Me hace sentir que no me han olvidado: cómo los robots de telepresencia pueden ayudara combatir la soledad
01/09/2018 - 18:53:14
BBC.- Robots conectados a internet que pueden transmitir audio y video est�n ayudando cada vez m�s a los ni�os enfermos y a las personas mayores a permanecer en contacto con maestros, familiares y amigos, combatiendo el flagelo del aislamiento y la soledad.
Zoe Johnson, de 16 a�os, no ha ido a la escuela desde que ten�a 12 a�os.
En 2014 fue al m�dico pues sent�a "un poco de dolor de garganta", y "de alguna manera eso se convirti� en una emergencia", dice su madre, Rachel Johnson.
Los m�dicos diagnosticaron encefalomielitis mi�lgica, ME para abreviar, tambi�n conocido como S�ndrome de Fatiga Cr�nica, una enfermedad debilitante que afecta los sistemas nervioso e inmunol�gico.
Desde entonces, Zoe no pudo ir mucho a la escuela pero pudo continuar sus estudios con la ayuda de un tutor en l�nea.
Pero "con los a�os, sus amistades en el mundo real desaparecieron porque Zoe no est� lo suficientemente bien como para verlos", dice Johnson.
Durante los �ltimos tres meses, sin embargo, ella ha estado tomando clases junto a sus antiguos compa�eros de clase utilizando un robot de "telepresencia" llamado AV1.
El robot, peque�o y lindo, hecho por la start-up No Isolation, con sede en Oslo, se sienta en el aula y transmite en vivo video y audio a la tableta o tel�fono inteligente de Zoe en casa. Ella puede hablar a trav�s del robot y tomar parte en las lecciones, as� como controlar d�nde AV1 est� mirando.
Cuando quiere hacer una pregunta, la cabeza del robot comienza a "parpadear" intermitentemente para alertar al maestro. Y cuando est� demasiado cansada o enferma como para participar, puede volver azul la cabeza de AV1 como se�al.
"Hace que mi vida sea mucho m�s emocionante y me hace sentir como si no me hubieran olvidado", dice Zoe.
Con la ayuda del robot, pudo tomar sus ex�menes este a�o.
"Estamos celebr�ndolo porque lo hizo mucho mejor de lo que alguna vez nos atrevimos a esperar", dice Johnson.
Zoe est� entusiasmada con la idea de seguir estudiando "con mis amigos, en lugar de hacerlo sola en casa".
Karen Dolva, la cofundadora noruega de No Isolation, de 27 a�os, cuenta que una amiga que trabajaba como enfermera de ni�os "me coment� que esos ni�os se sent�an miserables y solo ve�an a sus familias", dice ella.
Ella y dos amigos, los tres con experiencia en ingenier�a y tecnolog�a, hablaron con los ni�os y descubrieron que los tel�fonos inteligentes y las aplicaciones de mensajer�a no eran suficientes para aliviar sus sentimientos de aislamiento.
"Nos dimos cuenta de que los ni�os deb�an tener presencia en lugares en los que no estaban", dice Dolva.
Pero los ni�os tambi�n dijeron que se sent�an "m�s c�modos cuando no ten�an que ser vistos". Por ello, aunque AV1 les permite ver y escuchar lo que sucede en el aula, otros ni�os solo pueden escuchar sus voces a trav�s del parlante del robot.
Otros robots de telepresencia tienen video bidireccional.
M�s necesitados
Si bien muchas enfermedades que alguna vez fueron mortales ahora son tratables, eso significa que hay m�s personas que viven con enfermedades cr�nicas, que a menudo sinti�ndose aisladas como resultado.
En 1960, el 1,8% de los ni�os en Estados Unidos ten�an una condici�n de salud lo suficientemente grave como para interferir con sus actividades diarias habituales. En 2010, era m�s del 8%, seg�n un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association.
As� que los robots de telepresencia est�n creciendo r�pidamente en popularidad, un buen augurio para compa��as como con No Isolation -los fabricantes de AV1-, as� como otras firmas como Ohmnilabs, Giraff Technologies, Double Robotics y Vecna.
El analista de mercado de robots Lian Jye Su, de ABI Research, cree que el mercado de robots de telepresencia crecer� de US$164 millones a US$237 millones para 2023.
Pero no son baratos: AV1 cuesta alrededor de US$2.900 o US$215 al mes en alquiler, mientras que el precio del robot Ohmnibs Ohmni empieza desde US$1.500.
"La �nica cura para la ausencia es la presencia", dice Megan Gilmour, una madre de tres hijos de Canberra, Australia, que ha estado haciendo campa�a para la introducci�n de dichos robots en las escuelas.
En 2010, a su hijo Darcy le diagnosticaron un raro trastorno sangu�neo que requer�a un trasplante de m�dula �sea. Se perdi� dos a�os de escuela.
En 2012, Gilmour comenz� una organizaci�n llamada Missing School, con otras dos madres australianas cuyos hijos ten�an enfermedades graves.
"Si le preguntas a los ni�os qu� piensan de los robots, la respuesta siempre es que les ayuda a ver a sus amigos", dice Gilmour.
�Un amigo de hecho?
Los robots de telepresencia tambi�n ayudan a combatir la soledad y el aislamiento que a menudo sienten las personas mayores que viven solas o atrapadas en el hospital.
Dor Skuler, director ejecutivo de Intuition Robotics en Tel Aviv, ha desarrollado un robot dise�ado para ser un compa�ero estimulante para las personas mayores.
ElliQ es un robot inteligente que Skuler describe como "un tipo de compa�ero que te sugiere cosas para hacer: "Oye, est� lindo afuera, �por qu� no dejas de ver televisi�n y sales a caminar?" O escuchas una �pera juntos, o miras una charla de TED", dice.
La capacidad de sorprender a los usuarios es clave, cree Skuler.
"En el momento en que comienza a actuar como una m�quina, la magia desaparece".
Pero quiz�s el desaf�o m�s apremiante para estos robots de telepresencia es la conectividad, dice Veronica Ahumada Newhart, que los estudia para su doctorado en la Universidad de California en Irvine.
Las escuelas, los hogares, los hospitales y dem�s est�n construidos con materiales duraderos, ladrillos y bloques de hormig�n, que tienden a bloquear las se�ales de wi-fi y m�viles.
Los usuarios a menudo se quejan de perder la conexi�n.
"Est�n en la clase, haciendo sus cosas, y se desconectan, entonces no est�n realmente all�, porque la clase sigue sin ellos", dice Newhart.
Apunta adem�s que los robots parecen funcionar mejor en clases peque�as y en escuelas rurales, donde los estudiantes tienen v�nculos estrechos con un alumno ausente, agrega Newhart.
Para ni�os con enfermedades cr�nicas como Zoe, parece que hacen una gran diferencia.
