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De qué manera los teléfonos celulares secuestran nuestra mente




11/10/2017 - 09:59:58
Infobae.- Los usuarios promedio de un tel�fono celular lo emplean 80 veces cada d�a, o casi 30.000 veces en un a�o. Seg�n una encuesta de Gallup, la mitad de ellos no se imaginan ya la vida sin el dispositivo.

Mantienen el aparato siempre a mano, como un amigo inseparable, o un secretario o un gur�. Para leer mensajes, para consultar aplicaciones, para atender a algunas de sus alertas un mont�n de veces por d�a. "El tel�fono inteligente se ha convertido en un dep�sito del ser, registra y distribuye las palabras, los sonidos y las im�genes que definen c�mo pensamos, qu� experiencias vivimos y qui�nes somos", escribi� Nicholas Carr en Wall Street Journal (WSJ).

Eso explica por qu� el tel�fono m�vil causa tanta angustia entre los usuarios, que son casi tantos como la poblaci�n del mundo: actualmente existen 6.800 millones de suscripciones a celulares, con una penetraci�n de 96 personas cada 100.

Carr �autor de The Shallows y Utopia Is Creepy, entre otros libros� se pregunt� qu� sucede en la mente humana cuando se genera esa codependencia entre la percepci�n del mundo y un objeto que se ubica como un intermediario para comprenderlo. Encontr� muchos trabajos cient�ficos al respecto, que le dejaron la impresi�n de que esa relaci�n entre las personas y sus tel�fonos "es a la vez fascinante e inquietante".


En primer lugar, destac� que la forma en que los celulares dan forma a los pensamientos no se limita al momento en que se los usa. Eso importa porque una de las consecuencias universales del uso de m�viles es la dispersi�n, que debilita el intelecto.

Seg�n un estudio de la Revista de Psicolog�a Experimental, si el tel�fono suena o vibra cuando una persona est� enfrascada en una actividad, inmediatamente su concentraci�n se pierde y la actividad se afecta. Lo m�s asombroso es que eso sucede atienda o no el mensaje, la alerta o la llamada. Y seg�n otro trabajo sobre la mediaci�n digital, cuando alguien escucha su tel�fono pero no puede responderlo, le sube la presi�n, se le acelera el pulso y capacidad de resoluci�n disminuye.

Uno de los autores del primer estudio, el psic�logo Adrian Ward, de la Universidad de Texas en Austin, cree que el mero apego al celular nos vuelve menos inteligentes. En 2015, junto a colegas de la Universidad de California en San Diego (UCSD), hizo un experimento para demostrarlo.

Los investigadores sometieron a 520 estudiantes de UCSD a dos pruebas de agudeza intelectual. Una med�a la capacidad cognitiva disponible, o cu�n completamente una persona se puede concentrar en una tarea en particular. La otra med�a la inteligencia fluida, la capacidad de una persona para interpretar y resolver un problema nuevo. Para medir la influencia del celular, dividieron a los estudiantes en tres grupos: uno deb�a dejar el m�vil a la vista en el escritorio; otro deb�a guardarlo en la ropa o el bolso; el �ltimo deb�a dejarlo en otra habitaci�n.


"Los resultados fueron impresionantes", evalu� Carr. "En ambos ex�menes, los individuos con el tel�fono a la vista obtuvieron los peores resultados, mientras que aquellos que dejaron su tel�fono en otra habitaci�n obtuvieron los mejores". Los que guardaron los tel�fonos en bolsillos o bolsos quedaron en el medio.

"A m�s proximidad del tel�fono, menor capacidad mental", sintetiz� el autor. Y, sin embargo, en entrevistas posteriores ninguno de los estudiantes dijo que hubiera percibido el tel�fono como una distracci�n, sino que en general ni siquiera hab�an pensado en �l. Pero se sabe que el simple acto de reprimir �conscientemente o no� el deseo de mirar la pantalla del m�vil puede debilitar el pensamiento.

En un art�culo publicado en la Revista de la Asociaci�n para la Investigaci�n del Consumidor, Ward y sus colegas escribieron que "la integraci�n de los smartphones en la vida cotidiana" parece causar "un drenaje mental" que puede disminuir las capacidades mentales m�s importantes, como "el aprendizaje, el razonamiento l�gico, el pensamiento abstracto, la resoluci�n de problemas y la creatividad".

Carr revel� que el desempe�o intelectual no es el �nico lesionado por los m�viles. "La sociabilidad y las relaciones tambi�n sufren", explic�, y cit� un estudio de la Universidad de Essex (Reino Unido), que solicit� a 142 participantes divididos en dos grupos �en uno, las personas llevaban sus tel�fonos; en el otro, no� que hablaran de a dos en privado durante 10 minutos.


A continuaci�n las personas hicieron pruebas de afinidad, confianza y empat�a. "Tan s�lo la presencia de los m�viles �publicaron los investigadores en la Revista sobre las Relaciones Sociales y Personales� inhibi� el desarrollo de la proximidad interpersonal y la confianza, y disminuy� el alcance de la empat�a y la comprensi�n entre los individuos".

Dado que la mente humana no es s�lo un sistema de pensamiento, sino tambi�n un sistema de percepci�n, "puede ser manipulada por fuerzas externas de las que ni siquiera somos conscientes", observ� Carr. Las advertencias sobre la influencia de los medios no son nuevas, pero lo que puede hacer la nueva tecnolog�a m�vil no tiene precedentes.


El tel�fono est� lleno de formas de informaci�n y funciones �tiles y de entretenimiento. "Act�a como lo que Ward llama "un est�mulo superior a lo normal", que puede "secuestrar" la atenci�n cuando es parte de nuestro entorno, algo que siempre es", public� el WSJ.

Si la popularizaci�n de internet trajo la promesa de una humanidad m�s inteligente, m�s informada, m�s razonadora, "hoy sabemos que no es tan simple", advirti� el autor. As� como el medio da forma al contenido del mensaje, "el modo en que se dise�a y se usa un dispositivo ejerce al menos tanta influencia sobre nuestras mentes como la informaci�n que el dispositivo ofrece".

Es decir que, por extra�o que parezca, es posible que la tecnolog�a reduzca el conocimiento y la comprensi�n de los seres humanos. Dos manifestaciones han llamado ya la atenci�n: la descarga de informaci�n (cada vez se recuerda menos, ya que todo se puede consultar en el m�vil) y la incapacidad para discriminar si la mente o el aparato generaron la informaci�n.

La iron�a, resalt� Carr, es que las cualidades m�s atractivas del celular son tambi�n las que pueden secuestrar las mentes. "Los fabricantes de tel�fonos, como Apple y Samsung, y los creadores de apps, como Facebook y Google, dise�an sus productos para que consuman tanto de nuestra atenci�n como puedan durante cada una de nuestras horas del d�a, y les agradecemos comprando millones de aparatos y descargando miles de millones de aplicaciones cada a�o".

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