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Álvaro García Linera: Las fuerzas opositoras lograron irradiarse a escala nacional




25/02/2018 - 10:27:14
El deber.- �C�mo vio usted la movilizaci�n opositora por el 21-F?, �cree que perdi� por goleada frente a la del MAS?

Si hacemos un recuento num�rico de las personas, est� claro que el MAS f�cilmente multiplic� por cuatro o por cinco la capacidad de movilizaci�n que tienen las fuerzas opositoras. Ellos plantearon que nos iban a disputar el poder en las calles, es leg�timo que lo intenten, pero les mostramos que no les es tan f�cil y que el MAS no solamente tiene los dos tercios de la Asamblea, sino tambi�n en las calles.



�Algo que reconocer?

S�, las fuerzas opositoras lograron irradiarse a escala nacional, eso es notable y hay que reconocerlo. Lo lograron despu�s de mucho tiempo, quiz�s desde 2008. Mostraron una fuerza territorial a escala nacional, y ese es un m�rito democr�tico.

Sin embargo, tambi�n el 21-F ha visibilizado otro tema muy importante, que es la cualidad clasista de las movilizaciones. Hay un malestar moral de la clase media tradicional frente al Gobierno.

A la vez, claramente tambi�n hay una cualidad muy plebeya, muy popular, de la movilizaci�n que apoya al MAS. Esto no estaba claro tiempo atr�s. En esta movilizaci�n, reflejada en la forma de bloqueo de la clase media, sus asientos, sus parrilladas, haciendo fitness, era un bloqueo fit� Est� bien, est�n en su derecho, y enfrenta a la movilizaci�n muy popular, muy plebeya, muy de la gente humilde de nuestras bases, pero los lenguajes son tambi�n claramente clasistas.

Esos sectores urbanos tradicionales, a pesar de que se amarran la bandera boliviana, son muy racistas, y lo que est� ocasionando eso, y no lo hab�a visto yo hace un mes o dos atr�s, es una especie de cohesi�n de lo popular, que record� la vieja tradici�n excluyente de clases medias tradicionales.

Parec�a que eso se hab�a disuelto en los �ltimos a�os, pero volvi� a emerger ahora con claridad. Yo ve�a las im�genes de la TV en Santa Cruz y La Paz, no hablo de los marchistas, sino de la gente de los minibuses, que se molestaba frente a cuatro familias que hab�an colocado un cord�n y juguetes para bloquear, sal�an a decirles: �Capitalistas, �por qu� nos odian a los campesinos?�.

Las fuerzas opositoras tuvieron la virtud de distribuirse nacionalmente, pero lo hicieron a riesgo de diferenciarse como clase media, y al hacer eso distanciarse de lo popular, que fue agredido. La virtud de este 21-F fue que volvi� a tensionar un esp�ritu de cuerpo en lo popular.

�Qu� tan peligrosa puede ser esa clase media para el proceso de cambio?

Hay unas �lites econ�micas divididas, una parte diciendo que es preferible hacer negocios antes que pol�tica con el Gobierno, y otras que optan por enfrentarlo. La Confederaci�n de Empresarios Privados hace acuerdos y se distancia de compromisos pol�ticos, frente a la C�mara de Comercio de La Paz diciendo que hay que ir al paro, aline�ndose con las fuerzas conservadoras. Vemos indecisi�n.

Lo popular cohesion�ndose, no solamente como lo campesino, lo obrero, lo vecinal, sino tambi�n en instancias como la COB. Esa es una se�al muy potente de rearticulaci�n despu�s de casi cinco a�os de enfriamiento y de reflujo popular. La pelea est� en la clase media, ese es el objeto de estudio y el escenario de la gran disputa pol�tica.



�Por qu�?

Es que en la clase media tenemos dos sectores: la clase media tradicional, de varios oficios, profesiones, propietarios, comerciantes, de profesiones prestigiosas, de ubicaciones y reconocimientos acumulados a lo largo de una o dos generaciones, y una clase media emergente creada por nuestro proceso. Seg�n el PNUD, la clase media pas� de un mill�n a cerca de tres millones de personas, creci� dos tercios.

Entonces, ambos son clase media, pero una es m�s tradicional, m�s conservadora, en cambio la otra, que ahora accede a puestos de trabajo, entr� a la universidad, tiene un comercio, dos o tres minibuses, dej� lo popular.

