¿Qué es la vulvodinia, el doloroso e incomprendido problema que solo afecta a las mujeres?
08/10/2018 - 15:42:21
El Comercio.pe.- En los �ltimos a�os se hab�a sometido a una serie de tratamientos quir�rgicos por una endometriosis -un trastorno por el cual el tejido que normalmente recubre el �tero crece fuera de �l-, as� que asumi� que acabar�a pasando.
Pero, en lugar de eso, el dolor se volvi� absolutamente insoportable en cuesti�n de semanas.
"Despu�s de un tiempo, sent� como si alguien me estuviera cortando por la mitad y a la vez quem�ndome la vagina con un cigarrillo", cuenta Langdale-Schmidt.
"Hab�a ocasiones en las que trataba de tener sexo con mis esposo y lo �nico que pod�a hacer era intentar no llorar para no arruinar el momento. Era una agon�a", recuerda.
Fue entonces cuando se decidi� a ir al m�dico. Fue a varios y algunos se mostraron desconcertados. Pero la mayor�a la despach� como si realmente no se tratase de un problema.
Muchos doctores no son capaces de diagnosticar vulvodinia.
"Literalmente, un m�dico me dijo que tomara un poco de vino, un Advil (un analg�sico) y simplemente me relajara. Otro me dijo, antes incluso de examinar el �rea, que pod�a cortar la parte que me dol�a o recetarme un antidepresivo", cuenta.
"�Qu� habr�a pasado si hubiera tenido una enfermedad de transmisi�n sexual? � O c�ncer? Obviamente nunca volv� a la consulta de ninguno de ellos", se queja.
Furiosa, frustrada y sumida en dolor, Langdale-Schmidt, quien ten�a 28 a�os en ese momento, decidi� investigar por s� misma.
Una afecci�n cr�nica
Despu�s de navegar en varios foros de medicina y de mujeres en internet vio que algunas personas hablaban sobre la vulvodinia, una condici�n poco conocida que conlleva un dolor cr�nico o una incomodidad en una zona de la vagina.
La afecci�n no debe confundirse con el vaginismo, que es el miedo a la penetraci�n provocando la contracci�n de los m�sculos de la vagina.
La vulvodinia puede ser una condici�n "incre�blemente debilitante".
El Centro de Obstetricia y Ginecolog�a de Estados Unidos define a la vulvodinia como un dolor en la vagina que dura tres meses o m�s y que no es el resultado de ninguna infecci�n, un trastorno de la piel u otro problema m�dico.
La condici�n puede aparecer repentinamente o progresar lentamente con el tiempo y se han identificado dos tipos.
El primero es la vulvodinia generalizada, que se puede encontrar en diferentes �reas de la vulva y puede doler en momentos distintos. El dolor puede ser constante o puede ser intermitente.
Mientras que la vulvodinia localizada esun dolor que se siente en un �rea espec�fica de la vulva. A menudo se asocia con una sensaci�n de ardor y suele aparecer tras someterla a presi�n o al tocarla, como ocurre en las relaciones sexuales o al introducir un tamp�n.
El dolor, el ardor y la irritaci�n pueden ser tan intensos que una mujer vea insoportable tener relaciones sexuales e incluso sentarse por largos periodos de tiempo.
A algunas mujeres el dolor se les hace tan insoportable que ni soportan el roce de la ropa interior.
A algunas mujeres el dolor se les hace tan insoportable que ni soportan el roce de la ropa interior. (Foto: Getty Images)
"Es una afecci�n que puede llegar a ser incre�blemente debilitante", dice Angie Stoehr, directora del Centro Stoehr para el dolor p�lvico e �ntimo.
"Algunas mujeres que la padecen ni siquiera pueden usar ropa interior o [pantalones] porque el dolor es muy intenso. Es un problema importante que afecta severamente la calidad de vida de una mujer y puede ser muy dif�cil de tratar", afirma.
Falta de investigaci�n
La vulvodinia apareci� por primera vez en textos m�dicos que datan de 1880. En aquel entonces se hablaba de "supersensibilidad de la vulva" y "una fuente fruct�fera de dispareunia" (relaciones sexuales dolorosas), explica Lisa Goldstein, directora ejecutiva de la Asociaci�n Nacional de Vulvodinia.
