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Cristiano Ronaldo: las increíbles anécdotas de un crack que se construyó a sí mismo




22/02/2018 - 12:25:35
Infobae.- Obsesivo, meticuloso, determinado y eterno adolescente. Son distintos adjetivos para enmarcar al portugu�s Cristiano Ronaldo, un notable futbolista que muchos en el mundo discuten a�n si debe o no formar parte de la mesa de los elegidos en la historia del deporte masivo por excelencia, como Pel�, Diego Maradona, Johan Cruyff y Alfredo Di St�fano, y a la que ahora se sum� a Lionel Messi, con la misma cantidad de Balones de Oro y un promedio de gol muy parecido.

Jorge Valdano, quien lo conoce de cerca por haber sido secretario general del Real Madrid y porque desde el primer d�a persigui� su contrataci�n al Manchester United cuando tan solo contaba con dieciocho a�os, hizo una s�ntesis perfecta: "Cristiano representa un f�tbol modelo Siglo XXI. El superh�roe con condiciones futbol�sticas que parecen surgidas de un laboratorio. Desde su aspecto de androide, pasando por una gesticulaci�n m�s mec�nica que art�stica, hasta llegar a esa zancada, ese tiro y ese salto que tienen una potencia sobrenatural, todo en Ronaldo nos remite al futuro".

�C�mo lleg� a gestarse este fen�meno que puede llegar a competir mano a mano con un genio natural como Messi, y desde hace a�os incluso en su misma liga, la espa�ola? La de Cristiano Ronaldo es la historia de un hombre que se construy� a s� mismo, de absoluta autosuperaci�n.

Cristiano es de Madeira, una isla portuguesa de la costa oeste africana, cuya capital es Funchal. En Lisboa muchos suelen decir que los madeirenses "hablan raro" y otros, que directamente "son raros". Al estar en el cruce de caminos entre Europa, Am�rica y �frica, gener� que sus habitantes buscaran fortuna en los tres continentes y hay colonias de madeirenses especialmente en Sud�frica y Venezuela, que han llegado lejos, con mucho �xito, pero a su vez existe una gran desigualdad, con un alto porcentaje de gente que vive por debajo del umbral de la pobreza y una minor�a de ricos.

Madeira vive, en parte, del "turismo de la clase baja inglesa" y en ese contexto de pobreza fue criada la madre de Cristiano, Dolores Aveiro, quien debi� atravesar duros momentos en su vida para salir adelante.

Perdi� a su madre a los cinco a�os y tuvo que hacerse cargo de sus tres hermanos a los que tuvo que rescatar de un orfanato, recibi� palizas de su padre y su madrastra, con los que convivi� en una casa de doce personas, y hasta lleg� a pensar en acabar con su vida por tanta infelicidad.

Conoci� siendo adolescente a Jos� Dinis, un chico del barrio fino, atento, y su familia, acaso para quitarse otra boca para alimentar, les dio tres meses para casarse. Tuvieron dos hijos, Elma y Hugo antes de que Jos� tuviera que ir a la guerra a defender a Portugal ante la rebeli�n independentista de Angola, Guinea Bissay y Mozambique y, ya al volver, nunca m�s fue el mismo.

Aparec�a ensimismado, se dio a la bebida y naci� Katia, y cuando finalmente en febrero de 1985 naci� Cristiano, el m�dico le coment� a su madre Dolores "con un peso como este, est� para ser jugador de f�tbol".

Cristiano Ronaldo Dos Santos Aveiro no lleg� en un buen momento familiar. Con su padre ausente y su madre teniendo que trabajar todo el d�a, todo se complicaba. Dolores pens� entonces en abortar. Una vecina le dijo que bebiera cerveza negra hervida y luego corriera hasta desmayarse� pero no surti� efecto.

Todos recuerdan a Cristiano de ni�o con una pelota bajo el brazo, no haciendo caso a su hermana Katia a la hora de hacer la tarea escolar para dedicarse al f�tbol, y no fue de extra�ar que acabara en el club de la zona, el Andorinha, con tan solo ocho a�os. Era el club que frecuentaba su padre, que all� hac�a un poco de todo, tambi�n jugaban sus hermanos en categor�as mayores, y en el que el capit�n era su padrino, Fernando Barros Sousa.

