Lo que no se dijo sobre la supuesta visita de Hitler a Tunja, Colombia
04/11/2017 - 11:08:11
El Espectador.- Los medios publicaron informaci�n de uno de los cuatro cables de la CIA sobre la historia del l�der alem�n en Colombia. Tambi�n nos equivocamos al atribuir la fuente de los documentos.
Hay cuatro documentos que hablan sobre el rumor de Hitler en Tunja. Biblioteca de la CIA
��Adolfo Hitler est� todav�a vivo� y en Colombia: documento de 1955 entre los archivos desclasificados de Kennedy�. Con ese t�tulo, Univisi�n fue el primer medio en espa�ol que public�, el pasado 29 de octubre, la noticia que promet�a convertirse en el �xito viral de la semana, y as� fue. Durante d�as, las notas sobre Hitler ocuparon el primer lugar entre las m�s le�das en los medios colombianos, ning�n peri�dico ni noticiero se resisti� al atractivo del cuarteto Hitler, CIA, Kennedy y Colombia, que adem�s ven�a acompa�ado por una versi�n digitalizada del documento de la CIA que lo probaba todo. Para m�s se�as, el documento tambi�n ten�a una foto en la que se ve a un hombre peinado de lado y con bigote, muy parecido a Hitler.
El documento de la CIA, que provoc� entrevistas con historiadores y cazadores de nazis, que despert� el debate sobre la influencia de Hitler en la arquitectura boyacense y que, adem�s, puso a medio mundo a pensar en el l�der alem�n en los termales de Paipa, comiendo tamal y longaniza, es real, existe. Se puede consultar en la biblioteca virtual de la CIA junto a otros tres documentos de los que nadie se tom� el trabajo de hablarnos.
En el primero de ellos, fechado el 11 de octubre del mismo a�o y firmado por Franklin D. Mallek, la estaci�n de la CIA en Bogot� se ofrece a investigar los hechos relacionados por David N. Brixnor en el documento que circul� esta semana en todos los medios. En �l, Brixnor cuenta que Philip Citro�n, un antiguo miembro de la SS transformado en empleado de una compa��a de correos holandesa, le cont� al agente Cimelodi-3 que hab�a tenido contacto con Hitler en Tunja, al menos una vez al mes, en medio de los viajes que su trabajo lo obligaba hacer a Venezuela.
El siguiente cable es del 17 de octubre y, esta vez, viene de Maracaibo. All�, George M. Warbis dice que las bases de la CIA en esa ciudad conocen la historia y la foto que Philip Citro�n tiene con Hitler. Tambi�n saben que el antiguo soldado alem�n vive en Venezuela con su hermano Fran�ois y que, adem�s, ambos son socios del Maracaibo Times, un peri�dico en ingl�s que por ese entonces circulaba en la ciudad porte�a. Para el remitente, la historia es claramente fantasiosa.
La historia de los cables termina el 4 de noviembre. Un mes despu�s del primer reporte sobre el tema, Franklin P. Holcomb se dirige al jefe de estaci�n en Caracas y al jefe de base en Maracaibo dici�ndoles que �el cuartel general no tiene objeciones en pasar esta informaci�n a Cirelia (el agente que la estaci�n bogotana ofreci� para llevar a cabo la investigaci�n en Colombia), pero creemos que esfuerzos enormes se podr�an gastar en este asunto con posibilidades remotas de establecer algo concreto. Por eso, nosotros sugerimos que abandonen el caso�. Tambi�n se a�ade una recomendaci�n para escribir Tunja en lugar de �Tunga� y para corregir el apellido del sospechoso, de Schrittelmayor a Schuttelmayor.
Los problemas con las noticias sobre Hitler en Tunja no terminan all�. Adem�s de publicar incompleta la informaci�n de la CIA, los documentos que hablan sobre el rumor difundido por Philip Citro�n no aparecen por ning�n lado entre los papeles liberados el 26 de octubre de este a�o sobre el asesinato de John F. Kennedy, un dato que muchos medios nos encargamos de reproducir y que, sin embargo, es falso.
�Por qu� el dato de la fuente no es un detalle menor?
El 22 de noviembre de 1963, el presidente de estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy (JFK), recibi� dos impactos de bala cuando se desplazaba a bordo de un carro convertible por las calles de Dallas. El presunto responsable, Lee Harvey Oswald, fue asesinado despu�s de su arresto, mientras era trasladado de prisi�n para ser interrogado y antes de ser llevado a un juicio que nunca lleg� y que, desde entonces, se convirti� en excusa para todo tipo de teor�as de conspiraci�n. La aparici�n de los documentos sobre Hitler en Tunja en el archivo de esa investigaci�n parec�a una de ellas.
