Ramiro, de trabajar en iglesia a ser jugador y difundir la cultura afro
21/01/2019 - 07:38:20
Opini�n.- Hace poco m�s de una d�cada, la historia era otra. Ramiro Ballivi�n, lateral derecho de Wilster, en aquel entonces no pasaba de los 16 a�os y llegaba a Cochabamba con sed de gloria futbol�stica.
Llamado por su hermano mayor, Mart�n (al que a lo largo de esta historia reconocer� como figura paterna), el muchacho yungue�o se instalaba en el valle y dejaba atr�s a su gente y a su pueblo, Coripata.
Entend�a, el �binomio unido por la sangre�, que el destino escogido podr�a suponer una ventana hacia la conquista de algunos pesos y la posibilidad de llevar al plano real dos sue�os puntuales: el menor quer�a patear la pelota de forma profesional. El mayor anhelaba convertirse en un comunicador social con todas las letras y cart�n en mano; y que el mundo se enterara de la riqueza que envuelve a la cultura afroboliviana mediante la escritura de libros.
Si en el ambiente del f�tbol, el clich� m�s trivial es aquel que grafica al jugador en un contexto pasado ligado con la casita sencilla y la precariedad, por esta vez, la descripci�n resultar� v�lida.
Los medios no alcanzaban y fue por ello que los hermanos decidieron emigrar. Todo cost� demasiado en el valle, sin temor a caer en exageraciones. Enumerar los sitios en los que tuvieron que dormir es un desaf�o para Ramiro, pero �l, con esa sonrisa limpia que parece haberse encari�ado con su boca, lo intenta.
�Cuando llegamos nos quedamos en la iglesia Verbo Divino. All� nos dieron un cuartito porque nuestro trabajo era limpiar. Tambi�n vivimos en Co�a Co�a y en Cerro Verde. �bamos a sitios donde pag�bamos unos 100 o 150 pesos. La hemos remado�.
El crack est� por encima de lo tibio. Su mejor amiga es la nobleza. No importa si hubo noches en las que �l y Mart�n, con suerte, tomaban leche de soya y com�an dos trozos de pan para enga�ar al est�mago. No importa tampoco si, apenas arrib�, la propuesta de Wilster fue �hacerle un contrato por 10 a�os sin cobrar�.
Vuelve la mirada al pasado y agradece a Dios.
Con 27 a�os y un deseo innegociable de seguir cumpliendo sue�os, el coripate�o es titular en el Rojo. Se transform� en un hombre nuevo con el optimismo y la humildad como estandarte.
M�s all� de ser jugador, el pace�o se encuentra 100 por ciento comprometido con la difusi�n de la cultura, la historia y las costumbres afrobolivianas. Cree que desmitificar ciertas creencias es su deber. Y hall� la manera de llegar a las personas mediante libros que ha escrito su hermano Mart�n, que (ahora s�) es comunicador.
Juntos han logrado financiamiento y se suman, as�, a la lucha constante por enarbolar lo que es nuestro y que poco conocemos.
Un intento aproximado de conversaci�n en que el pace�o se vio como protagonista cuando varias veces le toc� jugar la Libertadores o chocar internacionalmente con la Selecci�n Nacional, servir� para entrar en contexto.
-�De d�nde eres?
-Soy de Bolivia.
-�Acaso hay negritos all�?
-Claro que s�. Existe la comunidad afroboliviana.
-Ah, mira...
Ya perdi� la cuenta de las veces en que pusieron en duda su procedencia y se animaron a preguntarle si era colombiano, ecuatoriano o, quiz�s, peruano. Nacer en Bolivia y llevar la piel negra, al parecer, son dos factores que no combinan en el imaginario ajeno.
Se cans� de explicar que s�, que en el pa�s, la comunidad afroboliviana no solo se sit�a en La Paz, sino tambi�n en Santa Cruz y Cochabamba.
Tiene claro que su presente es el f�tbol. Sin embargo, su mayor deseo, aquel por el que se despierta a diario es que lo recuerden por haber sido una buena persona.
Por ahora, los hermanos obsequian los libros, en los que �la saya sagrada� est� bien explicada.
P: Vuelves a Cochabamba...
R: Me siento contento porque regreso despu�s de 10 a�os. Sal� bachiller ac�. Vine con la ilusi�n de quedarme en Wilster. Me quer�an hacer un contrato de 10 a�os como juvenil, sin un centavo. Necesitaba, por lo menos, para el almuerzo. Decid� jugar en la Sub 16 de Cala Cala. Despu�s me fui a Universitario de San Sim�n por el comedor. Tambi�n me ofrecieron, por medio del profesor Javier Vega, al cual le agradezco mucho, una beca en el colegio Ger�nimo de Osorio. Me daban un bono de 150 bolivianos. La hemos remado con mi hermano. �l es como un padre para m�. Siempre me inculc� nuestra cultura y me dec�a que si llegaba a jugar f�tbol, la difundiera, que el afroboliviano tiene capacidades.
P: Las tiene, pero le cuesta m�s llegar a Primera, �falta que miren para all�?
R: Hay mucho talento. Capaz, por falta de coraje y condiciones econ�micas. Pero no hay que abocarse solo a los afrobolivianos. Tambi�n aimaras y quechuas poseen condiciones para el f�tbol.
