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Cuándo y por qué la Iglesia católica impuso el celibato a los sacerdotes




19/09/2018 - 15:41:31
BBC.- No hay nada que indique que la Iglesia cat�lica vaya a revisar la norma a corto plazo, pero el propio papa Francisco ya lo afirm�: el celibato clerical, o sea, el voto que obliga a los sacerdotes a permanecer castos, no es un dogma de fe, sino un reglamento de la Iglesia.

Dogmas son cosas que la Iglesia considera "verdades absolutas": puntos fundamentales e indiscutibles de su fe, que por lo tanto no pueden ser modificados. Son dogmas, por ejemplo, la resurrecci�n de Cristo y la Sant�sima Trinidad.

"El celibato no es un dogma de fe, es una regla de vida que yo aprecio mucho y creo que es un don para la Iglesia. No siendo un dogma de fe, siempre tenemos la puerta abierta para cambiarlo", reconoci� recientemente el Papa en una conversaci�n con periodistas.


Pero, �qu� es el celibato clerical y por qu� es tan importante para la Iglesia cat�lica?

�Y qu� dice el Vaticano a los argumentos que acabar con esta regla podr�a ayudar a reducir los abusos sexuales perpetrados por sacerdotes?

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Aclarando conceptos

El celibato, en su sentido gen�rico, es la condici�n de quien por opci�n no contrae matrimonio, dice el soci�logo Francisco Borba Ribeiro Neto, coordinador del N�cleo Fe y Cultura de la universidad brasile�a PUC-SP.

El celibato sacerdotal es cuando esta elecci�n se hace a cambio de una dedicaci�n total a los servicios religiosos, por medio de la ordenaci�n presbiteral.


Seg�n Ribeiro Neto, hay cinco conceptos relacionados que se suelen confundir: la castidad, la virginidad, la vocaci�n virginal, el celibato y el celibato sacerdotal.

"El celibato sacerdotal es una dedicaci�n total de la persona al servicio de Dios y de la comunidad. Se vincula a la vocaci�n virginal, pero no es exactamente lo mismo. Religiosos que no ejercen la funci�n sacerdotal tambi�n pueden mantener la vocaci�n virginal. Las personas casadas, que por lo tanto no pueden ser c�libes, pueden asumir en un cierto momento de la vida un voto virginal, manteni�ndose unidos pero sin tener m�s relaciones sexuales", explica.

La virginidad es la condici�n de aquel que nunca tuvo relaciones sexuales, pero la vocaci�n virginal es la renuncia de la vida sexual activa - o sea, no hay que ser virgen para escogerla.

"La persona renuncia a una vida sexual activa para canalizar toda su energ�a y toda su persona en su relaci�n con Dios", teoriza el experto.

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Ribeiro Neto tambi�n explica que esta idea no es una invenci�n del cristianismo. "Los monjes budistas y las v�rgenes vestales- sacerdotisas de la diosa Vesta de la Roma Antigua- mantienen el mismo ideal de vocaci�n como condici�n para una entrega mayor a Dios".

Por su parte, de acuerdo con el Catecismo de la Iglesia cat�lica, para los casados la castidad se ejerce manteniendo relaciones sexuales y siendo fieles el uno al otro, para el soltero, absteni�ndose de pr�cticas sexuales propias de los casados.
Historia

Originalmente, los primeros sacerdotes cat�licos no necesitaban ser c�libes.

"Eso fue siendo reconocido como un valor importante a medida que pasaron los siglos", afirma Ribeiro Neto. "As�, entre los cat�licos de rito oriental (los ortodoxos), hoy en d�a existen sacerdotes casados".


Alrededor de los siglos III y IV, sin embargo, ya exist�an movimientos dentro del catolicismo proponiendo que los religiosos practicasen el celibato.

Y la Iglesia tuvo varias idas y venidas en cuanto al tema, e incluso regiones diferentes adoptaron pr�cticas diferentes, ya que era una �poca de comunicaci�n precaria.

La preocupaci�n con el celibato empez� a cobrar fuerza a partir del siglo XI. Papas como Le�n IX y Gregorio VII tem�an por la "degradaci�n moral" del clero.

De modo que el celibato acabar�a instituido en los dos concilios de Letr�n - el primero, en 1123, el segundo en 1139.

A partir de los concilios, qued� decretado que cl�rigos no podr�an casarse o relacionarse con concubinas.

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El celibato tambi�n fue defendido en otro concilio de Letr�n (en 1215), y en el Concilio de Trento (entre 1545 y 1563).

"Muchos dicen que a partir del siglo X la Iglesia se enriquece con el celibato, ya que no tiene compartir los feudos con los hijos de los sacerdotes. Esto es en parte verdad. Pero el objetivo m�s grande es que haya un misionero que est� siempre libre para asumir misiones y cargos", dice el fil�sofo y te�logo Fernando Altemeyer J�nior.
Hoy en d�a

En el siglo XX el tema volvi� a resurgir con el Papa P�o XII, que defendi� el celibato en la enc�clica Sacra Virginitas.

