Como irte a vivir con tu pareja cambia tu vida sexual
27/10/2017 - 17:04:33
Infobae.- �Puede el ser humano seguir apare�ndose en cautividad?
Ir a vivir juntos. El paso en el que una pareja consolida su relaci�n. El momento en que reafirman su compromiso mutuo y proclaman a los cuatro vientos que lo suyo VA EN SERIO, cuando cruzan la l�nea que divide las noches locas y las noches de sof� viendo series y comprando jab�n de manos en l�nea.
�Pero como afecta la vida dom�stica a la sexualidad de una pareja? �Acaba diluy�ndose la tensi�n sexual en discusiones sobre qui�n vac�a el lavavajillas o en decisiones mundanas como la elecci�n del color de los rodapi�s? �Puede el ser humano seguir apare�ndose en cautividad?
Para averiguarlo, se lo preguntamos a varios espec�menes.
"Hab�a m�s sexo por compromiso"
La verdad es que fue muy raro. No es que fuera mejor ni peor, sino muy distinto. Quiz� baj� la frecuencia, pero la "calidad" aument�. Era del rollo: "estamos haciendo el amor en nuestro nidito". No tener compa�eros de piso implicaba que pod�amos hacerlo cuando quisi�ramos y donde quisi�ramos, sin miedo a que nadie nos pillara in fraganti. Por otro lado, al vivir juntos tampoco ten�amos que practicar sexo cada vez que dorm�amos en la misma cama, as� que nos sent�amos m�s c�modos con la parte no sexual de nuestra relaci�n. Tambi�n empezamos a experimentar m�s.
Por otro lado, las etapas dif�ciles se traduc�an claramente en la falta de sexo. Y tambi�n practic�bamos m�s sexo "por cumplir", lo cual era una basura.
Carla, 30 a�os
"Este �ltimo a�o hemos tenido una relaci�n abierta y no ha ido muy bien"
Creo que lo hicimos todo al rev�s, porque empezamos a vivir juntos antes incluso de salir como pareja. Yo me acababa de mudar a la ciudad. La idea era quedarme a dormir en su sof�, pero nos enrollamos y acabamos directamente en su habitaci�n. Al principio yo era muy joven e inmadura y est�bamos todo el d�a del rev�s, pero cuando superamos esa etapa, fue todo como un festival ininterrumpido de amor e intimidad.
Eso fue hace dos a�os. Los dos ten�amos horarios muy raros y casi no nos ve�amos, lo que gener� cierto resentimiento. Notas la ausencia, pero al vivir juntos nunca sientes la necesidad de hacer planes. Duermes en la misma cama que tu pareja y al final el sexo parece m�s una obligaci�n. Ahora que hemos evolucionado, nuestra vida sexual ha mejorado. Si nos acostamos es porque queremos, no por obligaci�n.
Adem�s, desde hace un a�o tenemos una relaci�n abierta y ha sido complicado. �l es del sur de Europa y muy rom�ntico, por lo que le cost� aceptarlo. Tuvimos que valorarlo todo de nuevo tomando un poco de distancia. Me siento m�s cercana a �l desde que dejamos de vivir juntos, hace solo dos semanas.
Davis, 24 a�os
"Teniendo en cuenta que yo soy profesora de yoga y �l contorsionista, �qu� posibilidad hay de que el sexo entre nosotros sea malo?"
Fue genial que pudiera venirse a vivir desde el principio porque pod�amos tener relaciones siempre que quer�amos y eso intensificaba la experiencia de vivir en pareja. No es que lo hici�ramos siete veces al d�a, como he o�do a algunos decir, pero yo estaba muy satisfecha con la frecuencia.
Los dos pas�bamos mucho tiempo fuera, por lo que los momentos que pas�bamos juntos eran especiales. Ahora estamos en una etapa en la que necesitamos m�s espacio, y creo que dejar de vivir juntos ha contribuido a nuestra relaci�n f�sica y emocional y ha fortalecido nuestra relaci�n.
Hemos tenido nuestros altibajos, pero hay buena comunicaci�n entre nosotros y siempre arreglamos las cosas. No considero que nunca hayamos tenido una vida sexual insatisfactoria. Teniendo en cuenta que yo soy profesora de yoga y �l contorsionista, �qu� posibilidad hay de que el sexo entre nosotros sea malo?
