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Humorista argentino: Hacer reír en tiempos de Macri es lo más fácil que hay

ZONA MULTIMEDIA




29/10/2018 - 15:52:50
Actualidad.- "Los momentos m�s f�rtiles para la comicidad o para la b�squeda art�stica, siempre tuvieron que ver con los per�odos m�s crudos a nivel social. Hay algo, como si la gente necesita buscar un reparo", comenta Mart�n Rechimuzzi, mientras se acomoda en la silla de un bar del barrio de Almagro, en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina).

Tiene 31 a�os, es actor, comediante, polit�logo por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y antimacrista de primera hora. Cuenta con experiencia en radio y televisi�n, pero sabe que su principal caudal de seguidores est� en las redes sociales. Durante su carrera desarroll� m�ltiples personajes, hasta que "Randall L�pez", un cronista ficticio que trabaja para la "CNNL" y dialoga con transe�ntes en uno de los barrios m�s costosos de la capital, empez� a hacer furor: "Fue el mayor salto, el personaje que me hizo visible", cuenta.

A Rechimuzzi no le interesa la risa sin sentido; cada chiste tiene un trasfondo pol�tico para repensarnos como actores sociales. En muchos casos recurre a la burla, a tal punto que muchos podr�an considerar que utiliza una ret�rica que roza la agresividad, pero que tambi�n genera carcajadas. Tiene algunos objetivos bastante definidos, pero el blanco principal de sus humoradas es el estereotipo del individuo de clase media o alta, que cuenta con recursos econ�micos, pero que abunda en ignorancia sobre la realidad social y refleja un importante grado de ego�smo con los sectores m�s humildes. �Producir�n conciencia sus chistes?

Polemiza con el sentido com�n y el rol de los medios masivos de comunicaci�n. Imita al presidente, describi�ndolo como un ni�o rico no comprendido por sus padres, y hasta a altos funcionarios, como la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, destacando su presunto amor por la bebida y el rol represivo de las fuerzas de seguridad. Todo ello despierta la ovaci�n y el repudio virtual del p�blico, y su contenido r�pidamente se viraliza en este mundo ef�mero llamado Internet, donde la pol�tica tambi�n se vive de forma divertida.

RT: �Es dif�cil hacer re�r en tiempos de Macri?

M.R.: No, �es lo m�s f�cil que hay! Re�r, s� me resulta bastante dif�cil, pero hacer re�r es m�s f�cil. Porque para la comicidad, los tiempos expansivos de derechos, como fue el kirchnerismo, al estar todo m�s c�modo, la gente estaba m�s tranquila en ese sentido. Es parad�jico. Re�r en tiempos de Macri hace referencia a ese componente hilarante que tiene el macrismo. Esa articulaci�n que logr� de la disociaci�n entre el proyecto pol�tico que viene a instrumentar y la discursiva que sostiene. Bueno, ah� hay una disrupci�n absoluta que genera comicidad, que est� en esas grietas, en las contraposiciones.

RT: Gran parte de tus chistes proviene de la coyuntura pol�tica, y el actual Gobierno argentino es muy din�mico, con cambios muy bruscos y repentinos. �Te encontr�s con semanas en las cuales hay tanto material que ni sab�s por d�nde empezar?

M.R.: S�, pasa que yo no digo, "hoy voy a hacer a tal personaje". Sino que me pasa algo, o leo alguna noticia, y pienso: "Esto es para tal personaje". Es decir, aparece primero la molestia. Ahora me est� pasando con dos personajes que hago hace mucho, Handel y la ministra Patricia �imitaciones ir�nicas de Macri y Bullrich �, y me pregunto c�mo representar esta realidad.
El humorista y polit�logo Mart�n Rechimuzzi durante una entrevista con RT, en un bar de la Ciudad de Buenos Aires. / Leandro Lutzky / RT

RT: �El contexto regional repercute en tus caracterizaciones?

M.R.: Estos d�as est�n muy te�idos por lo que pas� en Brasil. Handel, la representaci�n de Macri, te dir�a que queda a la izquierda de Bolsonaro. Es bastante dif�cil de entender c�mo podemos asistir a este momento, que muchos pens�bamos ya superado, en t�rminos de, venimos de all�, pero no queremos volver all�. Cre�mos que hab�a un consenso hist�rico de que no �bamos a volver a eso, pero no, lamentablemente estamos volviendo.

