Contracrónica de una derrota en la CIJ: de la catarsis a la propuesta
02/10/2018 - 07:48:52
El Pa�s.- Hab�a mucha expectaci�n. Much�sima. Las redes amanecieron repletas de mensajes positivos y esperanzas. Los canales de televisi�n nacionales hab�an desplazado enviados especiales a La Haya y a Antofagasta, incluso a Santiago. Quien m�s quien menos emit�a aunque fuera por celular lo que estaba pasando en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Los fot�grafos y camar�grafos corr�an desesperados por los jardines del edificio cada vez que un veh�culo atravesaba la verja y llegaba al port�n. Al otro lado se percib�a el jolgorio boliviano. El domingo docenas de mensajes hab�an llegado a esta redacci�n preguntando por si era feriado.
No hab�a habido llamados a la prudencia, ni a la contenci�n. M�s bien todo lo contrario: �La bandera boliviana pronto flamear� en el mar� (Evo Morales, 17 de agosto de 2018); �Hoy somos un pa�s estable y el retorno al mar est� m�s cerca que nunca� (Evo Morales, 09 de septiembre de 2018), etc., el presidente Evo Morales incluso concedi� una �amnist�a� a los expresidentes Carlos Mesa y Jorge Quiroga, parte del equipo de la demanda, para que lo acompa�aran en la tarea post-Haya, literalmente. La tarea sigue existiendo, pero ahora tiene que ver m�s con la recomposici�n de la autoestima nacional, tantas veces golpeada, que con la espec�fica negociaci�n ansiada.
El acto empez� puntual, sin minuto de retraso. Los 15 magistrados ingresaron en la sala de la Corte y ocuparon su lugar. El encargado de hacer la lectura fue el presidente de la CIJ, el somal� Abdulqawi Ahmed Yusuf. Empez� a las 9.00 y acab� poco despu�s de las 10.15. Sobre las 9.20 ya se empezaron a ver las caras raras de Eduardo Rodr�guez Veltz� comentando con Evo Morales, tambi�n de rostro serio. A las 9.45 todos los que andaban pegados a la televisi�n o la radio se hab�an dado cuenta de que la cosa no iba por buen camino.
�La corte, por doce votos contra tres, concluye que la Rep�blica de Chile no contrajo la obligaci�n legal de negociar un acceso soberano al oc�ano Pac�fico para el Estado Plurinacional de Bolivia (�) y por consiguiente rechaza el resto de los alegatos finales presentados por el Estado Plurinacional de Bolivia� dijo Yusuf. Le siguieron los rostros serios y silencios que se fueron contagiando por calles, universidades, centros de trabajo. Silencio ese viejo sabor de la derrota en la boca.
La brecha: los pol�ticos
Las redes tardaron en reaccionar, pero lo hicieron. Unos pocos dispararon memes, normalmente apuntando al MAS y a Evo. Otros haciendo humor de la desgracia. Otros optaron por la catarsis total. Otros por la teor�a de la conspiraci�n, illuminatis incluidos, por la masoner�a chilena, por la venganza de Donald Trump� Otros por el victimismo. Cada cual se desahog� como pudo, en redes y en su casa. Y tambi�n en p�blico. Hubo l�grimas en plaza Murillo, en plaza Luis de Fuentes y en La Haya. La carga emocional hab�a sido fuerte.
Despu�s lleg� el momento de tomar posici�n respecto al futuro, y ah� se empez� a materializar la brecha entre pol�ticos y ciudadanos.
Los pol�ticos se aferraron a su tabla de salvaci�n: la coletilla del di�logo que dej� la sentencia, en un claro gui�o hacia Bolivia. De los primeros en reaccionar fue Evo Morales que ahond� en el di�logo. �El p�rrafo 176 del informe establece que el fallo de la #CIJ no impide a las partes continuar un di�logo de buena voluntad en torno al enclaustramiento de #Bolivia. Es decir, si hay voluntad de ambas partes, pueden continuar negociaciones significativas� y aclar� despu�s que no hay rendici�n. �#Bolivia nunca va a renunciar a una salida soberana al mar. El pueblo boliviano y el mundo saben que mediante una invasi�n nos arrebataron el acceso al oc�ano Pac�fico. Estamos por la justicia y tenemos raz�n, por eso entendemos la invocaci�n de la CIJ de continuar el di�logo�.