Y, al d�a de hoy, los estudios muestran que el 16% de las mujeres en Estados Unidos sufren de esta afecci�n en alg�n momento de sus vidas.
Sin embargo, debido a una variedad de factores, que incluyen la dificultad de estudiar un tema tan sensible, las variaciones en las definiciones y los criterios diagn�sticos y una falta de investigaciones sobre las condiciones de salud que afectan principalmente a las mujeres, se ha investigado poco.
M�s de una de cada siete mujeres padecen de vulvodinia en alg�n momento de sus vidas.
M�s de una de cada siete mujeres padecen de vulvodinia en alg�n momento de sus vidas. (Foto: Getty Images)
En 2011, m�s de 80 investigadores se reunieron en una conferencia del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano de Estados Unidos para determinar cu�les eran los siguientes pasos en la investigaci�n sobre la vulvodinia.
"Los participantes en la conferencia acordaron que la base de evidencia para la investigaci�n de la vulvodinia es escasa y que no hay evidencia cient�fica suficiente para llegar a un consenso sobre los m�todos de diagn�stico y tratamiento m�s adecuados", concluyeron en su declaraci�n final.
El resultado es que la condici�n sigue siendo, en gran parte, un misterio. No hay una causa identificable y no existe una cura que sirva para todas las pacientes.
A menudo "se necesita de un equipo de especialistas para diagnosticar el vaginismo y otros trastornos del dolor p�lvico", dice Rachel Gelman, fisioterapeuta del suelo p�lvico en el Centro de Rehabilitaci�n y Salud P�lvica en San Francisco.
"Hay tantos sistemas que se encuentran y se conectan en la pelvis que todos podr�an ser el que causa el dolor", explica.
Por diferentes razones, la vulvodinia sigue siendo un misterio.
Algunas investigaciones han vinculado la vulvodinia a los trastornos autoinmunes, al da�o en los nervios, a las reacciones al�rgicas e infecciones cr�nicas por hongos, destaca Stoehr.
Los riesgos de contraer vulvodinia se incrementan en casos de algunas condiciones psicol�gicas como la depresi�n, la ansiedad y a veces por experiencias durante la infancia como el estr�s cr�nico o el abuso sexual.
Una teor�a reciente ha sido que los s�ntomas de la vulvodinia pueden provenir no de la parte afectada del cuerpo, sino del cerebro, como ocurre con otros trastornos de dolor cr�nico.
Se ha encontrado que las pacientes con esta afecci�n tienen m�s materia gris en las �reas de su cerebro que procesan el dolor y el estr�s. En otras palabras, el problema puede no estar en el �rea p�lvica sino en c�mo el cerebro est� procesando las se�ales que llegan de ah�.
Soluciones "a medida"
Mientras, algunas mujeres est�n tratando de encontrar sus propias soluciones.
Y sabiendo que los dilatadores vaginales se utilizan para restablecer la capacidad vaginal, ayudando a ampliar y restaurar la elasticidad del tejido, Langdale-Schmidt decidi� dar rienda suelta a la creatividad.
Realizar tareas cotidianas como ir a trabajar puede ser muy inc�modo para algunas mujeres con vaginismo.
Realizar tareas cotidianas como ir a trabajar puede ser muy inc�modo para algunas mujeres con vaginismo. (Foto: Getty Images)
A partir de su experiencia previa en el uso de imanes de neodimio para reducir el dolor de espalda y de cuello despu�s de haber tenido un accidente en auto, Langdale-Schmidt prob� a juntarlos y ponerlos dentro de un dilatador vaginal al que hizo un agujero.
Empez� a usarlo dos veces al d�a durante 20 a 30 minutos. Esto hizo que el dolor durante las relaciones sexuales se redujera de forma inmediatamente en un 60% aproximadamente, dice ella.
Y cuando lo us� justo antes del coito, dice que el dolor disminuy� en un 90%. Ella lo ha bautizado como el Dilatador Vaginal Magn�tico.
"Cuando repart� prototipos entre otras mujeres con el mismo tipo de dolor p�lvico recib� mensajes gratificantes donde me dec�an cosas como: "Nunca pens� que iba a poder tener relaciones sexuales otra vez" y "usted ha salvado mi matrimonio"", cuenta Langdale-Schmidt.
