en circulaci�n. Desde 2014, en Dinamarca hay 3.000 personas registradas en su sistema. "Lo importante es que el concepto no es poner en circulaci�n ropa usada vieja: esto es una forma nueva, linda, de consumo, de la que se puede ser parte. Mi objetivo es mostrar que podemos crear una forma de consumir inteligente y sustentable, sin explotar nuestros recursos, que haga felices a los consumidores".