El m�s activo fue Samuel Doria Medina, que pronto exigi� responsabilidades: �Estoy triste por el resultado de la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Pero nuestra reivindicaci�n mar�tima sigue vigente. El pueblo boliviano est� frustrado. Necesitamos una explicaci�n de por qu� llegamos a este resultado� dijo en su primer tuit. En un segundo atac� la interpretaci�n del presidente: �Se fue a La Haya por a�os de di�logo sin resultados. El fallo de La Haya rechaza lo central de nuestra demanda y sugiere volver al di�logo. As� estamos. El rostro de Evo dice lo que no dice el papelito que nervioso ley� y finalmente acab� ligando el resultado al 21F cuando Garc�a Linera hablaba de las puertas abiertas tras la puerta cerrada. �Habla y habla; ya nada se le cree; lo mejor que pueden hacer es respetar el voto que les dijo NO reelecci�n y NO seguir da�ando a Bolivia y a la Democracia�.
Carlos Mesa, vocero de la demanda y candidato nunca confirmado, aunque s� sondeado, fue m�s comedido y dej� escrito en tuiter �con el esp�ritu templado, Bolivia respeta el fallo aunque no lo comparte. Hicimos lo que en conciencia cre�mos adecuado dando lo mejor de nosotros. Queda la afirmaci�n de la CIJ de que el mar es un tema pendiente entre Bolivia y Chile�.
La brecha: y de repente Almaraz
En redes hab�a ganas de decir algo distinto, de no victimizarse m�s, de dar por cerrada una herida que duele cada vez que se hurga. De librarse de a�os de machacona amargura con la que este tema se ha abordado, junto al temor a ser juzgado y condenado al decir algo distinto.
De repente apareci� Sergio Almaraz, uno de los intelectuales m�s importantes de la parte central del siglo XX pese a su corta vida, comunista, pensador de la izquierda nacional y para nada sospechoso de antipatriota. Con Almaraz ya superamos la derrota en la Guerra del Chaco con aquello de �perdimos la guerra y ganamos la revoluci�n� y ayer su texto �La cuesti�n del mar� y que data ni m�s ni menos que de 1965 se convirti� en viral.
�El sentido evasivo del pensamiento pol�tico boliviano encuentra su mejor expresi�n en la sobrevaloraci�n de la cuesti�n mar�tima. Un dirigente pol�tico ha dicho que `todo nuestro atraso se debe a la p�rdida del mar�. Una afirmaci�n tan absoluta requiere, para ser aceptada, por lo menos una hip�tesis. Estamos ante un hecho hist�rico: la guerra de 1879, guerra injusta, ruin, incitada por intereses ajenos que fueron realmente los �nicos vencedores. Ahora lo que hace falta es sustituir la abstracci�n por una hip�tesis de dos lados: que se nos demuestre lo que puede ser el pa�s sin la p�rdida o, de otro modo, se�alar las posibilidades ideales en el primer caso� arranca el texto de Almaraz, que, despu�s de denostar el esp�ritu victimista y denunciar los intereses de la oligarqu�a en aquel conflicto, dice que �los partidos pol�ticos no pueden continuar por m�s tiempo con el fuego ilusionista. �Al fin y al cabo, el 1879 no es Versalles para los bolivianos! Al fin y al cabo, Antofagasta no es otra cosa que cobre y ese cobre tiene un nombre que no es chileno, se llama Chile Exploration. Los due�os no son esos pobres �nortinos� quemados por el sol, la arena y la miseria�
�Cada uno de nuestros problemas (esas peque�eces dom�sticas que merecen el desprecio de nuestros talentos ol�mpicos) son diez veces m�s sombr�os que todo el Pac�fico porque injustamente de ellos depende miles de vidas bolivianas. M�s le vendr�a a un ni�o del Altiplano ingerir algunas prote�nas en su dieta diaria que atiborrarlo con discursos vengativos que no le salvar�n del raquitismo, pero le envenenar�n el alma� dice a modo de conclusi�n.