Y en el segundo Concilio Vaticano, en 1965, el Papa Pablo VI tambi�n divulg� un documento, De Sacerdotio Ministeriali, abordando el asunto.

En una carta de 1979, el papa Juan Pablo IIafirm�: "Fruto del equ�voco -si no de mala fe- es la opini�n, con frecuencia difundida, de que el celibato sacerdotal en la Iglesia cat�lica es s�lo una instituci�n impuesta por ley a aquellos que reciben el sacramento de la Orden. Todos sabemos que no es as�".

"Todo sacerdote que reciba el sacramento de la Orden se compromete al celibato con plena conciencia y libertad, despu�s de la preparaci�n de varios a�os, profunda reflexi�n y asidua oraci�n", escribi� el pont�fice.

"Toma esa decisi�n s�lo despu�s de haber llegado a la firme convicci�n de que Cristo le concede ese "don", por el bien de la Iglesia y para el servicio de los dem�s. S�lo entonces se compromete a observarlo toda la vida", explic�.

Su sucesor Benedicto XVI tambi�n hizo declaraciones acerca del celibato: "Para comprender bien lo que significa la castidad debemos partir de su contenido positivo, explicando que la misi�n de Cristo lo llevaba a una dedicaci�n pura y total hacia los seres humanos".

"Con el voto de castidad, los sacerdotes, religiosos y religiosas, no se consagran al individualismo o a una vida aislada, sino que prometen solemnemente poner las relaciones intensas de las cuales son capaces al servicio del Reino de Dios", dijo en una homil�a.
Padres casados

Seg�n el Movimiento Nacional de las Familias de los Padres Casados, m�s de siete mil brasile�os solicitaron a la Iglesia que les exima del sacramento de la Orden para poder casarse.

Esto significa que de cada cuatro sacerdotes cat�licos que son ordenados en Brasil, uno abandona la sotana a cambio del matrimonio.
Derechos de autor de la imagen Getty Images

Seg�n la revista La Civilt� Cattolica, publicada desde 1850 en Roma por los jesuitas italianos, en todo el mundo ese n�mero supera a los 60 mil sacerdotes.

Ya existe una funci�n para aquellos que est�n casados pero desean desempe�ar papeles m�s religiosos dentro del catolicismo: actualmente, la Iglesia cat�lica ordena a hombres casados ​​como "di�conos permanentes".

"Pueden desempe�ar casi todas las funciones de los sacerdotes, con la excepci�n de la consagraci�n de la hostia en la comuni�n y la absoluci�n de los pecados en la confesi�n", aclara Ribeiro Neto.

Por otro lado la demanda existe: faltan sacerdotes en el mundo.

Dentro del propio clero, muchos sacerdotes cuestionan si ha llegado la hora de cambiar esa posici�n. Uno de los sacerdotes cat�licos brasile�os m�s famosos de la actualidad, el padre F�bio de Melo, ya dio entrevistas diciendo que la norma del celibato deber�a ser abolida, "por ser algo propio de la Edad Media".

Seg�n este sacerdote, la Iglesia deber�a permitir sacerdotes casados ​​- y mantener la posibilidad del celibato para aquellos que quieran hacer una "entrega m�s radical".
Dilema en la Iglesia

En un art�culo divulgado por la agencia estadounidense Religion News Service, que existe desde 1934, el padre jesuita Thomas Reese defendi� que el celibato clerical fuera opcional.

"El Papa Francisco ha dicho que est� abierto a la posibilidad, pero quiere que la demanda venga de conferencias episcopales nacionales", afirm� Reese ah�.


Reese insin�a que, a lo largo de la historia y alrededor del mundo, son muchos los religiosos que no siguen la norma.

La Iglesia, sin embargo, mantiene el celibato porque cree que as� se desempe�an mejor las funciones religiosas.

"Si un hombre quiere casarse, es una se�al de que no fue elegido para la funci�n ministerial del sacerdote, y a diferencia de una profesi�n laica, el sacerdocio cat�lico es algo a lo que una persona se siente llamada", dice el soci�logo Ribeiro Neto.

"Ceder a las presiones para que los sacerdotes se casen ser�a, seg�n la Iglesia, facilitar la entrada de personas que no tienen verdadera vocaci�n y que se acabar�an convirtiendo en malos sacerdotes", explica.

Este es el argumento que la Iglesia utiliza cuando se insin�a que abolir el celibato reducir�a los casos de pedofilia.

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"Para la Iglesia, los casos de pedofilia que se han divulgado recientemente son consecuencia de la elecci�n de personas sin una verdadera vocaci�n".

"Si los sacerdotes se casaran podr�a tener un efecto adverso, facilitando el ingreso de personas sin vocaci�n y sin una espiritualidad s�lida ", dice el soci�logo, explicando el punto de vista del Vaticano.

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