Pero en realidad hay muy pocos estudios en la medicina occidental que certifiquen la eficacia de una terapia magn�tica, basada en la idea de que todos los organismos vivos existen en un campo magn�tico y que la cura ocurre cuando la energ�a electromagn�tica se recupera.
Los m�dicos recomiendan una variedad de utensilios vaginales para que las mujeres usen durante los tratamientos para la vulvodinia.
Los m�dicos recomiendan una variedad de utensilios vaginales para que las mujeres usen durante los tratamientos para la vulvodinia.
Los imanes, que pretenden aumentar el flujo sangu�neo y relajar los nervios hiperactivos, han desempe�ado un papel central en la medicina china tradicional durante m�s de 2.000 a�os. Pero varios estudios han encontrado que no hay evidencia de que los imanes alivien el dolor o puedan tratar afecciones m�dicas.
Si bien algunas personas parecen beneficiarse de la terapia magn�tica, se obtienen los mismos resultados cuando se les administra un placebo, lo que significa que el alivio puede tener or�genes psicol�gicos y no fisiol�gicos.
"No hay muchas pruebas consistentes en la literatura cient�fica sobre los imanes y el dolor", dice Stoehr.
A�n as�, a veces recomienda el dilatador de Langdale-Schmidt a pacientes con vaginismo, una condici�n similar que afecta la capacidad de una mujer para participar en la penetraci�n vaginal.
"Tambi�n es algo que en realidad no tiene por qu� causar da�o al paciente", asegura. "Y debido a que los trastornos de dolor p�lvico son tan dif�ciles de tratar, aliento a mis pacientes a probar diferentes tipos de tratamientos hasta que encontremos algo que les funcione", explica.
Las opciones recurrentes suelen ser terapias en las que se masajea el tejido que conecta varios �rganos en la pelvis, el punto donde se siente el dolor y sesiones de descompresi�n miofascial o ahuecamiento.
Problema emocional
La vulvodinia no es solo f�sicamente dolorosa, sino que tambi�n puede tener un costo emocional y mental para las mujeres y sus relaciones m�s �ntimas.
Muchas de los que padecen esta afecci�n no lo cuentan por verg�enza y por el estigma con el que pueden asociarse a las conversaciones sobre salud sexual.
La vulvodinia ha llegado a causar problemas en las relaciones de pareja de las mujeres que padecen la afecci�n.
La vulvodinia ha llegado a causar problemas en las relaciones de pareja de las mujeres que padecen la afecci�n. (Foto: Getty Images)
Langdale-Schmidt dice que tuvo suerte de que su esposo la apoyara durante ese tiempo: "Fue muy comprensivo y nunca me oblig� a hacer nada que me causara dolor", dice.
Pero ha conocido a muchas otras mujeres que no han tenido la misma experiencia.
"He conocido a muchas mujeres a quienes su condici�n les ha afectado mucho m�s a nivel sentimental, mujeres que dec�an cosas como "mi esposo se divorci� de m� por esto" y "ya no quiero vivir"", cuenta.
La vuldovinia supone un trastorno para la vida �ntima de una persona y puede ser socialmente muy aislante, cuenta Stoehr, quien asegura que muchos de sus pacientes se han divorciado por este problema.
Otros han tenido que faltar en numerosas ocasiones del trabajo o lo han llegado a perder porque el intenso dolor les impide realizar sus labores con normalidad.
"Muchas mujeres han venido pregunt�ndome: "�me ocurre algo malo de verdad o simplemente estoy loca?"", recuerda la ginec�loga.
La vulvodinia puede llegar a ser causa de divorcio.
Hay formas de lidiar con el dolor y tratar los s�ntomas de la afecci�n, dice Stoehr, pero puede llevar tiempo encontrar la terapia adecuada para cada individuo.
"Esto no es un simple resfriado", dice. Y a menudo se necesita que el paciente se trate durante la resto de su vida.
"Es muy importante que las mujeres sean las propulsoras de que este tipo de enfermedades cr�nicas se investiguen", sostiene Stoehr. "Y, a veces, te frustras tanto que vas e inventas un remedio que te sirva, tal y como hizo Langdale-Schmidt".
