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Las sesiones locas en las que el gigante de la biología Sydney Brenner ayudó a sentar las bases de la era genética en la que vivimos




11/11/2017 - 11:04:54
BBC.- En 2002 el bi�logo sudafricano Sydney Brenner fue galardonado con el Premio Nobel de Fisiolog�a o Medicina por su trabajo sobre el desarrollo celular.

Brenner, que hoy tiene 90 a�os y sigue trabajando en Singapur, es uno de los padres de la biolog�a del desarrollo, un campo de investigaci�n que estudia los procesos mediante los cuales los organismos crecen y se desarrollan.

Sin embargo, antes de dedicarse a esta disciplina, el cient�fico fue uno de los pioneros de otra rama de la ciencia que revolucion� el siglo XX: la biolog�a molecular, cuyo fundamento es comprender la naturaleza de los genes.

Hoy todos entendemos los conceptos b�sicos de la gen�tica y no hay que ser un experto para poder hablar sobre temas como el ADN o la clonaci�n.

�C�mo funciona el ADN?

�Por qu� casi un 10% de tu ADN est� formado por restos de virus?

Pero las cosas eran muy distintas en los a�os 50, cuando Brenner comenz� a estudiar la composici�n y el funcionamiento de los genes. La biolog�a a�n no hab�a descubierto el origen molecular de todo y muchos de sus pares cre�an que el bi�logo estaba perdiendo el tiempo.

Brenner era un joven genio: a pesar de nacer en una familia pobre, con padres analfabetos, aprendi� solo a leer y para los 15 a�os ya hab�a obtenido una beca para asistir a la universidad en Johannesburgo.

En 1952, a los 25 a�os, gan� otra beca, esta vez para realizar un doctorado en gen�tica en la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.

Un a�o despu�s tuvo acceso a algo hist�rico, que le cambi� la vida: fue una de las primeras personas que pudo conocer el famoso modelo de "doble h�lice" de la estructura molecular del ADN -la materia de la que est�n hechos los genes- dise�ado por Francis Crick y Jim Watson, de la Universidad de Cambridge.

Ese modelo, publicado poco despu�s, fue un hito cient�fico y abri� las puerta a nuevas inc�gnitas: �c�mo se replican los genes? y �c�mo producen prote�nas, las mol�culas que forman c�lulas?

La invitaci�n especial que recibi� Brenner para tener la primicia de ese trabajo lo llev� a enfocarse de all� en m�s en resolver esas preguntas.

Adem�s marc� el inicio de una larga y fruct�fera relaci�n laboral con Francis Crick, que llevar�a a important�simos avances en el naciente campo de la biolog�a molecular.
"Sesiones locas"

Brenner se mud� a Cambridge a finales de 1956 y comenz� una colaboraci�n de 20 a�os con Crick, quien tambi�n fue honrado con el Premio Nobel de Fisiolog�a o Medicina en 1962.

Las 4 predicciones hechas hace 60 a�os por el cient�fico Francis Crick que la gen�tica actual demostr�

Durante una entrevista que dieron a la BBC en los a�os 80, los cient�ficos revelaron el m�todo poco ortodoxo de trabajo que adoptaron.

"Compartimos una oficina durante 20 a�os", cont� Crick. "(Sydney) sol�a estar en el laboratorio pero cuando ven�a me contaba lo que estaba haciendo o yo le contaba sobre algo que hab�a le�do y nos pon�amos a charlotear".

"La �nica regla que ten�amos era que pod�as decir cualquier cosa que te viniera a la mente. La mayor�a de estas conversaciones eran puras bober�as pero lo hac�amos porque de vez en alguno ten�a una idea a medias que el otro pod�a refinar", agreg� Brenner.

"Lo m�s importante era ser franco. Ser sincero sin ser maleducado. Pod�as decir algo que sonaba bastante agresivo pero la otra persona sab�a que era tu forma de mostrar desacuerdo", explic� Crick.

"Y por supuesto que el objetivo era atacar las ideas del otro porque deshacerse de las ideas falsas es lo m�s importante para desarrollar buenas ideas", se�al�.

"Creo que muchas de las buenas ideas que tuvimos fueron producidas durante estas sesiones absolutamente locas", revel� Brenner.
Sinergia

Fue durante una de estas "sesiones locas" que Brenner y Crick de pronto lograron entender c�mo los genes funcionan.

A esa altura ya se sab�a que los genes producen prote�nas usando mol�culas de �cido ribonucleico (ARN) y unas peque�as estructuras llamadas ribosomas, que forman parte de toda c�lula.


Un buen d�a, en abril de 1960, Brenner, Crick y otros colegas estaban teniendo uno de sus habituales charloteos sobre unos hallazgos recientes relacionados con el ARN y la posibilidad de que hubiera mol�culas desconocidas que funcionan como mensajeras entre los genes y las prote�nas.

De pronto, Brenner se ilumin�.

"Est�bamos sentados en mi habitaci�n y de pronto salt� y seg�n Francis aull�", rememor� Brenner hace poco durante una entrevista que concedi� al cient�fico e historiador de la Universidad de Manchester Matthew Cobb, para la BBC.

