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El programa que enseña cómo identificar señales de violación




27/12/2017 - 17:04:46
Infobae.- La profesora Charlene Senn cre� un programa para ayudar a las mujeres a defenderse de sus atacantes, pero algunos detractores dicen que responsabiliza a las v�ctimas del ataque sexual.

Charlene Senn, profesora de la Universidad de Windsor en Canad�, ha investigado la violencia contra las mujeres desde hace d�cadas. Para principios de los 2000, su trabajo la llev� a comprender un dato inquietante: seguimos sin saber c�mo disminuir las tasas de violaci�n y abuso sexual en los campus universitarios.

A ra�z de esto, Senn desarroll� un programa de intervenci�n para que las mujeres se defiendan de los atacantes. "Quer�a hacer algo que mejorara el panorama de las mujeres, ya que cuando salen se enfrentan a hombres que intentan coercionarlas sexualmente o abusar de ellas", Senn explica a Broadly por tel�fono.

Si bien es com�n escuchar que la soluci�n a la crisis de violaciones en las universidades es "ense�ar a los hombres a no violar", Senn dice que no es tan f�cil. En primer lugar, �c�mo se logra eso? Ahora mismo, casi todas las preparatorias y universidades tienen programas activos contra el abuso sexual que se enfocan en crear conciencia sobre la violencia sexual, reiterando sus da�os y desmintiendo los mitos sobre violaciones. En una cr�tica sobre este tipo de programas publicada en 2014, el CDC (Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos) descubri� que estos m�todos no funcionan.

Para demostrar la importancia de crear pol�ticas con bases cient�ficas, Senn menciona los programas de inducci�n de empat�a que fueron desarrollados a finales de los 90, enfocados en desalentar a los agresores masculinos. �stos operan bajo la teor�a de que los violadores no sienten empat�a por sus v�ctimas y dise�aron intervenciones para mejorarla, por ejemplo: hacer que los hombres escucharan historias de sobrevivientes.

"Realmente cre�amos que era un intento prometedor, pero cuando se evaluaron estos programas result� que generaban efectos contrarios", dice Senn. "Hay muchos estudios que demuestran que este tipo de programas aumentaron la coerci�n masculina despu�s de haber participado".

Adem�s, aunque se ha demostrado que los programas para testigos reducen potencialmente las agresiones sexuales, en muchos casos de violaci�n, no hay nadie m�s presente.

Frente a esta evidencia desalentadora, Senn quer�a hacer algo que ofreciera a las mujeres las herramientas y la confianza para sortear situaciones represivas hasta que haya manera de ense�arles a los hombres a no violar. En 2001, se encontr� con el trabajo de Patricia Rozee y Mary Koss, quienes hab�an esbozado un m�todo basado en la investigaci�n de un programa de agresiones sexuales que ayuda a las mujeres a identificar conductas previas a la violaci�n y adquirir habilidades pr�cticas de resistencia. En 2003, puso este programa en acci�n.

"En nuestra investigaci�n, muchas sobrevivientes dijeron que sab�an que algo andaba mal, pero no sab�an si estaban exagerando", dice Senn. "Varias investigaciones han demostrado que es muy dif�cil darse cuenta de que una persona intenta lastimarte antes de que ocurra la agresi�n".

La primera unidad del programa, Eval�a, y la segunda, Reconoce, tienen como objetivo hacer que las mujeres reduzcan este reconocimiento atrasado, especialmente cuando se trata de personas conocidas. (El programa est� adaptado espec�ficamente a casos de abuso perpetrados por conocidos, porque m�s del 70 por ciento de los sobrevivientes de violaci�n conocen a sus atacantes.)

La tercera unidad del programa, Act�a, ense�a a las mujeres a ejercer una defensa pr�ctica con la cual se sientan c�modas, a diferencia de las t�cnicas de defensa personal militarizadas dise�adas para extra�os. (Las t�cticas de defensa personal que aprenden las mujeres, dice Senn, son "acciones que las mujeres jam�s usar�an en contra de hombres que les gustan, aman, conocen o que vayan a ver al d�a siguiente".)

�Muchas investigaciones han demostrado que es muy dif�cil realmente darse cuenta de que una persona intenta lastimarte antes de que ocurra la agresi�n�

En 2015, Senn public� un estudio sobre la efectividad del programa educativo de resistencia contra las agresiones sexuales en tres etapas. Alrededor de 900 estudiantes participaron, de las cuales 451 tuvieron que asistir a participar en un curso de prevenci�n de la violaci�n de 12 horas (El grupo control ten�a acceso a folletos contra las agresiones sexuales disponibles en los campus de tres universidades canadienses donde se condujo el experimento.)

Seg�n sus descubrimientos, un a�o despu�s, cinco por ciento de las mujeres que hab�an recibido el entrenamiento de resistencia reportaron haber sido violadas, mientras que la tasa del grupo control hab�a sido 10 por ciento. En otras palabras, el programa hab�a reducido a la mitad el riesgo de que las participantes resultara violadas.

