Sandro de Carvalho reaparece; dice que cambió y que piensa retornar

22/10/2017 - 10:49:22
El Deber.- Desde un ambiente peque�o de la calle Delamaire, entre Siete de Septiembre y Maj. Gama, en el municipio brasile�o de Corumb�, parte del Estado de Mato Groso del Sur, sale una luz blanca intensa que ba�a la cuadra del sitio donde un hombre de casi dos metros de estatura, piel morena, cabello corto, voz ronca y cuerpo fornido, grita, gesticula, mueve los brazos y les pide a los poco m�s de 20 fieles, que atentos lo escuchan, no vivir con m�scaras porque Dios conoce su interior y a �l no se puede enga�ar.

El pastor cristiano que predica en nombre de Dios y que accedi� a entrevistarse con EL DEBER 12 a�os despu�s de su fuga del penal de Palmasola con otros 26 internos (en septiembre de 2005), es Sandro de Carvalho. El que fue l�der de la c�rcel a finales de la d�cada de los 90, que cay� preso en 1996 tratando de cruzar la frontera con droga, que fue declarado rebelde en el juicio por el crimen de la exfiscal M�nica von Borries, asesinada en febrero de 2004 con la explosi�n de un coche bomba, ahora afirma que Jes�s cambi� su vida y pide perd�n por el da�o que hubiera cometido cuando estuvo en libertad.

�Si hice da�o a alguien, lo hice porque no conoc�a a Dios�, asegura De Carvalho, que es el l�der de la congregaci�n cristiana Misi�n de Amor al Pr�ximo, que est� en un espacio de su vivienda, donde todos los d�as, a partir de las 19:30, la gente llega para escucharlo.

Pocas personas conocen el pasado de este hombre pr�fugo de las leyes en Bolivia, que se confiesa amigo de Marco Marino Diodato, con el que comparti� encierro algunos a�os en Palmasola y que ahora tambi�n es pr�fugo de la justicia. En marzo de 2006 a trav�s de los juzgadores Luis Jaime Cruz, Uby Su�rez y otros tres jueces ciudadanos, se conden� a 15 a�os de prisi�n a Ricardo Borba Mezquita y no encontraron suficientes pruebas para sentenciar a Javier Villanueva, el ciudadano espa�ol que denunci� torturas y extorsi�n.

De Carvalho suspira antes de hablar del pasado y, aunque pidi� no entrar en algunos detalles que �l considera no servir�n para ayudar a nadie, dice sin reparos que lo �nico que supo hacer en la vida fueron las cosas malas y que pese a intentar parar, continuaba metido en el mundo del ampa porque no ten�a ning�n otro conocimiento.

Prueba de esto, recuerda que luego de fugar de Palmasola en septiembre de 2005, volvi� a su pa�s y al poco tiempo comenz� a delinquir traficando con droga nuevamente, hasta que fue detenido por las autoridades y enviado a una prisi�n de Campo Grande para cumplir una pena de cinco a�os en 2007.
�Un d�a (estando preso) escuch� la palabra de Dios adentro del presidio, lo que cambi� mi vida totalmente�, reitera el hombre que est� casado con una cruce�a (Giovanna) y que tiene un hijo un adolescente de 14 a�os que naci� en el pa�s, razones por las que asegura quiere mucho a los bolivianos.

Joadel Bravo, uno de los fiscales que particip� del juicio en el que Sandro fue declarado rebelde, dijo que �l fue parte de la organizaci�n criminal que lider� Diodato y que las investigaciones de aquella vez no lo ubicaban en el lugar del �bombazo� contra Von Borries, aunque su fuga violenta dej� la duda de su inocencia.

El presidente del tribunal que lo declar� rebelde, Luis Jaime Cruz, coment� que ese fallo fue uno de los m�s complicados de su carrera como autoridad jur�dica y, al igual que Bravo, consider� que su fuga agrav� su situaci�n y aport� una carga negativa sobre su proceso, porque permiti� que las dudas que hab�a en torno a su participaci�n en la banda liderada por Diodato fueran corroboradas.

Para el exfiscal departamental, Jaime Soliz, que fue compa�ero de estudios de Von Borries, Sandro de Carvalho es culpable y aunque celebr� que hubiera decidido cambiar de vida, le pidi� que retorne al pa�s y que el proceso que fue parado con su fuga vuelva a ser reactivado.

�Solo Dios sabe cu�ndo volver�, yo estoy esperando que �l me diga para tomar esa decisi�n�, afirm� Sandro, que dijo no tener miedo de lo que pueda suceder con su retorno a Bolivia, ya que afirm� que �todo tiene su tiempo� y recalc�, reiteradamente, que �l nunca fue parte del crimen de la exfiscal Von Borries.

�Verdaderamente eso (la muerte de la fiscal) fue una cosa personal de Marino. La gente habla mucho de que nosotros participamos, que estuvimos, que esto y aquello, pero fue una cosa personal entre �l (Marino Diaodato) y ella (M�nica Von Borries), porque eso fue una cosa que le afect� a �l, no ten�a nada que ver con nosotros�, asegur� Carvalho y agreg� que �l puede hablar por �l y no por lo que habr�an hecho Borba y Villanueva.

El padre de la fiscal asesinada, Jorge Von Borries, dijo que el caso de su hija ha quedado en el limbo jur�dico, porque a�n hay pr�fugos que no recibieron una condena. �Mi hija est� muerta y nunca la voy a recuperar, mi familia ha quedado con un gran vac�o y los autores est�n vivos�, asegur� el magistrado durante el descubrimiento del busto de su hija en la Fiscal�a de Santa Cruz.

Fug� de la justicia

Sandro de Carvalho tiene presente el d�a en que fue parte de la fuga m�s violenta y numerosa del penal m�s poblado de Bolivia y uno de los m�s at�picos del mundo, Palmasola.

�Yo estaba con mi esposa, era d�a de visitas, un domingo. Me llamaron y me invitaron a participar de la fuga. Lo pens� varias veces, porque all� viv�a una vida buena, no me faltaba nada, ten�a privilegios, muchas cosas pasaron por mi cabeza, sobre todo mi familia. Pero tambi�n mir� la justicia, que con tanta cosas que prob� de que no estuve involucrado en el �bombazo� y que todo eso lo rompieron y me acusaron�, cuenta De Carvalho y recuerda que entonces acept� la invitaci�n de quienes organizaron la huida, le pidi� a su mujer salir de la c�rcel y se subi� al cami�n que tumb� el port�n del penal.

Luego, cuando ya estuvo fuera del encierro, Sandro grab� un video ayudado por la gente que lo conoc�a, lo hizo enviar a un canal local y ese mismo domingo cruz� la frontera hacia Brasil, para internarse por un buen tiempo lejos de su pasado, hasta que dos a�os despu�s volvi� a caer preso por traficar droga.

El ahora pastor, afirma que no ayud� en la fuga de su amigo Diodato, ya que cuenta que en ese tiempo �l se dedicaba a prestar dinero y que viv�a en una casa sobre la avenida Santos Dumont, entre el quinto y el sexto anillo.

Ahora De Carvalho es uno m�s de los buscados por las autoridades pa�s que ahora es parte del mosaico de los m�s de 100.000 habitantes que viven en este municipio fronterizo con Bolivia.