Familia que perdió a 8 miembros está en la mira de la Policía
18/02/2018 - 10:15:44
P�gina siete.- Ocho miembros de la familia Guti�rrez fallecieron el s�bado 10 de febrero, durante la Entrada del Carnaval de Oruro, en la explosi�n que se produjo en el puesto de venta de su abuela Ana. Despu�s de la segunda detonaci�n del martes, cuatro deudos de la matriarca fallecida est�n en la mira de la Polic�a.
�La familia est� de duelo y encima de la pena que tenemos por la muerte de nuestros familiares, la Polic�a no ha tenido consideraci�n. No da respuestas, ahora han tra�do a mis sobrinos de forma brusca como investigados�, dice Isaid Costas Balderrama, uno de los familiares.
En la intersecci�n de las calles Bacovik y Ej�rcito de la ciudad de Oruro un carro de comida permanece de pie en medio de un mont�n de escombros. Cubiertos de tierra, trozos de pl�stico, vidrio y madera est�n regados a 50 metros a la redonda.
Ah�, en medio del desastre, hace ocho d�as do�a Ana Fern�ndez de Guti�rrez -de 71 a�os- instal� su puesto de venta de chicharr�n. Acompa�ada de sus hijos y nietos atend�a a los clientes sin tiempo ni espacio.
Su jornada parec�a igual a la que cumpl�a cada Carnaval desde hace 30 a�os. Cerca las 18:30 una explosi�n seg� su vida.
Los primeros informes policiales aseguraban que el estallido se hab�a producido por la ca�da de aceite caliente en la manguera de una garrafa, que habr�a provocado una fuga de gas. Pero, despu�s de la segunda detonaci�n del martes, que dej� cuatro muertos, esa conjetura no es la �nica.
El jueves, cuatro miembros de la familia Guti�rrez fueron detenidos. La Polic�a los puso en la mira porque estuvieron a una cuadra de la segunda explosi�n, la del martes de ch�alla.
�Pr�cticamente ha sido un allanamiento de la Polic�a a la casa de una familiar. Han tra�do a mis dos sobrinos por la fuerza. Mis otras dos sobrinas han venido por cuenta propia pero amedrentadas�, comenta Isaid.
Los cuatro detenidos son parte de la parentela Guti�rrez. Tres (dos mujeres y un var�n) son hijos de Vicenta Guti�rrez, hija de do�a Ana, quien falleci� tambi�n en la explosi�n del s�bado. El cuarto aprehendido es esposo de una de las nietas.
�Qu� hac�an los Guti�rrez cerca al segundo suceso? �Quer�amos respuestas�, dicen. Tres d�as despu�s de la explosi�n del s�bado, las investigaciones avanzaban muy lentamente y hab�a quienes inculpaban a do�a Ana acus�ndola de no manejar correctamente sus enseres de cocina.
La tarde del martes, varios miembros de los familiares decidieron ir al lugar de los hechos, donde el comandante departamental de la Polic�a de Oruro dirig�a la investigaci�n. �Quer�amos que nos escuche, que reciba los videos donde se ve entera la garrafa de la abuela y decirle que hab�a gremiales que hab�an visto incidentes previos. Pero el comandante nos ha dicho que no entorpezcamos y que les dejemos trabajar�, relata Costas.
Vicenta, hija de do�a Ana, se cas� dos veces. Una rama de sus hijos apellidan Balderrama Guti�rrez y tres de ellos se quedaron ese martes -junto a t�os y primos- a �vigilar� el trabajo de los peritos. Un grupo de gremiales lleg� a acompa�arles y darles un dinero recolectado tras la tragedia.
En ese momento se produjo la segunda explosi�n. Isaid fue golpeado por las hondas expansivas y como todos los que estaban ah�, corri� lo m�s lejos que pudo. Cuando recobr� la calma se dio cuenta que sus sobrinos hab�an desaparecido.
��Por qu� nos hacen esto? �Por qu� cuando nosotros estamos ah�? Tal vez es algo contra la familia�, fue la primera reacci�n. Sin embargo, coinciden los Guti�rrez que no tienen enemigos y que como familia �son muy unidos�.
El jueves, mientras era conducido a los laboratorios forenses, Denis B. G. indic� que lo trasladaron enmanillado mientras le dec�an que su cu�ado �ya hab�a hablado en su contra�. �Quer�an que confiese algo que no hice, nos quieren culpar a los dolientes. �C�mo voy a lastimar a mi propia familia?�, afirmaba.
Despu�s de hacer las pruebas de absorci�n at�mica, los investigados fueron liberados. �Ante un llamado deben presentarse�, les advirti� la Polic�a.
Con la incertidumbre a cuestas, la familia Guti�rrez prepara la misa de ocho d�as para despedir a sus muertos.
