Qué pasó cuando Lady Chatterley buscó un amante en Tinder
20/11/2017 - 12:48:59
BBC.- Cuando la apasionada hero�na de la famosa novela de 1928 de D.H. Lawrence, "El amante de Lady Chatterley" busc� un romance, lo encontr� con su guardabosque.
Noventa a�os despu�s, Lady Chatterley recurri� a la aplicaci�n de citas Tinder, con la ayuda de la artista Libby Heaney.
"Hay muchos peces buenos en el mar... tal vez", escribi� Lawrence en la novela.
"Pero las grandes masas parecen ser caballa o arenque, y si no eres caballa o arenque, es probable que encuentres muy pocos peces buenos en el mar".
En el libro, frustrada por Clifford, su marido herido en la guerra, impotente, Constanza Chatterley se arriesga a un esc�ndalo al embarcarse en una ardiente aventura con su guardabosques de la clase obrera Oliver Mellors.
Ahora, en el siglo XXI, la arist�crata recurri� a Tinder y ha estado coqueteando con hombres modernos.
Image caption El Tinderbot de Lady Chatterley convers� con hombres reales, usando frases del libro. (Foto cortes�a de Libby Heaney).
La presencia de Lady Chatterley en Tinder se dio gracias a Libby Heaney, quien cre� un perfil para el personaje y program� un bot (un programa inform�tico) para que chateara con hombres de verdad, utilizando solo frases del libro.
Cre� tambi�n perfiles para Clifford y Mellors.
Despu�s de alrededor de 800 conversaciones con hombres en busca de romance, los intercambios son parte de una obra llamada "El Tinderbot de Lady Chatterley", que est� expuesta en Reino Unido, en el centro de arte de Lowry en Salford.
Las frases de Lady Chatterley est�n en azul:
La forma en que interactuamos
Heaney le cont� a la BBC que quiso en explorar "c�mo Tinder cambia la forma en que la que interactuamos y cambia nuestros puntos de vista sobre las citas, el amor, las relaciones y el sexo".
Su bot autom�ticamente mov�a hacia la izquierda o la derecha en el perfil de una persona -para escoger hombres que le podr�an interesar- y mantuvo conversaciones usando el di�logo original del personaje.
"Como Lady Chatterley est� repitiendo el mismo tipo de conversaciones, siempre encontrar�s a algunas personas que solo piden sexo, otras que est�n realmente solas, que parecen agradables, y algunas que se confunden con todo", dijo Heaney.
Algunos usuarios de Tinder incluso averiguaron de d�nde proven�an las l�neas y respondieron usando sus propias citas.
Heaney us� una foto suya en perfil de Lady Chatterley y la foto de su novio para Clifford y Mellors.
Los Tinderbots usaron un algoritmo para analizar el mensaje del humano y decidir qu� cita enviar en respuesta.
"Si suena m�s positivo, el bot responder� usando un mensaje m�s positivo", explica Heaney. "Y si es m�s negativo, responder� usando un mensaje m�s negativo, pero todo tomado del libro".
El libro se hizo famoso por su lenguaje y fue prohibido en Reino Unido hasta que un juicio por obscenidad autoriz� su publicaci�n en 1960. Algunas de las l�neas de chat usadas por los robots inclu�an lenguaje expl�cito.
Heaney se�ala que hubo otras consideraciones. El robot solo le enviaba un m�ximo de tres mensajes a una persona para evitar que se ilusionaran en vano.
"La persona pod�a seguir respondiendo despu�s de eso. Algunas respondieron 10 veces despu�s de que se suspend�a la conversaci�n. Obviamente, realmente les gustaba ella".
La artista dice que lo hizo como una reflexi�n sobre cu�n bueno es que automaticemos partes de nuestras vidas, y si eso podr�a extenderse a cosas que consideramos muy personales, como enamorarse.
"En t�rminos de pensar para el futuro y c�mo estamos automatizando diferentes aspectos de nuestras vidas, realmente hay una fuerte sensaci�n de que estamos yendo demasiado lejos, estamos tratando de automatizar nuestras vidas amorosas", dice.
El software que ella us� estaba disponible para todos.
"Plantea interrogantes sobre el hecho de que quiz�s en alg�n momento todos lleguemos a tener un robot que act�e en nuestro nombre".
"Podr�a llegar a haber una Libby virtual que hable en Tinder con otra persona virtual y solo si los bots llegan a enamorarse, te plantees hablar con �l en la vida real".
"As� que la idea es preguntarse hasta qu� punto la automatizaci�n digital se est� colando en asuntos que uno considera que son muy, muy humanos".
