Jueves 28 de marzo 2024 Contacto

Los misterios del cráter Chicxulub, el sitio en México donde los científicos creen que comenzó el fin de los dinosaurios




15/11/2018 - 09:26:48
BBC.- A mediados de la d�cada de los 80, cuando un grupo de arque�logos estadounidenses examinaba im�genes satelitales que mostraban la pen�nsula de Yucat�n, en M�xico, no sab�an c�mo interpretar una imagen que los descoloc� por completo: un anillo casi perfecto de unos 200 km de ancho.

Los cenotes, esos dep�sitos de agua de manantial azules, son un elemento b�sico de los folletos tur�sticos de Yucat�n y se repiten en este paisaje �rido abri�ndose paso por las vastas llanuras de Yucat�n, un estado de bosque seco y bajo en el extremo este de M�xico.

As� es la cueva submarina m�s grande del mundo descubierta en la pen�nsula de Yucat�n en M�xico

Los arque�logos descubrieron estos agujeros profundos que rodean la capital de Yucat�n, M�rida, y las ciudades portuarias de Sisal y Progreso, casi de forma casual, mientras intentaban comprender qu� hab�a sido de la civilizaci�n maya que una vez hab�a gobernado la pen�nsula.

"Una caja de sorpresas": las enigm�ticas pinturas rupestres de la cultura maya encontradas en una cueva de M�xico

Los mayas usaban los cenotes como forma de suministro de agua potable, pero la extra�a disposici�n circular de los hoyos que se pod�a ver en las im�genes satelitales dej� perplejos a sus compa�eros especialistas durante la conferencia Selper, celebrada en Acapulco (M�xico) en 1988.
Una hip�tesis inesperada

Para una cient�fica que se encontraba en la audiencia, Adriana Ocampo, entonces una joven ge�loga planetaria en la NASA, la formaci�n circular le pareci� la se�al que apuntaba a la l�nea de investigaci�n a la que hab�a dedicado gran parte de su carrera.

"Tan pronto como vi las diapositivas, me dije: "�Aj�, esto es algo asombroso! Estaba muy emocionada pero me mantuve tranquila porque obviamente no lo sabes hasta que tienes m�s pruebas".


Al acercarse a los cient�ficos, con el coraz�n palpitando, Ocampo pregunt� si hab�an considerado un impacto de un asteroide, uno lo suficientemente gigante y violento como para haber marcado el planeta con formas que contin�an revel�ndose 66 millones de a�os despu�s.

"�Ni siquiera sab�an de qu� estaba hablando!", se r�e al recordarlo tres d�cadas despu�s.

Esa charla informal que Ocampo mantuvo con los cient�ficos durante aquella conferencia fue el comienzo de una correspondencia cient�fica que sentar�a las bases de lo que la mayor�a de los cient�ficos creen ya como cierto a d�a de hoy: que este anillo corresponde al borde del cr�ter que caus� un asteroide de 12 km de ancho que golpe� Yucat�n y explot� con una fuerza inimaginable que convirti� la tierra en agua.

Desde principios de los a�os 90, equipos de cient�ficos de las Am�ricas, Europa y Asia han trabajado para completar la investigaci�n de los cabos sueltos que quedan.

Ahora creen que el impacto provoc� un cr�ter de 30 km de profundidad de forma casi instant�nea, llegando a crear, por un momento, una monta�a el doble de alta que el monte Everest.

En los a�os que siguieron al impacto, el mundo habr�a cambiado radicalmente, con una enorme nube de cenizas bloqueando el cielo y creando una noche perpetua por algo m�s de un a�o, haciendo descender las temperaturas a -0�C y matando a aproximadamente al 75% de los seres vivos de la Tierra, incluyendo a los dinosaurios.
El lugar m�s mort�fero de la Tierra

Hoy, el punto central del impacto, donde una vez la monta�a se elev�, es una peque�a ciudad llamada Chicxulub Puerto.


Cuando visit� esta poblaci�n, de apenas unos miles de habitantes, vi que consta de casas de altura baja pintadas de amarillo, blanco, naranja y ocre que rodeaban una plaza urbana modesta.


La ciudad apenas tiene publicidad, as� que a menudo los pocos amantes de los dinosaurios que intentan peregrinar por las largas y sinuosas carreteras de este estado mexicano acaban perdidos en otra ciudad cercana llamada Chicxulub Pueblo, a media hora en coche.

Pero incluso si llegan a la ciudad correcta, ubicada a 7 kil�metros al este de la costa de arena blanca del popular centro tur�stico de Progreso, hay pocos indicios de que este fue el escenario de uno de los momentos m�s desastrosos de los �ltimos 100 millones de a�os.

Si paseas por la plaza principal, ver�s pinturas de dinosaurios dibujadas por ni�os del pueblo. Pero el �nico monumento con referencias a su pasado prehist�rico es una especie de hueso de dinosaurio con un cierto aire infantil y hecho de concreto que est� colocado sobre un altar con representaciones de especies de dinosaurios.