Senn dice que una parte crucial del �xito del programa es que le ense�a a las mujeres a confiar en sus instintos. "Las mujeres est�n formadas para querer confiar, para no da�ar los sentimientos o cuerpos de los dem�s. Estos rasgos no son universales, pero son muy comunes", dice Senn. "Y esta socializaci�n es un obst�culo para la resistencia".

Nos ilustra con el siguiente escenario como ejemplo: una mujer abre la puerta al novio de su compa�era y le dice que su novia no est� en casa, pero �l insiste en entrar de todas maneras. Es algo muy extra�o para ella, pero se siente insegura. El hombre entra y empieza a actuar de una forma profundamente inc�moda; a�n as�, piensa en que si causa una escena su roommate estar� molesta y prefiere ser razonable con el novio en lugar de apartarlo.

"Ahora bien, esas reacciones son completamente normales en una situaci�n que deber�a ser segura �tu propio departamento� y las provocan una persona que nunca esperar�as, una persona que conoc�as e incluso confiabas en ella", explica Senn. "Pero esas reacciones muy normales retrasan el reconocimiento del peligro y tambi�n retrasan tu capacidad de reacci�n".

Senn no s�lo quiere ense�ar a las mujeres a ser firmes acerca de sus propios l�mites, sino que tambi�n espera que puedan establecer estos l�mites bajo sus propios t�rminos. Uno de los ejercicios del programa se llama "con qui�n lo har�as", en el que se anima a las mujeres a pensar qu� actividades sexuales no querr�an practicar, cu�les s� y qu� tan bien tendr�an que conocer a alguien antes de acceder a algo m�s.

Senn dice que la mayor�a de las j�venes que han participado en el programa expresaron que nunca hab�an pensando en lo que realmente esperaban del sexo. Estas chicas le dijeron que no pensaron en su comodidad o malestar durante ciertas actividades sexuales adem�s del calor del momento, o cuando un compa�ero les suger�a cualquier variaci�n. "Estoy feliz de que el programa brinde ese espacio para que las mujeres reflexionen en serio sobre sus propios deseos", dice.

Aunque el m�todo cuenta con evidencias de respaldo, el enfoque de Senn ha causado controversia. Algunos detractores feministas argumentan que este tipo de perspectiva s�lo redirige el crimen, en lugar de reducirlo. "Las violaciones son perpetradas por un peque�o porcentaje de hombres que saben lo que hacen y a qui�n violar una y otra vez; s�lo van a encontrar otra v�ctima", dijo Jaclyn Friedman, importante educadora sexual y activista, a The Guardian. "As� que, s�lo porque estas chicas [entrenadas] sean menos propensas a ser atacadas, no significa que haya menos violaciones en los campus� Esto no es prevenci�n de la violaci�n, es protecci�n contra la violaci�n".

El programa tambi�n ha sido criticado por cargar la responsabilidad de la prevenci�n de una agresi�n sexual sobre las v�ctimas. La creencia convencional en muchos c�rculos feministas sostiene que responsabilizar a las mujeres para luchar contra sus atacantes es una extensi�n retr�grada e insidiosa de una cultura que culpabiliza a las v�ctimas, que les dice c�mo vestir a las mujeres y formas de evitar el abuso sexual. Pero Senn diferencia el programa de otros m�todos que dicen, por ejemplo, que las mujeres deben cuidar su ingesta de alcohol. "Creo que algunas cr�ticas son resultado de una generalizaci�n y preocupaci�n excesivas al haber tantos programas fallidos dirigidos a las mujeres", afirm�. "La gente piensa que debido a que nos dirigimos a las mujeres debe entrar dentro de la misma clasificaci�n".

�Este programa deja en claro que nada de lo que hagas o dejes de hacer detendr� a un hombre de haber sido una persona dispuesta a comportarse de esa manera�

Ella subraya que no se trata de culpar o responsabilizar a los sobrevivientes de violaci�n para prevenirla antes de que ocurra, ni est� destinado a ser la respuesta a la cultura de la violaci�n. Es s�lo una herramienta, entre otras, como la educaci�n de testigos, las pol�ticas escolares para tomar en serio las denuncias de agresi�n y los programas que trabajan para cambiar la actitud de la gente hacia las mujeres.

"Este programa deja en claro que nada de lo que hagas o dejes de hacer detendr� a un hombre de haber sido una persona dispuesta a comportarse de esa manera", dice Senn. "Estas simples habilidades que pueden ayudar a reducir la gravedad de la violencia son para ayudarte a salir del problema m�s r�pido".

El seminario se prepara de acuerdo al aporte que pueden ofrecer las mujeres asistentes y tambi�n se planea teniendo en mente a las sobrevivientes. "Las mujeres que han sido v�ctimas corren mayor riesgo de sufrir nuevamente un episodio de violencia, por lo que es realmente importante que este tipo de programas sean un ambiente acogedor para las sobrevivientes tambi�n", explica Senn.

Le pregunto a Senn qu� tipo de retroalimentaci�n ha recibido el programa por parte de sus asistentes. "Una sobreviviente", responde, "me dijo que el programa le hab�a devuelto su libertad".

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