Las excusas, los conceptos
Al final de la jornada, algunos ya repasaban lo expuesto y recordaban que el �derecho expectaticio� fue un concepto acu�ado por los juristas del nuevo cu�o y nuevo orden mundial, basado en el multilateralismo de Barack Obama y que se fue al tacho con Donald Trump y la polarizaci�n populista en las cunas democr�ticas de Europa. La Haya ha dejado claro que las promesas de hacer algo no generan derechos firmes, aunque sea dif�cil de explicar a la wawa a la que le prometiste pasear en bicicleta.
La Justicia diplom�tica de las Naciones Unidas, al fin tan pol�tica como todas las dem�s, ha optado m�s bien por la forma m�s f�cil de mantener el viejo orden, que b�sicamente se sostiene sobre la bomba at�mica en el v�rtice de la pir�mide belicista. Para no generar un conflicto, lo m�s f�cil suele ser darle la raz�n al m�s fuerte.
Ahora bien, el excanciller Fernando Huanacuni, quemado en ritual comunitario luego de que advirtiera que en el nuevo mundo transnacionalizado el concepto de soberan�a es absolutamente relativo, tal vez ten�a raz�n. Lo propio que el agente de la demanda Eduardo Rodr�guez Veltz� cuando pidi�, la previa del fallo, no totemizar la palabra soberan�a y aceptar nom�s que existen formas creativas de hacer las cosas dentro del sistema.
El fallo ha entrado como un obus en la campa�a electoral boliviana. Pocos esperaban este fallo, y aunque todos manejan escenarios, nunca es lo mismo una cosa que otra. Toca ahora hacer propuestas, pero de las que deben ser soportadas sobre candidatos cre�bles.
Ilo y Puerto Busch, las alternativas para el mar
Hasta la fecha, los gobiernos bolivianos han supeditado los grandes proyectos nacionales a la consecuci�n de un acceso soberano al mar. La explotaci�n y transformaci�n del litio a gran escala, el Mut�n, la petroqu�mica de Yacuiba y otros requieren de un acceso urgente al mar que permita optimizar los costos de transporte, que de acuerdo a los estudios son hasta un 8 por ciento en Bolivia que en el resto del continente precisamente por esas limitaciones.
En el Congreso de Gas y Energ�a de YPFB a finales de agosto, el presidente Evo Morales y el Vicepresidente �lvaro Garc�a Linera llegaron a hablar de una planta de licuefacci�n para ingresar al mundo de la exportaci�n por ultramar, sin poder detallar m�s aspectos del Gobierno. El presidente de YPFB, �scar Barriga, ha hablado de un estudio para ejecutar el proyecto tendiendo ductos para ese mismo proyecto. El proyecto deb�a servir como alternativa al gas que no va a comprar Brasil a partir de 2019 y que no puede ser utilizado en la petroqu�mica de Yacuiba porque tambi�n se ha demorado hasta l�mites paranormales. Pero no avanza.
El pr�ximo Gobierno ya puede concentrarse en las dos infraestructuras portuarias estrat�gicas posibles en el pa�s: Puerto Busch en Santa Cruz para conectar con la hidrov�a Paraguay � Paran� e Ilo en el sur de Per�, justamente donde se ha proyectado el tren bioce�nico, sin que eso signifique una renuncia a buscar el retorno al mar.
El pr�ximo Gobierno boliviano debe ofrecer alternativas que no desemboquen en el viejo anhelo del mar que topa con el conflicto recurrente con Chile. Diferentes expertos los recordaron ayer y los han impulsado desde hace a�os, sin haber encontrado mayor resonancia que el optimismo desmesurado en la estrategia jur�dica. El escenario, sin duda, es nuevo.