P: �De qu� forma empez� tu hermano a vivir la aventura de ser escritor?
R: Siempre quiso hacer conocer nuestra cultura. El objetivo es que, mediante la escritura, la gente sepa que en el pa�s hay gente de color, que conozca c�mo vivimos, c�mo llegamos y qu� hacemos. As� naci� la cosa.
P: �C�mo lo apoyaste?
R: Buscamos la manera mas r�pida de conseguir dinero. El ya ten�a todo en borrador y logr� financiamiento de la Embajada de Estados Unidos. Lo ayud� a publicar sus libros. Por el momento los regalamos.
P: H�blame de la vida en Los Yungas�
R: Se viv�a del d�a. Ahora, la coca se increment�. Mi mam� (Felipa) nos cri�. Somos tres hermanos. Nuestro pap� nos abandon�. Mi hermano mayor nos dio la mano.
P: Nunca m�s tuviste noticias de tu padre...
R: Tampoco me interesa, a mis 27 a�os. Quiero agradecer a mi hermano porque �l nos ha inculcado hacer las cosas bien.
P: �De vez en cuando vas a cosechar coca? �Te gusta?
R: Siempre, siempre. Los cuatro a�os en los que estuve en La Paz (jug� en el Tigre) lo hac�a. Ten�a d�a libre o receso e iba a ayudar, a estar con los amigos y mam� en el campo. Eso no se olvida. Es lo que marc� mi infancia. Igual es algo normal del cocalero.
P: �Qu� te dicen los vecinos?
R: Me transmiten cari�o. Mi pueblo es futbolero y cocalero. De all� salieron los hermanos Ivan y Ramiro Castillo; y Demetrio Angola, entre otros.
P: �Sientes que te falta algo por cumplir?
R: S�, siempre. Quiero seguir consiguiendo cosas y creciendo como persona. Antes de ser futbolistas somos humanos. Despu�s de dejar el f�tbol, �qu� queda?, la persona. Dios me bendijo, me dio todo lo que necesit�. Apunto a ganar m�s t�tulos. Se vienen partidos bonitos y deseo ser protagonista.
P: �Sabes tocar el bombito?
R: Obviamente, como afroboliviano toco, canto y bailo. No canto tan bien, ja ja...
P: Igual te animas...
R: �Igual lo hago! Es mi cultura. Tengo que saber qu� estoy tocando y qu� significa.
P: Muchos lo ven de afuera y perciben solo la alegr�a, pero hay una explicaci�n en la danza.
R: S�. La saya es algo muy sagrado. Era un refugio que encontraban nuestros antepasados despu�s de cada jornada dura en las minas, como esclavos. Trataban de olvidarse de lo que estaban viviendo.
�Le pude comprar una casita a mam�
Cuando estuvo en la U
Cuando Ramiro Ballivi�n (27 a�os) era un adolescente y en Cochabamba no le fue del todo bien, en Primera, busc� nuevas alternativas.
Y encontr� una muy buena en Sucre.
All�, el club Universitario (que perdi� la categor�a en el torneo pasado) le tendi� una mano. Fue su primer equipo profesional, por lo que el pace�o guarda un cari�o especial hacia la instituci�n capitalina.
�Luego de salir del colegio, en Cochabamba, me fui a probar a Sucre. Me qued�. Gracias a eso pude comprarle una casita en Los Yungas a mi mam�. Trat� de ayudarla a ella y a mi familia�.
Continu� Ramiro: �La U me acogi�. Sin dudas va a volver (a la Divisi�n Profesional) porque es un equipo grande con el que muchos quieren jugar�.
Quiere ser t�cnico y formar a ni�os
Enfatiza en los valores humanos
A diferencia de otros futbolistas que proyectan dedicarse de lleno a la direcci�n t�cnica luego de colgar los botines, Ramiro Ballivi�n tiene otro objetivo en el horizonte: desea entrenar a los m�s peque�os.
Lejos de apostar por comandar un elenco de la Divisi�n Profesional, el coripate�o aspira a prepararse para cuando llegue ese momento.
�Es imposible proyectar tanto. Trato de vivir el d�a a d�a. Obvio, uno siempre se plantea objetivos. Cuando llegue la etapa de dejar el f�tbol, creo que siempre estaremos ligados a �l. Me gustar�a mucho ser entrenador de ni�os y compartirles lo que me toc� vivir�.
Dio los motivos que lo han llevado a amasar dicha intenci�n.
�Es la etapa en la que se absorben muchas cosas y en la que aprenden a ser buenas personas, antes que nada. Eso me emociona. Ya tengo, a esta edad, que empezar a buscar una universidad del deporte. Creo que hay ac�. Con mi experiencia, tratar� de inculcarlo. Eso me encantar�a�.
As� como es firme en su deseo de dirigir a los m�s peque�os, tambi�n alimenta la convicci�n de valorar lo que es �nuestro� en lo deportivo.
Por eso, Ramiro admira a aquellos que trascendieron, como Ivan y Ramiro Castillo, Milton Melgar y Demetrio Angola.
�Soy de querer m�s lo nuestro. Hay actuales que me encantan, como Ra�l Castro y Gilbert �lvarez�.
