¿Qué le falta a Carlos Mesa para ser candidato?
16/09/2018 - 09:42:04
El D�a.- En medio del clima pol�tico-electoral vigente en el que termin� de converger el 21F con el calendario de primarias, previa promulgaci�n de la Ley de Organizaciones Pol�ticas, aparece en las encuestas de intenci�n de voto un l�der pol�tico cuya habilidad para mimetizarse en la historia es cualidad absoluta en �l.
Condiciones para negociar. Pero esto no le basta, a pesar de tener la coyuntura pol�tica que tenemos no le es suficiente y necesita de m�s cosas, mi sospecha es que todo lo que requiere es tal porque en el fondo nada le es suficiente porque si otro ya estuvo como un ganador absoluto del poder, �l no puede ser menos, reclama tenerlo todo y algo m�s (yapa) como para sentirse un verdadero ganador y as� reescribir la historia, o mejor dicho su p�gina de historia en su libro de historia (ustedes perdonar�n el trabalenguas). A continuaci�n una lista de aquellas cosas que pienso le faltan antes de sentirse c�modo en la disputa electoral:
Su propio factor de negociaci�n: Costas pone sobre la mesa el aparato de partido, Revilla pone sobre la mesa lo mismo, Samuel sobre la mesa una billetera abundante; y Mesa sobre la mesa espera poner un n�mero significativo de ciudadanos en papel plataforma, que le sirva como elemento negociador.
Caudillo mata caudillo: por m�s que le cueste en su l�gica liberal de la pol�tica, Mesa vive alimentado todos los d�as de la idea de que �l ya no es due�o de su futuro, su cuerpo ha sido alzado por la historia y la democracia, por lo tanto la historia le reclama qu� hacer.
Discurso y 21F. El momento tarima: probablemente el 10 de octubre sea el �ltimo momento para tener su gran cabildo, a partir del momento disponibilidad de alguien que tome el tim�n opositor, esa tarima escenificar� la representaci�n social como deja vu del discurso que dio luego de los hechos de octubre de 2003 en El Alto.
Un discurso pos 21F: debe atreverse a hablar de temas adicionales, o a cambiar aquello que est� escrito en una entrevista a un diario de que los juicios afectan su patrimonio y su tranquilidad personal, por eso y no por sentido de preocupaci�n mayor se inmiscuye en pol�tica.
Seducir a la clase media ascendente: en la disputa de valores, una porci�n de la clase media tradicional lo seguir�a sin dudarlo, pero el resto y m�s la clase media ascendente tiene para sus adentros muchas dudas sobre Mesa. Lo tiene m�s complicado en la relaci�n con aquel tipo de votante que se siente motivado por apoyar a quien sepa darle sostenibilidad y mayores oportunidades en el campo de sus aspiraciones.
Demostrar que tiene palabra: Son m�s las veces que dijo que no ir�a de candidato, luego vienen las veces que dijo ambivalentemente que no ten�a una decisi�n, y hasta ahora ninguna que ser�a efectivamente candidato. Le va a costar m�s desdecirse de eso, que atacar a sus oponentes.
Para ir cerrando, la disputa electoral es algo m�s compleja porque en el actual escenario pol�tico el factor de los intereses variados e infinitos es el m�s sobresaliente. Una paradoja que encierra Mesa es aquella que por un lado le gusta mostrarse como el primer candidato de las redes sociales en el pa�s, por otro lado en t�rminos generacionales se evidencia que es el m�s veterano con 65 a�os en comparaci�n con otros l�deres: Costas 63 a�os, Doria Medina 60 a�os, Tuto 58 a�os, Evo 58 a�os, y Revilla 46 a�os. Por tanto, no termina siendo una simple casualidad el hecho de que no se vea en la coyuntura de hoy a l�deres j�venes, sino que es un hecho f�ctico que las elecciones que se avecinan son algo as� como la �ltima disputa para una generaci�n de pol�ticos que se niegan a jubilarse.
Intenci�n de voto. De acuerdo con el Instituto Ibope, la intenci�n de voto en Bolsonaro subi� desde el 20% en agosto hasta el 22% en septiembre, lo que lo convirti� en el favorito para vencer las presidenciales tras la inhabilitaci�n de Lula, preso desde abril para cumplir una condena de 12 a�os por corrupci�n.
Tras el capit�n de la reserva del Ej�rcito aparecen empatados en segundo lugar en los sondeos, con un 12%, la l�der ecologista Marina Silva y el diputado laborista Ciro Gomes, ambos exministros en el Gobierno de Lula y que heredan parte de sus votos.
