El anillo de compromiso objetiviza a la mujer
21/11/2018 - 16:56:20
BBC.- La actriz y periodista colombiana Matilde Suesc�n, autora del blog feminista "Sin pelos en la lengua", escribi� en abril de este a�o la que asegura que es su columna m�s pol�mica hasta la fecha: "Por qu� no quiero un anillo". BBC Mundo convers� con ella sobre una cuesti�n que considera "necesaria y relevante" porque "objetiviza a la mujer". Este es su testimonio.
No soy una mujer casada. Pero estuve casada dos veces y nunca tuve ni quise tener un anillo de compromiso.
Si mis exparejas me hubieran pedido la mano creo que me habr�a entrado la risa. Aunque no creo que hubieran llegado a ese punto porque hubo una conversaci�n previa. Fue una decisi�n mutua en ambos casos y ellos compart�an mi punto de vista sobre los anillos de compromiso.
Llevar un anillo de compromiso va en contra del feminismo y en contra de ser mujer. El anillo es un s�mbolo de una cantidad de cosas que son completamente contrarias al ideal de la mujer independiente y aut�noma capaz de resolverse su propia vida. Es un s�mbolo de pertenencia a otra persona.
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Es tambi�n una manera de mostrar el nivel socioecon�mico de la persona. Cuanto m�s grande el diamante, mayor valor se le da a la mujer que lo lleva. Eso me parece grave porque significa objetivizar a la mujer, darle un valor en pesos. Y el valor de la mujer va mucho m�s all� de lo econ�mico.
La argolla de matrimonio me molesta menos porque se la pone la mujer y el hombre, no es tan ostentosa ni suele ser s�mbolo de dinero y poder.
Muchas de mis amigas no est�n de acuerdo conmigo. Creo que todas mis amigas en Estados Unidos tienen un anillo de diamantes. Alardean y lo muestran en Facebook y en las fiestas. Se burlan de m� por mis historias. Les parece que estoy loca.
Incluso mi hija se burla de m�. Ella sue�a con un anillo, lo cual me parece chistoso. Lo acepto porque trato de entenderla y entender que hace parte del contexto cultural donde creci�, pero no estoy de acuerdo con esa mentalidad.
Yo nac� en Colombia, pero me mud� a Estados Unidos hace a�os. Mi hija naci� y vive en Estados Unidos, en donde la anhelada "roca" se ha convertido en una cuesti�n de estatus. Y esa tradici�n estadounidense se est� imponiendo cada vez m�s en Colombia y en otros pa�ses.
"Rol pasivo"
Mi primer matrimonio fue en Estados Unidos. �l era actor y nos casamos en Los �ngeles. Yo era muy joven y nos divorciamos relativamente pronto, a los dos o tres a�os.
Mis segundas nupcias fueron en Colombia, con el padre de mis hijos. Pensamos que, por el tema de los papeles, era todo m�s f�cil si nos cas�bamos. Fue una decisi�n con implicaciones pr�cticas.
Casarse con alguien no es solo una cuesti�n de romanticismo. Es un acuerdo mutuo. Tiene implicaciones econ�micas y legales... y una cantidad de cosas que mucha gente ni siquiera se plantea.
Adem�s, tampoco estoy de acuerdo con el ritual tradicional de pedida de mano. Pedirle la mano a una mujer es ponerla en un rol pasivo, en una situaci�n de inferioridad.
Muchas veces, la mujer est� en un lugar p�blico -como un restaurante o un estadio de f�tbol- y entonces se ve obligada a decir que s�. Recuerdo un concierto de Carlos Vives en Miami en el que hubo una pedida de mano sobre el escenario. Ella no pudo negarse.
"Un pr�ncipe azul"
Me molesta todo el ritual, toda la pantomima que algunos consideran rom�ntica y que a m� me parece absurda: que el hombre se arrodille y le pida la mano a la mujer y que ella acepte, en un acto que suele ser sorpresivo y algo estrafalario.
Me parece la cosa m�s tonta del mundo. La mujer deber�a tambi�n proponerle matrimonio al hombre con libertad, y tener voz y voto en esa decisi�n. Y normalmente no sucede as�.
A las ni�as se les ense�a a que vean el matrimonio como una meta, como lo mejor que les puede pasar en la vida
Me preocupa la manera en que la que la sociedad educa a las mujeres para que sue�en desde chiquitas qui�n les va a dar el anillo y cu�n grande va a ser. A las ni�as deber�an ense�arles mejor a ser independientes, a estudiar y desarrollarse, a buscar la felicidad por s� mismas.
Pero se les ense�a a que vean el matrimonio como una meta, como lo mejor que les puede pasar en la vida, como si su objetivo o su salvaci�n fuera conseguir un hombre que tenga el suficiente dinero para comprarle una roca enorme de diamantes, pon�rsela en el dedo y demostrarle al mundo que le pertenece.
Muchas mam�s cr�an a sus hijas as�. Esas ni�as crecen con esta ilusi�n del anillo y con la idea de que en el momento en el que se casen la vida les va a cambiar y un hombre les resolver� todos sus problemas.
Yo tuve mucha suerte de que mi mam� me educara de manera muy diferente. Ella nunca llev� un anillo de compromiso y fue cabeza de familia desde que se divorci� de mi pap�, cuando yo ten�a 4 a�os. Fue una mujer adelantada a su �poca.
Algunos me acusan de feminista radical y de querer acabar con el romanticismo. Pero eso no es cierto.
El romanticismo es una celebraci�n de la vida y una celebraci�n del otro. Yo quiero que la persona con quien yo est� me quiera y me celebre por lo que soy yo y por las ideas y sue�os que tengo. No necesito un anillo de diamantes para eso.
S� me parece rom�ntico casarse, por ejemplo, a mi edad porque ya no suele hacerse por formar una familia o por tener hijos, sino por un sentimiento profundo de lealtad y amor hacia la otra persona.
El papel no es garant�a de nada, pero tomar esa decisi�n y hacer ese compromiso a estas alturas de la vida me parece lo m�s rom�ntico que se puede hacer.
Tambi�n me parece rom�ntico cancelar planes para ir a cenar un viernes a �ltima hora porque estamos cansados y preferimos quedarnos en casa, tomar una copa de vino, darnos un masaje y ver una pel�cula abrazados.
Me considero una mujer rom�ntica. Lo que no me parece rom�ntico es esperar que venga un pr�ncipe azul con el anillo. Yo no le veo el romanticismo a eso.
*Este es un extracto de la conversaci�n que Matilde Suesc�n mantuvo con la periodista de BBC News Mundo Luc�a Blasco.
Este art�culo forma parte de la temporada de 100 Mujeres #100Women que cada a�o organiza la BBC.