RT: Bajo este presente, �consider�s importante lo que hac�s desde el lugar de la risa?

M.R.: No considero muy importante lo que hago. Me ubico en el lugar de payaso. Estoy en contacto permanente con personas que hacen, efectivamente, cosas de gran relevancia. Son los y las militantes territoriales, ocup�ndose de frenar la violencia policial en la calle, las personas que asisten y sostienen la vida pol�tica en los lugares m�s marginales, las mujeres que asisten a quienes desean abortar, mujeres que asisten a otras v�ctimas de la violencia machista. Esa gente que le pone el cuerpo, chup�ndose la angustia real con recursos mucho m�s escasos que los m�os. Yo estoy en mi casa, haciendo un video con una peluca cag�ndome de la risa.

RT: Pero en esta era, la de las comunicaciones masivas y tambi�n fugaces, �destac�s el hecho de combatir ideas desde un lugar m�s ameno y acorde al siglo XXI?

M.R.: Lo m�o puede llegar a colaborar de alguna manera en la generaci�n de un sentido pol�tico. Estoy muy abrazado a ciertas causas. En mi caso, trato de sostener cierto nivel de complejidad en las construcciones pol�ticas, que no sea la risa por la risa. Que sea tan importante la risa como la discursiva que est� sosteniendo. Pero la construcci�n pol�tica de este momento tan crudo, requiere algo mucho m�s importante que las pavadas que nosotros podamos llegar a decir.

RT: �C�mo describir�as el duro momento que atraviesan pa�ses como Argentina o Brasil? �Cu�l es la mejor forma de combatirlo?

M.R.: La risa, la comedia, permite refundar el sentido. M�s hoy en d�a, estamos en una �poca donde tenemos que finalizar ciertos duelos. Evidentemente, estas derechas fascistas y xen�fobas de la regi�n, conquistaron e identificaron algo. Tienen un hallazgo. Insisto con lo de Brasil, en la no campa�a de Bolsonaro. No podemos volver a las formas de representaci�n de las minor�as como se hac�an con anterioridad, porque ellos han quebrado el sentido pol�tico. El macrismo tambi�n lo hizo. Avanzaron con ferocidad, con dirigentes presos, persiguiendo a Cristina y sus familiares. Ah� ya rompieron una forma hist�rica de hacer pol�tica. Nosotros debemos poder estar inscriptos a eso, es delirante pensar que las resistencias van a poder ser como ven�an siendo hasta ahora.

RT: �Por qu�?

M.R.: Uno de los principales hallazgos del macrismo es que ellos, para sostener su proyecto, no es que comunican mejor haciendo posteos m�s precisos o emitiendo claramente lo que hacen. Construyen un clima de �poca, nos ponen de un modo, a trav�s de un bombardeo constante de ciertos significantes y desde ah� la persona elige. La colonizaci�n es previa, ya no necesitan ir a cerrar las urnas de votaci�n, tienen la garant�a de una instancia anterior donde la colonizaci�n permite que la persona vaya a la urna, en una formalidad democr�tica. No podemos decir que el macrismo vino a mejorarle la vida a los muchos, es el Gobierno de los poqu�simos. Me fui por las ramas, pero son las mismas fuerzas que gobernaron en las �pocas m�s oscuras de la Argentina, ll�mese el golpe del 30, 55 o del 76, no tienen ning�n problema en llamar a los cuarteles cuando tienen un problema de corte econ�mico. Si bien son la continuaci�n de esas fuerzas, han encontrado una manera de presentarlo, dentro del orden democr�tico, con un gran blindaje medi�tico.

RT: Regresando a tus videos, �intent�s que la gente vuelva a hablar de pol�tica?

M.R.: Totalmente, en eso s� estoy muy aferrado.

RT: Te mostr�s p�blicamente favorable al kirchnerismo, y de ese sector ideol�gico recib�s elogios, pero, �c�mo te recibe el votante macrista? Porque, te burl�s de algunos de ellos con frecuencia.