Y aqu� comenz� una historia que ya se proyectar�a sin l�mites, porque uno de los grandes propulsores de Cristiano fue su madre Dolores, fan�tica del f�tbol y del Sporting y especialmente de Luis Figo (no casualmente otro n�mero siete), quien lo protegi� hasta de los reclamos de los maestros por las desatenciones del chico. Dolores sent�a que el f�tbol pod�a ser la tabla de salvaci�n de su hijo y comprendi� que hacia all� deb�a apuntar.

"Hijo, yo no te voy a dejar que un d�a me mires a la cara y me digas que no fuiste jugador por mi culpa. O por tu pap�. Por eso, lucha por tu sue�o", cuenta Cristiano que le dijo su madre en el documental La sonrisa de Ronaldo, de 2010.

A los diez a�os, Cristiano arrasaba en el Andoerinha y acab� siendo contratado por el mejor equipo de Madeira, Nacional, que pag� con dos equipaciones y veinte pelotas. Lo l�gico era que Cristiano recalara primero en el Mar�timo, que era el club de la zona.

Davide Gomes, uno de sus entrenadores de esa �poca, parece dar en el clavo: "Un chico normal con una familia estable, que pasa mucho tiempo en casa y que no falta a la escuela, tiene hora y media o dos horas de entrenamiento. Ronaldo ven�a con 10 a 12 horas por d�a".

No pasaron muchos meses y ya Sporting de Lisboa lo segu�a. Era claramente el mejor jugador de Madeira y entonces Joao Marques de Freitas, presidente de la pe�a del Sporting en Madeira, llam� al responsable de fichajes del club, Aurelio Pereira, quien hab�a contratado a Futre, Figo, Simao, Quaresma, Nani y Moutinho. Coincidi� que Nacional le deb�a al Sporting 25.000 euros por Franco, un jugador que no hizo carrera, y Cristiano viaj� solo a Lisboa.

Quienes lo probaron, cuando ten�a doce a�os, Cardoso y Silva, escribieron en el informe: "Jugador con un talento fuera de serie y t�cnicamente muy desarrollado. A destacar su capacidad de regate con movimiento o parado. Gran variedad de regates, buen�simo con los dos pies, sin miedo y atrevido".

Lo pusieron en el Sub 14 y, en el segundo entrenamiento, ya era l�der. Los directivos del Sporting viajaron entonces a Madeira para hablar con Dolores y le propusieron poner tutores al chico, ella ser�a consultada siempre y podr�a viajar a Lisboa tres veces al a�o, y la mensualidad se depositar�a en la cuenta familiar (en el primer a�o fueron 10.000 euros).

En el Sporting aprendi� lo que es la disciplina, el respeto por la autoridad, el trabajo como m�todo para alcanzar el �xito, el resultado como forma de medir.

Cristiano, siendo un adolescente temprano, estaba solo en Lisboa. Se tuvo que planchar su ropa, hacer la cama, lavarse su ropa. "Aprend� mucho, crec� como hombre". Ten�a doce a�os, cuando lleg� en 1997, y se fue con dieciocho, en 2003. En su arribo, en Sporting no hab�a ning�n chico menor de catorce.

Es en este tiempo, en plena adolescencia, cuando Cristiano comienza a construirse con m�s conciencia y en este sentido, es revelador lo que cuenta su ex compa�ero Hugo Pina en el monumental libro Cristiano Ronaldo, la biograf�a, del espa�ol Guillem Balagu�, a punto de llegar a Sudam�rica.

