La partícula de Dios que comenzó siendo maldita
05/10/2018 - 17:55:03
ABC.- �Nada sabemos del Universo antes de que llegase a la madura edad de una mil millon�sima de una billon�sima de segundo, es decir, nada hasta que hubo pasado cierto tiempo cort�simo tras la creaci�n en el Big Bang. Si le�is o escuch�is algo sobre el nacimiento del universo, es que alguien se lo ha inventado. Estamos en el reino de la filosof�a. S�lo Dios sabe qu� pas� en el Principio Mismo (y hasta ahora no se le ha escapado nada).
Esto, �por d�nde �bamos? Ah, ya��.
Estas palabras corresponden al libro �La part�cula divina: si el Universo es la respuesta, �cu�l es la pregunta?�, firmado por el premio Nobel de F�sica Leon M. Lederman (Nueva York, 1922) junto al escritor Dick Teresi. La obra, a pesar de su t�tulo, no hace muchas m�s referencias a Dios y se centra en explicar a trav�s de historias y an�cdotas desde el comienzo del Universo hasta las investigaciones que se estaban produciendo all� por 1994 (a�o en el que fue publicado) para encontrar el bos�n de Higgs, esa part�cula que dar�a sentido al Modelo Est�ndar de la f�sica de part�culas que rige todo el conocimiento cient�fico actual. Pero Lederman, que fallec�a el pasado mi�rcoles a los 96 a�os seg�n confirmaba el Fermilab (el laboratorio estadounidense de f�sica de part�culas del que fue responsable desde 1978 hasta 1989), dejar�a m�s ruido por el pol�mico bautizo de la escurridiza part�cula.
Para el disgusto de la comunidad cient�fica -incluido Peter Higgs, el f�sico que teoriz� por primera vez sobre su existencia-, el apelativo de �la part�cula divina� o �la part�cula de Dios� que tan alegremente empezaron a utilizar los medios para referirse al bos�n de Higgs, se populariz� hasta convertirse en sin�nimo. Y la simplificaci�n no era una cuesti�n de ciencia, sino de marketing: Lederman siempre brome� con la posibilidad de titular su obra �The goddamn particle� (traducido al espa�ol en algo as� como �La maldita part�cula�), en honor a su capacidad para esconderse de los cient�ficos. Sin embargo, su editor pens� que las ventas aumentar�an si se reformulase en �The God particle� (la famosa �part�cula de Dios� en castellano), algo que el mismo Lederman rechaz� por no hacer justicia al concepto y alimentar el debate de ciencia contra religi�n.
Aunque se contaba con �l desde 1964, no fue hasta el verano de 2012 cuando el bos�n de Higgs era descubierto gracias a los experimentos CMS y ATLAS, desarrollados en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN (Organizaci�n Europea para la Investigaci�n Nuclear), ubicado en la frontera franco-suiza. Encontrarlo supuso, aparte de refrendar la teor�a del Modelo Est�ndar, la apertura hacia el replanteamiento de nuevos conceptos, como la materia oscura o el fin del Universo. En todas las teor�as, este descubrimiento es vital, ya que este bos�n es el responsable de la masa de todas las dem�s part�culas, que sencillamente no existir�a sin �l.
Nobel y otras aportaciones de Lederman
Pero Lederman es mucho m�s que el �padre� de la �part�cula de Dios�. El f�sico estadounidense recibi� el Nobel de F�sica en 1988 junto con dos compa�eros m�s (Jack Steinberger y Melvin Schwartz) por su investigaci�n sobre los neutrinos y su demostraci�n de la doble estructura de los leptones (lo que permiti� elaborar, precisamente, el Modelo Est�ndar en los a�os setenta).
En 1977, Lederman dirigi� al equipo que descubri� la part�cula llamada quark inferior y dirigi� el Fermilab mientras constru�a su colisionador Tevatron, el destructor de �tomos con la energ�a m�s alta del mundo desde 1983 hasta 2010. Adem�s, desarroll� una pasi�n por la educaci�n cient�fica y la divulgaci�n. De hecho, entre 1951 y 1978 fue mentor de 50 estudiantes de doctorado, y le gustaba bromear sobre su �xito como maestro y asegurar que �ni uno solo estaba en la c�rcel�.