La clase media tradicional tiene una pol�tica muy definida, es conservadora. Est� en contra del Gobierno no solamente por un motivo moral, sino por otro econ�mico muy pr�ctico.

En una silla en la que antes una persona estaba c�moda se le aumentaron otras cuatro personas m�s, por ello, la que antes estaba tranquila mostrar� incomodidad. Lo que antes era un espacio de privilegio y reconocimiento, ahora lo tiene que compartir con otras tres personas m�s.

Eso generar� una fricci�n interclasista. Lo que intentar� hacer esa persona es empujar a los advenedizos que acaban de llegar, porque no tienen corbata, pero est�n en la clase media.

La madre y el padre vienen del sindicato, del gremio, pero su hijo ha ascendido, ya no tiene gremio. Este nuevo segmento de la clase media es el gran sujeto de la disputa pol�tica.



�Eso quiere decir que no est� con el proceso entonces?

No necesariamente, por eso ser� el sujeto de disputa. El que antes estaba c�modo, en su malestar, quiere empujar pero a la vez lo quiere conquistar a ese nuevo integrante de la clase media. Y �l, de alguna manera, quiere imitar al tradicional, pero tiene otros gustos y trayectoria. Arrastra algo de la l�gica popular, pero tambi�n quiere ascender socialmente y ser distinto. Quien logre conquistar ideol�gicamente a ese sector nuevo de la clase media, va a tener la victoria.

�La victoria?

Los dos tercios o solo mayor�a.

�Ah� ser� la lucha para las elecciones de 2019?

S�, y con una cosa m�s. Este 21-F visibiliz� que este sector de posici�n pol�tica indefinida, indecisa, siente malestar por influencia de la clase media tradicional, pero siente ra�z con los suyos, que vienen de lo popular. Depender� de lo que hagamos nosotros o lo que haga la oposici�n, para que vayan a uno u otro lado.

�C�mo conquistarlos?

Estas personas no son sujetos de organizaci�n territorial, ya no tienen vida sindical, ya no tienen vida gremial ni corporativa, son sujetos desterritorializados. Tienen agua, luz, alcantarillado, celular, un ingreso por encima de los 4.000 o 5.000 bolivianos, aceptable o m�s en algunos casos.
Lo nuevo es que han encontrado otra forma de sindicato: las redes sociales, una forma de sindicalismo virtual.

No van a las reuniones de sindicato ni junta de vecinos, pero tienen su grupo de WhatsApp del colegio, de los residentes de la provincia Ingavi, de cuidado de animales, de cumbieros, y a trav�s de ellos se informan, pasan ideas, construyen identidad.

En momentos, esta fuerza virtual se territorializa: iremos a la marcha para enfrentar al Evo, se visibilizan, salen a la calle y luego regresan a su comunidad virtual. Esto es lo novedoso de la lucha pol�tica ahora, no hab�a eso hace cinco u ocho a�os.

La oposici�n maneja muy bien las redes sociales.

Claro, de hecho nos llevan la delantera, porque ellos siempre estuvieron en la clase media tradicional y en las clases altas que nunca votaron por nosotros, ni lo har�n. Arrastrando a esos 2,2 millones de personas, se puede llegar a ser una potencia pol�tica. Hay que encontrar los v�nculos para que se genere un di�logo entre padres e hijos, tender puentes entre el lenguaje, el discurso y la tecnolog�a de ambos, para nosotros es la clave de la acci�n pol�tica del siguiente a�o y medio. La clave para los opositores es ahondar esas diferencias y seducirlos.



�Pelear contra la mentira?

No solo eso, aunque la han usado y mucho, sino que es un soporte material de una condici�n de clases, que te modifica la forma de ver la pol�tica. Debemos resignificar el concepto de democracia, no solo como el cumplimiento de normas, que es la l�gica liberal, sino la democracia como norma, pero tambi�n como participaci�n y con igualdad.

�Y los operadores?

Un fen�meno importante, tanto la clase media tradicional como la nueva, se esfuerzan tambi�n por llegar a lo popular, pero lo hacen fundamentalmente a partir de un segmento de intermediarios pol�ticos que anteriormente militaban en la izquierda, porque la derecha no tiene esa capacidad de �interlocutar� con lo popular. Es m�s, se lavan las manos despu�s de saludarlos.