La primera fuente de sospecha fue que el documento de la CIA est� fechado ocho a�os antes del asesinato de Kennedy. La segunda, vino despu�s de revisar los v�nculos que algunos medios pusieron en sus art�culos y en los que remit�an al archivo de JFK, en una p�gina espec�fica (la 19) y en la que s�lo aparec�an relacionados documentos del FBI. Ninguno de la CIA.
Seg�n Miram Keiman, de la oficina de comunicaciones de los National Archives, la entidad que recientemente puso a disposici�n del p�blico los nuevos documentos sobre JFK, la �nica forma de verificar si los cables sobre Hitler en Tunja estaban entre los archivos liberados, era revisar la base de datos en la que aparece indexado cada uno de los documentos desclasificados, una tarea que toma pocos minutos y en la que, despu�s de usar la fecha, el remitente y destinatario como criterios de b�squeda, no arroja ning�n resultado. Las comunicaciones de la CIA sobre Hitler en Tunja no est�n entre los documentos desclasificados, ni si quiera si uno se toma el trabajo de abrir los archivos uno por uno.
Algo sali� mal en cada una de las notas que pon�an al archivo de Kennedy en sus titulares y en las que, adem�s, lo citaban como fuente. Una negligencia que seguramente result� siendo afortunada para personas como el argentino Abel Basti, autor de Tras los pasos de Hitler, un libro publicado hace cuatro a�os y en el que se citan los cables de la CIA sobre Hitler en Tunja. La obra de Basti debi� recibir un empuj�n extra, pero la reflexi�n en las salas de redacci�n deber�a ser otra.
No Hemos Entendido Nada es el blog en el que David Salazar, antiguo editor de Etiqueta Negra y del medio digital Per�21, se dedica a investigar la industria de los medios. Tambi�n caza noticias falsas y cree que el error no fue peque�o: �los periodistas no inventamos informaci�n, hacemos referencia a la fuente de la que hemos tenido conocimiento, ya sea a trav�s de una entrevista o de la consulta con un archivo. Si no atribuimos correctamente la fuente de origen de la noticia, no estamos cumpliendo con nuestra labor m�s m�nima que es, por un lado, verificar la informaci�n y, por otro lado, atribuir de forma correcta su procedencia�.
��En qu� se diferencia esto de un video de gatitos, si el �nico objetivo es conseguir un clic y capturar la atenci�n del lector por un minuto o dos?�, pregunta Salazar quien, a pesar de admitir que los medios de comunicaci�n hacen parte de la industria del entretenimiento, no cree que por eso el periodismo deba renunciar a tener criterios rigurosos.
Es muy probable que los archivos de la CIA sobre Hitler en Tunja se hubieran vuelto virales sin necesidad de relacionarlos con el archivo de JFK. Haberlo hecho no s�lo fue deshonesto, sino irresponsable y tuvo consecuencias reales.
En el portal Infowars, muy popular entre la extrema derecha estadounidense, un reportero sali� al aire haciendo una lectura bastante literal de las notas de prensa: �Hitler est� vivo [�] mi gobierno me minti� premeditadamente durante toda mi vida�. El periodista hablaba indignado en el programa de Alex Jones que, con m�s de dos millones de seguidores en Youtube, es c�lebre por vociferar mensajes racistas y difundir noticias falsas como que Barack Obama no naci� en EE.UU. o que la masacre en la escuela primaria Sandy Hook, en 2012, es una farsa.
En ese mismo programa aparece como invitado Tim Kennedy, quien dentro de poco estrenar� un programa sobre Hitler en History Channel y tampoco dud� en decir que los documentos que hablan sobre Hitler en Colombia est�n en los archivos de JFK.
Personajes como Jones se fueron quedando con la credibilidad que perdieron los grandes medios de comunicaci�n estadounidenses, algo que les podr�a pasar, o ya les est� pasando, a los medios que descuidan el buen periodismo en medio de su carrera por los contenidos virales.
�Hoy en d�a, los medios digitales buscan es clics y para eso se aferran a contenido que no es otra cosa que noticias entre comillas�, dice Salazar, para quien el futuro no es halagador: �Al final tienes un ecosistema en el que da igual lo que los medios dicen porque nadie cree en lo que te venden como noticia�.
Est� claro que los medios pueden cometer errores, pasa todo el tiempo. El problema viene cuando reproducimos un error ad nauseam, cuando publicamos informaci�n falsa y sin verificar y cuando, para colmo de males, nuestro contenido defectuoso se vuelve viral. Para Salazar, las mec�nicas que permiten ese tipo de pr�cticas en las salas de redacci�n tienen que ver con una forma errada de pensar nuestra fuente de recursos: �el modelo de anuncios en la econom�a digital est� quebrado y lo �nico que estamos haciendo pele�ndonos por clics es abaratando a�n m�s el precio de la propaganda digital�.