"Como madeirense, ten�a un portugu�s distinto y en su primer d�a en la escuela, lleg� tarde, lo mencionaron pronto, levant� la mano y cuando habl�, muchos chicos se rieron y �l se quer�a ir, se lo dijo a su madre y fue la primera crisis. Pero luego se fue ganando el respeto por su juego y porque siempre fue bromista. Y adem�s, sorprend�a por las cosas que hac�a, como tratar de correr tan r�pido como Thierry Henry, el jugador m�s veloz. "Denme dos semanas y ser� tan r�pido como �l"", dec�a.

En el equipo hab�a un brasile�o, Andr� Cruz, con una masa muscular enorme que levantaba pesas de 90 kilos, por lo que Cristiano dijo que levantar�a 95. Practic� y lo consigui�. En su habitaci�n hac�a abdominales y brazos todos los d�as. Era un fen�meno.

"Con catorce a�os, se levantaba a la noche en silencio para ir al gimnasio. Ten�a que saltar una valla y entrar por la ventana. Hac�a pesas y corr�a cuarenta minutos por la cinta. �Le tuvieron que poner candados al gimnasio! Una vez me llev� con �l de vacaciones a Madeira y sal�a a correr con pesas en los tobillos, en calles empinadas, con 35 grados de calor. O jugaba con pelotas imaginarias para, seg�n �l, ganar en velocidad de piernas", cont� Cruz.

Tambi�n siendo adolescente estuvo tres temporadas cobrando cinco euros por partido como alcanzapelotas en el Sporting (Gabriel Heinze, luego compa�ero suyo en el Manchester United, lo recuerda).

Tambi�n a los catorce a�os, en el Sporting le descubrieron una arritmia card�aca. Tuvo que suspender los entrenamientos y fue operado y, aunque Dolores pens� que pod�a ser el final de la carrera, la cirug�a fue sencilla. Volvi� a entrenarse tres meses m�s tarde. Tambi�n en ese tiempo, su hermano Hugo cay� en las drogas y luego volvi� a reincidir varias veces, y Cristiano se hizo cargo de las facturas, haciendo de padre de familia, e insisti� mucho a su hermano cuando �ste se negaba a entrar a una cl�nica de rehabilitaci�n. Hoy est� totalmente recuperado.

Al poco tiempo de su debut en Primera, el recordado crack espa�ol de los 60, Luis Su�rez, fue enviado por el Inter para verlo en un Belenenses-Sporting, como consejero del presidente Massimo Moratti. "Tenemos que ficharlo, ser� uno de los mejores del mundo", le dijo, a lo que el dirigente le pregunt� la edad (16) y respondi� "bah, nosotros fichamos figuras consagradas". "Cuesta 2 millones de d�lares, yo pongo uno de mi bolsillo", insisti� Su�rez.

El que s� tuvo ojo fue el empresario Jorge Mendes, de Gestifute, la agencia de representaci�n m�s grande del mundo. CR7 no ten�a 19 a�os y lo contrat� junto a Ricardo Quaresma y Hugo Viana. Viana termin� en el Newcastle, Quaresma en el Barcelona. Cristiano sigue definiendo a Mendes como "un padre para m�" tras reunirse con �l y con Dolores y convencerlos de los pasos futuros.

Los resultados llegar�an pronto. Tras un gran torneo sub-20 en Toulon, en el que Javier Mascherano fue considerado el mejor jugador del torneo, Francisco Roig, que se postulaba a la presidencia del Valencia, lo tent�, pero la oferta de seis millones m�s la ficha de Diego Alonso fue rechazada. Tambi�n viaj� de inc�gnito a Londres para visitar las instalaciones del Arsenal, donde jugaba su admirado Henry, y hasta el director t�cnico Arsene Wenger le hab�a reservado la camiseta nueve, pero el club hizo una oferta por debajo de lo esperado.

As� es que el director t�cnico Carlos Queir�s, muy amigo de Alex Ferguson, su colega del Manchester United, aconsej� su contrataci�n. El escoc�s m�ltiple ganador de t�tulos, decidi� forzar un "acuerdo de cooperaci�n" en la formaci�n de jugadores y entrenadores, y as� surgi� la chance de un amistoso para agosto. La excusa fue la inauguraci�n del nuevo estadio Jos� Alvalade.