Los que tienen la capacidad de cabalgar por la clase media tradicional y popular son exmilitantes de la izquierda. Iv�n Arias, Guillermo Mariaca, Marcela Revollo, Juan del Granado, Pablo Sol�n, Alejandro Almaraz, gente que militaba en la izquierda que no encontr� reconocimiento ni espacio para consolidar su liderazgo y que ahora est� al servicio mercenario de fuerzas conservadoras. Ya lo hicieron antes.

Esta defecci�n que pone sus habilidades y capital organizativo al servicio de fuerzas conservadoras no es nueva, lo hizo la gente del trostkismo y del PS-1 con S�nchez de Lozada.

�El Conade est� en eso?

S�, definitivamente. Es un poco la repetici�n de lo que hicieron cuando el gonismo estaba en auge, en los 90 con Silvia Rivera, Roger Cortez, Carlos Toranzo, Jorge Lazarte, Carlos Hugo Molina y toda una camada de izquierdistas que tras la ca�da del muro de Berl�n, todo el capital organizativo y la militancia los pusieron a su servicio. Ahora hay otros grupos, con estas mismas personas y otras, que hacen lo mismo. Ofrecen mercantilmente sus servicios y se meten a un intento de que el pensamiento conservador jale a la clase popular. Es lo que hizo Iv�n Arias con Adepcoca en Yungas, o gente de las ONG en el norte de Potos�. Todo en una especie de neopirismo, el PIR fue un partido de izquierda comunista que se pleg� a las fuerzas olig�rquicas para enfrentar a Villarroel y al MNR, y acab� en el basurero de la historia, porque ya nadie se acuerda de ellos. Ojo, no es otra posici�n de izquierda, no funciona intentar una segunda izquierda, as� es la historia. Solo tienden la cama para el ingreso de las fuerzas conservadoras.
Nosotros en 12 a�os tuvimos la habilidad de crear un cintur�n, una nueva clase media, entonces, la tradicional tiene que primero traspasarla antes de llegar a la popular, y no lo puede hacer.

�No son un riesgo?

Num�ricamente no, pero te pueden hacer perder los dos tercios.



El presidente dijo que la oposici�n se apropi� de su discurso, el de DDHH y democracia, �es realmente as�?

Intentan. Ni la misma derecha se da cuenta de lo que hace. Esta clase media tradicional, que ya se moviliz� en 2007 y en 2008, sac� lecciones de sus fracasos, todos aprenden. Entonces se movilizaron con m�s fuerza que ahora, en Santa Cruz hasta lo popular estaba del lado de la autonom�a. Nos cost� mucho, el 2005 sacamos un 22% en esa regi�n. Hab�a una hegemon�a, hay una ruptura, por eso en Santa Cruz no pudieron hacer una gran movilizaci�n la noche del mi�rcoles, la hab�an convocado y eso EL DEBER no dijo. Publicaron 15 p�ginas con el No y no reflexionaron por qu� no sali� la gente. Nosotros sacamos 150.000 y ellos no llegaron ni a 10.000. �D�nde quedaron los grupos, las comparsas y las promociones? Est�n cohesionados, pero no construyeron puentes necesarios con lo popular. Por eso buscan s�mbolos universales como la bandera nacional, quieren dar un lenguaje de inclusi�n. Vino viejo en vasijas nuevas. Se apropian de las banderas rojas del comunismo, pero con un lenguaje antiguo. Ojo, el discurso racista disfrazado llevar� a alejarlos del sector popular.

Hay polarizaci�n, pero no regres� el empate catastr�fico, �eso es lo que se puede interpretar de lo que dice?

Exacto. Hay polarizaci�n, pero no hay empate catastr�fico, que es una categor�a gramsciana de crisis estatal, y debe tener tres requisitos. Primero, un nuevo proyecto de Estado. Segundo, fuerza de masa, y eso s� hay, se han movilizado, ser�n la cuarta parte de nosotros, pero lo hicieron, no se puede ser ciego frente a ello; conoce a tu enemigo y con�cete a ti mismo, y ganar�s las mil batallas. Se movilizaron, y en buena cantidad. Y tercero, debe haber estructura pol�tica con capacidad de liderazgo. Solo tienen el segundo, por lo tanto, no hay empate catastr�fico.

