Las curiosas reacciones inconscientes que se producen en nuestro cerebro al mirar a los ojos a otra persona
18/02/2019 - 15:44:41
BBC.- Seguro que alguna vez, estando en una sala ruidosa y llena de gente, te sorprendiste mir�ndote a los ojos con otra persona. Es casi como una escena de cine: el resto del mundo se desvanece hasta volverse gris, mientras t� y esa otra persona est�n moment�neamente conectados, conscientes de que ella te mira a ti y t� a ella.
S�, es cierto: el contacto visual no siempre es tan emocionante. Al final, es una parte natural de la mayor�a de las conversaciones, pero casi siempre es importante.
Hacemos suposiciones sobre la personalidad de las personas en funci�n del rato que nos miran a los ojos o que miran hacia otro lado cuando hablamos con ellos. Y cuando nos cruzamos con desconocidos en la calle o en alg�n otro lugar p�blico, nos podemos llegar a sentir rechazados si no establecen contacto visual con nosotros.
�Por qu� podemos sentir cuando alguien nos est� mirando fijamente?
Aunque todo esto ya lo sabemos por nuestras experiencias cotidianas, los psic�logos y los neurocient�ficos han estudiado el contacto visual durante d�cadas. Y sus intrigantes hallazgos revelan mucho m�s sobre el poder que tiene. Por ejemplo, lo que cuentan nuestros ojos y c�mo el contacto visual cambia lo que pensamos sobre la persona que nos mira.
Un hallazgo recurrente es que los ojos que nos miran atraen y retienen nuestra atenci�n, lo que nos hace menos conscientes de lo que est� sucediendo a nuestro alrededor (que "se vuelve gris", como mencionamos antes).
Adem�s, sostener la mirada de alguien involucra una serie de procesos cerebrales, ya que nos damos cuenta de que nos estamos relacionando con la mente de esa persona. En consecuencia, nos hace ser m�s conscientes de la existencia de la otra persona, de que tiene una mente y una perspectiva propias, lo que, a su vez, nos hace m�s conscientes de nosotros mismos.
Puede que hayas notado estos efectos con especial intensidad si alguna vez aguantaste la mirada de un mono o un simio en un zool�gico: es casi imposible no rendirse a la sensaci�n de que son seres conscientes que te juzgan y te examinan.
De hecho, se ha demostrado que incluso mirar un retrato que parece que nos mira activa una franja de actividad cerebral relacionada con la cognici�n social, es decir, en el hecho de pensar en nosotros mismos y en otras personas.
No sorprende que nos distraiga mucho darnos cuenta de que somos el objeto de otra mente.
Fij�monos para ello en un estudio reciente realizado por investigadores japoneses. Los voluntarios ten�an que mirar un video en el que aparec�a una cara mientras completaban un juego de palabras en el que hab�a que relacionar verbos con nombres. Por ejemplo, si escuchaban la palabra "leche", una respuesta adecuada ser�a "beber".
Pues bien, los voluntarios tuvieron mucha m�s dificultad con el juego de palabras (en los nombres m�s complicados) cuando la cara del video parec�a establecer contacto visual con ellos.
Los investigadores creen que este efecto se produce porque el contacto visual, aunque sea con un extra�o en un video, es algo tan intenso que merma nuestras reservas cognitivas.
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Investigaciones similares revelaron que mirar a los ojos a una persona tambi�n interfiere con la memoria de trabajo (la capacidad de mantener y usar la informaci�n que tenemos en mente durante cortos per�odos de tiempo), la imaginaci�n y el control mental.
Es posible que, sin darte cuenta, hayas interrumpido el contacto visual con otra persona para concentrarte mejor en lo que est� diciendo o pensando. Algunos psic�logos incluso recomiendan mirar hacia otro lado como estrategia para ayudar a los ni�os peque�os a responder preguntas.
Adem�s de saturar socialmente nuestros cerebros, la investigaci�n tambi�n muestra que el contacto visual moldea la percepci�n que tenemos de la persona que nos mira.
Por ejemplo, generalmente percibimos que las personas con m�s tendencia a establecer contacto visual son m�s inteligentes, m�s conscientes y sinceras (al menos en las culturas occidentales), y es m�s probable que creamos lo que dicen.
�Un momento especial?
Es verdad, tambi�n, que un exceso de contacto visual puede hacernos sentir inc�modos. De hecho, las personas que miran fijamente durante mucho tiempo pueden parecer espeluznantes.