El Manchester United ven�a de una larga gira y ni se preocup� por Cristiano, que parec�a gracioso por sus piernas largas y por haberse dejado dos mechones de otro color. Lo tuvo que marcar John O"Shea, quien se comi� un baile infernal, como reconoci� �l mismo. Roy Keane dijo despu�s "hay que fichar a este t�o", y Ferguson le dijo al manager Peter Kenyon "no salimos de este pa�s hasta que fichemos a Cristiano Ronaldo". El diario deportivo R�cord titul� en su tapa al d�a siguiente "Ronaldo maravilla". The Guardian, en cambio, titul� "amistoso sin sentido".

Ferguson le dijo que jugar�a cerca de la mitad de los partidos en esa primera temporada y el pase se cerr� en los 18 millones de euros y su sueldo pas� de los 24.000 euros anuales a los 2 millones. Cuando se cruz� con O"Shea, �ste le hizo una primera broma pidi�ndole su comisi�n por el pase. Su vestimenta pareci� estrafalaria en un vestuario de mucha experiencia. Mucho colorido, poca discreci�n, lo que lo hizo aparecer como presumido.

Otra sorpresa es que pidi� la camiseta 28 pero le dieron la 7 que hab�an usado �dolos como George Best, Steve Coppel, Bryan Robson, �ric Cantona y David Beckham. Cristiano se incorpor� a un Manchester United que ven�a de ganar tres ligas seguidas y un ciclo que inclu�a la Champions y la Intercontinental de 1999.

Recibi� los primeros foules de "bienvenida" y se hizo amigo del grupo que hablaba espa�ol (Quinton Fortune, Diego Forl�n, el arquero Ricardo, el preparador f�sico Walter Di Salvo, Gerard Piqu� y Gabriel Heinze).

Vest�a jeans apretados, anteojos de sol, camisetas transparentes.

El vestuario se re�a de �l, que pronto empez� a arreglarse el cutis, se cambi� la dentadura, pero todos lo empezaron a respetar porque cuando nadie se atrev�a a mirar a los ojos a las figuras como Keane, Gary Neville, Ryan Giggs, �l sent�a que era donde deb�a estar y lo hac�a sentir. "Hablame cuando hayas jugado un Mundial", le dec�a R�o Ferdinand y como Cristiano se molestaba, le insist�an a�n m�s.

Fue moldeado en la filosof�a del United. Le daban duros golpes en las pr�cticas para que reaccionara, lo criticaban si en vez de dar un pase o definir, prefer�a una emboquillada, como cuando Gary Neville le grit� en un 4-0 en Old Trafford: "�no vuelvas a hacer eso!". Mike Phelan, asistente de Ferguson, recuerda que el United "es un club de clase obrera en una ciudad que le gusta sentirse como tal. La habilidad es para mostrarla de vez en cuando".

Ferguson tambi�n lo critic� duro muchas veces por no colaborar con sus compa�eros, no bajar a marcar o no dar pases, pero lo acab� defendiendo en la batalla m�s dura, cuando Ruud Van Nistelrooy, que llevaba 150 goles en 5 temporadas, se quejaba de su individualismo, pero el holand�s tuvo que marcharse. Con el tiempo, tambi�n lo protegi� fuera de la cancha, entendiendo sus necesidades como no-brit�nico y siendo muy joven.

Ole Gunnar Solkjaer, el noruego que estuvo 11 a�os en el MU, dice que CR7 "es el �nico jugador que recuerdo al que Ferguson le dijo que se quedara arriba a ver qu� hac�a el rival". El plantel lo gastaba entre bromas cant�ndole "es tu pap�, es tu pap�". Le lleg� a hacer bromas a Ferguson que nadie nunca se hab�a atrevido y �ste tardaba en aceptarlas.

A Edwin Van der Saar le dec�a de quedarse a practicar tiros despu�s de hora "porque para ser el mejor del mundo tengo que practicar con los mejores". Van der Saar le dec�a: "�por qu� no le dices a Tomasz Kuszczak o a cualquier otro?"

