El drama de Luisito, el bebé de 10 meses que pesa 28 kilos
13/11/2017 - 17:05:06
Infobae.- Luis Manuel Gonz�les es casi como cualquier beb� de 10 meses; balbucea sus primeras palabras y quiere tocar todo, pero una dram�tica diferencia pone en riesgo su vida: pesa 28 kilos y su padre gana s�lo poco m�s de 200 d�lares al mes.
El caso de este beb�, que no exige comida constantemente como podr�a pensarse, forma parte del universo de ni�os con obesidad y diabetes infantil que M�xico encabeza a nivel mundial. Pero las causas de su excesivo peso son desconocidas.
Luisito naci� el 15 de diciembre de 2016 con un peso de 3,5 kilos y 52 cent�metros, casi lo mismo que su hermano Mario, de casi tres a�os, pero que a su lado se ve empeque�ecido. A los dos meses ya pesaba 10 kilos, y en los siguientes 8 meses aument� el doble.
"Cre�a que era porque yo ten�a buena leche en mis pechos", dice a la AFP su madre de 24 a�os, Isabel Pantoja, en la sala de su casa de cemento sin pintar del municipio de Tecom�n, estado de Colima, en la costa del Pac�fico.
Sus padres han abierto una p�gina en Facebook y una cuenta bancaria para recibir donaciones que les ayuden a financiar su atenci�n m�dica. Se turnan para llevarlo en una destartalada carriola al hospital para las cotidianas tomas de sangre.
Es demasiado doloroso ver c�mo "lastiman" sus brazos llenos de pliegues cuando las enfermeras lo picotean hasta encontrar sus venas, comenta su padre Mario Gonzales.
La angustia de sus progenitores se acentu� cuando un pediatra les dijo que quiz�s necesitar� inyecciones de hormonas de unos 555 d�lares cada una, aunque a pesar de varios estudios a�n se desconoce qu� padece.
Una de las principales teor�as es que podr�a tener S�ndrome de Prader-Willi, que deja a los ni�os sin regulador de saciedad, provoca retraso mental, "m�sculos de gelatina" sin fuerza, problemas card�acos y afecta el desarrollo de �rganos sexuales.
"En el transcurso del primer mes (de vida) nosotros ya estuvimos viendo pues que el ni�o estaba dejando muy pronto su ropa, ya ten�amos que ponerle (talla) de 2, 3 a�os y cuando cumpli� sus dos meses yo lo llev� a su primera vacuna y ya pesaba alrededor de 9 a 10 kilos", relata casi quej�ndose Pantoja, que no deja de hacer mimos a Luisito.
Ese mismo d�a un pediatra orden� sus primeros estudios a los que siguieron muchos m�s. "Hay veces que lo tenemos que llevar hasta tres o cuatro veces por semana" al hospital de la capital estatal Colima, donde un d�a la carriola se venci�, cuenta Gonzales.
Para esta familia los paseos por su pueblo se acabaron. El beb�, que usa pa�al de adulto, se cansa mucho despu�s de estar media hora en la misma posici�n y se le tiene que cargar y caminar con �l, a�ade Gonzales que junto con Pantoja no pierde de vista al beb�.
Durante la entrevista con los padres, Luisito suelta carcajadas cuando le rozan con los dedos la planta de los pies al tiempo que avienta con fuerza la mano del bromista, explora con la boca cualquier objeto que le den y observa con curiosidad el equipo fotogr�fico y de video de los periodistas. En resumen, se comporta como cualquier beb� de su edad y aparentemente pasa muchas horas al d�a sin pedir comida.
Lo que no puede hacer, lamenta Pantoja, "es gatear, no puede caminar. No podemos traerlo en una andadera como a otro ni�o de 10 meses", pero fuera de eso "ya se sienta, ya sostiene su cabecita, ya trata de agarrar �l s�lo el biber�n", contin�a.
Su padre, un obrero fornido de una f�brica local de jugos, se�ala preocupado que su esposa "ya est� empezando a sentir efectos del peso del ni�o. Dice que cuando lo carga siente que algo se le mueve por dentro".
Hace un mes aproximadamente, los contact� Silvia Orozco, m�dico cirujano con maestr�a en Nutrici�n Cl�nica del centro Zone Diet M�xico, sistema creado por un bioqu�mico estadounidense. Se renov� la confianza en el futuro de Luis Manuel.
El beb� "tiene h�gado graso, pulm�n graso y coraz�n graso. Su vida corre mucho riesgo pero esperamos estar a tiempo de poder ayudarlo", coment� a la AFP Orozco v�a telef�nica, que espera resultados de las �ltimas muestras enviadas a Estados Unidos.
Espera que los an�lisis confirmen que no tiene el S�ndrome Prader-Willi y que su obesidad se deba a una "inflaci�n celular" provocada por falta de nutrientes anti inflamatorios que tuvo la madre durante el embarazo, provocando "un bajo funcionamiento tiroideo, bajo funcionamiento de sus gl�ndulas suprarrenales encargadas del metabolismo".
En ese caso el tratamiento ser�a hormonal, dice confiada Orozco sobre el diagn�stico del beb� que s�lo come f�rmula de leche baja en grasas, leche materna y papillas de vegetales y frutas.
