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La escandalosa y breve vida de la mexicana que enamoró a Gary Cooper y se casó con Tarzán




03/02/2018 - 15:13:40
Infobae.- Hubo una �poca en Hollywood en que los latinos dominaron las pantallas, cuando "la discriminaci�n no era tan atroz y pod�an acceder al �xito y mantenerse", dice Gabriel Ram�rez, especialista en cine y autor del libro "Lupe V�lez, la mexicana que escup�a fuego".

Antes que Dolores del R�o, ella fue la primera mexicana que triunf� en el cine estadounidense, al lado de figuras como el espa�ol Antonio Moreno y Ram�n Novaro, el primer mexicano que trabaj� y alcanz� el �xito en Hollywood. Pero desde la pasarela del cine mexicano, su estatura ha quedado corta al lado de la diva que comparti� con ella �poca en la industria hollywoodense.

"Muri� muy joven, a los 36 a�os, y no alcanz� la llamada �poca de Oro del cine mexicano", dice Ram�rez. Del R�o, en cambio, luego de su fracasado romance con Orson Wells, regres� a su pa�s y aqu� remont� la altura que hab�a perdido en Estados Unidos.

Pero en Hollywood V�lez era una verdadera estrella. Hab�a llegado a los 17 a�os a Texas para bailar en espect�culos de variedades y all� la descubri� Richard Bennet, un hombre bien conocido en los escenarios teatrales y padre de las actrices Constance y Joan Bennet quien qued� impresionado con ella y le ofreci� un papel en la obra La Paloma, que al final no pudo protagonizar. Pero en adelante su carrera despeg� a partir de un peque�o papel como extra que consigui� en un filme llamado Sailors, Beware!, protagonizado por El Gordo y El Flaco. Con ellos particip� en otras cintas de la mano de Hal Roach. Pero su salto definitivo ocurri� al filmar con Douglas Fairbanks la pel�cula El Gaucho, donde qued� demostrada su brava naturaleza.

Una an�cdota narra que Fairbanks, durante el casting para la pel�cula, le pidi�: "Qu�tate los zapatos". Ella, soberbia, le contest�: "�Para qu�? Eso no es necesario". �l insisti� y ella comenz� a insultarlo en espa�ol. "Ese es el tipo de mujer que quiero, est�s contratada", le dijo.

A partir de ese momento, tuvo un r�pido despegue a la fama, impulsado por su talento, su belleza, su explosivo temperamento y sus esc�ndalos sentimentales, escribe Mois�s V�squez en el libro "Lupe V�lez: a medio siglo de ausencia".


En la pel�cula "Forever Lupe V�lez", el director mexicano Juan Luis Caballero intent� rescatar el genio y la vida de la actriz. Para �l, Lupe era una mujer llena de sue�os, que quer�a triunfar, llegar a ser alguien. "Siento que le tuvieron mucha envidia", dijo en una entrevista,

La "bataclana" que se hizo estrella

Gabriel Ram�rez afirma que a Lupe V�lez el �xito le lleg� m�s r�pido y f�cil que a Dolores del R�o. Las dos fueron estrellas pero de distintos firmamentos, dice. Sobre todo porque las separaba un abismo de clase. Si Dolores era la arist�crata de familia rica, Lupe V�lez ten�a un origen popular. Era hija de un general de la revoluci�n, hab�a estudiado apenas en un colegio de monjas y trabajado como empleada en una tienda de zapatos antes de convertirse en "bataclana", una especia de actriz de teatro de revista, que en su tiempo significaba "la antesala de la puter�a", dice su Ram�rez. "Todas ellas eran amantes de generalotes de la Revoluci�n".

A las dos divas mexicanas tambi�n las distingu�a su car�cter."Del R�o ten�a un aspecto recatado, "de mosquita muerta �dice Ram�rez�, aunque tambi�n era tremenda". Lupe V�lez, en cambio, "era un desmadre", afirma su bi�grafo. "Las leyendas que corr�an de ella eran tremendas: que no usaba ropa interior, que se alzaba las faldas todo el tiempo. Un desastre".

Incluso ten�a vetada su presencia en muchos lugares de Hollywood por sus esc�ndalos. "Con Lupe todo era una aventura y cuando la invitaban a una fiesta nunca sab�an c�mo iba a acabar y as� fue afinando su fama de escandalosa".

En sus pel�culas era una mujer "chistos�sima", divertida, y "yo creo que as� era en la vida real", imagina Ram�rez. "Hacia cosas inesperadas, nadie la pod�a controlar, pero al mismo tiempo ten�a esa faceta mexicana muy religiosa, creyente de la Virgen de Guadalupe".

En pocas palabras, no era una mujer discreta ni pudorosa. Y hay que imaginar lo que aquella mujer desparpajada despertaba en las buenas conciencias del Hollywood moralista de los a�os 20. A diferencia de Dolores del R�o, dice Ram�rez, Lupe era borracha, iba a peleas de box, hac�a esc�ndalos p�blicos� yo creo que nunca se cruzaron porque incluso iban a fiestas distintas.