"Dije: �lo tengo�. Comenc� a hablar y Francis (Crick) comprendi� de inmediato".

El bi�logo franc�s Fran�ois Jacob, quien estuvo presente, describi� el momento en su autobiograf�a.

"Francis y Sydney comenzaron a gesticular, a discutir a todo lo que daba y muy agitados. Francis ten�a la cara roja, Sydney las cejas de punta. Los dos hablaban a la vez, casi gritando. Ambos tratando de anticipar al otro".

Los cient�ficos fueron los primeros en concluir que el mensajero que hac�a posible la producci�n de prote�na deb�a ser un tipo especial de ARN.
Experimentos "aterradores"

Habiendo alcanzado esta teor�a a trav�s de su peculiar sistema, Brenner y Crick tambi�n fueron poco ortodoxos a la hora de comprobar su hip�tesis.


Eso podemos concluir del un tanto peligroso experimento que idearon para confirmar su teor�a.

Lo dise�aron esa misma noche, durante una fiesta en casa de Crick.

El complicado experimento involucr� el uso de bacterias, virus e is�topos radiactivos.

Los cient�ficos quer�an demostrar que una forma de ARN que llamaron ARN mensajera llevaba un c�digo del gen al ribosoma, que "le�a" esa informaci�n y generaba la prote�na, siguiendo esas instrucciones.

Para comprobarlo, decidieron infectar una c�lula con un virus bacteriano y ver si el ARN creado a partir de esa infecci�n estaba presente en los ribosomas viejos, demostrando la teor�a de que funciona como mensajero.

La clave era poder distinguir los ribosomas viejos, creados antes de la infecci�n, de aquellos nuevos que ya estaban infectados desde el principio. Para esto usaron los is�topos radiactivos, que sirven para marcar las c�lulas.

A pesar de su peligrosidad, los cient�ficos no tomaron demasiados recaudos con estos materiales.

Seg�n Cobb, las t�cnicas que usaron fueron "bastante aterradoras" seg�n los par�metros actuales.
"A lo vaquero"

El propio Brenner revel� que una vez Fran�ois Jacob, quien particip� del trabajo, "le err� al tubo de probeta" cuando estaba colocando el material radiactivo y este cay� en una fuente de agua.


"Tuvimos que esconder el agua por unas semanas detr�s de la m�quina de Coca Cola", le confes� a Cobb, aclarando que despu�s de "un par de meses" la radiactividad desaparece sola.

El cient�fico tambi�n cont� que �l y los otros expertos retiraban los materiales de los tubos de probeta usando sus propias bocas para hacer succi�n.

"�Hab�a algo que evitara que se tragaran esos materiales por error?", le pregunt� -horrorizado- Cobb a Brenner, durante su reciente entrevista en Singapur.

"No hac�a falta, todo estaba etiquetado", le contest� muy tranquilo el premio Nobel, quien admiti�, no obstante, que el experimento se hizo "a lo vaquero".

As� y todo, sirvi� para comprobar la teor�a y mostr� que los ribosomas est�n inertes hasta que son "programados" por el ARN mensajero.
El club de las corbatas

Algunas de las an�cdotas que relata Brenner parecen salidas de la comedia de televisi�n "The Big Bang Theory", sobre un grupo de coloridos amigos cient�ficos.

Por ejemplo, la del "Club de corbatas ARN", un grupo creado por el f�sico estadounidense George Gamow para promover la investigaci�n de estas mol�culas.


El "club" ten�a solo 20 miembros: uno por cada uno de los 20 amino�cidos esenciales que son controlados por los genes y componen una prote�na.

Cada miembro ten�a su propia corbata identificadora, que mandaron a hacer especialmente a un sastre en Los �ngeles.

El grupo no se reun�a en persona pero todos estaban conectados y -en la era antes de la existencia del chat y el mail- se enviaban mensajes mutuamente para compartir nuevas ideas sobre el objetivo compartido: descifrar el c�digo gen�tico.

"�Sirvi� de algo el club?", le pregunt� Cobb a Brenner.

"Fue importante", le cont� el veterano. "Eran los primeros d�as de la biolog�a molecular y comenz� una tradici�n de intercambio de informaci�n".
Meta cumplida

Lo cierto es que todos estos m�todos poco ortodoxos cumplieron su funci�n. Entre 1960 y 1961 Brenner y Crick lograron no solo entender c�mo el ADN produce prote�na sino que tambi�n pudieron descifrar que hab�a tres "letras" en cada "palabra" del c�digo gen�tico.

Otros expertos en biolog�a molecular agregaron sus avances y fue as� como en, en muy poco tiempo, el ser humano logr� develar el misterioso c�digo gen�tico, abriendo una nueva era en la que vivimos hoy.

Tras esa revelaci�n, tanto Brenner como Crick decidieron dejar de lado la biolog�a molecular y dedicarse a estudiar el desarrollo de organismos vivos, aunque tomando caminos separados.

As� lleg� a su fin una de las sociedades cient�ficas m�s peculiares y m�s prol�ficas del siglo XX, que, entre risas y charloteos, cambi� el curso de la historia de la ciencia.

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