Lo cierto es que hasta en los "locos", Cristiano se dio cuenta del cambio, cuando pas� del grupo de los llamados "Championship" (los que reci�n empiezan) �David Bellion, Louis Saha, Kleberson, Djemba Djemba, Diego Forl�n o Fortune- al llamado "Champions League" de los mejores.
Mike Clegg se hab�a convertido en el MU en el "entrenador del desarrollo de la potencia". Con su trabajo, alarg� la carrera de jugadores como Keane o Giggs hasta casi los 40 a�os. Y CR7 comenz� a trabajar con �l en el gimnasio con la idea de "llegar a ser el mejor jugador del mundo".

Clegg hizo que Ronaldo boxeara, nadara, hiciera estiramientos. Cuenta que tiene un cerebro privilegiado y que "ama el camino, la batalla, perdi� varias batallas, pero eso es muy bueno. Lo importante es que lo ten�a todo planeado en su cabeza. Lo que ten�a que hacer y c�mo lo ten�a que hacer. Es un genio justamente por eso. Nunca antes me hab�a encontrado un jugador como �l".

No fue distinto en sus primeros pasos en la selecci�n portuguesa de Luiz Felipe Scolari, porque le toc� ser local en la Eurocopa de 2004, y con la "Generaci�n Dorada" que hab�a sido campeona del mundo Sub 20 en 1991. Luis Figo o Rui Costa tuvieron que decirle que bajara la intensidad en los entrenamientos. El periodista Enrique Ortego cuenta en su biograf�a que Scolari lo ve�a a Ronaldo ego�sta e inmaduro, pero como un prodigio de t�cnica.

Wayne Rooney describ�a c�mo se cambiaba en el vestuario: "Se viste, se pone los botines, despu�s se mira en el espejo con concentraci�n� No he visto a nadie hasta ahora con la autoconfianza de Ronaldo".

Justamente con Rooney, su compa�ero de ataque en el Manchester United (luego se sumar�a Carlos Tevez), vivi� una tensa situaci�n en el Mundial 2006, cuando en cuartos de final Portugal tuvo que eliminarse con la Inglaterra de Beckham, Lampard, Gerrard. Tras una hora de partido y sin goles, Rooney fue a trabar una pelota con Petit y Carvalho de manera muy dura, soltando la pierna un segundo. Cristiano hizo un sprint para protestar la jugada ante Horacio Elizondo, quien acab� echando a Rooney.

El primer plano de la c�mara tom� a CR7 justo gui�ando un ojo a un auxiliar de su banco de suplentes y eso gener� un esc�ndalo para su regreso al Manchester United. Portugal eliminar�a a Inglaterra pero caer�a en semifinales ante Francia, aunque Cristiano ser�a elegido como tercer mejor jugador joven del torneo, detr�s de Lucas Podolski y Luis Valencia.

En Inglaterra circulaban masivamente las camisetas con la inscripci�n "Yo odio a Ronaldo". Colgaban esfinges de Cristiano en los pubs en toda Inglaterra y evalu� irse. Sin embargo, sus "padres" Ferguson y Mendes lo convencieron de seguir y el test fue el comienzo de temporada 2006/7 ante Fulham, cuando volvieron a jugar juntos con Rooney, pero ganaron 5-1, los dos marcaron goles y hubo reconciliaci�n aunque en todos los estadios no le perdonaron aquel gui�o de ojo.

La final de la Champions 2008 tuvo el condimento del dur�simo enfrentamiento de CR7 con su compatriota DT Jos� Mourinho, en el Chelsea. El tiempo los reunir�a en el Real Madrid, pero se enfrentaron en el estadio Luzhniki y, tras el empate final, tuvieron que ir a penales y all�, extra�amente, Cristiano fall� el suyo, el �nico no convertido de toda la serie. Lo salv� que justo en el �ltimo, John Terry resbal� y fall� el suyo, y al final, MU acab� ganando, pero CR7 otra vez llor� como un chico. Al de CR7 se lo hab�a atajado Peter Cech, luego de una corta carrera, detuvo la velocidad y remat� demasiado centrado, a la derecha del arquero. Luego, Edwin Van der Sar parar�a su tiro a Nicol�s Anelka y el United ser�a campe�n de la Premier League y de la Champions en una temporada sensacional.