Hay una indignaci�n moral, no proyectos de pa�s. El 2004 estaba en agenda la Asamblea Constituyente, la nacionalizaci�n, el gobierno ind�gena, algo que, m�s all� de que estuviera escrito, estaba en las calles. No hay un l�der y una cabeza, est�n en competencia para saber qui�n ser� el candidato.

El presidente volvi� a decir que ustedes son yuntas y que es irremplazable, la presidenta de Diputados dijo que ojal� que usted vaya en la dupla y en Sucre la movilizaci�n proclam� al binomio, ya no es un pedido, hay presi�n, �usted sigue diciendo que no ir�?

Agradezco estas muestras de apoyo y cari�o, pero no est� en debate. Saben mi opini�n, mi posici�n sigue siendo la que tom�, pero gracias por los apoyos, ellos saben que estar� en el camino, soy comunista, soy socialista. Soy hombre de convicciones fuertes y compromiso, seguiremos con este proceso hasta el �ltimo momento en que tengamos latiendo el coraz�n.

�No como vicepresidente?
En el proceso, s�.

�Cu�nto pes� dar marcha atr�s en una ley que ya estaba aprobada: el c�digo penal?

Es un retroceso costoso porque envalentonas a tu opositor, se insufla, le da fuerza aparente, pero era necesario porque a trav�s de la mentira, de las emociones, sabemos que la pol�tica es mitad materia, mitad idea. Y de la idea, mitad raz�n, mitad emoci�n. Ellos usaron la emoci�n con la mentira. Si era solamente cosa de clase media, lo aguant�bamos, pero cuando esas mentiras comenzaron a influir en nuestra base social, eso es peligroso y por eso cortamos. Lo fundamental era mantener cohesionada la base social. Lo mismo pas� con la gasolina, que yo tambi�n firm�. Cuando los sindicatos se molestaron, nos echamos para atr�s.

�No preocupa la popularidad del presidente?, �no cree que lo que usted mencionaba de que la oposici�n logr� articular una protesta nacional tiene que ver con esa molestia que gener� la repostulaci�n?

Es un dato que no se puede despreciar, porque la clase media es influyente. Su fuerza pol�tica no es igual a su fuerza num�rica, pueden aumentar su fuerza pol�tica mediante la irradiaci�n ideol�gica, es un dato de cuidado.



�El presidente no dud� ni un momento en desistir?, �ser� el candidato?

Totalmente, y tiene una justificaci�n pol�tica muy importante. Gramsci dec�a que las clases dirigentes se constituyen en el Estado, eso dialogando con mis amigos anarquistas. Es una palabra muy fuerte, las clases subalternas son subalternas porque siempre est�n fragmentadas, porque son dominadas y dirigidas. Cuando las clases subalternas se convierten en clase dirigente solamente lo pueden hacer a trav�s del Estado. Son poder estatal.

En la larga historia de las clases subalternas, 500 a�os de subalternidad, es decir de fragmentaci�n, de manera excepcional, heroica se vuelven clase dirigente en el Estado Plurinacional, �usted cree que eso (la repostulaci�n de Morales) lo vamos a rifar por un apego abstracto a la norma?, las clases subalternas son las portadoras de lo democr�tico, hay democracia cuando hay construcci�n de igualdad, construcci�n de justicia, participaci�n.

�Apego a la norma?
Abstracto, subrayo, lo democr�tico y lo popular, es norma, pero tambi�n es igualdad, es norma pero tambi�n es justicia, es norma pero tambi�n es participaci�n. Esta dimensi�n de lo democr�tico no la podemos perder. Entonces, si las clases subalternas se vuelven dirigentes solo en el Estado, lo que ha permitido ser Estado a las clases subalternas es su unificaci�n en torno a un proyecto y un l�der. Este es un hecho excepcional que no se repetir� de aqu� a muchos a�os.

Usted no puede deshacerse tan f�cilmente ni del proyecto ni de la persona que corporaliza la unidad de los subalternos y lo hace dirigente. Renunciar a la candidatura de Evo es decir regresamos a la subalternidad. Eso no pasar�. Constitucionalmente, aprovechando los espacios que tenga la CPE,la candidatura de Evo es un hecho necesario para el proceso revolucionario.

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