En un estudio realizado recientemente en un museo de ciencias, un grupo de psic�logos intentaron determinar la duraci�n ideal del contacto visual. Llegaron a la conclusi�n de que, en promedio, es de tres segundos. Y ninguna persona del estudio se decant� por una mirada de m�s de nueve segundos.
Otro de los efectos del contacto visual puede ayudar a explicar por qu� ese preciso momento en el que nos miramos con otra persona en una sala puede ser, a veces, tan absorbente.
Un estudio reciente revel� que esa mirada conduce a una especie de fusi�n parcial entre el yo y el otro: calificamos a los extra�os con los que hemos establecido contacto visual como m�s similares a nosotros, en t�rminos de personalidad y apariencia.
Tal vez, en el contexto adecuado, cuando todos los dem�s est�n ocupados hablando, este efecto se agrega a la sensaci�n de que t� y esa persona est�n compartiendo un momento especial.
Atracci�n
La qu�mica del contacto visual no termina ah�. Si deciden acercarse, se dar�n cuenta de que el contacto visual tambi�n los une de otra manera. Se trata de un proceso conocido como "mimetismo de la pupila" o "contagio de la pupila", seg�n el cual sus pupilas y las de la otra persona se dilatan y se contraen en sincron�a.
Esto se interpreta como una forma de mimetismo social subconsciente, una especie de danza ocular, y se percibe como un gesto rom�ntico.
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Pero recientemente hubo cierto escepticismo acerca de este fen�meno, y algunos investigadores aseguran que es simplemente una respuesta a las variaciones del brillo de los ojos de la otra persona (de cerca, el hecho de que las pupilas de la otra persona se dilaten aumenta la oscuridad de la escena, lo que causa que nuestras pupilas tambi�n se dilaten).
Eso no quiere decir que la dilataci�n de la pupila no tenga un significado psicol�gico. De hecho, al menos hasta la d�cada de los 60, los psic�logos estudiaron la forma en que se nos dilatan las pupilas cuando estamos m�s excitados o estimulados (en un sentido fisiol�gico), ya sea por inter�s intelectual, emocional, est�tico o sexual.
Esto llev� a debatir si percibimos que las caras con las pupilas m�s dilatadas (a veces entendido como signo de inter�s sexual) son m�s atractivas. Al menos algunos estudios, unos de hace d�cadas y otros m�s recientes, sugieren que s�.
Sea como sea, siglos antes de esta investigaci�n, la sabidur�a popular ya consideraba que las pupilas dilatadas eran atractivas. En diversos momentos de la historia, las mujeres incluso utilizaron un extracto de planta para dilatarse deliberadamente las pupilas como forma de hacerse m�s atractivas (de ah� el nombre coloquial de la planta: "belladona").
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Pero cuando miramos a otra persona profundamente a los ojos, no solo las pupilas mandan mensajes.
Otra investigaci�n reciente sugiere que podemos leer emociones complejas en los m�sculos de los ojos, seg�n si una persona est� frunciendo o abriendo los ojos. As�, por ejemplo, cuando una emoci�n como la repulsi�n nos hace entrecerrar los ojos, esta "expresi�n ocular" tambi�n indica nuestra repulsi�n a los dem�s.
Otra caracter�stica importante de los ojos son los anillos limbares, es decir, los c�rculos oscuros que rodean el iris. La investigaci�n reciente sugiere que estos anillos limbales son m�s visibles en personas m�s j�venes y sanas, y que las personas que los miran de alguna manera lo saben.
Todos estos estudios sugieren que hay mucha verdad en el viejo dicho que reza que los ojos son la ventana del alma. De hecho, hay algo incre�blemente poderoso en el hecho de mirar profundamente a los ojos a otra persona. Dicen que los ojos son la �nica parte de nuestro cerebro que est� directamente expuesta al mundo.
Cuando mires a otra persona a los ojos, piensa: quiz�s sea lo m�s cerca que est� de que se "toquen los cerebros", o las almas, si prefiere ser m�s po�tico en estas cosas.
Dada esta intensa intimidad, tal vez no sea de extra�ar que si aten�a las luces y mantiene la mirada a otra persona durante 10 minutos sin parar, ver� que suceden cosas extra�as, m�s extra�as de lo que haya experimentado jam�s.