Como muchos actores de la �poca, V�lez tambi�n estuvo en una lista "gris", m�s que negra, al fimar declaraciones y manifiestos de apoyo a los republicanos, durante la Guerra Civil espa�ola. "S� estaba clasificada en una lista sospechosa, pero nunca le afect� en realidad", dice Ram�rez.

Amores, celos y tragedias

De sus amores en Hollywood destacaron dos. Su relaci�n con Gary Cooper, de quien estuvo locamente enamorada �y �l de ella�, y su matrimonio con Johnny Weismuller, el famoso protagonista de Tarz�n.

Cooper fue su primer amor y con �l tuvo un romance de dos a�os acompa�ados de peleas, esc�ndalos y pasi�n. "Gary est� completamente controlado por Lupe", dijo Marlene Dietrich en una ocasi�n.

Los productores de Hollywood preocupado por el brillo emergente de Cooper, su estrella en ascenso, intervinieron para separarlos, aunque hay quienes dicen que tambi�n intervino la madre del actor, que no ve�a con buenos ojos la relaci�n con la actriz mexicana.


"A Cooper le encantaban las mujeres y estaba feliz con alguien como la V�lez, pero ni a los estudios ni a la mam� les gustaba esa relaci�n", dice Ram�rez. Con �l coincide el periodista mexicano Enrique Vidal, quien dijo en una ocasi�n: "Cooper ten�a un problema de mamitis aguda. La madre del actor siempre se opuso a ese noviazgo simplemente porque no le ca�a bien. Y Cooper era incapaz de llevarle la contraria".

Al final la madre y los productores ganaron la partida para separarlos. A Cooper lo mandan a Europa y a ella la hacen a un lado, dice Ram�rez.

Esta ruptura fue un terrible golpe que intent� olvidarle en su carrera cada vez m�s brillante, con la ayuda de los narc�ticos y el consuelo de los nuevos amantes. As� lleg� a su vida Johnny Weissmuller, el protagonista de Tarz�n, con quien se cas� en 1933. Durante los 6 a�os estuvieron juntos las escenas de celos se multiplicaron y en no pocas ocasiones acabaron en ara�azos, mordidas y golpes que marcaban el cuerpo de Weissmuller, oblig�ndolo a maquillarse de m�s para disimularlos.

Juan Luis Caballero, director de Forever Lupe V�lez considera que la actriz "ten�a mucho car�cter y se entregaba totalmente en el amor, pero tampoco se dejaba. La hac�an llorar, la decepcionaban, pero los cortaba porque ten�a mucha dignidad. Los mandaba por un tubo y no se dejaba, aunque se quedaba llorando horas o a�os".

Su final: una incognita

En el tr�nsito de su fracasado matrimonio con Weissmuller, Lupe V�lez comenz� una relaci�n con el actor mexicano Arturo de C�rdoba, durante la filmaci�n de la pel�cula "La Zandunga". El romance lo revel� ella a la prensa y desat� la ira de la esposa de C�rdova, quien se neg� a darle el divorcio.

Hay al final de esta historia un enredo de amores sobre el cual hay distintas versiones. Una dice que Lupe V�lez qued� embarazada y que Arturo de C�rdova le propuso casarse con otro para evitar el escarnio. El elegido fue Harold Ramond, un extra de origen franc�s que, seg�n Fernando Mu�oz, bi�grafo de Arturo de C�rdoba, hab�a actuado en una que otra pel�cula con el mexicano.

Otra versi�n asegura que en realidad s� hubo una relaci�n entre Lupe y Ramond y que �ste en realidad era el padre del hijo que esperaba. Hab�an acordado la boda, pero el actor tuvo dudas. Discutieron y la indecisi�n de �l llev� a Lupe a romper la relaci�n, aunque en la prensa, tras el funeral, Ramond asegur� que nunca se neg� a casarse. Incluso dicen que la depresi�n que la empuj� al sucidi� ocurri� porque encontr� a los dos hombre �De C�rdoba y Ramond� en la cama.

En cualquier caso, Lupe V�lez acab� con su vida el 13 de diciembre de 1944. Antes organiz� una cena mexicana, mont� en su habitaci�n un santuario con velas, flores y se trag� de un tir�n 64 pastillas de seconal.

Pero hay otra historia. En uno de los cap�tulos de Hollywood Babylon, un best seller de los a�os 50, Kenneth Anger sosten�a que en realidad hab�an encontrado a Lupe en el cuarto de ba�o, adonde habr�a llegado para vomitar las pastillas, arrepentida de lo que hab�a hecho. Pero los testimonios de los polic�as y el de su secretaria nunca variaron: la hab�an hallado sobre la cama y as� ha queda escrito su final, bajo un velo de inc�gnita.

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