Paulo, 24 a�os
"Quer�a que tuvi�ramos relaci�n mientras ella nos miraba en el espejo"
Llevamos a�os con una relaci�n muy turbulenta, pero las cosas se fueron de madre cuando mi casero decidi� no renovarme el alquiler despu�s de tres a�os. Fue una bofetada de realidad: en Londres no hab�a nada que se acercara a las 450 libras que hab�a estado pagando en el otro piso. Fue entonces cuando se me ocurri� la brillante idea de formar una casa de parejas: tres habitaciones, tres parejas. �Soy o no soy un genio?
Vivimos los dos juntos varios a�os durante los cuales la relaci�n empeoraba por momentos. Desde el primer d�a, la convivencia no hizo m�s que reafirmar nuestros deseo de que el otro cambiara. El sexo ocurr�a cada vez con menos frecuencia, hasta el punto de que empec� a utilizar mi baja libido como arma: me negaba a acostarme con ella en momentos cruciales como manifestaci�n de mi enfado por otros motivos. La verdad es que fue una absoluta pesadilla.
Ella enseguida se dio cuenta de que yo me limitaba a hacer tiempo hasta que se acabara nuestro contrato de alquiler. La situaci�n nos estaba consumiendo emocionalmente. Se le ocurri� pasar un fin de semana en �msterdam para intentar avivar la llama, pero yo me cabre� m�s por que me hiciera gastar el dinero que no ten�a en un viaje que habr�a preferido hacer con gente que me cayera bien de verdad. Aquel fin de semana no hubo sexo.
Las cosas se pusieron muy feas despu�s de una noche bastante chunga en la que hab�a estado bebiendo mucho, me hab�a metido un par o tres de rayas y tir� una botella de vino por la ventana. Pas� los �ltimos meses del contrato de alquiler viviendo en el sof�.
El sexo entre nosotros (cuando ocurr�a) era siempre muy bueno, pero lo que m�s recuerdo son los encuentros que tuvimos despu�s de haberlo dejado. Fue entonces cuando empez� una etapa de sexo exhibicionista, sucio, a caballo entre la intimidaci�n y la complacencia. La �ltima etapa fue la mejor. Ella me llev� a su nuevo piso, mucho m�s bonito que el m�o, con un espejo de cuerpo entero en la pared de su habitaci�n.
Pese a que la convivencia fue un absoluto desastre, el recuerdo que siempre tendr� de ella es aquella imagen en el espejo que borraba de un plumazo el resentimiento, los juegos de poder y la desesperaci�n.
Jamie, 26 a�os
"Ahora podemos experimentar en nuestra propia casa"
Creo que nuestra vida sexual cambi� dr�sticamente desde el momento en que el espacio nos pertenec�a a ambos. Empez� a extenderse a otras partes, m�s all� del dormitorio: la cocina, el sal�n, la ducha, el sof� Odiaba su antiguo piso y, adem�s, viv�a con m�s gente, as� que ahora que tenemos nuestra propia casa, nos sentimos m�s c�modos para experimentar.
Como los dos viajamos mucho, cuando estamos juntos nuestra casa se convierte en nuestro espacio �ntimo. Cuando llegamos a casa todo es muy especial, es como fuera nuestro momento de conectar.
Jenny, 27 a�os
"T� tocas aqu�, yo toco all� y nos damos placer los dos"
Estuve cinco a�os saliendo con Giuliana. Durante seis meses mantuvimos una relaci�n a distancia, luego estuvimos un a�o y medio compartiendo una habitaci�n peque�a en un piso compartido y al final ya nos fuimos a vivir juntos.
Creo que al principio de todas las relaciones siempre hay mucho sexo. Luego depende de si viven juntos o no. Era la primera vez que viv�a con una chica y me gustaba observar la din�mica que ten�amos: durante la semana casi no pasaba nada y las ma�anas de los s�bados eran como la hora del sexo. Era un tiempo que nos dedic�bamos y durante el cual no est�bamos cansados, aunque acababa convirti�ndose en una rutina.
El sexo siempre ha sido bastante bueno, aunque se convirtiera en algo un poco rutinario, del estilo: "t� tocas aqu�, yo toco all� y nos damos placer los dos". Pero encontramos formas de innovar, como explorar pr�cticas t�ntricas. Hay que ser creativo y asegurarse de no dar por sentado nada de tu pareja.
Luego ella se march� de casa y empezamos a vernos muy poco. Por eso, cuando nos ve�amos, sent�amos la presi�n de querer pasarlo muy bien los d�as que estuvi�ramos juntos. Eso fue lo que origin� los problemas.
Stefan, 31