Hasta que los hallazgos de Ocampo se publicaron en 1991, esta �rea de Yucat�n hab�a sido objeto de poco inter�s internacional. Hoy en d�a, hay un museo que fue inaugurado en septiembre de 2018 entre Chicxulub Puerto y la capital de Yucat�n, M�rida, a 45 km al sur.

"Chicxulub Puerto y sus alrededores merecen ser m�s conocidos en todo el mundo", dice Ocampo, quien naci� en Colombia pero se mud� de ni�a a Argentina y lleg� a los Estados Unidos a los 15 a�os.

El asteroide, aunque provoc� la devastaci�n en el �rea, benefici� a una especie por encima de todas las dem�s: los humanos, millones de a�os m�s tarde, pues evolucionaron gracias a la destrucci�n de los mayores depredadores del mundo.

Sin ese impacto, la humanidad dif�cilmente podr�a haber existido nunca.

"Nos dio una ventaja para poder competir y prosperar, como al final hicimos", asegura la cient�fica.
Una lecci�n clave

El descubrimiento de Ocampo se produjo tras m�s de una d�cada de investigaci�n del impacto de los asteroides. Pero la clave para entender lo que pod�an significar esos hoyos en la tierra fue su trabajo con una figura legendaria de la ciencia espacial, Eugene Shoemaker.

Shoemaker, el pionero ge�logo estadounidense a quien se le conoce como uno de los fundadores del campo de la ciencia planetaria, sigue siendo, 21 a�os despu�s de su muerte, la �nica persona cuyas cenizas est�n enterradas en la Luna.

Fue �l quien hab�a indicado a Ocampo que era poco probable que los c�rculos casi perfectos hubieran sido el resultado de otras fuerzas terrestres que no fueran asteroides y que esta hip�tesis podr�a proporcionar pistas sobre el desarrollo geol�gico de la Tierra.


La idea de que un asteroide gigante hab�a destruido a los dinosaurios fue propuesta por los californianos Luis y Walter �lvarez, padre e hijo, a principios de los a�os 80 del siglo pasado. "Pero en ese entonces fue extremadamente controvertido", asegura Ocampo.

La primera persona en conectar el anillo de Yucat�n con la teor�a de los asteroides de �lvarez fue un periodista de Texas llamado Carlos Byars, quien escribi� un art�culo para el Houston Chronicle en 1981 preguntando si los dos fen�menos pod�an estar conectados.

M�s tarde, Byars comparti� su teor�a con un estudiante llamado Alan Hildebrand, quien luego se acerc� a Penfield despu�s de examinar unas rocas en Hait�, y fueron ellos dos quienes determinaron que el cr�ter no era un volc�n, sino un impacto de asteroide.

"[Byars] recibe el cr�dito por ser el primero en juntar las piezas, �un periodista!", exclama Ocampo. "Es una historia incre�ble cuando se juntan todas las piezas".

Las lecciones aprendidas en el cr�ter mexicano han reportado informaci�n muy valiosa a la nave Curiosity de la NASA, que aterriz� en Marte en 2012 y que ha pasado los �ltimos seis a�os investigando el entorno y la geolog�a marcianos.

Los escombros descubiertos a partir de los impactos de asteroides en Marte en comparaci�n con los hallados en Chicxulub muestran similitudes que indican que Marte debi� haber tenido una atm�sfera mucho m�s gruesa que la de ahora, una m�s cercana a la que tiene hoy la Tierra y que permite la vida en nuestro planeta.

"Es importante para nosotros saber qu� sucedi� en el pasado para estar preparados para el futuro", asegura Ocampo. "Nos da una visi�n realmente buena de lo que ha sucedido en la evoluci�n geol�gica de Marte".

La ignorancia de un fen�meno �nico

Gran parte de los misterios del cr�ter Chicxulub todav�a permanecen enterrados bajo tierra.

M�xico ha pedido que el cr�ter sea reconocido por la Unesco. Hay muy poco que los visitantes puedan ver, ya que el impacto fue hace mucho tiempo.

Los turistas que visitan uno de los pocos remanentes que todav�a hay, los impresionantes cenotes, donde se puede nadar entre los peces y las ra�ces colgantes de los �rboles, ignorar�n que estas caracter�sticas geol�gicas existen solo porque la caliza blanda de las que est�n hechas fue forzada a la superficie desde el subsuelo debido al impacto de un asteroide gigantesco.

"Ellos [la gente y las autoridades locales] est�n tratando de que la gente tenga un mayor conocimiento sobre este fen�meno �nico", dice Ocampo, quien tambi�n es una defensora de la educaci�n en ciencias planetarias en Am�rica Latina.

"Es un lugar �nico en nuestro planeta. Realmente lo es y deber�a ser conservado como Patrimonio Mundial".

Estimados lectores: recuerden que estas noticias las pueden encontrar en nuestro Canal de Whastapp al momento de su publicación.

Sigue el canal de Hoybolivia.com en WhatsApp:
whatsapp.com/channel/0029Va8B7PQ3GJOyC41B2Q1a

Noticias Recientes de Virales

Copyright © Hoybolivia.com Reservados. 2000- 2024