M.R.: No creo que Macri tenga un electorado por ser Macri, en ese sentido ellos no tienen una lealtad, un v�nculo tan f�rreo, s�lido, como tienen muchos militantes, o personas, con Cristina, por ejemplo. Ese electorado que eligi� a Macri, es ese electorado hist�rico antiperonista, ese 30%, 33%, que jam�s votar�a a ning�n candidato del campo popular. Eso est� ah�, con eso construimos, pero hay una tensi�n saldada; yo me voy a re�r de ellos y ellos se van a re�r de m�. Respecto del votante arrepentido, bueno, ah� tengo un gran enojo la verdad. M�s que nada el de clase media, porque la clase trabajadora, encima que est� en condiciones absolutamente desfavorecidas, no le voy a endilgar: "�Encima no ten�s conciencia de clase!". Bueno, esa persona hace lo que puede, trabaja 17 horas por d�a, tiene una vida m�s compleja. Pero ese elector con recursos, que odia al "planero" �beneficiario de planes sociales�, ese estudiante que fue a la universidad estatal pero le parece muy escandaloso que se otorguen 2.000 o 3.000 pesos en una Asignaci�n Universal por Hijo, pero �l recibi� 8.000, 9.000 o 10.000 en educaci�n p�blica. Con ese elector, que ahora dice "me equivoqu�", tengo enojo.

RT: Bueno, eso se nota en tus producciones.

M.R.: �Claro! Ese votante se equivoc�, y bueno, ahora ya no vacaciona en Brasil, vacaciona en Villa Gesell �playas de la provincia de Buenos Aires�. Est� bien, alter� su vida, pero esa equivocaci�n electoral en el grueso genera que hoy muchos pibes no tengan para morfar. Ese privilegio de arrepentirse en la democracia, que a ese elector le cuesta un poco, al m�s postergado, le cuesta todo. Porque esa persona que estaba agarrada, que ten�a un poco m�s de lo que hist�ricamente tuvo, ahora vuelve a no tener nada, vuelve a ser la persona que come de la basura. Adem�s, ese votante tan problem�tico, debe entender que cuando aumenta la pobreza, aumentan los niveles de delincuencia y violencia. Entonces, a ese elector que no le gustaba el tema de la inseguridad, bueno, vot� crear condiciones para que aumente la inseguridad. Con ese votante, que se arrepinti� y perdi� un poquito, y bueno, la verdad que mucho di�logo no puedo tener. El problema es el que no se arrepiente, ese es el m�s problem�tico. Con ese empec� un personaje nuevo, suponiendo que era el m�s est�pido, porque ni siquiera fue dise�ado.

RT: �Es m�s llevadero el ajuste entre risas?

M.R.: Espero que no. Espero que las risas sirvan a recrear el sentido pol�tico, no para anestesiar y decir: "Bueno, ya est� todo saldado porque nos re�mos de la miseria". Eso es un privilegio nuestro, de quienes estamos en Instagram pelotudeando. Pero, para mucha gente el ajuste es muy cruento. Mi vieja atiende a v�ctimas de la violencia machista, que les pegan en sus casas normalmente. Hoy esas mujeres dicen: "S�, me pegan, pero ese no es el problema mayor. No tenemos para morfar para m� ni para mis hijos". Ahora van a pedir para comer. Ah� est� el lugar problem�tico del ajuste. No es, uh, bueno, ya no me voy de vacaciones. Hay lugares donde la gente se est� muriendo de hambre en el corto plazo. Y en el mediano o largo plazo, �qu� modelo de pa�s estamos construyendo? Con esta lluvia de inversiones que iba a venir, y nunca vino. El �nico plan de ellos es recortar, ahorrar, cerrar universidades, sin industrializaci�n. Por lo menos que se planteen las nuevas formas de acumulaci�n en un mundo de constante cambios. Eso es lo m�s problem�tico de nuestras clases olig�rquicas, lo brutas, vetustas e ignorantes que son. Podr�amos tener una oligarqu�a un poco m�s ilustrada, que diga, bueno, ya que somos una �lite, vamos a estar pensando qu� va a pasar despu�s de la crisis del Estado. Esas cosas, dejando de ver con resentimiento el hecho de no ser europeo y que el problema sea el pibe que les estaciona el auto.

RT: Con "Randall", tu personaje m�s conocido, critic�s la manipulaci�n medi�tica, puntualmente a medios como la CNN. �Por qu�?

M.R.: Un d�a prob� salir y ver qu� pasa. "Randall" se empez� a construir en la propia calle, no ten�a nombre. En realidad, no es una cr�tica hacia la CNN, es valerme de esos instrumentos para interactuar con la gente. El enemigo, es la reproducci�n de un discurso sin la visi�n propia, contra eso estamos peleando. Lo que tiene "Randall", si bien es hilarante, es una intervenci�n humor�stica, pol�tica, con un car�cter atrapante. No me voy a oponer en la calle contra esa discursiva, sino que la estiro, me pongo a favor de ese discurso, y bailo ah�. Lo pesco, s�. Me tiro a nadar con ellos.

