Muchos estadounidenses creen en fantasmas, ¿qué nos dicen sus historias?

16/11/2017 - 16:29:44
Infobae.- Lo vieron solo una vez. Eso fue antes de que Linda Roberts-Antinoro y su esposo, Mike Antinoro, se mudaran a la hist�rica casa de piedra rodeada de colinas y un pintoresco arroyo.

Cuando visitaron la propiedad de Maryland, en una ventosa tarde de enero de 1990, se quedaron mirando la casa, cerrada y vac�a, y notaron una figura sombr�a en la ventana, justo sobre la puerta principal.

Linda no dijo nada. Su esposo era un bombero de la ciudad de Nueva York, un tipo sensato. "Probablemente solo sean reflejos de los �rboles", se dijo a s� misma Linda. Pero entonces, Mike se volvi� hacia ella y perplejo le pregunt�: "�Acabas de ver algo en la ventana?". Ella sinti� un escalofr�o.

Durante los m�s de 25 a�os que vivieron all�, se acostumbraron al sonido ocasional de pasos cuando nadie estaba arriba o la inexplicable reubicaci�n de una vela de la repisa de la chimenea a otros rincones de la sala.

Y bueno, esa es toda la historia. Linda y Mike nunca m�s volvieron a ver al fantasma.

Hay cientos de pel�culas de terror y folclore sobrenatural, pero la verdad es bastante decepcionante porque muchas historias reales sobre fantasmas estadounidenses son solo un poquito� aburridas. Demasiado sutil o ambiguo como para convertirse en material de leyenda. Sin embargo, estos son los m�s omnipresentes: la mayor�a de nosotros conocemos a alguien que cree que alguna vez ha visto algo.

Alrededor del 45 por ciento de los estadounidenses cree en fantasmas, de acuerdo con una encuesta de 2013 realizada por The Huffington Post y YouGov. La investigaci�n de Pew muestra que el 18 por ciento de los adultos estadounidenses est�n convencidos de que han visto o han estado en presencia de un esp�ritu.

Colin Dickey, autor de Ghostland: An American History in Haunted Places, y su esposa organizan fiestas anuales de historias de fantasmas: "Todo el mundo es un poco esc�ptico, hasta que salen las primeras dos historias. Entonces todo el mundo parece tener una historia. Esa es la duradera popularidad de este g�nero, porque mucha gente tiene alg�n relato que no puede explicar del todo y no lo quiere descartar sin m�s".

Ashley Jones, una arborista de 28 a�os de Gaithersburg (Maryland), es una de ellas. La joven creci�, al igual que sus 15 primos, en la hist�rica granja de su abuela, en la costa este de Maryland.

Cuando era ni�a, a menudo, dorm�a en el sal�n principal de la granja. Ah� es donde se despert� en mitad de la noche y vio una figura blanquecina y trasl�cida de un hombre que pasaba a grandes zancadas junto a ella. Iba vestido con un uniforme y un sombrero de copa. En otra ocasi�n, se despert� para ver la misma aparici�n, esta vez acompa�ada de una mujer fantasmag�rica con un vestido largo. En ambas ocasiones, dice, se oblig� a cerrar los ojos y volver a dormirse, convencida de que deb�a tratarse de un sue�o.

"No quer�a que me vieran como la loca de la familia, as� que no se lo dije a nadie", comenta.

Pero las cosas segu�an sucediendo en aquella casa. Unos vagones de tren de Navidad que, de repente, empezaron a funcionar sin que nadie los encendiera, el sonido de las escaleras crujiendo cuando nadie caminaba por encima de ellas� Entonces, una de sus primas, que hab�a dormido en la misma habitaci�n, confes� una ma�ana que se hab�a despertado durante la noche y hab�a visto a un hombre p�lido y reluciente sentado en la sala y con un sombrero de copa.

"Se me hizo un nudo en el est�mago. No hab�a forma, sin que nadie supiera que lo hab�a visto, de que llevara el mismo atuendo", relato

Jones nunca supo la historia exacta de la granja de su difunta abuela, que se vendi� el a�o pasado, ni tampoco sab�a la identidad de los residentes que pudieron haber vivido all� hace mucho tiempo. Pero Dickey piensa que muchas historias de fantasmas son alimentadas finalmente por nuestra curiosidad sobre aquellos que nos han precedido y que esas apariciones revelan m�s acerca de las personas que lo que se percibe del fantasma en s� mismo.

Fay Hobbs Manthey siempre ha sabido que su casa, un apartamento en el tercer piso de un edificio hist�rico en North Fairfax Street en Old Town Alexandria (Virginia), fue en el escenario de una tragedia en 1879. Laura Schafer muri� all� el d�a de su boda, cuando las brasas de un fuego incendiaron su traje mientras se vest�a para la ceremonia. El edificio, propiedad de Manthey desde hace 15 a�os, es una parada popular en los tours locales de fantasmas.

Otros visitantes, y especialmente los inquilinos del espacio comercial de la planta baja, han informado sobre experiencias extra�as: ruidos, silbidos en el aire, calor y fr�o extremo�

Sin embargo, Manthey nunca ha sido testigo de nada.

"S� que es una corazonada porque s� la historia", explica ella.

Jennifer Cornell, que trabaja en el desarrollo de negocios en Orlando (Florida), tambi�n tiene la certeza de que el antiguo residente del bungal�, de los a�os veinte, en el que vive todav�a est� presente all�. Un vecino del otro lado de la calle le cont� todo acerca de Ella, la viuda anciana que vivi� y muri� en la casa a finales de la d�cada de los sesenta, e incluso le mostr� algunas fotograf�as.

Eso ayud� a Cornell a dar sentido a ciertos fen�menos inexplicables en la antigua casa de Ella. Cornell, una vez, vio como una toalla de ba�o se columpiaba violentamente de un gancho "pero no hab�a ninguna corriente en la casa". Sus perros, a veces, caminaban y miraban en un cuarto trasero vac�o, como si estuvieran mirando a alguien. Las luces se apagaban ocasionalmente sin motivo aparente.

Pero Cornell encontr� todo esto extra�amente reconfortante: "Siempre me he sentido protegida aqu�". Ahora, la casa se ha vendido y pronto ser� demolida. Cornell est� pensando en mudarse a Nueva York. "Ya le dije a Ella que puede venirse conmigo si as� lo desea", bromea.