Sin familia y vendiendo en la calle, así terminó la enfermera

23/09/2018 - 14:23:42
El Pa�s.- Ha pasado tres a�os y m�s de 10 meses, desde que el caso Alexander saliera a la luz p�blica, y para la exenfermera del Hogar Virgen de F�tima, Lola Rodr�guez, pareciera que fue ayer cuando fue acusada e imputada por el delito de encubrimiento por la supuesta violaci�n del beb� de ocho meses.

La mujer de 40 a�os, muy afectada por este proceso, cuenta c�mo son sus d�as desde que estall� el caso el 13 de noviembre de 2014, cuando autoridades y medios de comunicaci�n informaban sobre la violaci�n y muerte de un menor de ocho meses que estaba albergado en el Hogar Virgen de F�tima, ahora llamado �Ni�o Jes�s�.

El caso constern� a la poblaci�n boliviana que exig�a justicia para el peque�o. Las autoridades buscaban a los culpables del �delito�.

Ese d�a, ella estaba de turno en el centro de acogida y a cargo del cuidado de los ni�os, entre ellos Alexander, que por azares del destino lleg� a esa instituci�n, luego de que fuera rescatado de sus padres alcoh�licos.

Cuenta que por la muerte del ni�o y las audiencias, adem�s de los insultos que recib�a de la gente que la consideraba culpable del deceso de Alexander, se deprimi� bastante, al punto que lleg� a tomar bebidas alcoh�licas y e incluso pens� en terminar con su sufrimiento.

�Era una persona normal, una madre que con su trabajo se encargaba de sus hijos. Pero desde la muerte de Alexander me siento muy mal, todo ha cambiado para m�, revela Rodr�guez.

La situaci�n se agrav� para ella cuando el padre de sus dos hijos -una ni�a y un ni�o- le pidi� �tiempo� y puso en cuesti�n su matrimonio. Eso empeor� su estado emocional y afect� su empleo, que adem�s no pod�a mantener pos las constantes audiencias �dos d�as a la semana- a las que deb�a asistir y que en muchas ocasiones se postergaban.

�Hab�a d�as en los cuales solo quer�a tomar y tomar. A ra�z de eso he tenido problemas con mi familia. Con mi esposo nos hemos dado tiempo, nos hemos separado y lloraba. Incluso he pensado en terminar mi sufrimiento. Solo mis hijitos me cuidaban y trataban de calmarme, �ya no llores mamita�, me dec�an�, recuerda acongojada.

De enfermera a vendedora de comida

Intent� seguir adelante con su vida, pero en definitiva, la asistencia obligatoria a las audiencias le imped�a en los hechos mantener un trabajo, y tampoco pudo conseguir otro, le cerraron las puertas. Vio en la venta de comida y gelatinas una salida a su crisis para mantener a sus dos hijos, pero ante la insuficiencia de dinero, tambi�n opt� por vender �linaza caliente� por las noches.

�Me he dedicado a vender comida, gelatina y por las noches linaza para sostener a mis hijos�, se�ala.

Una vez que sali� la sentencia en su contra, donde las autoridades judiciales dictaron dos a�os de prisi�n para Lola, ella decidi� migrar al �rea rural para probar suerte e �iniciar de cero�, pero el sufrimiento y el trauma por el caso Alexander la persiguen y a�n no ha podido superar esa etapa.

�A veces recuerdo como los jueces amenazaban a los testigos, siempre he dicho que el doctor era inocente, �l era joven y por ser el �nico var�n del hogar lo acusaron de violaci�n, pero no es as�. Las autoridades nunca han escuchado. Cuando ha salido la sentencia me fui a Humala a empezar de cero, pero no se puede con esta pena�, dice.

La divulgaci�n del audio de la jueza Patricia Pacajes, en el que admite la inocencia del galeno Jhiery Fern�ndez, para la enfermera es �una esperanza� para que el m�dico salga en libertad, pero al mismo tiempo le causa dolor tener que revivir el drama que le cost� su trabajo y su familia.

Afirma que no pedir� resarcimiento, solo exige la libertad del m�dico Fern�ndez y pide a las autoridades actuar con transparencia ante este tipo de casos y as� evitar que se destruyan vidas de personas inocentes y sus familias

�Solo quiero vivir tranquila, que liberen al doctor. Cuando eso ocurra voy a creer en la justicia, porque ahora no creo�, remarca.

La mujer dice que sus hijos tambi�n fueron v�ctimas del caso Alexander, la exposici�n de su imagen en diferentes medios de comunicaci�n hizo que sus peque�os reciban maltratos en su colegio e incluso fueran excluidos de diferentes actividades por los padres de sus compa�eros.

�A m� me han destrozado, mis hijos viven en La Paz, ellos tambi�n han sido v�ctimas de este caso. En ese tiempo mi hija ten�a 9 a�os y mi hijito iba al k�nder. Sus amiguitos le dec�an que su mam� era culpable por salir en la tele. Ni los pap�s quer�an hablarles�, lamenta.

Agrega que su hija mayor ten�a la ilusi�n de estudiar la carrera de Medicina, pero que por esa amarga experiencia ahora no quiere ni o�r sobre el �rea de salud.

�Se ha quedado con ese trauma. Me duele que eso les suceda a ellos�, afirma