Mart�n confiesa que hacer ese personaje le demanda mucho estr�s y tensi�n, incluso durante varios d�as previos al momento de la acci�n. Para las filmaciones, sol�a pararse en la intersecci�n de las avenidas Santa Fe y Coronel D�az, en una de las zonas m�s caras de la ciudad: "He probado en muchos barrios, pero ninguna me dio tantos resultados como aquella esquina", explica. Sin embargo, comenta que ya no puede pasar por all�: "Me amenazan demasiado, una vez al d�a, por lo menos".

Para las grabaciones, solo acude con un camar�grafo y un asistente. Pero los insultos no se producen solo en la v�a p�blica, su cuenta de Facebook tambi�n tiene la casilla de mensajes repleta de mensajes agresivos: "Sos un putito K", dice uno de ellos. "Z�ngano, vos deb�s ser de la familia socialista de chorros K", se lee en otro, haciendo referencia a su afinidad con la expresidenta Cristina Kirchner. Rechimuzzi, sin embargo, se lo toma con humor, guarda su celular y se r�e mientras bebe un caf�. Entiende que son las reglas del juego, aunque tambi�n recibe varias felicitaciones. Mientras tanto, otro cliente del bar que escucha atentamente el reportaje, pide tomarse una fotograf�a con el humorista.

RT: Te exhib�s demasiado, y hay antecedentes de periodistas agredidos en las calles de Buenos Aires. �Te da miedo que alg�n individuo te ataque en la v�a p�blica?

M.R.: Bueno, no des ideas, ja, ja.

RT: �Es f�cil para "Randall" encontrar a los transe�ntes que luego se ven en los informes? �Cu�ntas grabaciones hay que hacer hasta conseguir a los ciudadanos indicados?

M.R.: Ja, ja, ja. De diez entrevistados, siete u ocho entran.

RT: �Qu� mensaje quer�s transmitir? �Por qu� interpel�s tanto al ciudadano de a pie?

M.R.: Yo no quiero esa visi�n donde los pol�ticos son una casta y los ciudadanos otra cosa. Trato de quebrar eso, todos somos actores pol�ticos, o al menos debemos sentirnos de esa manera, en una experiencia pol�tica, y desde ah� tensionar, sin caer en el discurso de la meritocracia. M�s que burlarme, apunto a poner en tensi�n, m�s all� de la situaci�n de risa, esa producci�n y reproducci�n de valores tan ajenos a la propia realidad.

RT: �Es una forma graciosa de decir, hacete cargo?

M.R.: S�, absolutamente. S� que me consume esa clase media, por el tipo de lenguaje que tengo. Me lo han dicho en la propia calle, "yo necesitaba un cambio". �Un cambio de qu�? Un cambio por el cambio, sin entender las implicancias.

RT: �Cre�s en el sistema democr�tico?

M.R.: No, no en la democracia como la conocemos. Esa democracia del siglo XX, que la academia ha estudiado tanto. �Qu� es la democracia? �Eso de tener elecciones libres? Bueno, se sigue pensando muy atr�s de lo que pasa, no podemos decir que ac� hay democracia porque hubo una elecci�n.

RT: �Es el menos peor de todos los sistemas?

M.R.: S�, necesariamente, el orden democr�tico es el mal menor. Pero, �nos vamos a quedar en eso? Los j�venes tenemos que pensar otros �rdenes, porque si no, nos vamos a quedar reproduciendo los sistemas democr�ticos, los de resistencia, todo como se pens� o como lo vimos en una foto. Hoy en d�a, esta gente se ocup� de construir un orden pol�tico que parece cierta cosa, pero en realidad es otra. Esas personas que antes usaban bigote y botas, ahora est�n afeitados, usan camisa abierta y hablan de la alegr�a. Empecemos a pensar que hay algo que debemos rearmar. El Estado, �sigue dando respuesta a todo? �Qu� es Uber? �Facebook? �Google? Hay que ver c�mo se organizan las resistencias de cara a esos nuevos paradigmas. Si seguimos pensando que todo pasa por la unidad b�sica, o la calle, definitivamente estamos muertos. Han ganado ellos.

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