Estaba en su oficina y el edificio se le derrumbó encima: Pensé que iba a morir sepultado

20/09/2017 - 15:19:49
Infobae.- Era el mediod�a y Joaqu�n V�zquez estaba trabajando en una oficina, en el centro de la Ciudad de M�xico. Primero not� que el piso se mov�a de arriba hacia abajo. Despu�s, oy� que las paredes estaban crujiendo y hab�an empezado a deprenderse bloques de cielorraso.

Joaqu�n avis� con un grito a los compa�eros que estaban almorzando y corrieron todos hacia el pasillo, con la idea de escapar del edificio. Pero apenas abrieron la puerta de la oficina se encontraron con que las escaleras estaban taponadas por otros empleados que, en el epicentro de la nube de polvo, no pod�an respirar. El edificio de seis pisos se les estaba cayendo encima pero no lograban salir porque la puerta de entrada estaba cerrada con llave.

Joaqu�n V�zquez tiene 23 a�os, es estudiante de sostenibilidad y, desde hace 4 meses, estaba haciendo sus pr�cticas en una empresa espa�ola llamada Valora. La oficina estaba en el segundo piso y el edificio ten�a 6 pisos. "Digo "estaba" y digo "ten�a" porque mi oficina se desintegr� y el edificio tambi�n", cuenta �l a Infobae.

Unas horas antes �a las 11 de la ma�ana� hab�an hecho un simulacro de terremoto y unos 100 empleados de todas las oficinas del edificio hab�an salido a la puerta prolijamente. Pero ahora que el terremoto era real nada estaba saliendo como lo hab�an ensayado.

"Nos empezamos a agolpar todos a lo largo de las escaleras y en el primer piso. Algunos les gritaban a los de abajo "s�lganse ya, s�lganse ya", pero no se pod�a abrir mucho la boca porque la nube de polvo no te dejaba respirar. Los de abajo pateaban la puerta pero no lograban abrirla".

Joaqu�n se qued� agachado. "Sent�a que al lado nuestro iban cayendo pedazos del techo, las paredes cruj�an, el edificio se estaba deshaciendo encima nuestro y est�bamos atrapados. No ve�a a qui�n ten�a al lado, s�lo sent�a muchas manos que los otros me apoyaban en la espalda, porque tantear era la �nica forma de ubicarse", cuenta. La puerta de calle era de hierro y ten�a una franja de vidrio por la que no pasaba un adulto. Las patadas a ciegas no sirvieron para abrirla.

Dice Joaqu�n que mientras estaba agachado cerr� los ojos y trat� de tranquilizarse, pero no lo logr�. "S�lo pensaba en que los otros pisos se nos estaban por caer encima. Segu�a escuchando c�mo se ca�a todo, c�mo tronaba, y empec� a pensar que iba a morir sepultado". Pens� tambi�n, c�mo iba a ser su biograf�a: �Iban a encontrarlo vivo? �Iba a o�r a los rescatistas pedir silencio para escucharlo? �Iba a poder gritar, con el polvo bloque�ndole la garganta, que �l estaba ah�?

Fueron, calcula, unos 10 minutos de encierro. Hasta que el empleado de seguridad logr� abrir la puerta. "Cuando llegamos a la planta baja no sab�amos d�nde est�bamos. Los que hab�an logrado tomar el celular alumbraban para encontrar la salida. Alguien grit� que nos peg�ramos a la pared con las manos y la sigui�ramos, as� encontramos la salida".

Joaqu�n corri� por la calle hasta que se atrevi� a frenar y se dio vuelta: "No lo pod�a creer, el edificio entero estaba aplastado, se hab�a derrumbado con nosotros adentro". Cree que fue gracias a unas vigas que se desplomaron todos los pisos menos el primero, en el que �l esperaba ovillado. Cuando la nube se disip�, sac� a una foto de la tumba de la que acababa de escaparse y la envi� a todos los amigos que, en los grupos de Whatsapp, estaban preguntando por �l.