Cómo recuperé la identidad digital que unos troles me robaron en Twitter
11/01/2019 - 10:31:37
BBC.- El mes pasado estaba navegando por Twitter cuando, de repente, me pidieron que volviera a iniciar sesi�n.
Fue un poco raro pero no lo pens� mucho. Por alguna raz�n, mi contrase�a no estaba funcionando, as� que la renov� y volv� a mi perfil. Fue entonces cuando vi que mis 10.000 seguidores y cada uno de mis tuits hab�a desaparecido.
Ten�a cero seguidores. Actualic� la p�gina una y otra vez, confundida pero asumiendo que hab�a sido un error. Me pidieron que iniciara sesi�n de nuevo. Y apareci� un mensaje en la pantalla de mi celular de una direcci�n de correo electr�nico que no conoc�a.
"Devu�lveme tu Twitter, bruja", dec�a. "Si no, vendr� tambi�n a por tu email".
Y entonces me di cuenta de que hab�a sido hackeada. Me sent� mareada y, r�pidamente, volv� a restablecer la contrase�a. Pero el hacker hab�a sido m�s r�pido cambiando no solo la contrase�a sino tambi�n la direcci�n de email y los n�meros de tel�fono vinculados a ella. Eso significaba que no ten�a forma de recuperarla.
Lamentablemente, no soy la �nica persona que ha sido hackeada en las redes sociales. Un estudio en Estados Unidos muestra que le ocurre a casi dos tercios de los adultos que las usan, y en Reino Unido el cibercrimen aument� un 16% entre 2016 y 2018, seg�n un informe gubernamental.
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�Qu� hay detr�s de eso? La especialista en ciberseguridad Jessica Barker cree que "en parte, es porque cada vez usamos m�s las redes sociales, pero tambi�n porque ha aumentado el crimen cibern�tico; cuando m�s �xito tiene, m�s crece".
"El principal beneficio para los criminales es que pueden aprovecharse de los contactos de la gente para enviar spam o vender cosas ilegales, o para mandarles enlaces fraudulentos o malware (software malicioso). Otros son objeto de los hackers por su trabajo".
Aunque hackear es ilegal, no se me ocurri� llamar a la polic�a. No parec�a lo suficientemente serio. En cambio, contact� a Twitter directamente y rellen� un reporte de incidente.
Mientras esperaba la respuesta, trat� sin �xito de restablecer mi contrase�a. Horas m�s tarde, desesperada, escrib� al hacker. "Eres pat�tico. Vive tu propia vida", le dije.
No fue una buena idea. Bloque� su n�mero para no recibir ninguna posible respuesta cruel. Pero el hacker estaba tan indignado que comenz� a atacarme desde mi cuenta de Twitter. Cambi� mi nombre de usuario por un insulto ofensivo y comenz� a tuitear mensajes en apoyo al terrorismo y al autodenominado Estado Isl�mico.
Algunos amigos y usuarios preocupados me enviaron capturas de pantalla. "Te hackearon", me dec�an. "�Est�s bien?"
No lo estaba.
Me sent�a vulnerada y furiosa. Escribo mucho sobre feminismo y racismo, as� que, por desgracia, estoy acostumbrada a los troles de internet. A menudo desean que me muera y me dicen lo "fea" y "miserable" que soy.
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Esos comentarios siempre son duros de recibir, pero trato de no leerlos. Sin embargo, esta fue la primera vez que alguien me hab�a hackeado.
Quer�a encontrarlo chistoso, pero era demasiado desagradable.
La peor parte fue cuando comenz� a afectarme a nivel profesional.
Uso Twitter para compartir mi trabajo (casi como un curr�culum en l�nea) y encontrar historias. El hecho de que las hubieran borrado todas y no saber si las iba a recuperar fue una experiencia horrible.
Por suerte, me devolvieron el control de mi cuenta al d�a siguiente. Pero todav�a no ten�a seguidores ni tuits, y todas las personas a quienes antes segu�a hab�an sido bloqueadas.
Recib� emails de colegas molestos pregunt�ndome: "�Me bloqueaste? No lo entiendo".
Twitter prometi� que me ayudar�a a solucionar el problema, pero no pudo darme una fecha.
Segu� pidi�ndole a Twitter actualizaciones sobre mi caso, pero desde la compa��a me dec�an que la �nica opci�n que ten�a era esperar. Tampoco expresaron ning�n inter�s en tratar de encontrar a mi hacker.
La �nica cosa que sab�a sobre los troles que hab�an secuestrado mi cuenta es que estaban en Virginia, EE.UU., porque fue desde all� donde accedieron a ella por �ltima vez.
Cuatro semanas despu�s, mi cuenta fue finalmente restaurada.
Pero no todo el mundo tiene tanta suerte. Cuando al escritor de 32 a�os Etan Smallmanle hackearon la cuenta de Twitter el a�o pasado, borraron nueve a�os de tuits y seguidores.
Etan contact� a Twitter directamente y unos d�as m�s tarde pudo volver a usar su cuenta, pero no recibi� respuesta cuando pidi� ayuda para tratar de recuperar el contenido y contactos borrados.
"Tengo la sensaci�n de que la respuesta por parte de Twitter fue inepta", asegura. "La actividad era obviamente sospechosa, y deber�a haber sido detectada antes de que todos mis tuits fueran exterminados".
Cuando me puse en contacto con Twitter para preguntarles sobre esa cuesti�n, un vocero de la empresa dijo que urgen a la gente a activar la "verificaci�n en dos pasos", lo cual significa que te env�an un c�digo a tu email o n�mero de tel�fono para acceder a la cuenta.
"Tambi�n actualizamos recientemente nuestras normas para prohibir la distribuci�n de material hackeado, como informaci�n privada de la gente, y ampliamos los criterios que aplicamos cuando tomamos medidas en las cuentas para encontrar responsables de hackeos y amenazas".
El vocero no pudo confirmar cu�l es la pol�tica de Twitter para restaurar cuentas comprometidas, pero dijo que la plataforma har�a lo posible.
Si no necesitara las redes sociales para mi trabajo, las cerrar�a sin duda, pero no puedo hacerlo por todas las ventajas que me aportan a nivel profesional.
Todav�a me preocupa que fuera tan f�cil que me hackearan. Pero esta experiencia me ha ense�ado a usar internet con m�s astucia.
He establecido la verificaci�n en dos pasos en todo, he fortalecido mis contrase�as y actualizado todas las aplicaciones y software en mi celular. Es todo lo que puedo hacer.
Y, mientras tanto, tan solo espero que historias como la m�a alienten a las redes sociales a hacer todo lo posible para que sea m�s dif�cil que haya delitos cibern�ticos en sus plataformas.
Ser presa de un hacker es algo que te hace sentir vulnerable y aterrado.