Por fin ganaba su primer Bal�n de Oro. All�, fiel a su costumbre, dijo que "este trofeo es tan importante que quiero volver a ganarlo. Me levantar� cada d�a y dir� "tengo que seguir mejorando".

En la temporada 2009/10 fue transferido al Real Madrid por 94 millones de euros. En realidad, ya se hab�a querido ir un a�o antes, pero Ferguson, enojado por la presi�n blanca desde el club y los medios, no lo dej� salir, aunque Guillem Balagu� cuenta en su libro que se firm� un precontrato -rigurosamente secreto-, que fue depositado ante el notario Pablo Dur�n de la Colina en Madrid. La cl�usula de rescisi�n que se fij� fue de 80 millones de libras.

Lleg� junto a Kak� y Benzema. "94 millones de euros fue una barbaridad que el tiempo convirti� en razonable. Cuando un fichaje es estrat�gico, no tiene alternativa posible. En ese momento, el dinero deja de ser importante", sostiene Valdano, secretario general del Real Madrid en aquel momento.

La historia m�s reciente de Cristiano es conocida. La Liga espa�ola le cost� trabajo porque siempre tuvo que salir a demostrar qui�n era, ante la exigencia general, porque ya era una gran estrella y debi� enfrentarse tambi�n con la gran etapa del Barcelona de Josep Guardiola y Lionel Messi, en una competencia feroz �aunque los Balones de oro lo domesticaron y ya no lo considera enemigo, sino rival, ni tampoco se conoce que le siga llamando "motherfucker" (cabr�n) en los entrenamientos �como se cuenta en el libro Messi, tambi�n de Guillem Balagu�-.

Primero le cost� en imagen, especialmente cuando el Real Madrid tuvo a su compatriota Jos� Mourinho como director t�cnico, porque �ste llev� al club, y a Cristiano, a una situaci�n de antipat�a general, pero sali� airoso.

Estrella mundial con m�s goles que partidos jugados en el Real Madrid (432 en 424) y t�tulos de todos los colores, Cristiano tambi�n lidi� con las publicaciones de su affaire con Paris Hilton en Los �ngeles, con su noviazgo con la reconocida modelo Irina Shayk, contra los rumores de homosexualidad o con los que lo tildan de metrosexual.

Acaso nuevamente las palabras de Valdano en Cristiano, el Di St�fano de nuestro tiempo, de Mario Torrej�n, sean el mejor resumen: "Cristiano trabaja por encima de cualquier circunstancia que lo rodee. Si gana el Bal�n de Oro, al d�a siguiente se entrena. Si no lo gana, tambi�n. Si gana un partido, al d�a siguiente est� entren�ndose. Si no lo gana, tambi�n. Si renueva su contrato, al d�a siguiente se entrena. Si no lo renueva, tambi�n. F�jate que todo lo que digo son condicionantes que afectan mucho a un deportista, pero en su caso no ha habido ni un solo d�a que se lo haya tomado para respirar y decir que ha conseguido alguno de esos objetivos".

El Cristiano de hoy, padre de familia, que se muestra siempre acompa�ado de su pareja, Georgina Rodr�guez (hija de un argentino) y luchando contra la amenaza estatal de un millonario pago de impuestos supuestamente adeudados, quiz�s sea la nueva cara, aunque de fondo, permanezca el esp�ritu de luchador, el que lo convirti� en el jugador m�s emblem�tico del Real Madrid despu�s de Alfredo Di St�fano, o el que llor� en el Stade de France, en 2016, cuando su Portugal gan� la Eurocopa y �l tuvo que salir por una lesi�n. "Fue el momento m�s grande de mi carrera", reconoci�.

Cristiano llora mucho, pero se pone los cortos y es capaz de volver a construirse siempre.

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